Cultura, ética y evolución: una perspectiva filosófica

Los aspectos filogenéticos de la cultura

1- Los aspectos filogenéticos que explican el proceso de la evolución se llama ‘la cultura’. Tiene una doble dimensión, material e ideacional. Es gracias a la colaboración entre los individuos que constituyen una sociedad. El ser humano, al nacer, carece de lo más elemental para adaptarse al medio. Lo más común es su perfecto ajustamiento instintivo al entorno en el que viven. El hombre ha desarrollado una forma adaptativa propia, la cultura. Toda cultura se produce dentro de la sociedad. Para el ser humano vivir en sociedad es parte de su identidad. Los comportamientos deben de ser aprendidos y la sociedad es quien los proporciona.

Las diversas culturas y la globalización

2- Las diversas culturas que han surgido como respuesta adaptativa a las circunstancias medioambientales son muy variadas. Los fenómenos de aculturación crecen rápidamente gracias a los medios de transporte. Las consecuencias de la globalización son: – las diferencias entre las culturas son muy imprecisas. – se modifica la homogeneidad entre los miembros de una misma cultura. – sufrimiento del multiculturalismo. Actitudes culturales: – etnocentrismo: es considerar su cultura superior a las demás. Esta en el colonialismo. Existía una línea evolutiva paralela a la evolución biológica. – relativismo cultural: considera que cada cultura es independiente y no se puede comparar las sociedades entre sí. Cada cultura posee unos ideales y valores. – interculturalismo: aceptar que la propia cultura debe aceptar el diálogo e interpelación con otras formas culturales que pueden aportar valores e ideales igualmente valiosos.


Elementos presentes en todas las culturas

3- Son elementos presentes en todas las culturas y que demuestran el principio definido por la antropología cultural. Lenguaje: está presente en la cultura como una comunicación simbólica. Es el responsable de la transmisión de información y hace que sea posible el proceso de aprendizaje en el seno cultural. Nuestro lenguaje condiciona la forma en la que percibimos la realidad. Arte: la forma simbólica y estética de representar la realidad parece estar presente en el hombre desde el paleolítico superior. Mitos: Están presentes en las culturas para explicar el origen del hombre y la cultura. Su intención es sacralizar determinadas instituciones que son básicas en una cultura. Ritos: series de ceremonias cargadas de valor simbólico que son parte de una tradición. Acciones o conductas reiteradas siguiendo unos pactos establecidos que han permanecido invariables con el tiempo. Religión: nace con la necesidad de resolver la necesidad que tiene el hombre de conectar con el más allá, con las divinidades… hay tres tipos: chamánicas: cree en la existencia de espíritus de la naturaleza. Politeístas y monoteístas. Tabúes: son unas prohibiciones. El incumplimiento supone un castigo social o mágico y supersticioso. Puede no afectar a determinadas personas. El más estudiado es el tabú del incesto.

4- Los a.d.h. son acciones involuntarias propias de nuestra naturaleza o aquellas de las que no puede hacerse al individuo responsable, por dos motivos: porque ha sido forzado a ellas o no se conocen todos los elementos que intervienen. No obstante, la responsabilidad de los mismos puede ser imputada si se trata de acciones reparables, gracias a estos motivos: – voluntad vencible o ignorancia vencible. Los a.h. son acciones que se originan en la persona y son responsabilidad de la misma. Una acción tiene que ser consciente o voluntaria. Solo las acciones realizadas con plena libertad pueden ser juzgadas como morales o inmorales y las acciones cuya responsabilidad podamos imputar al individuo pueden ser castigadas o premiadas.


La acción moral y sus elementos

5- La acción moral es algo con lo que inevitablemente estamos comprometidos, pero para la que contamos con los elementos necesarios para afrontarla y con los que responder ante las circunstancias. Sobre ella se construyen a través de nuestras elecciones hábitos que forjan nuestro carácter que constituyen nuestra conciencia moral. Sus elementos son: – libertad: capacidad del individuo para elegir libremente. – voluntad: facultad superior que proporciona la capacidad de elección.- temperamento: inclinación natural del ser.

6- Los elementos de la segunda naturaleza:- hábitos: son tendencias a actuar de un determinado modo y que se adquieren mediante repeticiones. – virtudes o vicios: son disposiciones que predisponen a actuar de un determinado modo fruto de los hábitos adquiridos. – carácter: es resultado de nuestras elecciones en el pasado que modifican nuestro temperamento natural.- conciencia moral: facultad con la que captamos los principios generales que nos sirven para orientar nuestra conducta de distinguir entre el bien y el mal. Los referentes: valores: son cualidades de las cosas o las personas que la convierten en digna de elección. –normas: son reglas que ordenan conducta, de establecer que debemos hacer y que no. –principios y máximas: son normas para la elaboración de normas concretas y acciones particulares.

Éticas y valores morales

7- Ética de los fines: propone un fin o bien último. Entienden que el deber moral es consecuencia del cumplimiento de las acciones que permiten alcanzar el bien propuesto, serán buenas aquellas acciones que contribuyen a la felicidad. Ética del deber o deontológica: todo norma moral debe perseguir el cumplimiento del deber. El cumplimiento de la norma por sí mismo y no por otros beneficios. Ética de la autosuperación: las normas morales tienen como función primaria promover la mejora del individuo.


8- Sócrates fue el primero en aceptar que existen valores morales absolutos. Para él, los valores morales son objeto de conocimiento teórico. Solo a partir del conocimiento de lo que es el bien se puede actuar de acuerdo a él. Platón dice que dentro del mundo inteligible se encuentran los valores morales del bien, justicia y verdad accesibles mediante la razón y sirven para actuar en la acción individual tratando de copiar la perfección. Para que valores absolutos del mundo inteligible determinen nuestra acción es necesario desarrollar un alma justa.

9- Parte del análisis de los seres naturales con el fin de determinar cuál es el fin propio. El fin de algo es la perfección de su esencia o naturaleza. La forma es la responsable de establecer el fin propio de cada ser, algo que alcanza este cuando desarrolla la potencia de lo que ese ser es capaz. La felicidad del ser humano es también la perfección de su naturaleza. Hay tres almas: alma vegetativa: consiste en cumplir con las funciones de las funciones básicas, alma sensible: consiste en cumplir con las funciones de la facultad sensible y la motriz y alma racional: consiste en cumplir las funciones del entendimiento y la voluntad.

10- Escuela creada por Zeron de Citio. La felicidad humana consiste en vivir de acuerdo al dictamen de la razón y en sintonía con el orden de la naturaleza. La acción conforme al orden racional es el deber o Kateton. El ejercicio de la virtud permite al sabio alcanzar la apatía, un estado que no afecta al hombre, haciéndose insensible a los placeres, las pasiones y las emociones, que los estoicos identifican con el vicio, ya que son responsables de nublar el juicio de la razón.


La felicidad y la utilidad en la ética

11- La felicidad se identifica con lo útil en términos económicos. Cuanto más utilidad aporta una acción más felicidad aporta y cuanto menos dolor menos infelicidad. El principio de utilidad social se convierte en criterio básico de la acción moral, pues el individuo para desarrollarse necesita de los demás y se debe construir el bien colectivo. Para determinar el beneficio común se asienta en la simpatía. Bentham lo distingue según la intensidad, duración y seguridad y Stuart Mill lo distingue con placeres superiores e inferiores.

12- Parte de su crítica a las anteriores a la que denomina éticas material. Se caracterizan por proponer un bien o fin concreto que se debe alcanzar las normas más adecuadas. Toma la forma de imperativo condicional o hipotético. Propone una ética formal que pretende establecer normas universales independientes de las condiciones y que toman la forma de imperativo categórico. El imperativo se enuncia así ‘obra de tal modo que puede querer que mi máxima se convierte en ley universal’

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