sto tomas

1.- Relación ENTRE LA RAZÓN Y LA FE


Santo Tomás de Aquino replanteará la relación entre la fe y la razón ,deudor de la tradición filosófica cristiana, de carácter fundamentalmente agustiniano, aceptando el predominio de lo teológico sobre cualquier cuestión filosófica, así como los elementos de la fe que deben ser considerados como imprescindibles en la reflexión filosófica cristiana: el creacionismo, la inmortalidad del alma, las verdades reveladas de la Biblia y los evangelios, y otros como la concepción de una historia lineal, típica del pensamiento clásico .La relación de dependencia de la razón con respecto a la fe heredada del pensamiento agustiniano será modificada sustancialmente por santo
Tomás de Aquino. A lo largo del siglo trece, el desarrollo de la averroísmo latino había insistido, en la teoría de la «doble verdad», según la cual habría una verdad para la teología y una verdad para la filosofía, independientes una de otra. La verdad de la razón puede coincidir con la verdad de la fe,  no debe interferir una en el terreno de la otra.Santo Tomás rechazará esta teoría, insistiendo en la existencia de una única verdad, que puede ser conocida con la razón y  la fe. Reconoce la particularidad y la independencia de esos dos
  campos, lafilosofía se ocupará del conocimiento de las verdades naturales, que pueden ser alcanzadas por la luz natural de la razón; y la teología se ocupará del conocimiento de las verdades que sólo puede ser conocidas mediante la luz de la revelación divina. Ello supone una modificación sustancial de la concepción tradicional  de las relaciones entre la razón y la fe. La posición de santo Tomás supondrá el fin de la sumisión de lo filosófico a lo teológico.


2.-METAFÍSICA


La «Suma Teológica» se considera la obra cumbre de santo Tomás, comienza con discurso planteando el problema teológico de la existencia de Dios, pasando al tratamiento de otras cuestiones de carácter teológico y, al estudio del ser creado. La mayor parte de la metafísica tomista procede de Aristóteles, aunque también hay elementos procedentes del platonismo agustiniano y de la filosofía árabe.Al igual que para Aristóteles, para Sto. Tomás la metafísica es la ciencia del «ente en cuanto ente» y, la ciencia de las primeras causas y principios del ser. Como Aristóteles aceptará, pues, la teoría de las cuatro causas, la teoría de la sustancia y la teoría del acto y la potencia. Pero la necesidad de conciliar el aristotelismo con el cristianismo le llevará a introducir una nueva estructura metafísica, utilizada ya por Avicena: la de la distinción entre esencia y existencia, recurrirá a las teorías platónicas de la participación, de la causalidad.De Aristóteles acepta la teoría de las cuatro causas: la causa material, aquello de que ésta ha hecha una cosa; la causa formal, lo que es una cosa; la causa eficiente, el agente que la produce; y la causa final, el para qué de una cosa. Igualmente la sustancia es identificada con la entidad concreta y particular, constituida por un compuesto indisoluble de materia y forma. En cuanto tal, es el modo privilegiado de ser, el sujeto en el que existen los accidentes, las formas de ser que no son sujeto sino que se dan en un sujeto. Acepta la misma ordenación de las categorías accidentales que Aristóteles: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión. ¿Es posible la existencia de sustancias que no estén compuestas de materia y forma? 


Ha de serlo, si se pretende conciliar la filosofía aristotélica con la revelación, al menos, a dos de ellas: los ángeles y Dios, quien es acto puro.También con Aristóteles compartirá la distinción entre ser en acto y ser en potencia. Por ser en acto se refiere, con Aristóteles, a la sustancia tal como en un momento determinado se nos presenta y la conocemos; por ser en potencia entiende el conjunto de capacidades o posibilidades de la sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que actualmente es. Junto con las dos teorías dispone santo Tomás de todas las estructuras metafísicas necesarias para dar cuenta de la realidad física, del mundo, pero no de Dios, por lo que se verá forzado a recurrir a una nueva estructura metafísica de procedencia no aristotélica: la de esencia y existencia.La metafísica aristotélica conduce a una interpretación del mundo difícilmente conciliable con el cristianismo: el mundo es eterno y está compuesto de una multiplicidad de sustancias que, en cuanto tales, tienen la misma entidad. La distinción que ya había establecido Avicena entre la esencia y la existencia será la respuesta que buscará santo Tomás en la que habrá que distinguir en cada sustancia la esencia de la existencia. La esencia está respecto a la existencia como la potencia respecto del acto. Lo que una cosa es, su esencia, puede ser comprendido independientemente de que esa cosa exista o no; e independientemente de su existencia o no, la esencia se mantiene inalterable siendo lo que es.
Por ejemplo, comprendemos lo que es un hombre, la esencia sería, una cierta forma de ser en potencia: para existir tendría que ser actualizada por otra entidad que le diese la existencia, ya que nada puede ser causa de su propia existencia. Existencia a Dios, único ser necesario. 


Por lo tanto, todas las cosas que existen son un compuesto de esencia y existencia. En ese sentido son contingentes, es decir no tienen en sí mismas la necesidad de existir, pueden existir o no existir. ¿De dónde les viene, pues, la existencia? Ha de proceder de otra sustancia que exista eminentemente, es decir, un ser necesario: Dios. Se establece así una distinción o jerarquía entre los seres: los contingentes, los que reciben su existencia; y el ser necesario, aquel en que la esencia y la existencia se identifican. Se establece pues una separación radical entre Dios y el mundo, haciendo del mundo una realidad contingente (no necesaria).Se establece pues una separación radical entre Dios y el mundo, haciendo del mundo una realidad contingente, es decir, no necesaria, y que debe su existencia a Dios, único ser necesario. Santo Tomás recurre a las teorías platónicas de la participación y la causalidad ejemplar:


TEORÍA DEL CONOCIMIENTO


nuestro conocimiento comienza con los sentido, santo Tomás, habiendo rechazado las Ideas , estará de acuerdo con los planteamientos fundamentales del estagirita. El alma, al nacer el hombre, es una «tabula rasa» en la que no hay contenidos impresos. Los objetos del conocimiento suscitan la actividad de los órganos de los sentidos, sobre los que producen la sensación (acto del compuesto humano del alma y cuerpo), y no sólo del alma. Para que haya conocimiento es necesario, la acción conjunta por lo que la posibilidad de una intuición intelectual pura queda descartada.Santo Tomás seguirá la explicación ofrecida por Aristóteles. El objeto propio del conocimiento intelectivo es la forma; pero esa forma sólo puede ser captada en la sustancia por lo que  es necesario que la entidad concreta e individual, sea captada mediante los sentidos, para entenderlo.Esta actividad primaria es realizada por los sentidos, que en colaboración con la imaginación y la memoria, producen una imagen sensible («phantasma») de la sustancia, que sobre esa imagen actuará el entendimiento agente, dirigíéndose a ella para abstraer la forma o lo universal. El proceso de abstracción consiste, en separar intelectualmente. La consecuencia es la necesidad de tomar como punto de partida la experiencia sensible en todo conocimiento, también en el conocimiento de las cosas divinas.Al igual que Aristóteles, pues, el objeto del verdadero conocimiento es la forma aunque el punto de partida del conocimiento sea lo sensible, lo corpóreo, su objeto propio es la forma, lo inmaterial. ¿Qué ocurre con sustancias no materiales?Tomás es claro: no es posible tener en esta vida un conocimiento directo de ellas (los ángeles y Dios)sólo se puede saber por analogía.
  


3.- TEOLOGÍA (problema de Dios)


     Por lo que respecta la existencia de Dios santo Tomás afirma taxativamente que no es una verdad evidente para la naturaleza humana por lo que, quienes la afirmen, deberán probarla de un modo evidente para la razón, de un modo racional.Pero ¿qué tipo de demostración hemos de elegir? No podemos partir de la idea de Dios, ya que es lo que se trata de demostrar. No podemos recurrir a la demostración «a priori «, puesto que esta demostración parte del conocimiento de la causa, y de él llega al conocimiento del efecto: pero Dios no tiene causa. Sólo queda a partir del conocimiento que proporciona la experiencia humana, de los seres que conocemos, tomados como efectos,es decir, argumentando «a posteriori».Siendo tal la posición de Sto. Tomás comprendemos por qué criticará el argumento ontológico y rechazará su validez. El argumento de san Anselmo toma como punto de partida la idea de Dios como ser perfecto, pero , dice Santo Tomás que procede de la fe, y no tiene por qué ser aceptada por un no creyente. Además, el argumento de San Anselmo contiene un paso ilegítimo de lo ideal a lo real: pensar algo como existente no quiere decir que exista. La existencia pensada no tiene más realidad que la de ser pensada.Para sto tomas la única existencia indudable para nosotros es la existencia sensible, desarrollará sus cinco pruebas de la existencia de Dios a partir siempre de la experiencia sensible.1.- Se inicia acudiendo a lo que se percibe la realidad a través de los sentidos.
2.- Se expone la imposibilidad de llevar el razonamiento hasta el infinito por resultar absurdo.3.-Se expone la necesidad de la existencia de un primer principio, que será identificado con Dios.


En la «Suma Teológica», encontramos formuladas estas vías así:1.- vía: Movimiento. Nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que se mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro,como una serie infinita de causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no movido por otro, inmóvil. Y eses motor es Dios.
2.- vía: Eficiencia. Nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir,  es imposible, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas eficiente, tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa es Dios.3.- Vía : Contingencia. Hay seres que comienzan a existir que no son necesarios; si todos los seres fueran contingentes no existiría ninguno, pero existen; por lo que deben tener su causa en un primer ser necesario, ya que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible el ser necesario es Dios.4.-vía: Grados de perfección. Observamos distintos grados de perfección en los seres de este mundo (bondad) lo k implica la existencia de un modelo con respecto al cual establecemos la comparación, un ser supremo y ese es Dios. 5.-vía: Finalidad. Observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas  las cosasY es Dios.


5.- ANTROPOLOGÍA


 También la concepción del ser humano en Sto. Tomás está basada en la concepción aristotélica, al igual que ocurre con su pensamiento, ha de ser conciliada con las creenciasdel cristianismo: la inmortalidad del alma y la creación. El ser humano es un compuesto sustancial de alma y cuerpo, representando el alma la forma y el cuerpo la materia de dicha sustancia,afirma la unidad hilemórfica del ser humano, que constituye una unidad en la que existe una única forma sustancial, el alma racional, que da forma inmediata constituyendo el «hombre». 

Sto

Tomás afirma que es una única alma es la que regula todas las funciones del «hombre» y determina su corporeidad.El alma se sigue concibiendo como principio vital y como principio de conocimiento, pero se rechaza la interpretación platónica de la relación entre el alma y el cuerpo,Platón había atribuido al alma, mientras que la interpretación de santo Tomás le llevará a atribuir esas funciones al «hombre»: es el ser humano, el individuo, el que vive y conoce, el que razona. Todo ello es imposible sin tener un cuerpo, por lo que éste ha de pertenecer al «hombre» con el mismo derecho que el alma.La relación del alma y el cuerpo es una relación natural y no una situación forzada según la cual estaría el alma en el cuerpo como el prisionero en la celda. No se puede interpretar la dependencia entre el alma y el cuerpo como un castigo para el alma. Sto. Tomás defenderá la inmortalidad del alma apoyándose en su inmaterialidad, (el alma es inmaterial,es inmortal) y en el ansia de inmortalidad del «hombre»: un deseo de inmortalidad implantado por Dios.


Pero con  la necesidad de explicar la inmortalidad del alma, afirmará que en ella existe ciertas facultades que le pertenecen como tal, y que no dependen para nada de su relación con el cuerpo. Tenemos una clasificación similar a la aristotélica. No se trata de tres tipos de alma, sino de tres facultades de la misma alma racional. En sus funciones vegetativas el alma se ocupa de la nutrición y el crecimiento. En sus funciones sensitivas regula todo lo relacionado con el funcionamiento de los sentidos externos, así como la memoria. En sus funciones racionales distingue como facultades propias del alma el entendimiento (agente y paciente) y la voluntad, con la que trata de explicar el deseo intelectual.Quizá la novedad más significativa con respecto a Aristóteles sea el tratamiento que hace santo Tomás de la voluntad que  está orientada al bien en general, es decir, la felicidad,.¿ el «hombre» estádeterminado en su comportamiento? No,yaqué  el «hombre» dispone del libertad para elegir su conducta. El libre albedrío no es algo distinto de la voluntad, sino la voluntad misma es la elección de los medios para conseguir su fin.


6.-ÉTICA


La teoría moral de sto Tomás está basada en la ética aristotélica. El eudemonismo aristotélico está claramente presente. Sto. Tomás está de acuerdo con Aristóteles en que toda acción tiende hacia un fin, y el fin es el bien. Hay un fin último hacia el que tienden las acciones humanas, y es lo que Aristóteles llama la felicidad. Sto Tomás, en su continuo intento por la acercar aristotelismo y cristianismo, identifica la felicidad con lacontemplación beatífica de Dios.Sto Tomás dice que esta contemplación no la puede alcanzar el hombre por sus propias fuerzas, por la desproporción entre su naturaleza y la naturaleza divina, por lo que necesita, la ayuda de Dios, que le permitirá al alma adquirir la necesaria capacidad para alcanzar la visión de Dios.Distingue dos clases de virtudes: las morales y las intelectuales,además añade las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad (amor),dadas por Dios. Por virtud entiende, un hábito selectivo de la razón mediante la repetición de actos buenos,es un término medio, de conformidad con la razón.Al reconocer el bien como el fin de la conducta del hombre,descubre su primer principio:hay que hacer el bien y evitar el mal. Este principio al estar fundado en la misma naturaleza humana es la base de la ley moral natural, el fundamento último, esa ley moral natural está basada en la ley  divina. De la ley natural surgen leyes humanas positivas. Hay 3: Ley: ordenación de la razón al bien común, promulgada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad.Ley divina: ley de Dios que está fundada en la revelación y que conocemos a través de la Biblia.Ley natural: Expresión de la ley eterna prescrita por Dios para todos los seres creados, que dice que hacer y no


7. POLÍTICA


Las circunstancias sociales y la evolución de las formas de poder en el Siglo XIII, especialmente los problemas derivados de la relación entre la Iglesia y el Estado, llevan a Sto. Tomás a un planteamiento inspirado también en la Política aristotélica, aunque teniendo en cuenta las necesarias adaptaciones al cristianismo.Para Sto. Tomás, siguiendo a Platón y a Aristóteles, la sociedad es el estado natural de la vida del hombre. En cuanto tal, el hombre es por naturaleza un ser social nacido para vivir en comunidad con otros hombres; pero ya sabemos que Sto. Tomás asigna al hombre un fin trascendente, por lo que ha de reconocer un papel importante a la Iglesia en la organización de la vida del hombre.
  Del mismo modo que había distinguido entre la razón y la fe y, aun manteniendo su autonomía, concedía la primacía a la fe sobre la razón, por lo que respecta a la sociedad, aun aceptando la distinción y la independencia del Estado y la Iglesia, aquél ha de someterse a ésta, en virtud de ese fintrascendente del hombre. El Estado ha de procurar el bien común, para lo cual legislará de acuerdocon la ley natural.La ley positiva, es decir la ley promulgada por legisladores humanos legítimamenteautorizados, debe concretar la ley natural; es lo que conocemos como “iusnaturalismo”. Las leyes contrarias a la ley natural no obligan en conciencia (por ejemplo, las contrarias al bien común, o las dictadas por egoísmo). Las leyes contrarias a la ley divina deben rechazarse y no es lícito obedecerlas, marcándose claramente la dependencia de la legislación civil respecto a la legislación religiosa.Como sistema de gobierno, santo Tomás defiende la monarquía siempre que busque el bien común y cumpla con la justicia; 

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