Sociedad ilustrada

La filosofía de Ortega y Gasset es el intento de solucionar la crisis de la modernidad, la crisis de una racionalidad pura, ahistórica y atemporal, sin caer en el escepticismo o el relativismo irracionalista del vitalismo de su tiempo. Solucionar la dicotomía entre razón y vida, supone para Ortega revisar las tradiciones filosóficas anteriores que mostraban insuficiencias en sus metafísicas (Realismo, Idealismo) y en sus epistemologías (Racionalismo, Idealismo, Vitalismo). Ortega considerará que la filosofía, como saber universal y radical, debe atender a la realidad primordial que es el cambiante de la vida humana.
Su filosofía no es ni un Racionalismo ni un vitalismo, sino un raciovitalismo: una filosofía que asume la vida como realidad radical, y una razón que se asume como función vital, la razón vital e histórica. La vida humana es el ámbito en el que se muestra la coexistencia e interdependencia del sujeto y su mundo, del yo y su circunstancia (teoría del circunstancialismo). En el Realismo, el mundo se había concebido como una entidad independiente del sujeto se dejaba influir por él. En el Idealismo, el mundo se había convertido en el contenido de la mente como continente. Ortega propone una nueva metáfora para hablar de la vida como la interdependencia del yo y su circunstancia o mundo: la metáfora de los dioses conjuntos. Ni el yo es independiente del mundo, sino lo que en él se constituye, vive en su circunstancia; ni la circunstancia es independiente del sujeto, sino aquello de lo que éste se ocupa en su vivir. De ahí la famosa frase de Ortega: yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. La circunstancia es el entorno vital en el que se desarrolla el vivir humano. Está compuesto por el mundo físico, cultural , histórico , la sociedad, el propio cuerpo y el temperamento. Es algo dado, no elegido, aquello de lo que me ocupo y a lo que atiendo. El ser del mundo es el sentido que las cosas tienen para el sujeto que actúa sobre el mundo y en el mundo. No hay vida sin interpretación del mundo y de sí misma. Nos valemos para ello del entendimiento, creando esquemas conceptuales. La circunstancia es también la realidad que se rompe en mil caras, realidad perspectivista, pues la perspectiva es una condición de la realidad.Este sentido ontológico del perspectivismo orteguiano será


la base del conocimiento humano como punto de vista y de la verdad como perspectiva sobre la realidad ; y base de la necesidad de una razón vital e histórica para comprender la realidad humana. El yo y su circunstancia no pueden ser comprendidos con categorías metafísicas usuales, estáticas, pues la vida humana no es una cosa, la vida humana es el conjunto de vivencias propias. Constituye epistemológicamente la verdad indudable, y ontológicamente es la realidad radical. Lasconsideraciones de Ortega sobre la vida humana conllevan una epistemología muy diferente de la racionalista e idealista. Si la propia realidad es perspectiva, no existe un único punto de vista, una única interpretación posible. Todo conocimiento está anclado siempre en un punto de vista, una perspectiva o situación. Toda perspectiva, como forma de presentarse la realidad ante el sujeto, contiene una dimensión individual e intersubjetiva . Toda perspectiva, como punto de vista subjetivo, es insustituible por otra. Y aunque existen perspectivas múltiples y diferentes ninguna es falsa (la única perspectiva falsa sería laperspectiva que quisiera ser la única verdadera). Esto no supone caer en el relativismo, ni en el escepticismo, pues la verdad como perspectiva de cada individuo puede complementarse con las perspectivas de otros. La aspiración a una verdad más universal forma parte del deseo vital de verdad, y en el campo ético, social y político se traduce en tolerancia. La verdad como perspectiva de cada individuo, época o cultura es la verdad de sujetos atemporales y ahistóricos, y no puede ser alcanzada por una razón ahistórica, pura, atemporal, sino por una razón vital e histórica. El raciovitalismo de Ortega, como desarrollo del perspectivismo, vincula la razón y la vida, los imperativos de la cultura (de la razón: alcanzar la Belleza, el Bien, la Verdad) y los imperativos de la vida en las tres esferas de la vida humana que son el sentimiento, la voluntad y el pensamiento (deleite, impetuosidad y sinceridad). La razón vital como facultad de conocimiento es irrenunciable. Pero debe estar en contacto con la vida, que no sea una razón (cultura) que caiga en el culturalismo. Debe aceptar las dimensiones irracionales de la existencia y enseñarnos a apreciar la vida por sí misma y sus valores propios. La razón vital


como método para desarrollar una filosofía de la vida humana es una razón histórica, que permite entender al hombre mediante la comprensión de sus creencias e ideas. El mundo humano no es un dato empírico tratable por la razón científico-tecnológica. Es un mundo de sentidos,. La razón vital como razón histórica es la “cronista”.

Comprender el mundo humano, es conocer la “sensibilidad vital” de sus generaciones, y de las masas y élites que se dan en la sociedad. En esta sensibilidad vital es fundamental detectar las creencias en las que vive cada generación y las ideas que tiene. Las creencias, no se formulan expresamente, se dan por supuestas tanto para el pensamiento como para la acción. Llegamos a ellas por herencia cultural, no por persuasión racional. Cada generación puede vivir con creencias distintas y formular ideas diferentes, (15 años). En cada generación podemos encontrar masas y élites .Ortega considera que las minorías excelentes deberían dirigir a las masas. Pero observa en su tiempo que las masas se han rebelado, en fenómenos como el bolchevismo, el fascismo,etc. Ortega ve el triunfo del hombre-masa. Ello supone la renuncia a la civilización y a la democracia liberal.

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