El Relativismo y la Noción de Verdad
El relativismo sostiene una interpretación del mundo en la que son válidas todas las opciones, pues todo depende de la perspectiva. Sin embargo, una validez universal no es posible, ya que es lógicamente imposible que dos hipótesis contradictorias sobre un mismo tema sean válidas simultáneamente. Esta corriente rechaza la idea de una verdad única, negando la existencia de verdades absolutas u objetivas.
El relativismo en su forma más simple cae en una contradicción, conocida como la paradoja del relativismo: si la afirmación «todo es relativo» es absolutamente cierta, entonces se contradice a sí misma, pues existiría al menos una verdad absoluta. En caso de ser cierta, sería falsa.
Tipos de Relativismo
Podemos distinguir diferentes formas de relativismo:
- Subjetivismo: Cuando el relativismo se refiere a las circunstancias subjetivas de una persona.
- Constructivismo: Cuando hace referencia a las circunstancias históricas y culturales, postulando que la verdad se constituye socialmente en función de los intereses comunicativos.
Relativismo Científico
Los defensores del relativismo científico rechazan la idea de un avance o progreso lineal en la ciencia. Sostienen que los nuevos paradigmas y experimentos no son intrínsecamente «mejores» que los anteriores, sino que responden a intereses políticos y económicos de su tiempo. Es decir, los nuevos enfoques no representan una superación, sino una forma diferente de abordar los problemas en comparación con el pasado.
Relativismo Cultural
Aplicado a las sociedades o a la historia, el relativismo cultural postula que se deben respetar los puntos de vista de otras épocas y culturas. Si bien esta postura favorece la tolerancia y el entendimiento intercultural, también presenta un dilema ético: si no hay verdades absolutas, se podrían justificar posiciones fundamentalistas o prácticas inaceptables desde una perspectiva de derechos universales, ya que no existiría una base sólida para ejercer la crítica.
La Búsqueda de la Certeza: René Descartes
El Método Cartesiano para Alcanzar la Certeza
Para René Descartes, el método es la vía o el camino para alcanzar una certeza indudable, siendo un pilar fundamental para la construcción del conocimiento. Descartes propone cuatro reglas esenciales en su método:
- Regla de la evidencia: No aceptar como verdadero nada que presente el más mínimo resquicio de duda. La evidencia no se capta a través de los sentidos ni de la imaginación, sino mediante la intuición, que es una forma de «ver» directamente con el entendimiento.
- Regla del análisis: Descomponer cada problema complejo en sus partes más simples para buscar la evidencia en ellas. Estas son las «naturalezas simples», que pueden ser espirituales (como el pensamiento) o materiales (como la extensión).
- Regla de la síntesis: Reconstruir el conocimiento yendo ordenadamente desde lo más simple y fácil de conocer hacia lo más complejo, utilizando la deducción como herramienta principal.
- Regla de la enumeración o revisión: Revisar cuidadosamente todo el proceso para asegurarse de no haber omitido nada o cometido algún error, con el objetivo final de alcanzar un conocimiento cierto y seguro.
Las Meditaciones Metafísicas
En su obra, Descartes compara el conocimiento con un edificio que necesita cimientos sólidos. Tradicionalmente, estos cimientos se basaban en los sentidos, pero Descartes cuestiona radicalmente su validez, mostrando su postura anti-empirista.
La Primera Meditación: La Duda Metódica
Descartes aplica una duda sistemática y radical para encontrar una verdad irrefutable:
- Primera Duda (El engaño de los sentidos): En ocasiones, los sentidos nos engañan. Si nos han engañado una vez, es prudente desconfiar de ellos siempre, ya que no podemos distinguir con certeza cuándo nos engañan y cuándo no.
- Segunda Duda (La imposibilidad de distinguir el sueño de la vigilia): No podemos estar absolutamente seguros de si lo que experimentamos es real o un sueño, ya que las experiencias oníricas pueden ser tan vívidas como las reales.
- Tercera Duda (La hipótesis del Genio Maligno): Descartes postula la existencia de un «genio maligno», un ser sumamente poderoso y astuto que podría estar engañándonos constantemente, haciendo que creamos como ciertas incluso las verdades matemáticas y la existencia de la realidad física.
La Segunda Meditación: La Primera Certeza
Tras sumergirse en la duda más profunda, Descartes encuentra su primera certeza. Aunque dude de todo (de su cuerpo, del mundo, de las matemáticas), no puede dudar de que está dudando. Y si duda, piensa. Y si piensa, necesariamente existe. De aquí surge su famosa conclusión: «Pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum).
El pensamiento es todo lo que ocurre en nuestra mente (imaginar, recordar, dudar). Esta vida mental consciente no es física (no es sinónimo de cerebro) y necesita un «yo» que la sostenga. Descartes utiliza el escepticismo no como un fin, sino como un medio para alcanzar una certeza inamovible. En su conclusión, distingue tres realidades: la realidad mental (res cogitans), la realidad física-material (res extensa) y la realidad divina (Dios).
Corrientes Epistemológicas Fundamentales: Racionalismo y Empirismo
El Racionalismo
Sostiene que la razón es la principal fuente y método para alcanzar el conocimiento, dejando en un segundo plano la percepción sensorial y la experiencia. Sus características principales son:
- Confianza plena en la razón humana como fuente de conocimiento.
- Infravaloración del conocimiento sensible, al considerar que la información de los sentidos es a menudo engañosa y limitada.
- Creencia en la existencia de ideas innatas: el ser humano nace con ciertas ideas impresas en su razón (como la idea de Dios o de infinito) que no pueden derivarse de la experiencia.
- Defensa del método deductivo como el camino para construir el saber.
El Empirismo
En contraposición al racionalismo, el empirismo, apoyado en la observación y los descubrimientos científicos de la época, defiende que la experiencia es el fundamento de todo conocimiento. Sus características principales son:
- La experiencia sensible es el origen y el límite de nuestro conocimiento. La razón no es válida sin la información que le proporcionan los sentidos.
- Negación de las ideas innatas: la mente al nacer es como una «hoja en blanco» (tábula rasa) que se va llenando con el contenido de la experiencia.
- Defensa del método inductivo, donde la observación y la experimentación son el punto de partida para formular leyes generales.
La Naturaleza del Conocimiento
¿Qué es el Conocimiento? La Definición Clásica
El conocimiento se opone a la ignorancia (no saber) y a la duda (no estar seguro). Se define tradicionalmente, desde Platón, como una convicción denominada creencia, pero para que sea conocimiento debe cumplir tres características fundamentales:
- Debe ser una creencia: El conocimiento implica una convicción personal. Los estados de duda o ignorancia no constituyen conocimiento.
- Debe ser verdadera: Si se cree en algo que es falso, la afirmación es incorrecta y, por lo tanto, no hay conocimiento.
- Debe estar justificada: Una creencia sin buenas razones no puede considerarse conocimiento. Una creencia verdadera obtenida por azar, o justificada con razones equivocadas, tampoco es conocimiento.
Verdad e Interés según Jürgen Habermas
El filósofo alemán Jürgen Habermas fue muy crítico con la idea del conocimiento puramente objetivo. Piensa que el conocimiento está siempre condicionado por un interés, de manera que suponer que puede ser gratuito y desinteresado es una ilusión. Habermas distingue tres intereses principales que guían el conocimiento:
- Interés técnico: La realidad se estudia en virtud de los desarrollos técnicos y tecnológicos. El conocimiento se convierte en un medio para lograr instrumentos con los que dominar el mundo. Este interés da lugar al desarrollo de las ciencias empíricas.
- Interés práctico: Busca comprender a otros individuos y culturas, así como apropiarse de sus formas de comunicación y símbolos. Este interés impulsa el desarrollo de las ciencias culturales o hermenéuticas.
- Interés emancipatorio: Es la aspiración de conocer la realidad social existente para poder criticarla y transformarla en busca de una mayor libertad y justicia. Este es el origen de las ciencias sociales críticas.
Conceptos Clave en la Teoría del Conocimiento
Validez de un Razonamiento
Un argumento es válido si, y solo si, su conclusión se sigue lógicamente de sus premisas. Si un argumento es válido y sus premisas son verdaderas, entonces su conclusión también será necesariamente verdadera.
Reflexiones de Paul Boghossian en El Miedo al Conocimiento
La Creencia y sus Aspectos
Una creencia es un tipo particular de estado mental que posee tres aspectos importantes:
- Tiene un contenido proposicional (afirma algo sobre el mundo).
- Puede ser caracterizada como verdadera o falsa.
- Puede ser evaluada como justificada o injustificada, racional o irracional, dependiendo de si se apoya en buenas razones o hechos.
La Objetividad
El concepto de objetividad tiene dos connotaciones importantes:
- Universalidad: Un hecho objetivo es válido para todo ser humano, no es diferente para cada individuo, cultura o comunidad.
- Independencia de la mente: Un hecho objetivo ocurre independientemente de que un ser humano lo piense o lo descubra.
Razones para una Creencia
Podemos distinguir entre dos tipos de razones para sostener una creencia:
- Razones epistémicas: Son reflexiones u observaciones que elevan la probabilidad de que una creencia sea verdadera. Están basadas en la búsqueda de la verdad.
- Razones pragmáticas: Son razones que nos proporcionan una ventaja, utilidad o beneficio personal al mantener una creencia, independientemente de su verdad.
La Falibilidad de las Razones
Afirmar que las razones para una creencia son falibles significa que podemos tener buenas razones para creer en algo que, en realidad, es falso. Sin embargo, si recibimos nueva información, estas razones pueden cambiar, permitiéndonos corregir nuestra creencia.
