Características del Racionalismo
- Plena confianza en la razón humana: La razón es la única facultad susceptible de alcanzar la verdad. La oposición medieval entre razón y fe es sustituida por la contraposición entre verdades racionales frente a los engaños que proporcionan los sentidos.
- Minusvaloración del conocimiento sensible: Los sentidos nos engañan y nos inducen a error. El conocimiento sensible siempre sería limitado: no puede ser universal ni necesario.
- Ideas innatas: La mente humana posee ideas innatas que están en ella, independientes de la experiencia. A partir de ellas se fundamenta deductivamente todo el conocimiento.
- Predilección por las matemáticas: Las matemáticas manifiestan de forma clara e indubitable la verdad de un modo riguroso; permiten pasar de una verdad a otra deductivamente. Sus juicios son universales y necesarios.
- Concepción mecanicista del mundo: El mundo es concebido como una gran máquina. Solo existe materia y movimiento regido por leyes universales.
- Búsqueda de un método adecuado para el razonamiento: Toman como modelo las matemáticas. Este método no pretende escapar del error, sino conseguir la unificación de las ciencias e incluso la creación de una ciencia universal que pudiera utilizar un lenguaje simbólico matemático con el que analizar y reducir a simples toda proposición compleja de la ciencia y la filosofía. Las matemáticas proporcionan un modelo de claridad, certeza y deducción ordenada que no tenía la filosofía. Descartes se fija en el modelo matemático. Se trata de aplicar las matemáticas al ámbito de la filosofía para lograr el progreso en el saber filosófico. Consiste en intuición (búsqueda de verdades indubitables y evidentes que no se pueden negar) y deducción (consiste en derivar nuevas conclusiones, procediendo paso a paso, a partir de certezas ya conocidas).
El Método: Definición y Reglas
Dice Descartes: «Por método entiendo un conjunto de reglas ciertas y fáciles que hacen imposible tomar por verdadero lo que es falso y, sin malgastar inútilmente las fuerzas de la razón, hacen avanzar progresivamente la ciencia hasta llegar al conocimiento verdadero.»
Este método logrará una verdadera certeza a base de razonamientos intuitivos y concretos. Ha de haber orden, sencillez y claridad. Las reglas del método son:
- Evidencia: Admitir como cierto solo lo claro. Hay que admitir solamente aquello que se presente con tal claridad que no quepa la menor duda. La evidencia se convierte en el criterio de verdad.
- Análisis: Podemos tener evidencia de las ideas simples. Por lo tanto, hay que reducir las ideas compuestas a ideas simples.
- Síntesis: Comenzando por las ideas más simples, ascender hasta las más complejas. Se trata de formar una cadena de intuiciones parciales cuyo resultado será una intuición evidente y libre de errores. Se trata de proceder de un modo deductivo.
- Enumeración: Se trata de revisar todo el proceso para estar seguros de no omitir nada.
El Punto de Partida del Método: La Duda
¿Cómo es la duda?
- Universal: Hay que someter a duda todo lo que tenga una posibilidad mínima de ser falso.
- Metódica: No es una duda escéptica, sino constructiva; pretende alcanzar una verdad firme de la que no se pueda dudar. Es permanente en su aplicación, pero no es un fin en sí misma; busca alcanzar una verdad firme de la que no se pueda dudar. Descartes pretende utilizar la duda como un instrumento para alcanzar la verdad, un método.
- Teorética: Cuestiona todos los conocimientos desde sus fundamentos, pero no debe extenderse al plano de las creencias o comportamientos morales.
¿De qué duda?
- De los sentidos: Algunas veces nos engañan; por lo tanto, no debemos fiarnos de ellos. Incluso podríamos sospechar que nos pueden engañar continuamente. No nos sirven para lograr un conocimiento cierto.
- Del mundo exterior: Si a veces es imposible distinguir la realidad exterior del sueño, ¿cómo podremos tener certeza de que exista ese mundo exterior? Esto sucede a veces durante un sueño en el que se cree que era real.
- De los propios razonamientos: El entendimiento se puede equivocar cuando razona. El ser humano también comete errores de razonamiento. Cabe dudar de todos los razonamientos que se han tenido por demostrativos.
- Del geniecillo maligno: Un geniecillo maligno, astuto y engañador, podría hacernos errar en nuestras conclusiones.
El Resultado de la Duda: «COGITO, ERGO SUM»
No puedo estar seguro de cómo es el mundo, pero sí puedo estar absolutamente seguro de que estoy dudando. Mientras dudo, puedo dudar de todo, excepto de que estoy dudando. Puedo dudar de la verdad de mis ideas, pero no puedo dudar de que, mientras estoy dudando, estoy dudando; y si dudo, existo. La duda puede alcanzar al contenido del pensamiento, pero no al pensamiento mismo.
Obtenemos así el primer principio de la filosofía de Descartes: Pienso, luego existo. Es la primera verdad evidente y prototipo de toda verdad y certeza.
En el Cogito, ergo sum, las ideas son claras y distintas.
Análisis del Cogito, Ergo Sum
- Hay dos elementos claros: pensar y existir.
- Pensar: No es un puro acto mental, sino un conjunto de actividades. ¿Qué soy, pues? Una cosa que piensa. ¿Qué es una cosa que piensa? Es una cosa que duda, entiende, concibe, afirma, niega, quiere, no quiere y también imagina y siente.
- Existir: Descartes parte de su propia interioridad, de los pensamientos que descubre en sí mismo y a partir de ahí intuye su existencia como ser pensante.
- Es una intuición mental: La conexión entre mi pensar y mi existir se impone con evidencia inmediata, sin necesidad de razonamiento alguno. Al pensar, intuyo mi existencia como ser pensante.
- Es una idea clara y distinta: Es clara porque se intuye con evidencia inmediata, se manifiesta sin oscuridad, sin dificultad; y es distinta porque es simple, elemental, diferente a cualquier otra cosa.
- Es una verdad indubitable: Es una verdad de la que no se puede dudar. En ella, Descartes quiere asentar todo el edificio de la filosofía.
Sustancia
Cosa que existe de tal manera que no tiene necesidad de ninguna otra para existir.
Res Cogitans (Yo Pensante)
- Es una realidad incuestionable: la existencia de un yo pensante, de una sustancia que piensa, una res cogitans, un alma. No puedo dudar de la existencia de mis pensamientos, de mis ideas, pero sí puedo dudar de mi cuerpo, ya que forma parte del mundo y lo percibo por los sentidos, los cuales nos inducen a error. Aquello de lo que dudo no puede ser lo mismo que aquello de lo que no dudo. Son dos sustancias distintas; no necesitan la una de la otra para existir.
- Si el yo pensante no fuera una sustancia completamente separada y desligada del cuerpo, no habría lugar para la libertad y los humanos se comportarían como máquinas. En la res extensa no existe la libertad porque todo está perfectamente determinado por su causa. El hombre es algo más que cuerpo; tenemos la capacidad de decidir por nosotros mismos. Por ejemplo, si levantamos la mano, ¿de qué manera una idea influye en una acción? Hay un lugar en nuestro cuerpo, la glándula pineal, situada en la parte posterior del cerebro, donde se aloja el alma.
Res Infinita (Dios)
Descartes presenta tres pruebas de la existencia de Dios. El punto de partida es: lo único de lo que tengo certeza es de que soy un ser pensante; de lo demás, dudo.
Precisamente porque dudo, me percibo como un ser limitado, imperfecto y finito. Pero, ¿de dónde me viene a mí la idea de infinitud?
- De la nada: De la nada no viene nada.
- De mí mismo: Yo soy finito, y de lo finito no puede venir la idea de lo infinito, más bien al revés.
- De un ser infinito: La idea de infinito: «ha sido puesta en mí por una naturaleza más perfecta que yo». La idea de infinito solo puede proceder del mismo ser infinito, de Dios.
Res Extensa (Mundo)
- Tiene como atributo la extensión, y una triple dimensión: figura, posición y movimiento. En el Tratado del Mundo, Descartes coincide con el mecanicismo de los científicos de la época. Todo se reduce a materia y movimiento. La materia, por su parte, no es otra cosa que extensión.
- El universo es como una gran máquina muy compleja. Los animales también son concebidos como autómatas.
- Descartes se plantea si existe o no el universo. Prueba la existencia del mundo a partir de la existencia de Dios, a través de la doctrina de la veracidad divina: puesto que Dios existe y es perfecto, no me puede engañar. Si las sensaciones que nosotros tenemos del mundo no correspondieran a un mundo objetivamente existente, Dios me estaría engañando, y entonces ya no sería Dios.