La Vigencia del Pensamiento Tomista: Más Allá de las Pruebas de Dios
Si nos centráramos únicamente en las vías para demostrar la existencia de Dios, nos resultaría muy difícil acercar el pensamiento tomista a nuestro tiempo. Los argumentos que plantea no nos parecen hoy válidos y, desde Kant, tenemos claro que en lo tocante a Dios solo cabe creer o no.
Pero, aparte de estas vías, existen otros aspectos del pensamiento tomista que sí pueden ser aplicados a nuestra actualidad más cercana. Estos serían la libertad y la búsqueda de la verdad. La libertad es el bien que se obtiene de la existencia del mal y hace que el obrar bien sea meritorio, al poder alcanzar las más maravillosas cimas de perfección o los más bajos pozos de vergüenza. Obrar bien está íntimamente relacionado con la búsqueda de la verdad, una búsqueda abierta que erige puentes que unen a cada uno de los hombres con los otros hombres y hace posible el entendimiento. Lo importante no es de dónde viene, sino si es o no verdad.
La Búsqueda de la Verdad y el Desafío de la Polarización Actual
Esta búsqueda supone aceptar al otro y considerar sus razones, algo que no sentimos que suceda en un tiempo tan polarizado como el nuestro, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, en el que lo más importante es ganar al rival y eliminarlo. Nos haría falta hoy en día esa actitud constructiva, generadora de puentes entre las diferentes verdades, sabiendo que todas esas verdades son, de alguna manera, verdad. Una verdad no excluyente.
Tomás de Aquino y la Herencia de Aristóteles: Síntesis y Adaptación
La Fusión del Cristianismo y el Aristotelismo Depurado
Tomás de Aquino realizó en su obra una síntesis del cristianismo y de la filosofía antigua, que ya había elaborado Agustín de Hipona. Sin embargo, la penetración del aristotelismo en el Occidente medieval, en su versión averroísta, requería actualizar ese empeño. Aquino entiende que el cristianismo puede ser comprendido desde un aristotelismo depurado. La filosofía del Aquinate se basa en la de Aristóteles, depurada de los elementos que no eran compatibles con el dogma cristiano. Así, el hilemorfismo de Aristóteles se ve matizado en lo tocante a la antropología: si para Aristóteles el alma moriría con el cuerpo, Tomás defiende la inmortalidad de la misma; al morir el ser humano, este resucita en cuerpo y alma.
Principales Divergencias y Armonizaciones Filosóficas
Tomás de Aquino, al integrar la filosofía aristotélica con el dogma cristiano, introdujo matices y adaptaciones. Algunas diferencias y puntos de armonización clave incluyen:
- Razón y Fe: Tomás de Aquino intenta armonizar la razón y la fe. Sostiene que si la razón llegase a contradecir a la fe, la razón está equivocada. No acepta una doble verdad (por ejemplo, que el alma sea mortal como verdad de razón y el alma sea inmortal como verdad de fe).
- Entendimiento: Mientras Aristóteles separa el entendimiento entre paciente y agente, Tomás incide en la unidad del entendimiento, que se identifica con el alma humana.
- Felicidad: La felicidad es el fin último del hombre para ambos autores. Sin embargo, si para Aristóteles esta se determina con virtud conforme a la razón, para Tomás la felicidad última se conseguiría por la contemplación de Dios.
- Cosmología: La cosmología aristotélica también es depurada: si Aristóteles distinguía cincuenta y cinco esferas, estas se convierten en el tomismo en principios angélicos, es decir, ángeles.
- El Primer Motor Inmóvil: El primer motor inmóvil de Aristóteles, que no ha creado el mundo (al ser este eterno) y que solo está pendiente de su propia perfección (esto es, de sí mismo), se convierte en el Dios trascendente del cristianismo, creador y pendiente del mundo.
Aristóteles: Virtud, Poesía y el Ideal de Ciudadanía
El Valor Formativo de la Poesía y los Modelos Heroicos
Aristóteles regaló a Alejandro un ejemplar de La Ilíada, que al parecer acompañó a este en sus conquistas. Platón proscribe la poesía en su ciudad ideal; Aristóteles, en cambio, cree en el tradicional papel pedagógico de esta. La Ilíada y La Odisea habían mostrado a los griegos cómo ser virtuosos. Aprendiendo del comportamiento de los héroes en esas obras y observando a los hombres prudentes, como Pericles, podían llegar a ser virtuosos.
La Felicidad, la Virtud y el Compromiso Cívico
Para Aristóteles, la felicidad del hombre tenía que ver con el desarrollo de la perfección propia, de la virtud. Y la virtud del hombre está relacionada con la virtud de la ciudad. La vida plena del hombre solo puede realizarse en la ciudad, y el hombre tiene el deber moral de contribuir al bien de la ciudad como al suyo. El bien de la ciudad es el bien del ciudadano. En este sentido, el bienestar de la ciudad, la gloria y la defensa de la misma eran responsabilidad de los ciudadanos, de los hoplitas, que en tiempos de paz participaban en las asambleas legislando y gobernando la ciudad.
Reflexiones sobre la Sociedad Contemporánea: Individualismo y Modelos a Seguir
En nuestra época actual, no se siente la relación del hombre con la ciudad. Lo importante es el bienestar propio, dejando de lado el de la comunidad, que no se siente como algo propio. Y no buscamos modelos a seguir que destaquen por su virtud; influyen en los jóvenes tipos humanos que se denominan influencers, que destacan y son admirados por hacerse fotos al filo de su muerte, que a veces les llega. ¿Serán los influencers algo más que una metáfora de nuestra época?