Características Generales: Racionalismo y Empirismo
Racionalismo
El **racionalismo** pone plena confianza en la **razón**, pues es la principal fuente de conocimiento y la única capaz de ofrecernos conocimientos válidos. No admite ningún criterio superior; solo la razón puede juzgar qué es verdad. Los sentidos nos pueden engañar, pues ofrecen un conocimiento particular, nunca universal y necesario, que esperamos de las ciencias. El modelo de conocimiento matemático, por ejemplo, sí nos ofrece esas características, pues sin ellas no hay ciencia. En la razón se encuentran las **ideas innatas**. Sabemos que son verdad sin necesidad de emplear los sentidos, pues surgen a través de la razón y no de la experiencia, como la existencia del ser pensante, la existencia de Dios o el principio de causalidad. En ella existen las **verdades naturales**, que se llegan a conocer por el uso de la razón, y las **verdades físicas**, que son un conjunto de reglas que conducen a la verdad y evitan desviaciones. Lo que define a la ciencia es el método de investigación, clave para su descubrimiento. Todas esas verdades innatas persisten en los seres humanos, aunque no sean conscientes de ellas ni las lleguen a descubrir.
Empirismo
El principal problema filosófico al que se enfrentaron fue el de la naturaleza del conocimiento. Por ello, los **empiristas** afirmaban que el conocimiento procede de la **experiencia** y, sin ella, el conocimiento no tiene validez; solo la experiencia puede fundamentar y limitar el conocimiento. Por lo que todo aquello que no sea accesible por los sentidos no será real, sino solo una creencia. Para el empirismo, el yo queda ahora relegado, pues la experiencia aporta los contenidos del conocimiento y el sujeto interviene después para llevar a cabo relaciones. La experiencia afecta directamente a los sentidos, sin intermediarios entre el objeto de conocimiento y el sujeto. El límite del conocimiento es la experiencia, ya que deben existir objetos exteriores para tener experiencia, rechazando así la **metafísica**. Para el empirismo no existen las ideas innatas, al contrario que el racionalismo, en el que la idea innata de Dios garantizaba la existencia del mundo. Pero el empirismo se mantiene firme en que las ideas proceden de la experiencia, dejando la existencia de Dios en el vacío. El origen del conocimiento es la experiencia, no la razón, pues la experiencia es la única que determina un conocimiento verdadero, siendo así la ley de la verdad.
Características Generales de la Ilustración
La **Ilustración** es una época de lucidez y descubrimiento, donde se busca la liberación humana mediante la razón y se percibe la necesidad de actuar de manera autónoma. La **razón autónoma y soberana** es la luz que nos permite ver la realidad y organizarnos, por lo que será necesario que el pueblo salga de esas tinieblas de ignorancia para así disponer de las capacidades necesarias. Los ilustrados rechazaban la metafísica y la ética racional, basándose en la experiencia, y el ser humano era su referente. Al igual que en los racionalistas, la razón y sus luces iluminaron cualquier asunto. La **razón crítica ilustrada** se oponía a las anteriores instancias de organización del mundo y de la vida, como la metafísica teologizante y la ética moral. Para los ilustrados, la **naturaleza** se presenta en todas sus ideas, y educar en valores naturales es situarse y vivir en medio de la naturaleza, porque esta es suficiente sin tener que acudir a lo sobrenatural. La religión fue desplazada como fuente de valores, pues impedía que la conciencia humana incidiera en todos los aspectos. Como consecuencia, se forma el **deísmo** como religión natural, que propuso una explicación del universo basada en la existencia de un Ser Supremo que apenas interviene en el mundo. Los ilustrados consideraban necesario ver la naturaleza desde sí misma, su fundamento en ella misma y no en algo que la trascienda; se debe analizar y conocer mediante la ciencia natural. Buscaban una mejora intelectual y moral del ser humano para que así pudieran realizarse y formar ciudadanos buenos, ya que la sociedad no se mantendría sin la **virtud política**, que pusiera interés en sus habitantes. Consideraban que el Estado debía impulsar esta educación, pues se necesitaba política y socialmente, ya que las diferencias nacen a raíz de la educación. Se necesitaba una **moral autónoma**.
Sapere Aude
Para **Kant**, la **Ilustración** es la liberación del hombre, pasando de la dependencia a la independencia del pensamiento. Defiende la libertad y analiza su relación con la religión. Kant observa que hasta este momento el hombre no había sido protagonista de su existencia, sino que había sido guiado por otros. Sin embargo, con la Ilustración, la humanidad actúa como es, siendo autónoma de pensamiento y libre como colectividad. Para ser autónomos, hay que librarse de la guía de otros y servirse de su propio **razonamiento**. Sin embargo, el culpable de esta falta de autonomía es la indecisión y la falta de valor del propio ser humano por miedo a equivocarse y a atenerse a las consecuencias de sus decisiones, como si fuera un niño al que hay que indicarle qué debe hacer, impidiendo que se enfrente por sí solo a su propia realidad. Para liberarse y poder pensar libremente se deben quitar los obstáculos externos (tutores) y los internos (cobardía, pereza). Su lema es: **¡Sapere Aude!** (Atrévete a saber/pensar), atreverse a las consecuencias que supone ser humano y cargar con las responsabilidades de la vida. Esto implica pensar por cuenta propia, poniéndose en el lugar del otro y con coherencia.
Uso Público y Privado de la Razón
Según Kant, para que el proceso de la Ilustración no se detenga, solo es necesario el **libre uso público de la razón**, mientras que el **uso privado de la razón** puede verse limitado a menudo. El **uso público de la razón** es cuando utilizamos la razón de manera libre. El **uso privado**, en cambio, es cuando una persona ejerce su cargo dentro de una institución del Estado (funcionarios, sacerdotes), donde es imprescindible la obediencia y el cumplimiento de las normas con precisión; no caben razonamientos, se está obligado a obedecer. Pero esto no quiere decir que no pueda criticar: fuera de su cargo puede opinar lo que quiera, pero dentro de él debe obedecer. La obediencia garantizará el **orden público**, es decir, que las instituciones del Estado funcionen perfectamente. Pero la **discusión pública** permitirá el cambio social y la reforma del Estado, pues las críticas a las normas generarán un debate donde se discutirán públicamente posibles mejoras.
Criticismo de Kant
Kant creía que el mayor derecho de la humanidad consistía en ser racional y en vivir de la verdad. Pero, si la razón debía guiar al hombre en su vida para hacerlo libre, entonces debía intervenir en las facetas más importantes de su vida, a las que llamó intereses esenciales de la razón. Estos intereses se resumían en tres preguntas fundamentales:
¿Qué puedo conocer?
Trata de analizar la **capacidad y los límites de la razón humana**. Analizar la potencia de la razón humana e identificar nuestro poder en el conocimiento nos permitirá exigir, frente a los poderosos, nuestro derecho a saber. Para Kant, lo que puede un hombre lo puede cualquier otro, pues todos somos iguales y conocer está en nuestro poder y derecho.
¿Qué debo hacer?
Respecto al actuar, las cosas son diferentes. Podemos pensar muchas acciones en nuestro poder que serían irracionales, pues no es racional que yo haga todo lo que está en mi poder. Lo racional es hacer lo que se debe hacer; el **deber** es racional porque aquello que se debe hacer, debe hacerlo todo hombre. Nadie debe hacer sufrir a otro ser humano.
¿Qué puedo esperar?
Todos esperamos la **felicidad**, pero solo podemos racionalmente esperar una felicidad adecuada a cómo hayamos actuado. Solo nos está permitido esperar ser felices si hemos cumplido con nuestro deber, pues esperar una felicidad sin haber cumplido con nuestro deber es una actitud irresponsable.
Autonomía Moral
Kant señala que la razón tiene una **dimensión práctica**, pues el hombre busca ser feliz y hace depender su felicidad de su conducta moral, lo que conlleva a preguntarse cómo DEBE actuar. Ofrece la **ética de la libertad**, pues racionalmente el hombre es libre a la hora de actuar de diversas maneras. El hombre siempre debe mantener su libertad, lo que todos deberíamos querer: nuestra propia libertad. Es decir, que a pesar de lo que queramos, debemos quererlo de manera que no esclavice nuestra libertad ni la de otros, para no generar dependencias y así impedir la desigualdad de que solo unos gocen de libertad, pues tú eres el soberano de tu vida y dueño de tu libertad. Actúa racionalmente bien quien actúa por **deber**, el motivo por el que lo hace ya sea por respeto a la ley moral u otro motivo de interés. Actuar de manera que quisiéramos que otros que estuvieran en la misma situación actuaran por el mismo motivo. Pues no nos gustaría habitar en una sociedad donde los hombres utilizan a otros como un juguete para conseguir lo que quieren de manera egoísta.
Racionalismo y Empirismo en Kant
En la Ilustración hay dos teorías contrapuestas sobre el conocimiento. Según el **Racionalismo**, la razón puede conocer la verdad absoluta sin necesidad de la experiencia, partiendo de **ideas a priori**. El **Empirismo**, en cambio, sostiene que el conocimiento parte de la experiencia. El problema del conocimiento es tratar de unir **razón y experiencia**. Kant defiende que la razón posee la capacidad de crear ideas cuyo origen no se encuentra en la experiencia y afirma que esas ideas solo pueden emplearse en el ámbito de la experiencia, puesto que todo conocimiento debe comenzar en la experiencia. El conocimiento debe constituir una **síntesis** entre dos tipos de condiciones:
- Condiciones empíricas: Dadas por el objeto, los datos que nos ofrece la experiencia.
- Condiciones a priori: Puestas por el sujeto, la forma de percibir y conocer del sujeto.
De todo esto, obtiene varias conclusiones: El **conocimiento como acción del sujeto**; el sujeto es activo, ajusta el objeto a su forma de percibir y conocer. No conocemos las cosas como son en sí mismas (el **noúmeno**), sino como son para nosotros (el **fenómeno**), ya ajustadas a nuestra percepción. El sujeto no se adapta al objeto, sino al contrario: el objeto se ajusta al sujeto. La **metafísica no es una ciencia**: La metafísica quiere hablar de objetos ajenos a la experiencia sensible, de **Noúmenos**, y sobre eso no hay conocimiento. Cuando lo intentamos, caemos en **Antinomias**. Podemos especular sobre todo esto, pero no saber nada.