Tipos de Ideas en Descartes
Para Descartes, el término idea se refiere a cualquier representación mental que formamos sobre el mundo. Descartes clasifica las ideas según su procedencia:
- Innatas: Aquellas ideas que nacen con nosotros y no requieren aprendizaje, como la idea de Dios, el principio de causalidad o la sustancia. Son verdades que la mente humana descubre en sí misma.
- Adventicias o Adquiridas: Ideas que provienen del mundo exterior, obtenidas a través de los sentidos. Sin embargo, su certeza no es absoluta, un aspecto que Descartes investiga en profundidad.
- Facticias (o Artificiales): Ideas construidas por nosotros, que dependen de la imaginación y surgen de la combinación de varias ideas adventicias.
Descartes se pregunta cómo llega a la conclusión de la existencia de ideas adventicias. Postula una facultad pasiva del alma para recibir sensaciones y estímulos que provienen de un mundo exterior, lo que sugiere que algo fuera de sí mismo provoca esas percepciones. Aunque Descartes baraja la posibilidad de que estas ideas provengan directamente de Dios, concluye que Dios, al ser perfecto y no engañador, no nos induciría a error al percibir un mundo exterior. Por lo tanto, llega a su segunda verdad evidente y absoluta: la existencia de un mundo exterior.
Además, este mundo está compuesto por cosas con cualidades que pueden ser dudosas, como su color o su olor. Sin embargo, lo que es evidente es que un cuerpo, para existir, debe poseer extensión, es decir, tridimensionalidad en el espacio; si un cuerpo carece de extensión, no existe. Por lo tanto, la segunda verdad evidente de Descartes es la extensión (Res extensa: cosas con espacio). Añade que si algo posee extensión, también debe tener forma y capacidad de movimiento. Todas las demás cualidades de los cuerpos son consideradas dudosas.
Cualidades de los Objetos
- Cualidades Primarias: Son objetivas, inherentes a los cuerpos, cuantitativas y medibles (como el peso, la forma, el tamaño).
- Cualidades Secundarias: Son subjetivas, dependen del sujeto perceptor (nosotros), cualitativas y pueden ser descritas, pero no medidas (como el color, el gusto, el olor).
Cosmología Cartesiana: El Universo como Máquina
La cosmología cartesiana presenta una imagen mecanicista del universo, concebido como una vasta máquina compuesta por cuerpos extensos que se encuentran en constante movimiento y contacto mutuo. Dios es el motor inicial que pone en movimiento este mundo, el cual obedece a leyes físicas inmutables. Para Descartes, el universo es un plenum; no existe el vacío. Todo lo que existe en el mundo es o bien un cuerpo (extensión) o un pensamiento. Incluso lo que parece vacío está ocupado por alguna forma de extensión.
El mundo físico, según Descartes, es infinitamente divisible; por lo tanto, no existen partículas indivisibles como los átomos. En su lugar, concibe la existencia de partículas que pueden dividirse indefinidamente. Si algo no pudiera dividirse infinitamente, dejaría de tener extensión y, por ende, de existir.
Leyes del Movimiento en Descartes
- Principio de Inercia: Todo cuerpo permanece en su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme a menos que una fuerza externa lo modifique.
- Principio de Movimiento en Línea Recta: Todo cuerpo en movimiento tiende a continuar su trayectoria en línea recta, aunque la interacción con otros cuerpos pueda resultar en una trayectoria curva.
- Principio de Conservación del Movimiento: Cuando un cuerpo choca con otro, le transmite una cantidad de movimiento igual a la que él mismo pierde.
Antropología Cartesiana: El Dualismo Mente-Cuerpo
La antropología cartesiana es fundamentalmente dualista, distinguiendo en el ser humano dos sustancias radicalmente diferentes: el alma (o res cogitans), que es inmortal, simple, indivisible, inmutable y se define por el pensamiento; y el cuerpo (o res extensa), una máquina compleja, creada por Dios, caracterizada por su extensión.
El problema central que enfrenta Descartes es cómo estas dos sustancias, el pensamiento y la extensión, que son heterogéneas e independientes entre sí en el resto del universo, interactúan en el ser humano, donde coexisten y están intrínsecamente conectadas. Para resolver el problema de la comunicación entre el alma y el cuerpo, Descartes postula que los seres humanos son únicos por poseer la glándula pineal, ubicada en la base del cerebro. Esta glándula permite el contacto entre ambas sustancias a través de los denominados espíritus animales, corpúsculos materiales ínfimos que, circulando por el interior de los nervios y el cerebro, comunican este con los músculos.
Sobre la base de este dualismo, Descartes desarrolla su teoría de las pasiones del alma. Estas pasiones son emociones o afecciones del alma causadas por el cuerpo, sin intervención directa de la voluntad, y proceden de los movimientos del corazón, la sangre y el sistema nervioso. Distingue seis pasiones primitivas o principales en el ser humano, que se sitúan en la intersección de lo fisiológico y lo psicológico: la admiración, el amor, el odio, el deseo, la alegría y la tristeza. Estas pasiones pueden combinarse entre sí, dando lugar a emociones más complejas.
Descartes sostiene que el ser humano puede controlar sus pasiones, no directamente por la voluntad, sino modificando las condiciones físicas que las producen. Al dominar las pasiones, se domina el cuerpo. Esta capacidad se debe, en primer lugar, a la libertad de pensamiento, una cualidad que lo distingue y lo hace superior a los animales (ya que las bestias están impulsadas por pasiones que no pueden alterar); y, en segundo lugar, a la capacidad de la razón para aclarar las ideas y así evitar errores en la elección. Finalmente, Descartes enfatiza que el ser humano es, ante todo, pensamiento (res cogitans). El pensamiento es la esencia de la existencia humana; si bien podemos concebir nuestra existencia sin un cuerpo, no podemos concebirla sin el pensamiento. Si perdemos la capacidad de pensar, dejamos de existir como seres conscientes.
Notas Adicionales: Conceptos Gramaticales
Perífrasis Verbales
Perífrasis Modales de Obligación:
- Tener que + infinitivo
- Deber + infinitivo
- Haber que + infinitivo
- Haber de + infinitivo
Perífrasis Modales de Suposición, Duda o Probabilidad:
- Deber de + infinitivo
- Venir a + infinitivo
- Poder + infinitivo
Perífrasis Aspectuales:
- Ingresivas: Indican el inicio de una acción.
- Ir a + infinitivo
- Estar a punto de + infinitivo
- Incoativas: Indican el comienzo de una acción.
- Comenzar a + infinitivo
- Echarse a + infinitivo
- Romper a + infinitivo
- Ponerse a + infinitivo
- Empezar a + infinitivo
- Volver a + infinitivo
- Reiterativas: Indican la repetición de una acción.
- Estar + gerundio
- Seguir + gerundio
- Durativas: Indican la duración de una acción.
- Venir + gerundio
- Llevar + gerundio
- Andar + gerundio
- Perfectivas: Indican la finalización de una acción.
- Dejar + participio
- Llevar + participio
- Tener + participio
- Llegar a + infinitivo
- Acabar de + infinitivo
Tipos de Proposiciones Subordinadas
Proposiciones Subordinadas Adjetivas o de Relativo:
Funcionan como Complemento del Nombre (CN), Atributo (Atr) o Complemento Predicativo (CPred). Introducidas por pronombres relativos: que, cual, quien, cuyo, cuanto, donde, como, cuando.
Proposiciones Subordinadas Adjetivas Sustantivadas:
Funcionan como Sujeto (Suj), Complemento Directo (CD), etc. Introducidas por pronombres relativos: artículo + que, quien/-es, cuanto/-a/-os/-as.
Proposiciones Subordinadas Sustantivas:
Funcionan como Sujeto (Suj), Complemento Directo (CD), Complemento de Régimen Verbal (CRV), Complemento Adjetival (CAdj), Complemento del Nombre (CN). Introducidas por conjunciones: que, si; o por pronombres/adverbios interrogativos: qué, quién, cuál, dónde, cómo, cuándo. Suelen ir con verbos de pensamiento, habla, percepción o deseo.