Relación Filosófica entre Aristóteles y Platón
Aristóteles nació en Estagira en el año 384 a. C. Era hijo del médico del rey de Macedonia. Muy pronto quedó huérfano y su tutor lo envió a estudiar a Atenas, a la Academia de Platón, en la que permaneció 20 años. No heredó de su maestro el interés por las matemáticas, pero sí la pasión por los problemas metafísicos y éticos. No obstante, conforme Aristóteles maduró su pensamiento, se fue distanciando de las tesis platónicas y llegó a ser muy crítico con ellas. Este es el primer punto en el que se relacionan: su vínculo como maestro y discípulo.
Metafísica: La Teoría de las Ideas
El primer aspecto fundamental en el que no coincidieron maestro y discípulo fue en la Teoría de las Ideas. Platón defendía esta teoría, que postula que lo material no es la auténtica realidad, sino que esta reside en los conceptos o Ideas universales e inmutables. Para apoyar esto, distinguía dos mundos:
- El Mundo Inteligible (o de las Ideas): el mundo real y perfecto.
- El Mundo Sensible: el mundo de los sentidos, aparente, cambiante y engañoso.
Sin embargo, Aristóteles, aunque no negaba la existencia de las formas o esencias (lo universal), rechazaba su existencia separada del mundo sensible. Para él, la forma es inmanente a la materia.
Epistemología: El Camino hacia el Conocimiento
Métodos de Conocimiento
Ambos filósofos también discrepaban sobre el método para alcanzar el conocimiento verdadero (la ciencia o episteme). Platón creía que solo se podía acceder al Mundo de las Ideas mediante la dialéctica y la sabiduría filosófica, desconfiando de los sentidos como fuente fiable.
En cambio, Aristóteles propuso la lógica como herramienta fundamental. Desarrolló el silogismo (un tipo de argumento deductivo compuesto por dos premisas y una conclusión) como método riguroso. Valoraba la inducción (partir de casos particulares observados por los sentidos para llegar a principios generales) como punto de partida necesario para el conocimiento, aunque reconocía sus limitaciones (inducción incompleta).
La Verdad
Mientras que para Platón la verdad alcanzada a través de la dialéctica aspiraba a ser absoluta y necesaria (propia del mundo inteligible), para Aristóteles, el conocimiento derivado de la experiencia y la lógica, aunque buscaba la verdad universal, a menudo se movía en el terreno de lo probable y lo contingente, especialmente en el estudio del mundo natural y los asuntos humanos.
Física y Naturaleza: El Valor de lo Sensible
El Papel de los Sentidos
En cuanto a la física y el valor de la experiencia sensible, Aristóteles consideraba que los sentidos son la fuente primaria del conocimiento, al contrario que Platón, quien desconfiaba de ellos por ser subjetivos y particulares, considerándolos una vía hacia la mera opinión (doxa) y no hacia la ciencia (episteme). Si bien Aristóteles reconocía, como Platón, que los sentidos pueden ser engañosos, no los descartaba. Consideraba que, mediante la inducción y el análisis racional, se podía extraer conocimiento fiable a partir de la experiencia sensible.
Estudio de la Naturaleza (Physis)
Otro punto de divergencia crucial es la valoración de la naturaleza (Physis). Para Platón, el mundo natural, cambiante y material, no podía ser objeto de ciencia estricta (episteme), que solo se ocupaba de las Ideas inmutables. En cambio, Aristóteles otorgó a la naturaleza un valor fundamental como objeto de estudio científico. Para él, la naturaleza está compuesta por seres individuales (sustancias) constituidos por materia y forma (hilemorfismo) y caracterizados por el movimiento y el cambio. La consideraba una fuente de conocimiento valiosa por sí misma.
Las Cuatro Causas
Además, Aristóteles desarrolló la Teoría de las Cuatro Causas para explicar el ser y el cambio en la naturaleza:
- Causa Material (¿De qué está hecho?)
- Causa Formal (¿Qué es?) – La esencia o forma.
- Causa Eficiente (¿Qué o quién lo ha producido?)
- Causa Final (¿Para qué existe?) – La finalidad o telos.
Sostenía que todo ser natural tiene estas causas y una finalidad intrínseca. Platón aceptaba la causalidad en el mundo sensible, pero la supeditaba al mundo de las Ideas. La discrepancia principal residía en la Causa Formal: para Aristóteles está en el objeto sensible, mientras que para Platón es una Idea trascendente.
Antropología: Alma y Cuerpo
En antropología, Platón era marcadamente dualista: consideraba el alma y el cuerpo como dos sustancias distintas e independientes, siendo el alma inmortal, preexistente y superior, atrapada temporalmente en el cuerpo. Defendía la transmigración de las almas (metempsícosis).
Aristóteles, en cambio, adoptó una postura hilemórfica: el alma es la forma del cuerpo (su principio vital, organizador y funcional), y ambos constituyen una única sustancia. Esta unión sustancial implica que, en general, el alma no puede sobrevivir separada del cuerpo (aunque Aristóteles deja abierta la posibilidad de inmortalidad para una parte del intelecto, el ‘entendimiento agente’), descartando así la transmigración platónica.
Ética: La Búsqueda de la Felicidad (Eudaimonia)
En ética, ambos buscan la felicidad (eudaimonia) como fin último de la vida humana. Para Platón, la felicidad se alcanza a través de la virtud, que reside fundamentalmente en el conocimiento del Bien y en la armonía del alma gobernada por la razón (intelectualismo moral).
Aristóteles, si bien valora el conocimiento, define la felicidad como una actividad del alma conforme a la virtud perfecta. La virtud ética (como la valentía o la templanza) es un término medio (mesotes) entre dos extremos viciosos (por ejemplo, la cobardía y la temeridad), determinado por la razón y la prudencia (phronesis). Alcanzar este término medio requiere autoconocimiento, deliberación y hábito.
Política: El Hombre y la Polis
Estructura Social
En política, ambos consideran al ser humano un ser social por naturaleza (zoon politikon para Aristóteles) y ven la ciudad-estado (polis) como el marco necesario para alcanzar la vida buena. Sin embargo, difieren en su estructura social ideal. Platón, en su República, propone una sociedad estrictamente jerarquizada en tres clases según la función del alma predominante:
- Productores (alma concupiscible)
- Guardianes (alma irascible)
- Gobernantes-filósofos (alma racional)
Aristóteles, más empírico, analiza las constituciones existentes y, aunque justifica la esclavitud natural, distingue entre esclavos, trabajadores libres (metecos, campesinos, artesanos) y ciudadanos (aquellos con plenos derechos políticos), basando la ciudadanía en la capacidad de participar activamente en el gobierno y la administración de justicia.
Formas de Gobierno
Platón analiza diversas formas de gobierno (aristocracia, timocracia, oligarquía, democracia, tiranía), considerando la monarquía o aristocracia filosófica (gobierno del sabio o los sabios) como la ideal, aunque reconoce su dificultad práctica.
Aristóteles clasifica las formas de gobierno según el número de gobernantes y si buscan el bien común (formas puras: monarquía, aristocracia, politeia) o el interés particular (formas impuras/degeneradas: tiranía, oligarquía, democracia radical). Considera la politeia (república o democracia moderada, una mezcla de oligarquía y democracia) como la forma más estable y practicable en la mayoría de las circunstancias, aunque teóricamente la monarquía o aristocracia serían superiores si los gobernantes fueran excepcionalmente virtuosos.
Justicia
Finalmente, en cuanto a la justicia, Platón la entiende primordialmente como la armonía resultante de que cada parte del alma y cada clase social cumpla su función propia dentro del todo. Es una virtud fundamental tanto individual como social.
Aristóteles distingue entre justicia universal (conformidad con la ley) y justicia particular, que a su vez se divide en:
- Justicia distributiva: reparto de honores, cargos y bienes según el mérito (proporcionalidad geométrica).
- Justicia correctiva o conmutativa: busca restaurar la igualdad en las transacciones voluntarias (contratos) e involuntarias (delitos), aplicando una proporcionalidad aritmética.
Mientras Platón enfatiza la justicia como un orden armónico ideal, Aristóteles se centra en su aplicación práctica en la distribución equitativa y las relaciones sociales justas.
Visión sobre la Mujer
Un aspecto importante de divergencia es la visión sobre la mujer. Platón, especialmente en La República, argumenta que las mujeres con las aptitudes adecuadas pueden recibir la misma educación y desempeñar las mismas funciones que los hombres, incluidas las de guardianas y gobernantes, basándose en que las diferencias biológicas no son necesariamente relevantes para la capacidad racional y el desempeño de roles sociales.
Aristóteles, en cambio, mantenía una visión más tradicional y jerárquica, considerando a la mujer como biológica y socialmente inferior al hombre, un ‘macho incompleto’. Sostenía que su capacidad deliberativa era ‘sin autoridad’ (akuron), relegándola principalmente al ámbito doméstico y subordinada al varón. Esta diferencia marca un contraste significativo entre un pensamiento potencialmente más igualitario (dentro de su marco jerárquico) en Platón y una visión claramente patriarcal en Aristóteles.