René Descartes: La Búsqueda de la Certeza y el Método Filosófico
Descartes ve la filosofía como un conjunto de disputas más que como una ciencia y, por lo tanto, considera que la filosofía es dudosa en tanto que saber (no te puedes fiar de lo que se aprende de la filosofía). Solo las matemáticas le convencen por su claridad y evidencia, pero las matemáticas toman sus principios de la filosofía, por lo que también deben ser dudosas. Descartes se propuso alcanzar ideas claras y distintas y, además, desarrollar un sistema de proposiciones verdaderas en el que no se dé nada por supuesto, nada que no fuese evidente por sí mismo e indudable. Por eso, había que poner en «duda» toda la filosofía existente, que tendría que ser probada para aceptarla como verdadera.
Concepción Unitaria del Saber y la Razón
Concepción Unitaria del Saber
En el término «filosofía», Descartes incluía la metafísica y la física, y derivadas de estas están otras ciencias como la medicina, la mecánica y la moral. Las distintas ciencias son manifestaciones de un único saber.
Concepción Unitaria de la Razón
La sabiduría es única (un único saber) porque la razón es única. Que existan diferentes ciencias particulares se explica por el hecho de que la razón, que es una, se aplica a diferentes objetos. Para poder aplicar la razón de forma correcta y poder alcanzar conocimientos verdaderos, es necesario conocer su estructura (la estructura de la razón).
Las Operaciones Fundamentales de la Mente
Descartes distingue dos operaciones fundamentales de la mente:
- Intuición: Conceptos que emanan de la razón y que son evidentes en sí mismos (no puedes dudar de ellos), a los que denomina naturalezas simples.
- Deducción: Es definida como toda conclusión a partir de conceptos que son evidentes en sí mismos (a partir de las naturalezas simples).
El Método Cartesiano
El método mediante el cual Descartes pretende reconstruir el saber (demostrar si las cosas son ciertas o no) consiste en reglas para emplear correctamente estas dos operaciones mentales.
Principios del Método Cartesiano
Se basa en:
- Dos operaciones mentales básicas: intuición y deducción.
- Cuatro reglas para aplicar estas operaciones básicas:
- 1. Regla de la Evidencia: Un conocimiento es verdadero cuando es evidente, es decir, cuando es claro y distinto. A la evidencia se llega por medio de la intuición. Así, las ideas claras y distintas son naturalezas simples.
- 2. Regla del Análisis: Consiste en dividir lo complejo en elementos más simples que puedan ser conocidos intuitivamente (naturalezas simples).
- 3. Regla de la Síntesis: Consiste en ir de lo más simple a lo complejo. A esta regla le corresponde la segunda operación del intelecto: la deducción (sucesión de evidencias).
- 4. Regla de la Comprobación: Consiste en revisar el análisis y la síntesis para asegurar que no se ha omitido nada.
Dualismo Antropológico Cartesiano
El Dualismo Antropológico
Para Descartes, el hombre está compuesto de dos sustancias: una pensante (el alma) y una sustancia extensa (el cuerpo). Pueden existir independientemente y su unión es accidental, pero existe interacción entre ellas (aunque no explica cómo tiene lugar).
La Duda Metódica y el Cogito
La Duda Metódica
Descartes quiere alcanzar una verdad indudable, pero para eso es preciso, en primer lugar, dudar de todo y considerarlo provisionalmente falso. La duda afecta a la realidad de los objetos, pero no a las ideas de ellos (son ideas puras) y afecta a todas las formas de conocimiento (es universal). Afecta al conocimiento sensible porque los sentidos pueden engañarnos. Afecta al conocimiento matemático porque su certeza puede ser ilusoria.
El Cogito: La Primera Certeza
Pero el dudar de todo trae consigo la primera certeza, que es que yo existo y pienso. Esto se deduce porque para poder dudar de algo es necesario que yo exista y que además piense. Pero solo puedo afirmar con certeza que mi mente existe, que existo como ser que piensa y que tiene ideas.
La Teoría Cartesiana de las Ideas
Clasificación de las Ideas
Descartes emplea el término «idea» para designar cualquier objeto del pensamiento. Las ideas, según Descartes, poseen una doble realidad: subjetiva (como actos del pensamiento) y objetiva (representan un objeto). Como vimos en el apartado del cogito, solo tengo la seguridad de que las ideas existen en mi mente, pero no como objetos de la realidad. El problema se basa en saber si existen en la realidad los objetos que las ideas representan. Descartes divide las ideas en tres clases:
- Innatas: Son las que el entendimiento posee en sí mismo (al nacer ya vienen con el ser humano).
- Adventicias: Son las que provienen de nuestra experiencia externa (a través de nuestra percepción).
- Facticias: Son las que construye la mente a partir de otras ideas.
La Eliminación de la Duda y la Existencia de Dios
La Eliminación de la Duda
Descartes descubre en el individuo una capacidad pasiva de recibir y reconocer ideas de las cosas sensibles. Si esto es así:
- Tiene que existir una facultad activa capaz de producir las ideas.
- Dicha capacidad no puede pertenecer al sujeto perceptor (a veces se presenta sin que el individuo contribuya a ello o incluso contra su voluntad).
- Tampoco puede pertenecer a Dios, pues me creó con la inclinación de creer que me son enviadas por cosas corporales, y Dios no me engaña, pues es veraz. Por lo tanto, es preciso reconocer que hay una sustancia o realidad corpórea diferente de mí mismo que es la causa de tales ideas.
La Sustancia Cartesiana
Concepto de Sustancia
Sustancia es aquello que solo se necesita a sí mismo para existir. Partiendo de esta definición, tendríamos que afirmar que Dios es la única sustancia; sin embargo, no será Descartes, sino Spinoza, quien llegue a esta conclusión. Descartes va a distinguir entre las siguientes sustancias:
- Sustancia Infinita: Dios.
- Sustancias Finitas:
- Res Cogitans (sustancia pensante: yo, el cogito, el alma).
- Res Extensa (sustancia extensa: los cuerpos).
Conocemos las sustancias por sus atributos (entendiendo por atributo lo que el entendimiento percibe como esencial en la sustancia). El atributo fundamental de los cuerpos es la extensión. El pensamiento es un atributo del yo (del alma). Descartes divide en las sustancias sus modos (modificaciones de la sustancia).