Conceptos Fundamentales de Filosofía: Política, Sociedad y Estética

Vocabulario Filosófico Fundamental

  • Descriptiva: Observar y describir una sociedad. Si esta funciona correctamente, no hay por qué idear otra.
  • Naturaleza (Sociabilidad Natural): Concepto que sostiene que el ser humano no elige vivir en sociedad, sino que es una necesidad inherente a su ser.
  • Refundar: Construir voluntariamente.
  • El Príncipe de Maquiavelo: Obra que separa ética y política. Afirma que el fin justifica los medios, es decir, un monarca puede mentir al pueblo por el bien del pueblo.
  • Voluntad general: El conjunto o suma de todas las voluntades individuales, en la que se cede parte de la libertad al colectivo.
  • Filósofos contractualistas: Aquellos que sostienen que no somos sociables por naturaleza, y que la sociedad se originó mediante un contrato.
  • Utopía: Se trata de idear un paradigma de polis perfecta que no existe. Es tan ideal que no se puede realizar.
  • Distopía: Una forma alternativa para denunciar los fallos de la sociedad y en lo que esta podría convertirse.
  • Estado de naturaleza: La situación anterior a la creación de la sociedad.

La Sociedad Ideal de Platón

Platón, alumno de Sócrates, pertenece a la filosofía griega. Su corriente filosófica es el Idealismo, en la que afirma la existencia de dos clases de realidad:

El Dualismo Platónico: Mundo Inteligible y Sensible

  • El Mundo Inteligible: Este es el mundo real, donde habitan los Eidos o Ideas. Estos seres son inmateriales, universales, esencias puras, perfectos, eternos, inmutables y estáticos. Para Platón, son la causa de la realidad y se conocen a través de los ‘ojos del alma’, ya que no pueden ser percibidos por los sentidos.
  • El Mundo Sensible: Este mundo es mera apariencia, material y cambiante. En él existen multitud de seres corpóreos y finitos, todos ellos sujetos al cambio y a la perecibilidad.

La Concepción Platónica del Ser Humano

Platón es un dualista ontológico, por lo que para él el ser humano está formado por dos realidades distintas y antagónicas: una material y otra espiritual.

La visión de Platón sobre el ser humano, inspirada en su teoría de las Ideas, establece una completa separación entre el alma y el cuerpo.

El cuerpo es imperfecto, cambiante y finito (mortal).

El alma, en cambio, es la parte inmortal y espiritual del ser humano. Para Platón, el alma ha existido siempre y simplemente proviene de otras vidas. Él la explica como un carro alado, compuesto por un caballo blanco, un caballo negro y alas. Estas alas aparecen solo si uno se dedica a la vida filosófica, al saber, y si ha aprovechado la vida en cultivar la razón y las virtudes.

Ética y Política en Platón: La Sociedad Justa

Según Platón, la ética y la política no se pueden separar. Al ser intelectualista, cree que quien conoce y accede a la Idea del Bien practica la felicidad, que consiste en salir de la ignorancia y de los grados de conocimiento inferiores.

El pensamiento político de Platón propone un modelo de sociedad ideal en el que cada persona pueda desarrollarse plenamente según sus características personales. Esta sociedad perfecta, que él denomina utopía, debe ser justa, pues cada clase social debe cumplir su función. Estas clases se clasifican en tres grupos según el tipo de alma que predomine en cada individuo, tal como se explica en su famosa obra La República.

Las Tres Partes del Alma y Clases Sociales
  • Concupiscible: Se localiza en el vientre y es la sede de los deseos y el amor carnal. Las personas en las que predomina este tipo de alma muestran especial interés por satisfacer sus necesidades materiales. La función social que más corresponde a esta zona es la producción de bienes, es decir, los productores.
  • Irascible: Se sitúa en el pecho y a ella le corresponden las pasiones nobles, como la valentía, la ira y el honor. Las personas en las que predomina serían excelentes soldados, debido a su principal interés en el honor. Los soldados son los guardianes, cuya función es vigilar que los demás cumplan sus roles.
  • Racional: Reside en la cabeza y es el ámbito de la inteligencia y la razón. El alma racional es inmortal y está sujeta a la reencarnación. Las personas en las que está desarrollada el alma racional se interesan por el aprendizaje. Solo ellas están verdaderamente capacitadas para conocer la verdad mediante el estudio de la filosofía y se corresponden con los gobernantes, que son los sabios que deben gobernar la utopía.

Esta sociedad perfecta de la que habla Platón debe estar gobernada por un sabio. Él nos indica cómo debería ser la sociedad ideal, siendo su enfoque normativo, pues propone cómo organizar la convivencia para que esta sea satisfactoria.

Platón es antidemócrata, pues sostiene que no todos somos iguales en cuanto a sabiduría y considera la democracia como el peor sistema de gobierno.

Aristóteles: Realismo y Sociabilidad Natural

Su corriente filosófica es el Realismo, ya que elimina el mundo de las Ideas universales (de Platón). Para él, lo real es lo que percibimos con los sentidos y las sustancias individuales, compuestas de materia y forma. Aristóteles afirmaba que el movimiento existía (como el paso del ser en potencia al acto) y creía que el universo estaba formado por capas concéntricas. Todos los seres están compuestos de materia y forma.

En griego, reciben el nombre de hyle (materia) y morphé (forma). Esta teoría se llama Hilemorfismo y, para Aristóteles, materia y forma son inseparables. Para él, cada ser está determinado por su forma, la cual define lo que es.

Política Aristotélica: Enfoque Realista y Descriptivo

En cuanto a la política, su tendencia es realista. Para él, al contrario de Platón, una polis ideal no es una ideada, sino una que se debe estudiar y describir observando las ciudades existentes para comprobar cómo se distribuyen los bienes. Su perspectiva es descriptiva: observar y describir una sociedad que, si funciona correctamente, no necesita ser ideada de nuevo.

La Teoría Organicista y la Sociabilidad Natural

Aristóteles tiene una teoría organicista en la que sostiene que la sociedad, la polis, es autosuficiente. Compara la polis con un organismo vivo, en el que las partes individualmente no pueden sobrevivir por sí solas; solo sobrevive el conjunto, la polis. El individuo separado de la polis no es plenamente humano, no sobrevive.

También propone su teoría de la sociabilidad natural con su famosa frase: «El ser humano es un zoon politikon» (animal político). Explica que, para él, fuera de la polis no somos plenamente humanos, pues al ser sociales necesitamos vivir en comunidad. Fuera de la polis, uno es un animal o un dios. El ser humano no elige vivir en la polis de modo natural, sino que, por haber nacido en ella, tiende a vivir con los demás. Es en la polis donde se establecen las normas y donde el ser humano puede ser moral y alcanzar la felicidad.

Tipos de Sociedad y Formas de Gobierno

Aristóteles distingue varios tipos de sociedad:

  • La más elemental es la pareja, cuyo fin es la reproducción. Sin embargo, esto es insuficiente para Aristóteles.
  • Las familias, constituidas por las parejas.
  • Luego las aldeas, constituidas por las familias.
  • La polis-estado, constituida por las aldeas. Solo en ella el ser humano puede desarrollarse plenamente.

Para Aristóteles, todo tipo de gobierno puede ser bueno; sin embargo, solo son justas aquellas formas en las que se busca el bien común. Si se busca el bien particular, se trata de una forma de gobierno injusta.

Tipos de gobierno:

  • Monarquía: El gobierno de uno solo. Debe buscar el bien del pueblo, de lo contrario se convierte en tiranía.
  • Aristocracia (del griego aristos: los mejores, los que sobresalen): El gobierno de un grupo selecto de personas. Puede degenerar en oligarquía (el gobierno de los ricos).
  • Democracia: El poder reside en la mayoría del pueblo. Si no se respeta a las minorías y se corrompe, se vuelve una demagogia (gobierno donde se manipula y miente).

Tomás Moro: Utopía y Crítica Social

Tomás Moro es el autor del libro Utopía. Esta obra se presenta como la descripción de una isla imaginaria llamada Utopía, donde la sociedad está organizada de forma igualitaria para garantizar la felicidad de todos. En ella, nadie ambiciona apoderarse de los bienes ajenos y existe una convivencia pacífica entre personas con diferentes opiniones.

La descripción de esta forma ideal de convivencia contrasta con los graves defectos que caracterizan a las sociedades reales. Por ello, la obra de Moro puede interpretarse como una seria crítica a la política de su tiempo.

Una forma alternativa para denunciar los fallos de la sociedad es la distopía, que consiste en mostrar un escenario de pesadilla en el que podría convertirse nuestra convivencia si no se corrigen ciertos errores.

Las distopías describen con detalle una sociedad futura en la que el diseño político ha arrebatado la libertad y la dignidad de las personas. Nos invitan a reflexionar sobre las consecuencias que podrían tener ciertas prácticas sociales si se llevasen a su extremo.

Filósofos Contractualistas: El Origen de la Sociedad

Thomas Hobbes: El Leviatán y el Estado de Naturaleza

Thomas Hobbes es un filósofo cuya teoría del contrato social afirma que la sociedad no es natural, sino producto de un acuerdo. Para entender el origen de la organización social, hay que imaginarse cómo vivían los humanos en su estado de naturaleza, es decir, antes de la creación de la sociedad y de la existencia del poder legítimo.

Fue el primer contractualista, y sostenía que «El ser humano, en estado de naturaleza, es un lobo para el hombre». Es decir, en el estado de naturaleza, el ser humano era libre, egoísta, individualista, agresivo y violento. Con una visión pesimista de la sociedad, y ante ese estado de inseguridad, los individuos decidieron ponerse de acuerdo y hacer un pacto. Este pacto fue posible cuando todos los individuos renunciaron a la guerra de unos contra otros y aceptaron someterse a un único poder supremo capaz de poner fin a la continua inseguridad del estado de naturaleza. Este poder supremo es lo que caracteriza al soberano, quien crea las leyes y las hace cumplir. Para aclarar el significado de su teoría, Hobbes comparó el poder del Estado con el Leviatán, un monstruo terrible mencionado en la Biblia, pues aquel que gobernase debía ser temido por todos. Esto se corresponde con un poder totalitario.

John Locke: Derechos Naturales y Gobierno Limitado

John Locke es un filósofo cuya teoría del contrato social afirma que la sociedad no es natural, sino producto de un acuerdo. Para entender el origen de la organización social, hay que imaginarse cómo vivían los humanos en su estado de naturaleza, es decir, antes de la creación de la sociedad y de la existencia del poder legítimo.

Para Locke, la sociedad ha surgido por un pacto o contrato, y para fundamentar su punto de vista, se apoyó en la visión contractualista de la sociedad.

En su estado de naturaleza, los humanos viven aislados unos de otros de manera independiente. Eran libres, individualistas y con derecho a la vida y a la propiedad. Sin embargo, todo esto representaba desventajas, y se dieron cuenta de que viviendo juntos vivirían mejor, por lo que decidieron hacer un pacto o contrato. Este pacto social les permitió abandonar el estado de naturaleza y fundar la vida sociopolítica. Esta teoría contractualista no se trata de una situación real, sino de una hipótesis teórica para entender cómo funciona la sociedad.

El contrato social permitió crear una comunidad para proteger la libertad y la propiedad frente a la ambición y el egoísmo de unos pocos. Este contrato implica delegar el poder en unos representantes que deben ejercerlo al servicio del bien común. Si los gobernantes incumplen el pacto, los ciudadanos tienen derecho a destituir al gobierno.

Locke sostiene que el poder del gobernante no es absoluto, porque nadie, ni siquiera el rey, debe estar por encima de la ley. Esto corresponde a una monarquía parlamentaria.

Jean-Jacques Rousseau: La Voluntad General y el Buen Salvaje

Rousseau piensa que el ser humano en el estado de naturaleza vivía independientemente, era individualista, inmerso en la naturaleza, bueno y bondadoso. Sin embargo, en ese estado de naturaleza encontraron inconvenientes y decidieron hacer un pacto. En su obra El Contrato Social, explica estas ideas y cómo se constituye la política y la institución social.

En ese pacto, cada uno pierde parte de su libertad absoluta, cediéndola a un concepto llamado «voluntad general», que es la suma de todas las voluntades individuales en la que se cede parte de la libertad al colectivo.

Finalmente, para Rousseau, la vida en sociedad, tras la constitución voluntaria de la misma, transforma negativamente al ser humano, pervirtiendo su naturaleza benigna. Se le ha criticado por la idea del «buen salvaje»; sin embargo, esto no es un intento de volver al estado de naturaleza, sino una idealización.

El correlato político de Rousseau sería lo más parecido a una democracia.

Conceptos Clave en Estética y Filosofía del Arte

  • Estética: Rama de la filosofía que fundamenta lo que es bello y lo que no lo es.
  • Filosofía del arte/Estética: Su origen reside en nuestra capacidad de emocionarnos.
  • Obra de arte: Creación humana con la finalidad de generar belleza y emociones.

Perspectivas sobre la Belleza y el Arte

  • Subjetivismo: Posición que considera que las propiedades o cualidades de una obra de arte dependen de la subjetividad del espectador.
  • Formalistas: Consideran que el elemento más importante de una obra es su estructura y composición.
  • Expresionistas: La obra de arte es valiosa cuando es capaz de expresar emociones y sentimientos al espectador.
  • Simbolistas: Sostienen que el autor de una obra de arte tiene la capacidad de sugerir interpretaciones de la realidad a través de su fuerza expresiva.
  • Canon: Regla o modelo para realizar algo.
  • Mímesis: Imitación de la realidad o la verdad.
  • Catarsis: Liberación o purificación emocional.
  • Cacofónico: Sonido desagradable o disonante.
  • Aura: Aquello que nos emociona, algo atractivo, sobrecogedor y fascinante que nos parece irrepetible y nos conmueve, pues es único y forma parte de una obra original.
  • Voluntad (Schopenhauer): Fuerza cósmica, irracional, presente en toda forma de vida.
  • Juicio estético: Enunciados en los que expresamos nuestra valoración de una obra de arte, caracterizados por ser desinteresados y universales.
  • Sublime: Manifestación temible y sobrecogedora de las fuerzas naturales, ante las cuales nos sentimos empequeñecidos y aterrados.
  • Genio: Artista capaz de plasmar lo sublime en sus obras.
  • Kalon: Lo bello (en griego).
  • Espacio transicional: Ámbito intermedio, ni físico ni psicológico, donde el individuo, mediante objetos o fenómenos transicionales, logra la autonomía al sustituir la dependencia inicial.

La Estética en la Filosofía Antigua (Grecia)

Los antiguos griegos creían que en la naturaleza existían proporciones armónicas, por lo que un buen artista debía imitar esa armonía natural. El artista que mejor imitara esto realizaba una mímesis, y su obra era considerada la mejor. Además, para ellos, para ser perfecto, el cuerpo debía responder a una armonía precisa donde todas las partes se integraran en su justa proporción. A esto se le denominaba canon, que significa ‘regla’ o ‘modelo’.

En el arte, encontramos distintos puntos de vista. Los pitagóricos, presocráticos y formalistas, descubrieron sus teorías filosóficas (el formalismo) a través de la escucha de una melodía. Tras escucharla, se dieron cuenta de que, según la proporción numérica de las cuerdas, se producía orden (armonía) o caos (ruido). De ahí se origina el formalismo, a partir de la música.

Luego, Platón, como griego, desvalorizaba el arte. Para él, lo mejor era la sabiduría, por lo que el arte quedaba en un segundo plano. Sostenía que el arte era imitación y, dado que para él el mundo sensible ya era una imitación del Mundo de las Ideas, consideraba el arte como la ‘imitación de la imitación’, desvalorizándolo.

Por último, Aristóteles, cuya filosofía estética se expone en su libro La Poética, afirmaba que el artista debe seguir unas reglas, llamadas canon, para crear arte. También hablaba de la tragedia y la catarsis, y sostenía que la belleza de una obra artística se basa en la mímesis.

La Estética Medieval: Teocentrismo y Luz Divina

En la Edad Media, todo giraba en torno al teocentrismo. La belleza era considerada una manifestación de Dios, la luz divina. Toda la belleza del mundo provenía de Dios, y el arte trataba de representarla.

La Estética Moderna: Perspectiva y Gusto

A partir de esta etapa, se comenzó a dejar atrás el teocentrismo, lo que hizo que el espectador comenzara a ganar importancia. Los artistas buscaron una visión realista de la naturaleza mediante la representación desde el punto de vista del espectador (perspectiva).

Las personas cultas y ricas se interesaron por el arte, lo que impulsó su desarrollo a través de sus encargos, condicionando las tendencias estéticas. De esta manera, surge la categoría estética del gusto, que depende de los espectadores. Por ello, aparecen los primeros críticos de arte, que orientan el gusto del público, y también los primeros museos.

El Arte Romántico: Pasión y lo Sublime

Los artistas románticos pusieron en primer plano la pasión, el sentimiento y los elementos irracionales humanos, en contraste con la estética de la antigua Grecia. Se caracterizaban por una expresión exagerada y un profundo interés en el arte y la literatura, así como en la inmensidad del universo.

La exaltación de lo pasional condujo a los artistas románticos a valorar lo sublime como una nueva forma de belleza. Los románticos definían lo sublime como la manifestación terrible y sobrecogedora de las fuerzas naturales, ante las cuales el ser humano se siente aterrado.

Por ejemplo, un volcán en erupción o una tempestad marina pueden ser considerados sublimes, ya que no encajan en el modelo clásico de lo bello.

No se caracterizan por la armonía ni el equilibrio, sino por la confusión, el desorden, la fuerza incontrolada y amenazadora.

Ese carácter arrollador era el que atraía a los románticos, quienes consideraban genios a aquellos creadores excepcionales capaces de plasmar lo sublime en sus obras.

Estética Kantiana: Juicio Estético y lo Bello

Immanuel Kant fue un idealista trascendental y filósofo formalista que definía los trascendentales como formas de conocimiento puras y a priori que condicionan la realidad.

Según Kant, para que una obra artística tenga valor estético, este debe poder demostrarse con valores universales, puros y a priori. De esta manera, definió los juicios estéticos como aquellas proposiciones que expresan la valoración de una obra, siendo estos desinteresados (se basan en la belleza de la obra, no en su utilidad o eficacia) y universales (pues reconocen las propiedades de la belleza objetivamente). Diferenciaba esto del gusto, que para él era algo subjetivo que dependía de la persona y no podía distinguir lo bello de lo no bello, ya que esto se observa mediante el juicio estético.

También señala que el gusto y lo agradable son experiencias particulares que quedan excluidas a la hora de distinguir si una obra es bella o no:

  • Lo bello procede de la razón y es universal.
  • El gusto es cambiante y una opinión subjetiva.

En su Crítica del Juicio, Kant distingue el arte de la naturaleza y del arte mecánico: el verdadero arte es el arte bello, que surge de una facultad natural que permite crear algo original.

Estética de Arthur Schopenhauer: La Voluntad y el Arte

Arthur Schopenhauer es un filósofo del siglo XIX, influido por las filosofías orientales y con una línea irracionalista. Es considerado el maestro fundamental de Nietzsche, quien toma de él el concepto de Voluntad.

Su filosofía es de corte pesimista, pues sostiene que la estructura humana es el sufrimiento, un deseo insatisfecho, y que este sufrimiento solo puede ser paliado, ilusoriamente, por los artistas.

El papel del arte en la filosofía de Schopenhauer es crucial porque, según él, las creaciones artísticas no son más que manifestaciones concretas de esa Voluntad cósmica que rige el universo entero. Solo los artistas, en el momento de la creación de la obra, logran conectarse con el todo universal (un concepto de Voluntad irracional) y olvidarse del yo individual, lo que les permite, ilusoriamente, trascender el sufrimiento al involucrarse en la belleza.

La música es una forma de arte privilegiada, porque es la única capaz de acercarnos de forma directa a la esencia misma de la Voluntad cósmica.

En cuanto al concepto de Voluntad, para él, es una fuerza cósmica irracional que crea y destruye, y es lo real, la totalidad de lo existente. El poder de esta Voluntad explica por qué todas las cosas tienen una tendencia natural a continuar existiendo.

Por último, el yo individual, para él, forma la principium individuationis (principio de individuación), pues para el individuo, ser individuo es desconectar del todo. La principium individuationis es un proceso de sufrimiento.

Friedrich Nietzsche: Vitalismo y Estética Dionisíaca

Friedrich Nietzsche es un filósofo de la sospecha, asociado al nihilismo. Su corriente filosófica es el vitalismo, y su ética es de carácter formal. Para él, solo existe la vida individual. Como nihilista, negaba los valores morales tradicionales y cristiano-platónicos.

Los conceptos más importantes del vitalismo, su corriente, son la temporalidad, el individualismo, el cambio, la enfermedad, la muerte, lo finito y el intento radical de hacer de la vida lo absoluto.

Su teoría del Superhombre propone dos clases de personas: aquellos que siguen los valores morales tradicionales judeo-platónicos, a los que llama ‘hombres tradicionales’ o ‘inferiores’, y el Superhombre, quien ama la vida, acepta la biología y los impulsos irracionales que conlleva, posee voluntad de poder, y acepta tanto lo apolíneo como lo dionisiaco. Lo apolíneo, en lo que se ha basado toda la filosofía anterior, consiste en la forma, la individuación, el equilibrio y la medida; mientras que lo dionisíaco ha sido lo que los anteriores filósofos critican y esconden, y consiste en la deformidad, el dolor, la muerte, el caos, la noche y los instintos.

La Estética Nietzscheana: Apolíneo y Dionisíaco

La rama de la filosofía estética para Nietzsche está muy influenciada por los conceptos de lo Apolíneo y lo Dionisíaco. De esta manera, para Nietzsche el arte tiene dos partes: lo apolíneo, relacionado con la claridad, la luz, la racionalidad y el orden, que artísticamente se representa principalmente con esculturas; y lo dionisíaco, lo irracional, lo caótico, lo desenfrenado y lo oscuro.

Nietzsche estaba también muy influenciado por Schopenhauer, quien le daba una gran importancia al arte, especialmente a la música, en su filosofía. Nietzsche, además de filósofo, era pianista, y para él la forma de arte más dionisíaca era la música, porque evoca lo irreflexivo e instintivo, características propias de lo dionisíaco.

Al tener características dionisíacas, para Nietzsche la música representa la realidad y la pone por encima de la razón.

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