Friedrich Nietzsche: Crítica a la Moral y la Muerte de Dios
De la época contemporánea, destaca el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Sus teorías suponen una ruptura con toda la filosofía anterior.
En primer lugar, Nietzsche critica la moral judeocristiana propia de la filosofía occidental. Dice el autor que esta es una moral de esclavos, pues ha dado importancia a lo apolíneo (la rectitud, la armonía, la corrección), por encima de la forma vital más natural, representada por el dios Dionisio (lo dionisíaco, lo caótico, lo orgiástico, pero también lo más creador y desbordante).
Para superar esta moral de esclavos, Nietzsche propone algo absolutamente transgresor: la muerte de Dios. La «muerte de Dios» es la idea reguladora de todo el proceso de limpieza y destrucción de la cultura occidental que realiza Nietzsche, el afán que tenía este por destruir todo lo creado por la cultura occidental. La idea de Dios representa la concreción máxima de los valores de la cultura judeocristiana. La demostración de la vaciedad de tal concepto, del engaño al que nos somete y de la infravaloración de lo humano a que impulsa nos obliga a enterrarlo. Pero tras su muerte hay que tener cuidado de no sustituirlo por otros elementos que desempeñan las mismas funciones (positivismo, razón, liberalismo).
Si Dios ha muerto, la moral occidental no tiene ningún sentido: hay que cambiar todos los valores sostenidos en el resentimiento de la moral de los esclavos, por los valores de la vitalidad y la fuerza de la moral de los nobles o señores. El sentido de la vida ya no es conocer una verdad muerta con Dios, sino reconocer que la vida por sí misma es su sentido, la fuerza del deseo, de la voluntad hace que lo que ella quiere se torne en realidad.
René Descartes: Racionalismo, Duda y Dualismo
René Descartes fue un filósofo y matemático de la Edad Moderna. Su planteamiento sobre el conocimiento y la realidad se basa en un supuesto: los sentidos me engañan. Por tanto, es un autor absolutamente racionalista, postura filosófica opuesta al empirismo.
El Método de la Duda
En sus obras, Descartes enuncia, primero de todo, la imposibilidad de los sentidos para determinar si lo que perciben es la realidad o el sueño. Al no saber diferenciar entre sueño y vigilia, Descartes elimina de la ecuación del conocimiento aquello que provenga de los sentidos. Por otro lado, dice que las ideas de la razón a veces pueden estar influenciadas por un genio maligno, que tergiversa los pensamientos humanos haciéndolos pasar por reales.
Así, parece que Descartes solo puede afirmar una cuestión, la de su propia existencia. El famoso «cogito ergo sum», se ha traducido por «pienso luego existo» (la única prueba de mi existencia es, precisamente, que estoy pensando en ella); sin embargo, otra traducción podría ser «dudo luego existo», en tanto que la aplicación de la Duda Metódica conduce al conocimiento. Al afirmar su propia existencia, por consiguiente afirma también la existencia de Dios, en tanto que la propia existencia ha debido ser producida por un ser también existente: Dios.
El Dualismo Cartesiano y la Moral Provisional
Descartes afirma un dualismo según el cual alma y cuerpo mantienen una lucha permanente, siendo dos sustancias diferentes. La relación entre estas dos sustancias se da a través de la glándula pineal, haciendo posible al alma gobernar el cuerpo a través de dicha conexión.
El ser humano es propiamente la sustancia pensante (el cogito), independiente de la sustancia extensa (que en este caso es su cuerpo físico). El cuerpo, como toda la realidad física, actúa como una máquina (tal y como defiende el Mecanicismo) y no puede comportarse de forma libre. Sin embargo, el alma (el cogito), que es inmortal, actúa de forma libre y debe gobernar a esa misma máquina. Con el desarrollo de la perfección del alma se consigue la felicidad.
Descartes identifica el desarrollo de la perfección del alma con el desarrollo de la libertad. La libertad se consigue con el dominio y guía de los deseos y pasiones que surgen del cuerpo, pues entonces es cuando el sujeto no se encuentra dominado por la sustancia extensa, sino que gobierna en él su cogito, siendo, por tanto, auténticamente libre. La libertad es así concebida como la realización por la voluntad de lo que propone el entendimiento como bueno y verdadero.
Descartes no tendrá un sistema ético terminado, sino que defenderá una moral provisional. Como resultado de la duda como método y mientras se construye una ética indudable y cierta, los seres humanos deberán actuar moralmente de forma moderada, de acuerdo a las costumbres y leyes de los distintos lugares. Así, con esta moderación el error no será nunca absoluto mientras se busca esa ética cierta que producirá la Razón.
Karl Marx: Materialismo Histórico y Lucha de Clases
El autor que más y más profundamente trata el problema de la política en la época contemporánea es Karl Marx. El filósofo alemán creó una nueva postura política basada en dos ideas fundamentales:
- La historia de la humanidad debería haberse dividido no de manera cronológica, sino en función de quién está en posesión de los medios de producción en cada momento (materialismo histórico).
- La sociedad se organiza en dos partes: la superestructura (ideología, que engloba cultura, religión, educación, leyes…) y la infraestructura (base económica que incluye medios de producción, relaciones económicas, etc.).
Para Marx, la mala organización del trabajo y, sobre todo, el reparto desigual del producto de este trabajo, ha generado la sociedad capitalista, en la que el burgués dueño de los medios de producción se beneficia del trabajo de otros, se apropia de la plusvalía; y en la que los trabajadores están alienados de muchas maneras, especialmente en la relación de su trabajo con lo que producen: no hay diferencia entre trabajador y producto.
Para cambiar todo esto, Marx propone cambiar la sociedad, implantando el modelo socialista, en el que no exista la propiedad privada y todos los individuos sean iguales. Para ello, es necesario seguir una serie de pasos:
- La aceptación de la conciencia de clase (los trabajadores deben percatarse de la situación en la que están).
- La revolución y la lucha de clases.
- La implantación de la dictadura del proletariado.
- Finalmente, el asentamiento de la sociedad comunista.