Razón y Fe: La Demostración de Dios en la Filosofía de Santo Tomás

Artículo II: ¿Podemos Demostrar Racionalmente la Existencia de Dios?

1. Planteamiento

¿Podemos demostrar racionalmente la existencia de Dios?

2. Dificultades: Argumentos Contrarios a la Demostrabilidad de Dios

Primera Dificultad: El Argumento Tradicionalista

Se trata de un argumento dado por los tradicionalistas (el hombre estaba arrastrado por Dios): demostrar la existencia de Dios es innecesario, ya que es un artículo de fe. Es decir, la fe es necesaria y suficiente para conocer la existencia de Dios, y la razón es innecesaria e incluso un inconveniente.

Segunda Dificultad: El Argumento Ontologista

Es un argumento dado por los ontologistas: el hombre no está capacitado para demostrar racionalmente la existencia de Dios. La base de toda demostración es la esencia, es decir, el «qué es» algo. Así, ¿cómo demostrar la existencia de Dios si no sabemos qué es Dios? La Teología de San Juan Damasceno constituye la base de la Teología negativa: de Dios solo sabemos lo que no es. Recuerda: la vía negativa será uno de los modos de conocimiento de Dios que también acepte Tomás de Aquino, junto con el modo de la excelencia.

Tercera Dificultad: El Argumento Agnóstico

Es el argumento dado por los agnósticos: entre la causa infinita y los efectos finitos media una distancia insalvable, una desproporción tal que es imposible para el hombre demostrar lo infinito a partir de lo finito, que es lo único accesible directamente a su conocimiento.

3. Por el Contrario: La Postura de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino responde a los agnósticos y a los tradicionalistas. Afirma que, por sus efectos, conocemos en primer lugar la existencia de Dios; solo en segundo lugar conoceremos cómo es, esto es, su esencia, aunque tal conocimiento será análogo e imperfecto. Por tanto, Tomás de Aquino afirma que sí es posible demostrar la existencia de Dios.

4. Respuesta: Tipos de Demostración de la Existencia de Dios

Tomás de Aquino argumenta a favor de la tesis de que la existencia de Dios es demostrable. Distingue dos tipos de demostración:

  • Demostración a priori: demostración que va de la causa al efecto.
  • Demostración a posteriori: demostración que va del efecto a la causa, de lo que es primero para nosotros en el orden del conocimiento a lo que es conocido después, aunque en el orden ontológico y temporal sea lo primero.

Aplicando el principio de causalidad, según el cual todo efecto tiene su causa, desde el conocimiento del efecto podemos llegar a la causa, ya que la causa ha de ser temporal y ontológicamente anterior al efecto y, si aquella no existiera, no existiría este.

Este es el modo racional de demostrar la existencia de Dios, a partir de sus efectos, aunque el conocimiento de Dios sea imperfecto.

5. Soluciones

Artículo III: Las Cinco Vías de Tomás de Aquino para la Existencia de Dios

1. Planteamiento

Tomás de Aquino se pregunta: ¿Existe Dios?

2. Dificultades: Argumentos a Favor de la No Existencia de Dios

Primera Dificultad: El Problema del Mal

La existencia del mal en el mundo es incompatible con la infinita bondad que se le atribuye a Dios.

Segunda Dificultad: La Innecesaridad de Dios como Causa del Mundo

Dios es innecesario como causa del mundo, ya que los seres naturales se pueden explicar por la naturaleza, y los seres libres se pueden explicar por la razón.

3. Por el Contrario: La Afirmación de la Existencia Divina

Objeción que Tomás de Aquino opone a la respuesta dada en ‘Dificultades’. En este caso, se sirve del argumento de autoridad que constituye el Libro Sagrado, donde se dice: «Yo soy el que soy». Si Dios afirma la existencia de sí mismo, es que existe. Por tanto, Dios existe.

4. Respuestas: Las Cinco Vías de Tomás de Aquino

Es aquí donde Tomás de Aquino argumenta a favor de su tesis de que Dios existe, desarrollando las famosas Cinco Vías.

1.ª Vía: La Vía del Movimiento (o del Motor Inmóvil)

Fundamentada en la concepción aristotélica del movimiento como el paso de la potencia al acto.

Punto de partida:

El hecho de experiencia de que algunas cosas se mueven.

Aplicación del principio de causalidad:

Todo lo que se mueve es movido por otro. Y lo demuestra:

  • Algo no puede pasar de la potencia al acto sino es por algo que ya está en acto (prioridad ontológica del acto sobre la potencia).
  • Ninguna cosa puede estar a la vez en potencia y en acto respecto a lo mismo. Que es tanto como decir que no es posible que sea a la vez efecto (móvil) y causa (motor) del movimiento.
  • Luego, la causa del movimiento ha de ser externa al móvil, esto es, causa eficiente.
  • Muestra, a continuación, la necesidad en la sucesión de causas eficientes: el motor se convierte en móvil, y así sucesivamente. En esta sucesión de causas eficientes, o lo que es lo mismo, en la subordinación de los motores intermedios, estamos ante una subordinación esencial y actual. Los motores intermedios no mueven sino en tanto en cuanto son a su vez actualmente movidos, en el momento presente; si no fuera así, estaríamos ante una subordinación accidental que se extendería a lo largo del tiempo.
Imposibilidad de proceder al infinito:

En la serie de motores subordinados, porque si así fuera no existiría ningún motor ni existiría el movimiento.

Conclusión:

Es necesario que exista un Primer Motor Inmóvil, esto es, que mueve sin ser él mismo movido. Y este es Dios: primera atribución que se hace de la Divinidad.

2.ª Vía: La Vía de la Causa Eficiente

Esta prueba se basa en el principio activo extrínseco del movimiento o cambio de las cosas, esto es, en la causa eficiente.

Punto de partida:

El dato de experiencia de que en las cosas sensibles hay un orden de las causas eficientes. La causa eficiente siempre es externa a la propia cosa que se mueve, debido a la necesidad de la prioridad temporal de la causa (motor) respecto del efecto (móvil).

Principio de causalidad eficiente:

Todo lo que se mueve es movido por otro; nada es causa de su propio movimiento. Se entiende por causa eficiente:

  • Principio de un movimiento sustancial, es decir, generación de un nuevo ser, ya que nada puede causarse a sí mismo porque si así fuera tendría que existir antes de existir, lo cual es imposible.
  • Principio de un movimiento accidental o alteración de un ser que ya existe, ya que todo lo que se mueve es movido por otro, según quedó demostrado en la primera vía.
Imposibilidad de proceder al infinito:

En la serie de causas eficientes subordinadas. Esto tiene su fundamento en la subordinación esencial de causas en el presente. Prolongar la lista de causas hasta el infinito es lo mismo que eliminar la primera causa y, con ello, todo el movimiento, lo cual contradice el dato de experiencia del que hemos partido. La dependencia esencial: En una serie encadenada de causas, B es causa de A en tanto C es causa de B, y así sucesivamente. Todo motor, para mover, necesita a su vez ser él mismo movido por otro motor anterior. La dependencia actual: En el mismo momento en que una causa es causa, está siendo ella a su vez causada por otra causa.

Conclusión:

Es necesario que exista una causa eficiente primera, que es Dios.

3.ª Vía: La Vía de la Contingencia y la Necesidad

Demostración por la contingencia entendida como limitación temporal de los seres.

Punto de partida:

Es un dato de experiencia la duración limitada de ciertas cosas a las que vemos comenzar a ser, es decir, generarse, y dejar de ser, esto es, corromperse. De esta evidencia se infiere necesariamente y de modo inmediato que esas cosas son generables y corruptibles, es decir, contingentes, o lo que es lo mismo, que no hay necesidad de su existencia, que pueden existir o no existir.

Aplicación del principio de causalidad eficiente:

Los seres contingentes empiezan a ser en algún momento del tiempo; si no fuera así, serían necesarios y no contingentes. Luego, alguna vez no existió ningún ser, ya que todo lo creado es contingente. Si esto fuera así, tampoco ahora debería existir ningún ser, ya que lo que no existe no puede empezar a existir (es decir, pasar a acto) sino en virtud de lo que ya existe antes (un acto anterior). Pero esto es falso, ya que la experiencia nos muestra la existencia de seres.

Imposibilidad de proceder al infinito en la aplicación del principio de causalidad:

Santo Tomás distingue entre los seres necesarios: aquellos que tienen la causa de su necesidad fuera de sí, y aquellos que tienen la necesidad en sí. En el caso de aquellos seres que tienen la causa de su necesidad fuera de ellos, no podemos proceder al infinito en la aplicación de causas subordinadas, según quedó demostrado en la Vía Segunda, aunque en este caso no se hace referencia al tiempo. Tomás de Aquino admite la eternidad del mundo, esto es, que el mundo haya sido creado desde siempre. Aristóteles resolvía esta imposibilidad de proceder al infinito en la aplicación del principio de causalidad apelando a la potencia máxima: la materia primera que puede ser cualquier cosa en acto.

Conclusión:

Tiene que existir un ser necesario que tenga en sí la causa de su necesidad y que sea la causa de la necesidad de los demás seres. Este ser necesario es Dios. Fundamentos de esta prueba, que es la más controvertida: Lo contingente o posible es lo que puede ser o no ser, esto es, no posee la existencia de modo necesario. Lo contingente no posee la existencia por sí, sino por una causa eficiente que se la comunica. Es una prueba inspirada en Avicena y Maimónides, ambos platónicos. En esta prueba, Tomás de Aquino proporciona una explicación ontológica última y adecuada del movimiento, de las causas segundas (esto es, de las causas subordinadas) y de la contingencia de los seres. En este sentido, esta es la prueba fundamental.

4.ª Vía: La Vía de los Grados de Perfección

Es la vía de mayor influencia platónica.

Punto de partida:

En los seres sensibles hallamos distintos grados de perfección. Se trata de perfecciones trascendentales o expresiones del acto de ser, que son las que convienen a todos los entes (bondad, verdad, etc.) y que se encuentran realizadas en las cosas del mundo según un «más» y un «menos».

Aplicación del principio de causalidad, en este caso en términos de participación:

El «más» y el «menos», esto es, la limitación, son términos relativos que se predican por referencia a un «máximo». La perfección que se encuentra realizada en diversos grados y que, excepto en el máximo, se encuentra disminuida y limitada, no puede pertenecer a la esencia de aquellos seres en los que se encuentra disminuida, sino que tiene que haber sido añadida a esa esencia por participación de una causa extrínseca. Toda perfección limitada es participada y necesariamente causada. Estamos ante una postura platónica-agustiniana. Por tanto, ha de existir un ser que posea las perfecciones por esencia y, por ello, en grado máximo («ha de existir algo que sea verísimo, óptimo y nobilísimo»).

Imposibilidad de proceder al infinito:

En esta prueba no existen causas subordinadas. La perfección es causa de todas las perfecciones que de modo limitado se dan en los entes: «lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que existe en dicho género».

Conclusión:

Existe un ser perfectísimo que posee en sí todas las perfecciones en grado sumo y que es causa de cada una de las perfecciones de todos los seres, que las poseen por participación. Y ese ser es Dios.

5.ª Vía: La Vía del Orden y la Finalidad (o del Gobierno del Mundo)

En esta vía se aúnan la teleología aristotélica y el trascendentalismo platónico.

Punto de partida:

Vemos que los seres naturales tienden a un fin que les conviene. Los seres naturales no poseen conocimiento; aun así, no obran como lo hacen por azar, sino según una intencionalidad.

Aplicación del principio de causalidad eficiente:

Lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca. La finalidad natural es un hecho de experiencia, pero este hecho requiere una causa: la teleología natural requiere de una inteligencia ordenadora y directora.

Imposibilidad de proceder al infinito en la aplicación de las causas:

En esta prueba, este paso se halla de modo implícito: cada ser que se dirige a su fin y carece de inteligencia presupone la existencia de otro ser inteligente que lo dirige y lo ordena (causas subordinadas). Un ser inteligente o se identifica con su propio acto de entender (Dios) o se distingue realmente de él (constituye una potencia para el acto de entender). Luego, si estas causas no tienen en sí su propia intelección, tiene que haber una causa superior que sea el origen de su propio entendimiento.

Conclusión:

Existe un ser que es su misma inteligencia, que es causa primera ordenadora. Ese ser es Dios.

5. Soluciones: Refutación de las Objeciones

Refutación de las razones dadas en ‘Dificultades’ para apoyar la afirmación de que Dios no existe:

Primera Dificultad: El Problema del Mal

Se basaba en la existencia del mal en el mundo. Santo Tomás se sirve de un argumento de San Agustín: Dios no es el origen del mal; ahora bien, lo permite para obtener algún bien.

Segunda Dificultad: La Innecesaridad de Dios

Tenía su fundamento en la idea de que Dios no es necesario para explicar el mundo. Santo Tomás aporta dos tesis:

  • Considerada la tendencia de la naturaleza a un fin, hemos de admitir que Dios dirige la naturaleza hacia ese fin y que es la causa final de cuanto la naturaleza produce.
  • Respecto al hombre, que es mudable y contingente también en su razón, también necesita una causa necesaria e inmutable que le dirija hacia el fin que le es propio.

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