1. Contexto Histórico, Cultural y Filosófico de la Obra de Descartes
El contexto en el que se inscribe la obra de René Descartes es el surgimiento de la Modernidad, una nueva etapa que sustituye el teocentrismo característico de la época medieval por una concepción del mundo centrada en el hombre. Los antecedentes de esta revolución filosófica y cultural se encuentran en el Renacimiento y el Humanismo. Es muy característico de este último el interés y el redescubrimiento del mundo clásico.
No obstante, la Modernidad comienza, propiamente hablando, con la obra de Descartes, quien inventa el concepto de sujeto, entendiendo al hombre como un ser que piensa. Este cambio de visión del mundo también tiene su reflejo en el ámbito social, económico y político:
- Ámbito Económico y Social: La época se caracteriza por un gran aumento económico que trajo consigo el desarrollo de la burguesía, el crecimiento de las ciudades y el descubrimiento de nuevos territorios.
- Ámbito Político: Surge una nueva forma de organizar la sociedad: la nación-estado.
- Conflictos: Todos estos acontecimientos se mezclan con las guerras de religión, la Reforma y la Contrarreforma.
Descartes también fue un gran matemático y científico, interés que coincide con el enorme desarrollo científico y técnico característico del nacimiento de la nueva ciencia, la cual se basaba en la experiencia y en la traducción de las observaciones a un lenguaje matemático.
Racionalismo vs. Empirismo
Para finalizar, es fundamental entender el enfrentamiento entre los racionalistas y los empiristas. Aunque ambos coinciden en la idea de sujeto, se diferencian en la forma de concebir el conocimiento:
- Racionalistas (con Descartes a la cabeza): Consideran que solo la razón proporciona la verdad.
- Empiristas: Piensan que el conocimiento se inicia con la experiencia.
Así, en el texto que se estudia, se observa cómo Descartes se plantea la demostración de la existencia de Dios a partir de la idea de perfección que existe en la razón, una idea que no se obtiene, por lo tanto, a partir de la experiencia sensible.
2. Justificación Filosófica: El Método y el Cogito
En el Discurso del método, Descartes pretende establecer una serie de reglas (el método) para alcanzar un conocimiento verdadero, sin ningún género de duda. Esas reglas deben conducir, sin posibilidad de error, hasta la verdad siempre que se apliquen con rigor. A continuación, se detallan las cuatro reglas fundamentales:
- Regla de la Evidencia: Partiendo de la premisa de que todas las opiniones conocidas son dudosas, se debe rechazar cualquier cosa que no se muestre como indudable, es decir, que no sea percibida por la razón de manera clara y distinta. Así, solo la razón decide sobre la verdad de los juicios, en ningún caso los sentidos, que son una de las fuentes del error.
- Regla del Análisis: Se divide cualquier problema en sus elementos simples y se comprueba, aplicando la primera regla, que son verdaderos.
- Regla de la Síntesis: Se avanza desde los elementos más simples, ya demostrados, a los más complejos.
- Regla de la Enumeración: Se revisa el razonamiento para asegurar que no se ha omitido nada.
La Duda Metódica y el Descubrimiento del Yo
Después de exponer el método propuesto por Descartes, en el que la duda desempeña un papel esencial, podemos profundizar en el alcance de esa duda. Hemos de explicar que esta duda es universal, pues se aplica a todo, incluso a la posibilidad de que un genio maligno nos hiciese equivocarnos siempre o que las demostraciones matemáticas fueran erróneas. Es solo una hipótesis improbable, pero debe ser tenida en cuenta.
Por lo tanto, se llega a un punto en el que se duda de todo, y nada parece ser conocimiento verdadero. Sin embargo, una cosa es indudable y verdadera: que soy un ser que piensa y, por lo tanto, existo. Descartes ha encontrado el principio indudable sobre el que levantar el edificio del conocimiento: el Cogito ergo sum (Pienso, luego existo), pues, aunque todo lo que yo piense sea falso, no hay duda de que pienso.
La Demostración de Dios y la Perfección
En este punto es donde encaja el fragmento que se analiza. El dudar es una imperfección humana, pues significa que entre nuestras opiniones hay muchas que pueden ser erróneas. Esto es lo que obliga a dudar de todo. No obstante, esta duda es diferente de la de los escépticos, que consideran imposible alcanzar el conocimiento, pues la duda cartesiana se convierte en el punto de partida para conocer. Dudar representa la imperfección y conocer, la perfección.
Descartes considera preciso indagar de dónde proviene esa idea de perfección presente en el sujeto, pues no puede provenir de él, que es imperfecto, ya que de lo imperfecto no se puede seguir lo perfecto. Luego, debe provenir de una realidad exterior al sujeto. Hemos de destacar que Descartes, una vez descubierto el yo, trata de salir del solipsismo y encontrar otra verdad exterior a él. Esta sustancia exterior al sujeto y más perfecta que él no puede ser más que Dios. Posteriormente, Descartes acabará demostrando que las cosas corpóreas, el mundo, también existen.
El Dualismo de las Sustancias
Para finalizar, y aunque se desvía un poco del tema central del texto, es relevante hablar de las sustancias. Descartes define la sustancia como aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir. La distinción entre sustancia pensante (res cogitans) y sustancia corpórea (res extensa) consagra el dualismo en la filosofía moderna y es el origen de uno de los principales problemas que se encuentra en el racionalismo: la comunicación entre ambas sustancias.
3. Relación del Tema con Otras Posiciones Filosóficas
Descartes se inserta en una tradición filosófica que va desde Platón hasta la escolástica. Por ello, es pertinente compararlo con otros pensadores clave:
Comparación con Platón
Descartes se asemeja a Platón en su concepción dualista de la realidad y en el rechazo a los sentidos:
- Dualismo: Platón distingue un mundo sensible (copia) de otro inteligible (trascendente y auténtica realidad). Las sustancias pensante y corpórea de Descartes son independientes, aunque el sujeto cartesiano no es una realidad trascendente como el alma platónica.
- Rechazo a los Sentidos: Ambos rechazan los sentidos porque muestran el mundo sensible y nos engañan.
- La Razón: La razón es la única capaz de conocer la verdad. Para Platón, porque conoce el Mundo de las Ideas, eterno e inmutable; para Descartes, porque se atiene a verdades indudables (claras y distintas).
Diferencia con Aristóteles
Descartes se diferencia radicalmente de Aristóteles en su teoría del conocimiento, pues Aristóteles comienza con la información de los sentidos, sobre la cual se aplica el entendimiento, mientras que Descartes exige la duda radical de la experiencia sensible.
Diferencia con Santo Tomás de Aquino
Aunque ambos demuestran la existencia de Dios, el punto de partida es opuesto:
- Santo Tomás: Parte de hechos del mundo sensible (vías *a posteriori*).
- Descartes: Se basa en la idea de infinito y perfección que reside en la razón del sujeto (vía *a priori*).
