La Metafísica: El Problema Filosófico de la Realidad

La Metafísica: El Problema Filosófico de la Realidad

¿Qué es la realidad? El análisis del problema de la realidad es el objeto de estudio de la metafísica, la rama de la filosofía más abstracta y compleja. El objetivo de esta disciplina es abarcar (o»conoce») la experiencia humana en su totalidad.

La ciencia nos ofrece una imagen de lo que llamamos realidad. Existen cuestiones comunes a todas las ciencias que no se resuelven en un laboratorio: ¿cuál es el origen de las cosas? ¿Hay diferencia entre ser o existir? No todas las cosas que consideramos reales existen del mismo modo.

  1. Por un lado, existen los objetos que podemos ver y tocar, las realidades concretas como mi bolígrafo, mi cuarto o mi hermana. Consideramos que son reales cosas que no tienen una realidad tan inmediata, como mis sentimientos, mis recuerdos o mis miedos.
  2. Cosas que no consideramos reales, pero que lo parecen y tienen influencia en nuestras vidas: son las realidades virtuales, que aparecen en las pantallas de nuestro televisor u ordenador.
  3. Hay ilusiones, alucinaciones y engaños, que en ocasiones nos hacen tomar por real lo que no lo es.

La parte de la filosofía que estudia la realidad y el ser se llama metafísica. En el siglo I a.C., los discípulos de Aristóteles ordenaron sus obras, situando los libros que hablaban del ser y de la realidad a continuación de los que hablaban de la Physis (Naturaleza). Desde entonces, Metafísica es la ciencia de lo que está más allá de la Física o Naturaleza.

También se conoce con el nombre de Ontología, que significa ciencia del ser.

Posturas Filosóficas ante el Problema de la Realidad

  1. Realismo: Considera esta posición que hay un mundo real y exterior a nosotros que es captado por los sentidos y analizado por la ciencia. La filosofía antigua y la medieval son realistas. Un representante del realismo filosófico es Aristóteles, que consideraba que el mundo en continuo movimiento que nos muestran los sentidos es el mundo real y que las ideas reflejan fielmente esa realidad.
  2. Escepticismo: Considera que nuestros sentidos no nos proporcionan una imagen fiable del mundo externo. Está representado en un filósofo griego del siglo V a.C. contemporáneo de Sócrates llamado Gorgias.
  3. Idealismo: Cuando analizamos el mundo real, sólo contamos con nuestras ideas acerca de ese mundo. No podemos saber qué es el universo al margen de nuestra mente y de nuestras percepciones. La filosofía moderna y contemporánea son idealistas. Descartes se considera el iniciador del idealismo moderno. Pero, ¿cómo podemos demostrar la existencia de una realidad extramental, exterior al pensamiento? Fue ese el gran problema que Descartes no pudo resolver.
  4. Fenomenismo: Esta postura afirma que no es posible ofrecer una imagen general del mundo. El mundo real no es más que el conjunto de fenómenos sensoriales y percepciones que de él podemos tener. Kant distingue entre la cosa en sí, o realidad extramental. El conocimiento humano es siempre conocimiento de fenómenos.

La Crítica a la Metafísica en Época Contemporánea

En la época contemporánea, caracterizada por la desconfianza en el poder de la razón, han sido muchos los filósofos que han criticado a la metafísica, pues es un saber que, como ya había advertido Kant, surge de la tendencia natural del ser humano de sobrepasar los límites de su racionalidad.

Una de las críticas más conocidas es la del filósofo alemán de la segunda mitad del siglo XIX F. Nietzsche.

A mediados del siglo XIX surgen una serie de pensadores que van a criticar el endiosamiento de la razón que ha caracterizado a toda la cultura occidental. Ese movimiento filosófico se denomina vitalismo.

El objetivo de la crítica de Nietzsche es la propia cultura occidental, el error de ver lo real en lo ideal o racional.

Toda la filosofía ha hablado de dos rangos de ser, según Nietzsche:

  1. El ser verdadero y auténtico o esencia (Mundo Inteligible de Platón, cosa en sí o noumeno en Kant, el Cielo del Cristianismo).
  2. El ser aparente o inauténtico (mundo sensible de Platón, el fenómeno e Kant, la tierra del Cristianismo).

El Cristianismo, con sus doctrinas acerca del cielo y la Tierra es»platonismo para el puebl». Y lo que Nietzsche combate como cristianismo apasionadamente es una metafísica y una moral que condenan a los sentidos, a los impulsos naturales, a los instintos y a la vida.

Pero, ¿por qué se produjo esa inversión de la metafísica?, ¿por qué se duplicó la realidad y se consideró que era más real lo no existente? Dice nuestro filósofo que la inversión se debió a que los metafísicos no pudieron imaginar que los valores más sublimes (justicia o bien) pudiesen venir de un mundo como el nuestro y, por eso, llegaron a hablar de dos modos de conocer: los sentidos y la razón.

Nietzsche va a decir que en nuestro mundo (único real) no hay nada permanente: la verdad, el ente, la esencia, etc. son ficciones necesarias. Todo lo real es móvil, y se rige por lo que Nietzsche llama voluntad de poder, pero los hombres no podemos vivir en el torbellino de un mundo inestable, y por eso, hemos de falsificar la realidad.

Nuestro autor va a proponer la intuición en lugar del concepto y las imágenes y metáforas en lugar de los sistemas racionales (filósofos y científicos) como modos de conocer lo real. Los conceptos y los sistemas son la»camisa de fuerz» de la realidad viva.

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