Introducción a la Filosofía Moderna: Descartes y Hume
Descartes estuvo muy influenciado por el espíritu de su época para la construcción de un nuevo método de acceso al conocimiento y la ruptura con los ideales y formas de estudio de la escolástica. Explorará la posibilidad de establecer un conocimiento cierto, depurado de toda duda.
Descartes considera que la ciencia, es decir, el conocimiento humano, es único y puede aplicarse a objetos diferentes. Esto se explica porque la **razón humana** es única. Descartes representará la unidad del saber con la imagen de un árbol, cuyas raíces representan la **metafísica** (ciencia primera), el tronco la **física** o filosofía natural, y las ramas las **ciencias prácticas** como la medicina o la moral. Gran parte de la filosofía de Descartes se centra en el análisis del conocimiento, de las posibilidades del conocimiento humano y de sus límites.
Además, Descartes rechaza el conocimiento basado en los **sentidos**, por inducir a errores en la mayoría de los casos y, por tanto, no son fiables. Descartes se dio cuenta de que todo el conocimiento que había adquirido hasta entonces era falso. Descartes halló un principio que resistía toda duda: «Pienso, luego existo».
El punto de partida del conocimiento es la **duda universal**, que consiste en cuestionar todos los conocimientos anteriores. Esta duda se diferencia de la **duda escéptica**, que niega la posibilidad de un conocimiento verdadero. Es una **duda metódica**, que consiste en no admitir la verdad de nada hasta alcanzar una certeza definitiva.
El Método Cartesiano: Intuición y Deducción
El **método cartesiano** consiste en el uso de la **intuición** y la **deducción** para acceder a la verdad. Mediante la intuición, la razón puede captar inmediatamente las ideas simples sin posibilidad de error; en cambio, la deducción es el modo de conocimiento por el cual la razón descubre las conexiones entre las ideas simples. Cabe añadir que estos son los dos únicos métodos que la mente posee para acceder al conocimiento.
El **cogito cartesiano** se refiere a las certezas que el autor no puede poner en duda. El método de Descartes consiste en poner en duda todo aquello que sabe, excepto las matemáticas. Además, en el proceso de la **duda metódica**, Descartes encuentra, a través de la **intuición intelectual**, la primera evidencia incuestionable: «yo pienso», de la que deduce su existencia: *cogito ergo sum*.
Teoría del Conocimiento en Descartes
Para empezar, Descartes es un defensor del **racionalismo**. Esta es una **corriente filosófica** que defiende que la fuente del conocimiento son las **ideas innatas** junto con la **razón**, y por ello se debe desconfiar de los sentidos. De esta manera, para conocer, usamos el **método deductivo** donde, a través de enunciados generales, obtenemos casos particulares, pero siempre aplicando unas reglas.
Para concluir, en su teoría del conocimiento, Descartes afirma que conocer es el producto de la actividad de la razón. Conocer es dudar y desconfiar incluso de los propios juicios. Además, sabemos que la **razón** es la capacidad de distinguir lo bueno de lo malo y que esta está encaminada de forma diferente en cada persona. Asimismo, para Descartes, el verdadero conocimiento es aquel en el que los sentidos recogen la información, la envían a la razón y esta decide qué es lo falso y qué es verdad.
El Método Cartesiano
Descartes considera necesario reconstruir la estructura del conocimiento para transformarlo en un proceso deductivo y, por tanto, independiente de la experiencia. De este modo, quedará garantizada la validez del conocimiento siempre que se apliquen correctamente las reglas de deducción.
Las Cuatro Reglas del Método Cartesiano
Descartes establece **cuatro reglas** para pasar de unas verdades a otras con seguridad. La primera de las reglas se refiere a la **intuición** y las otras tres a la **deducción**.
- En primer lugar, la **regla de la evidencia intelectual**: solo se pueden admitir como ciertas las ideas que se presentan en la mente de una manera **clara y distinta**. Este precepto excluye cualquier fuente de conocimiento diferente de la razón.
- En segundo lugar, la **regla del análisis**: esta consiste en dividir un problema en sus aspectos más simples; para ello, se deben descomponer los datos múltiples del conocimiento en sus elementos básicos.
- En tercer lugar, la **regla de la síntesis**: se refiere al paso de lo simple a lo complejo. Se refiere a la construcción de una cadena deductiva. A partir de los principios conocidos por la intuición, se deducen el resto de proposiciones.
- En cuarto y último lugar, la **regla de la revisión**: consiste en revisar cuidadosamente cada uno de los pasos de nuestra investigación hasta estar seguros de no omitir nada y de no haber cometido ningún error en la deducción.
Las Ideas en Descartes
Con la palabra «idea», Descartes designa todo contenido de la mente capaz de representar algo. El conocimiento es, para Descartes, una **representación** en la mente humana de aquello que queda fuera. Estas representaciones son las **ideas**, recuperando así Descartes este término platónico que se había dejado de lado, aunque él las centra en el sujeto.
Descartes define las **ideas** como los contenidos de la mente que se refieren a cosas, son imágenes o representaciones y, según su origen, se diferencian **tres clases de ideas**:
- Innatas: nacidas con el sujeto.
- Adquiridas: venidas de fuera.
- Artificiales: inventadas por uno mismo.
Las ideas innatas tienen su origen en la **razón**, las adquiridas proceden de la **experiencia** y las artificiales de la **imaginación**. Para Descartes, los **sentidos** son engañosos; por este motivo, las ideas adquiridas son poco fiables. Las más importantes y ciertas son las innatas, y las que vienen de la imaginación son directamente erróneas.
En función de cómo las ideas se presentan en el sujeto, Descartes diferencia entre **ideas claras y oscuras**, y **distintas y confusas**. Las **ideas claras** son aquellas que se imponen, que son incuestionables para una mente atenta, mientras que las **ideas oscuras** son aquellas que se apartan de la razón y la claridad, a veces influenciadas por un sentimiento. Por otro lado, las **ideas distintas** son aquellas que no se pueden confundir con ninguna otra, y por último, las **confusas** son aquellas que carecen de claridad y distinción, siendo difíciles de comprender. Esta clasificación determina el **valor de verdad** de las ideas y, por tanto, solo serán verdaderas aquellas ideas que se presenten como **claras y distintas**.
Teoría del Conocimiento en Hume
Hume se centrará en analizar los fundamentos del conocimiento en su teoría. En primer lugar, Hume considera que todo el **conocimiento humano** procede de los **sentidos**, negando la existencia de **ideas innatas**. En su obra principal, *Investigación sobre el entendimiento humano*, Hume defiende que estas **percepciones** pueden ser de dos tipos: **impresiones** o **ideas**.
En primer lugar, las **impresiones** son más intensas y constituyen todo lo que sentimos, escuchamos, amamos, odiamos, etc. Estas impresiones pueden ser de dos tipos: de **sensación** (que surgen en la mente a partir de causas que no se pueden determinar) y de **reflexión** (que tienen su origen en los estados internos del individuo). En cambio, las **ideas** son imágenes débiles de las impresiones, son menos intensas y se utilizan cuando pensamos o razonamos. Además, estas son el resultado de una operación de la mente sobre los datos obtenidos previamente a través de las impresiones. Por ejemplo, ver un árbol genera una **impresión**, y el recuerdo de este sería la **idea**. Asimismo, ambos tipos de percepciones pueden ser **simples** o **complejas**.
**David Hume** es uno de los filósofos que defiende el **empirismo**, corriente que se caracteriza por negar la existencia de las **ideas innatas** y defender que el origen del conocimiento se encuentra en la **experiencia**. Se trata de una corriente totalmente contraria al **racionalismo**, aunque ambas se centran en el proceso de construcción de las ideas y los conceptos que poseen los sujetos. Además, Hume, como buen empirista, concibe la mente humana como una **tabla rasa** o un «estante vacío» al que se van incorporando las percepciones del sujeto a lo largo de su vida. Así pues, según el empirismo, para conocer usamos el llamado **método inductivo**, que consiste en obtener definiciones generales a partir de casos particulares.
Por último, trataremos los **tipos de conocimiento** donde Hume analiza la mente humana y reduce todas las operaciones del entendimiento a dos:
- En primer lugar, la **relación de ideas**, que son afirmaciones intuitivas o demostrativamente ciertas; es decir, su verdad puede ser conocida sin acudir a la experiencia y se pueden descubrir con una operación simple del entendimiento. Además, son **proposiciones tautológicas**, se autodeterminan y no aportan información sobre el mundo exterior. Es el tipo de conocimiento propio de las **ciencias formales**, como la matemática.
- Y por otra parte, las **cuestiones de hecho**, que pertenecen al ámbito de la experiencia y solo pueden provenir de las impresiones. Además, a estas pertenecen las **ciencias empíricas**, la **filosofía moral** y el estudio del entendimiento humano.
La Teoría Ética de Hume
La **ética** es la rama de la filosofía que reflexiona sobre cómo podemos determinar si una acción es buena o mala; es decir, sobre el **bien y el mal**. La **moral** es el código que nos dice si algo es bueno o malo.
La tesis ética más característica de la filosofía de Hume consiste en afirmar que el fundamento de la moral no está en la **razón**, sino en los **sentimientos o emociones**. De esta manera, la ética de Hume tiene una doble característica.
En primer lugar, encontramos el **emotivismo moral**, inspirado en F. Hutcheson. Aquí Hume dice que con la razón hacemos descripciones, mientras que con las emociones hacemos valoraciones; y cuando decimos que algo es bueno o malo, nos basamos en la emoción que nos despierta. Por ejemplo, decimos que una acción o cualidad de una persona es buena si despierta en nosotros cierto tipo de **sentimientos placenteros**, y que es mala si despierta en nosotros **sentimientos de desagrado**. En realidad, a partir de lo que el ser humano *es*, no es posible deducir lo que *debería* hacer o ser. Este paso del «ser» al «deber ser» es lógicamente injustificable y, además, ocurre lo mismo si se analiza lo que una acción humana es en sí misma o cuáles son sus consecuencias.
Asimismo, también encontramos una **ética utilitarista** que trata de diferenciar el bien del mal, enfocándose exclusivamente en los **resultados de las acciones**. Además, esta determina que la opción más ética es la que produce el mayor beneficio para el mayor número de personas. Resumiendo, lo que despierta el sentimiento de aprobación o reprobación ante una acción es el descubrimiento de la **utilidad** de la acción considerada.
El Cogito Cartesiano
El **cogito cartesiano** se refiere a las certezas que el autor no puede poner en duda. El método de Descartes consiste en poner en duda todo aquello que sabe, excepto las matemáticas. El **cogito cartesiano** se basa en la **intuición**, una verdad que no proviene del mundo exterior, sino que es evidente por sí misma. De esta manera, se puede llegar a la totalidad del conocimiento sin necesidad del mundo exterior. Además, en el proceso de la **duda metódica**, Descartes encuentra, a través de la **intuición intelectual**, la primera evidencia incuestionable: «yo pienso», de la que deduce su existencia: *cogito ergo sum* («Pienso, luego existo»). Además, esta es la primera **verdad absoluta** a la cual Descartes consigue llegar. De esta manera, mientras duda, se da cuenta de que hay algo que no puede negar: si puede pensar, llega a la conclusión de que existe. Por último, Descartes nos explicó el «yo» como **sustancia pensante** (*res cogitans*), y por tanto como entidad permanente y autónoma. La visión de Descartes de lo que somos se resume en que nos componemos de dos partes: un **cuerpo material** (*res extensa*) y la **mente**, no material.