El método cartesiano y la búsqueda de la verdad

Significado de “verdad” en la filosofía cartesiana: pg 55 y 56 (3.1.)

Para Descartes todas las ciencias se identifican con la razón humana, que es de naturaleza universal y permanece idéntica a sí misma, aunque se aplica a diferentes objetos (de los que se ocupan las ciencias particulares).


Comparación entre Racionalismo y Empirismo: pg 55

Los racionalistas (Descartes, Spinoza…) y empiristas (Hume, Locke…) quieren desvelar el origen y fundamento del conocimiento con investigaciones genéticas, es decir, investigaciones psicológicas por las que los filósofos buscan conocer el origen y fundamento de la certeza. La certeza=verdad hace referencia al sujeto que conoce, es su estado psicológico (una convicción) en el que suprime todas las dudas sobre lo que quiere conocer. Esto se opone a la tradición griega, donde verdad = “desvelamiento de lo oculto” à una propiedad de las cosas conocidas y no de los sujetos que conocen.


El modelo matemático del método cartesiano: pg 56 (3.2.)

Descartes intentó obtener el “método” del modelo de las matemáticas y formularlo para poder aplicarlo a cada rama del saber. El objetivo de Descartes es hacer universal el método matemático, separándolo de sus aplicaciones concretas. Para Descartes, el prototipo de la racionalidad conceptual, el carácter “necesario y legal” de sus enunciados, son las matemáticas, debido a: tienen claridad, rigor, certeza y progreso, son universales y generales (permiten pasar de lo singular a lo infinito),


Noción de “método”: pg 57, 58 (3.3.1.)

El método cartesiano intenta encontrar un camino seguro para que una razón pura e independiente pueda progresar correctamente en el contexto de toda ciencia. El método cartesiano es un procedimiento epistemológico “expositivo” y “heurístico” (que permite exponer y descubrir las verdades de la ciencia),


La duda metódica: pg 58 (3.3.4.)

Motivos de duda. La primera verdad. Según Descartes, el entendimiento humano debe encontrar en sí mismo las verdades fundamentales para poder deducir totalmente nuestros conocimientos. Debe buscar una verdad absolutamente cierta que sea el punto de partida (o fundamento), habiendo eliminado todos los elementos que no sean absolutamente ciertos. Por ello, Descartes empieza a ejecutar su método con la “duda metódica”, es decir, llegar a la verdad a través de la supresión definitiva de la duda. Descartes encuentra motivos de duda en: la tradición (ya que cada filósofo opina diferente sobre lo mismo), lo moral (cada nación tiene sus propias costumbres), la experiencia (a veces los sentidos nos engañan), el no poder distinguir a veces si estamos despiertos o soñando (por lo que dudamos de la existencia de las cosas que percibimos), y en las verdades matemáticas, pues quizás existe un “genio maligno”, poderoso e inteligente,


que disfrute equivocándonos en los actos y operaciones intelectuales. Quizás nuestro entendimiento siempre se equivoca cuando intenta conocer la verdad. Pero para dudar hace falta un sujeto que dude, y de lo único que este estará seguro será de que es un sujeto que duda y piensa. Puedo dudar de todo, excepto de que yo dudo. Mi existencia como sujeto que piensa no es errónea ni dudosa. Descartes afirma esto mediante la frase: “pienso, luego soy”. (Discurso del método, parte IV). Mi existencia como sujeto pensante es la primera verdad y certeza, el modelo de todas, ya que se percibe con claridad y distinción. Así, he llegado a una verdad cierta, estudiaré los rasgos que la hacen cierta, y serán estos rasgos los que deban cumplir todos los elementos que pretendan presentarse como verdaderos.

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