Fundamentos de la Filosofía Antigua: Metafísica Aristotélica y Ética Helenística

I. La Filosofía de Aristóteles: El Ser y el Cambio

La Ciencia Primera y la Ontología

  1. Aristóteles distingue las ciencias particulares (como las matemáticas y la física), que tienen como objeto de conocimiento una parcela concreta de la realidad, de la *Filosofía Primera*. Esta es «una ciencia que estudia lo que es, en tanto que algo que es y los atributos que, por sí mismo, le pertenecen», es decir, «posee el objeto de estudio más extenso y menos comprensible que pueda existir: el **ser**».

  2. La *Filosofía Primera* se ocupa del **ser en cuanto ser**. Es la investigación acerca del principio de todo lo existente desde una perspectiva universal, de aquellos principios universales que todo lo existente comparte, y no, como se ha dicho antes, de lo particular.

  3. Aristóteles la identificaba con la **sabiduría** (*Sofía*). Posteriormente, esta se llamaría **Metafísica** u **Ontología**. Los principios de esta ciencia primera serán los principios de todo, de toda la realidad.

  4. Uno de los factores de éxito de la ciencia moderna será abandonar esta pretensión de un conocimiento que englobe la totalidad de la realidad y establecer diferentes ciencias a las que les corresponde una parcela de la realidad marcada con gran claridad. Estas ciencias particulares evolucionan en diferentes ramas, provocando una mayor especialización del conocimiento; a mayor especialización, menor visión global y totalizadora.

Aristóteles frente a Platón: La Ubicación de lo Universal

  1. Al igual que su maestro Platón, la filosofía de Aristóteles apunta a lo **universal**. La gran diferencia es que la ontología de Aristóteles sitúa lo universal en los particulares, en las cosas en el mundo, mientras que para Platón lo universal es una forma que existe separada, a la que imitan las cosas reales. Lo esencial, lo verdadero, lo universal, reside en las cosas concretas y particulares, no en un mundo previo y metafísico. Para Aristóteles, Platón «separó la sustancia de aquello que es su sustancia», transformando de ese modo lo general (el concepto) en una entidad llamada idea, duplicando las realidades innecesariamente. La salud como idea o como atributo solo puede darse y entenderse en relación con un cuerpo sano.

La Teoría del Cambio: Potencia y Acto

  1. La **Naturaleza** es entendida por Aristóteles como **principio interno de movimiento**, un movimiento que se produce a través de varias capacidades de actuación, generación, crecimiento y desarrollo. Estas capacidades pueden realizarse o actualizarse, o no, como una semilla que puede llegar a ser árbol o no, es decir, llegar a su cumplimiento o no. La naturaleza de cada ser tiende a actualizarse; todos los seres naturales tienden a alcanzar la perfección que les es propia. Aristóteles entiende el cambio y el movimiento como «la **actualización de lo que está en potencia**»; el cambio es el **paso de la potencia al acto**.

  2. Un problema básico para entender la incansable búsqueda del sentido de la realidad es el **problema del cambio**. El mundo en el que vivimos cambia, pero si todo cambia resulta casi imposible establecer un sentido perdurable en el tiempo. El verbo *SER* apunta a una realidad inmóvil y permanente, que es contraria a la percepción cotidiana de la naturaleza y de la realidad.

El Contexto Histórico del Problema del Cambio

  • **Parménides de Elea** argumentó que el cambio es imposible, pues el cambio es el paso del ser al no ser o a la inversa; nada puede surgir de la nada.

  • Por otro lado, **Heráclito** defendió el cambio constante de todas las cosas.

  • **Platón** propuso una especie de síntesis, de unión de estas dos posturas con su **dualismo ontológico**: un mundo sensible donde todo cambia y un mundo abstracto y perfecto de las Ideas, caracterizado por la eternidad, la incorruptibilidad y la imposibilidad de su cambio.

Aristóteles pretende resolver la antinomia, es decir, esta contradicción entre los dos argumentos racionales (entre lo permanente y lo mutable) asumiendo un **pluralismo ontológico**, y lo explica relacionando diferentes pares de conceptos que aclaran qué es la realidad, qué es todo lo existente. Estos pares son:

  • **Materia y forma** (*hilemorfismo*).
  • **Potencia y acto** (*teoría teleológica*).
  • El dualismo **sustancia – accidentes**.

La Ética Aristotélica: La Teleología y la Felicidad

  1. Como gran observador y estudioso en el campo de la biología y botánica, Aristóteles entiende que en todos los procesos biológicos parece haber un plan, una finalidad interna que orienta y dirige. *Telos* significa finalidad, por eso llama a su teoría **teleológica**. Aristóteles sitúa el bien, la perfección, el sentido de cada cosa dentro de la misma, por lo que se trata de una **teleología inmanente**; ese sentido, ese bien es interno, y es el que dirige la propia perfección. Cada ser tiende a desarrollar sus potencias y esto significa alcanzar la perfección que le es propia.

  1. A partir de su teoría teleológica, Aristóteles dice que el **fin último del ser humano** es la **felicidad**.

«Consideramos perfecto lo que se elige siempre por sí mismo y nunca por otra cosa. Tal parece ser, más que nada, la felicidad, pues la elegimos siempre por ella misma y nunca por otra cosa». Así, establece una distinción entre fin en sí mismo y medio, una distinción básica en las teorías éticas.

Para encontrar una respuesta a la pregunta qué es la felicidad, Aristóteles examina la naturaleza humana desde una concepción teleológica de la naturaleza y del ser. Así, la felicidad consiste en el ejercicio de la actividad propia de cada ser, es decir, la actualización de las potencias de cada ser, esa satisfacción de las tendencias. La actividad más propia y natural al ser humano es la **actividad intelectual**; por tanto, la forma más perfecta de felicidad será la **vida contemplativa**, la vida dedicada al conocimiento y el desarrollo de la razón y el entendimiento. Esta felicidad no es plenamente realizable, ya que el ser humano está sujeto a otras necesidades corporales, sensibles, etc., o sea, de la vida cotidiana. La vida contemplativa solo es realizable por algunos seres humanos durante periodos de tiempo concretos; por tanto, el ser humano solo puede aspirar a una felicidad limitada.

II. La Filosofía Helenística: La Búsqueda de la Tranquilidad

Contexto Histórico y Giro Filosófico

  1. Esta última etapa de la filosofía antigua abarca el periodo entre la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C. hasta el año 148 a.C., en el que se produce la invasión romana de Macedonia. Con esta invasión, el mundo griego deja de ser independiente. El proceso imperialista que empieza con la instauración del imperio de Macedonia y que hace perder poder y autonomía al sistema de *polis* griego queda finalizado con la llegada al mundo griego del Imperio Romano. Durante este tiempo, ocurren muchos sucesos importantes como la Guerra del Peloponeso o el asesinato de Filipo.

    Como repercusión en la filosofía, esta misma da un giro y su preocupación será el **ser humano individual** y su **mundo interior**.

  2. Estas filosofías tienen un **carácter práctico** en sus enseñanzas; son enseñanzas enfocadas al hombre individual y concreto. No podemos establecer ninguna fecha de fin, porque no la tienen. Están enfocadas a la vida, a la práctica de la vida, como aquello más puramente humano.

    Estas filosofías no solo son para la vida, sino que dan vida. Sus mismos representantes entienden que el estudio y el cuidado de la filosofía es para el alma lo que la medicina es al cuerpo: una **cura**.

    Otro punto muy común de estas filosofías es que se mantienen alejadas de la opinión falsa de la multitud, no se preocupan por la reputación que puedan tener ante el vulgo, siendo conscientes de lo que de verdad son, no de lo que se piensa de ellos.

Las Principales Escuelas Helenísticas

  1. Las principales escuelas helenísticas son el **estoicismo**, el **epicureísmo**, el **cinismo**, el **escepticismo** y la escuela **cirenaica**.

Conceptos Clave: Ataraxia y Hedonismo

  • Los estoicos y los epicúreos se preocupan por mantener el ánimo tranquilo y mantenerse alejados de lo que pueda perturbar el alma, lo que se conoce como **ataraxia**. Para llegar a este estado, estas dos escuelas proponen caminos distintos: los estoicos mediante la **razón y la virtud**, y los epicúreos mediante la **tranquilidad y el placer moderado**. Es por eso que se produce una reflexión filosófica importante acerca del placer.

  • Los epicúreos y los cirenaicos defienden el **hedonismo**, es decir, entienden el placer como el inicio y fin de una vida feliz y que debe ser el motor que nos guíe. La escuela cirenaica se centraba en la búsqueda del placer como la máxima felicidad y el bien supremo.

  • Para los cirenaicos, la vida debía ser disfrutada en el presente y no se debía preocupar por el futuro ni por las consecuencias de las acciones. En este sentido, los epicúreos dan más importancia a los placeres del alma.

  • Por otro lado, los **escépticos** desconfiaban de la razón para descubrir la verdad, ya que las sensaciones por las que percibimos la realidad solo nos muestran la apariencia. Sostenían que el conocimiento era incierto y que debíamos suspender nuestro juicio (**epojé**) y ser mentalmente imperturbables (**ataraxia**) para todo lo que fuese reconocido como verdad.

  • Según los **cínicos**, la verdad solo se puede lograr a través de la **virtud** y para ellos la felicidad y la virtud estaban fundamentadas en la mayor **independencia posible con respecto a todo lo material**. Esta filosofía busca el regreso del humano a la naturaleza, pero sin necesidad de poseer tantos bienes materiales, ya que para ellos satisfacer las necesidades básicas sin perder la libertad y la autonomía es lo más importante.

El Epicureísmo: El Placer como Bien Supremo

  1. El **hedonismo** es la doctrina moral que considera que el placer es el máximo bien y, por tanto, las acciones placenteras son aquellas acciones que pueden ser consideradas como buenas. *Hêdoné* en griego significaba precisamente placer. El máximo referente del hedonismo es **Epicuro**. Su motor de vida era aumentar el placer y disminuir el dolor, y esto lo lograba a través de la búsqueda de la **ataraxia**.

    Una cosa a tener en cuenta es que Epicuro consideraba que el máximo placer era tener una vida simple y moderada. De este modo, Epicuro consideraba que no todos los placeres eran iguales y aprender a distinguir entre ellos era la clave para alcanzar el máximo placer y, por tanto, la felicidad. También hay algunos placeres innecesarios que al satisfacerse traen más dolor, y dolores que, tras padecerse, traen grandes placeres.

    Los epicúreos y los cirenaicos eran las escuelas que defendían el placer como principio de acción, pero proponían caminos distintos para llegar a él.

La Ética Epicúrea y la Prudencia

  1. En cuestiones de ética, Epicuro resalta la importancia del cuerpo como fundamento de la existencia y afirma que la felicidad del hombre consiste en el placer. Este placer se basa en la evitación del dolor mediante la **automoderación de los deseos**. La felicidad se consigue mediante la elección de los **placeres naturales y necesarios** y se manifiesta en la **ataraxia o serenidad del alma**. Para alcanzar este estado de serenidad, Epicuro recomienda el apartamiento de la política, el cultivo de la amistad y la indiferencia ante los dioses.

  2. La ética es la culminación del sistema filosófico de Epicuro: la filosofía como el modo de lograr la felicidad, basada en la autonomía o *autarkeia* y la tranquilidad del ánimo o *ataraxia*. En la medida en la que la felicidad es el objetivo de todo ser humano, la filosofía es una actividad que cualquier persona, independientemente de sus características (edad, condición social, etc.), puede y debe realizar.

    En la ética de Epicuro hay un elemento que juega un papel muy importante: la **prudencia** (*phrónesis*). Esta virtud es la encargada del cálculo adecuado a la hora de elegir los placeres, pues existen placeres que al satisfacerse pueden traer más dolor y dolores que, tras sufrirlos, traen placeres mayores. Por tanto, según Epicuro, no debemos lanzarnos a satisfacer el placer más intenso y que podamos satisfacer en el presente (cirenaicos), sino que debemos reflexionar sobre ellos, haciendo un balance apropiado.

El Tetrafármaco: La Medicina contra los Miedos

  1. La ética de Epicuro podemos dividirla en dos grandes bloques. Por un lado, todo aquello que su filosofía pretende evitar, que es, en definitiva, el miedo en sus diversos modos y maneras, y por otro lado, aquello que se persigue por considerarse bueno y valioso.

    La lucha contra los diversos miedos que atenazan y paralizan al ser humano es parte fundamental de la filosofía de Epicuro; no en vano, esta ha sido designada como el «**tetrafármaco**» o medicina contra los cuatro miedos más generales y significativos:

    • El **miedo a los dioses** es absurdo, nos dice Epicuro, pues estos en nada intervienen en los asuntos humanos. Por el contrario, los dioses deberían ser un modelo de virtud y de excelencia a imitar, pues viven en armonía mutua.

    • El **miedo a la muerte** es igualmente absurdo e irracional. Es un temor que se produce por dos motivos: o bien la imaginación nos lleva a pensar que existen cosas terribles tras la muerte, o bien es fruto de la consideración de que yo, como individuo, voy a dejar de existir para siempre. Ambas pensamientos, sin embargo, son infundados.

    • El **miedo al dolor**. Se trata de un miedo infundado, ya que todo dolor es en realidad fácilmente soportable.

    • El **miedo al fracaso** en la búsqueda del bien y de la felicidad en la vida está relacionado con el ideal de autonomía del sabio epicúreo.

    Finalmente, con respecto a lo que la filosofía de Epicuro resalta como bueno y valioso, tenemos el **placer y la amistad**. Él exalta la amistad entre los seres humanos como una de las mayores virtudes y uno de los mejores placeres de los que se puede gozar. La amistad proporciona un apoyo en un mundo hostil y extraño y, de hecho, le llevó a Epicuro a fundar su propia escuela entendida como un lugar de disfrute.

El Estoicismo: Razón, Virtud y Destino

  1. La preocupación principal de los estoicos es ética: cómo conseguir la felicidad o *eudaimonia*, que se basa en vivir en armonía con el mundo, adaptando las necesidades individuales a las de la naturaleza a través del vínculo universal que constituye el **logos**, principio racional del que participan todos los seres. Ser feliz es ser virtuoso, mediante la adaptación a las circunstancias que proporciona la **autarquía** (*auto*, uno mismo y *arkein*, bastarse) o **autosuficiencia**.

    Los estoicos, al preguntarse cuál es el impulso básico del hombre, no consideran que el placer sea la respuesta; por tanto, vivir utilizando el placer como principio para guiar nuestras decisiones no es propio de nuestra naturaleza.

    Esta corriente de la filosofía apuesta por la «**vida digna de ser vivida**» como base de la vida feliz, algo que incluye, además de la imperturbabilidad del espíritu, una cierta independencia del mundo exterior.

    La **apatía** va a permitir el equilibrio emocional necesario para ser felices. Esto consiste en disminuir la intensidad de los deseos y pasiones humanas y en fortalecer el alma.

    La filosofía estoica asocia la felicidad con vivir conforme a la Naturaleza, lo cual supone aceptar el propio destino.

  2. El estoicismo entiende que el impulso primario del hombre no puede ser el mismo que el de los animales, porque entre nosotros existe una diferencia fundamental: el hombre posee **razón**. Por tanto, el criterio sobre el que debemos basar nuestra conducta no es la consecución del placer, sino nuestra capacidad para obrar racionalmente, evitando movimientos pasionales y dejando al margen los impulsos afectivos, ya que solo traen dolor y ponen en peligro la tranquilidad de nuestro ánimo.

    Zenón define las pasiones como «**movimientos irracionales del alma**», de los que hay que apartarse, y Séneca definía como algo «ajeno» todo lo que nos viene del deseo. A esto se refieren los estoicos cuando dicen que el sabio debe actuar de acuerdo con su naturaleza, a que su conducta no debe ser gobernada por la pasión, sino por su razón.

    La razón debe dirigir la acción; debemos evitar los movimientos pasionales y los impulsos afectivos, ya que estos pueden producir dolor e intranquilidad.

Características de la Ética Estoica

  • **Vivir conforme a la naturaleza**: Esta filosofía asocia la felicidad con vivir conforme a la Naturaleza, lo cual supone soportar todo aquello que no depende de uno mismo. Solo lo que depende de uno mismo es susceptible de definirse como bueno o malo; solo la intención depende del ser humano (esto es la moral), y lo contrario será totalmente indiferente.

  • **Indiferencia ante las circunstancias adversas**: La vida y la muerte, la salud y la enfermedad, el placer y el sufrimiento, han de ser totalmente indiferentes al ser humano, dado que no dependen del mismo.

  • **Responsabilidad de la propia vida**: Todos los seres humanos son responsables de su propia vida. Hasta este punto es importante la intención moral, aquello que podemos controlar, que se convierte en el fundamento de la ética estoica.

  • **Fortalecimiento individual**: La moral estoica se dirige al fortalecimiento del cuerpo y el alma, educarlo para que pueda soportar el dolor, el hambre, la privación de libertad, en definitiva, del propio destino.

  • **Aceptación del propio destino**: Para el estoico, es necesario tomar conciencia de la situación del ser humano, trágica, principalmente, porque su vida no depende de él, sino de las circunstancias. Es decir, está condicionado por su propio destino.

  • Nada en la vida depende de su voluntad, salvo la intención; por ello, ha de mostrarse indiferente ante las adversidades.

  • **Vivir el momento presente**, porque el pasado ya no está, ya se fue, y el futuro es incierto; es, por tanto, absurdo preocuparse. No tiene sentido, por tanto, preocuparse por la muerte, ya que esta es inevitable.

Apatía, Ataraxia y Escepticismo

  1. Estos conceptos tienen raíces filosóficas en diferentes filosofías antiguas. La **Apatía** se relaciona con el **estoicismo**, y apuesta por la eliminación de las pasiones y deseos para una vida feliz. La **Ataraxia** está relacionada con el **epicureísmo**, que promueve la fortaleza espiritual frente al dolor corporal y las circunstancias adversas. Por último, la libertad está relacionada con el liberalismo, que sostiene que cada persona tiene derechos y libertades fundamentales que deben ser protegidos.

    Esto no significa que los conceptos no se puedan relacionar, ya que la apatía, como la ataraxia, llevan a la libertad, entendida esta como la ausencia de las pasiones, afectos y apetitos.

    La apatía implica un control total de todo lo que puede perturbar la vida y supone prescindir de los bienes materiales a fin de alcanzar la vida plena y feliz.

    Para acabar de definir, podríamos decir que la ataraxia tiene varios sinónimos de significados; podemos decir que es la **serenidad del alma**, la **tranquilidad del ánimo** o la **tranquilidad del espíritu**.

  2. La corriente escéptica fue iniciada por **Pirrón de Elis** (360-270 a. C.) y **Timón de Fliunte** (320-230 a. C.). Los escépticos desconfiaban de la capacidad de la razón para descubrir la verdad, pues las sensaciones por las que percibimos la realidad solo nos muestran la apariencia de las cosas. El objetivo de los escépticos es la *ataraxia* (ser mentalmente imperturbable), que se logra mediante **epojé** (es decir, **suspensión del juicio**) sobre asuntos no evidentes (es decir, asuntos de creencia).

    Lo único que interesa en la vida es conseguir la tranquilidad de espíritu o *ataraxia*, una tranquilidad interior, ya que todo lo exterior a nosotros es indiferente.

    Dado que hemos de vivir en un mundo de apariencias, y vivir es actuar y tomar decisiones, a veces tendremos que inclinarnos por lo más probable.

La Escuela Cínica

Esta escuela filosófica griega fue fundada por **Antístenes** en Atenas alrededor del siglo IV a.C.

Características de la Escuela Cínica:

  • Busca el regreso del ser humano a la naturaleza, pero sin necesidad de poseer tantos bienes materiales.
  • Según esta doctrina, la felicidad solo se puede hallar a través de la **virtud**.
  • La desconfianza y desprecio hacia las convicciones impuestas en la sociedad, como: la fama, la riqueza, la superficialidad y el poder.
  • La igualdad entre hombres y mujeres. Todos los seres humanos son iguales independientemente de su sexo.
  • Desarrollo de la virtud como medio para alcanzar la felicidad personal, la cual solo se puede encontrar en el interior de uno mismo.
  • Desconfianza hacia la inocencia, la bondad y la sinceridad humana.
  • La vida se debe basar en dos principios: la **autosuficiencia** (*autarkeia*) y la **apatía** (*aptheia*).
  • Se sustituyen los valores de la civilización por los de la naturaleza; el hombre es un animal y no necesita nada más que la naturaleza.
  • Su estilo de vida se caracterizaba por la renuncia de los bienes materiales, llevar una vida errante, cercana a la naturaleza y en la que cubrían únicamente las necesidades básicas.
  • Crítica al modelo político y a las instituciones que regían las ciudades griegas. No creían en la idea de ciudad-estado y defendían un sistema cercano al anarquismo.
  • Rechazo al modelo doméstico impuesto (*oíkos*) y defensa del *eros* cínico y la *Kynogamia*, en donde la división público-privado desaparece.
  • Crítica al ideal de crianza y educación griega (*paideia*). Para cínicos como Diógenes, la educación se debía focalizar en el desarrollo de las virtudes morales para obtener una sociedad con mejores individuos.
  • Todo lo material es superficial y un impedimento para que el ser humano desarrolle su libertad. De hecho, para los cínicos, es más feliz la persona que menos necesita y el que tiene menos riqueza, la cual solo conduce al sufrimiento.
  • Tenían una actitud irreverente, imprudente, descarada, no eran moderados a la hora de expresarse y buscaban impactar. Todo ello como reflejo de su desprecio hacia la civilización.
  • Rechazaban la teoría de las ideas de Platón, es decir, para los cínicos solo existe lo que puede ser percibido por los sentidos, situándose así en un marcado **empirismo epistemológico**.

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