La Filosofía de Kant: Un Puente entre Racionalismo y Empirismo
Immanuel Kant fue un influyente intelectual y profesor universitario, cuya obra marcó un antes y un después en la historia de la filosofía. Uno de sus principales antecedentes filosóficos fue el intenso debate entre el **racionalismo** y el **empirismo**, corrientes que ofrecían visiones contrapuestas sobre el origen y la naturaleza del conocimiento.
El Debate Filosófico Pre-Kantiano
La **primera postura**, el racionalismo, defendía la razón como el medio fundamental para conocer la realidad, prescindiendo de los sentidos, a los que consideraba engañosos. Por otro lado, el **empirismo** sostenía lo contrario: los sentidos eran la base del conocimiento, rechazando la primacía de la razón.
La Propuesta Unificadora de Kant
Inicialmente, al leer las tesis de Christian Wolff, Kant adoptó una postura racionalista. Sin embargo, la lectura de David Hume le hizo comprender que ambas posturas se necesitan mutuamente para poder alcanzar un conocimiento válido. El racionalismo, al basarse exclusivamente en dogmas incuestionables, tendía a caer en el **dogmatismo** y el **solipsismo**. El empirismo, por su parte, presentaba un problema claro: no podía fundamentar la universalidad y necesidad de la ciencia.
Por lo tanto, Kant propuso una solución unificadora, valorando ambas perspectivas en el proceso del conocimiento. Sostuvo que el conocimiento científico se basa en dos componentes principales:
- La existencia del mundo exterior y los acontecimientos que en él ocurren (el **soporte experimental**).
- El ser humano, que, con su racionalidad, intenta explicarlos.
Es por ello que Kant no podía descartar ninguna de las dos posturas, lo que se refleja en su célebre frase: «Todo conocimiento parte de la experiencia, pero no todo procede de ella.»
El Conocimiento Científico según Kant
Componentes del Conocimiento Científico
Para Kant, la ciencia debe ser **universal**, **necesaria** y **progresiva**. Es necesaria porque, una vez enunciadas las condiciones de este conocimiento, siempre se dan de la misma manera. Se aplica universalmente en todos los lugares y momentos de la misma forma, y es progresiva porque continuamente nos proporciona nueva información.
Los Juicios Sintéticos a Priori: Clave de la Ciencia
Estudiando la ciencia, Kant se dio cuenta de que esta se construye mediante **juicios**. Sin embargo, no cualquier juicio es científico; solo lo son aquellos que son **sintéticos** y **a priori**.
- Los **juicios sintéticos** son aquellos en los que el predicado no se encuentra contenido en el sujeto y, por lo tanto, nos proporcionan nueva información. No obstante, no garantizan que la información recibida sea universal, necesaria y progresiva.
- Para ello, necesitamos que los juicios sean también **a priori**, es decir, aquellos que sabemos que son verdaderos sin necesidad de recurrir a la experiencia.
Con la combinación de estos juicios, podemos alcanzar un conocimiento que no solo nos proporcione nueva información, sino que esta sea universal, necesaria y progresiva. La ciencia, por tanto, debe enunciarse mediante **juicios sintéticos a priori** para establecer, a través de leyes universales, necesarias y progresivas, una descripción verdadera sobre un área determinada de la realidad, basándose en la experiencia y en los hechos.
El Giro Copernicano en la Epistemología Kantiana
Pero, ¿cómo conoce el ser humano? Explicar esto era fundamental para Kant, sobre todo porque, si lograba comprender el funcionamiento del conocimiento científico, podría averiguar si la metafísica podía ser considerada una ciencia, lo cual era el segundo objetivo fundamental de su teoría.
En épocas anteriores, se había pensado que el ser humano se adaptaba al objeto de estudio para conocerlo. Con el **giro copernicano** de Kant, esta perspectiva cambia radicalmente. Para Kant, es necesario que el objeto se adapte al sujeto, porque si no fuera así, todo lo que conociéramos sería meramente a posteriori, lo contrario de lo que se busca en la ciencia.
La Razón y sus Facultades: Sensibilidad y Entendimiento
La razón se compone de dos facultades principales: la **sensibilidad** y el **entendimiento**. La sensibilidad es la facultad de la razón que nos permite captar sensiblemente la información, mientras que el entendimiento es quien toma esa información, la compara y contrasta, realizando así una tarea crucial en este proceso.
Tanto la sensibilidad como el entendimiento tienen sus límites en el proceso de conocimiento.
La Sensibilidad: Espacio y Tiempo
Respecto a la **sensibilidad**, no podremos percibir sensiblemente los objetos que no se engloban en el **espacio** y el **tiempo**. Estas son las **intuiciones puras** para Kant, condiciones que la naturaleza humana impone de forma innata a la hora de percibir la información que existe en el entorno. Esta facultad se relaciona con las matemáticas, ya que el espacio es estudiado por la geometría y el tiempo por la aritmética.
El Entendimiento: Las Categorías Puras
En cuanto al **entendimiento**, no se pueden procesar los objetos percibidos cuando estos no se adaptan a la organización racional del ser humano, es decir, a nuestras **categorías** (conceptos puros para Kant). Estas categorías se relacionan con la física.
La Posibilidad de la Ciencia
Kant concluye su primera pregunta de la siguiente manera: sí, la ciencia es posible. Tanto las matemáticas como la física, que son ciencias, se ajustan a este funcionamiento. Utilizan la parte sintética, que viene dada por la materia y su parte puramente experimental, lo que facilita el inicio del proceso cognitivo. Y por la parte a priori, que es garantizada por la razón con sus dos facultades (sensibilidad y entendimiento), las cuales aportan la forma donde se percibe la materia existente, englobada en un espacio y un tiempo común al sujeto, y se categoriza en el entendimiento de dicho sujeto.
La Metafísica en la Obra de Kant: ¿Es una Ciencia?
Una vez definida la ciencia, Kant se propone estudiar si la metafísica puede convertirse en una ciencia. Determinará que no, puesto que esta estudia conceptos que carecen de materia que sensibilizar y categorizar.
La Metafísica Tradicional y la Crítica Kantiana
La metafísica siempre fue una de las grandes disciplinas abordadas por Kant. En su obra cumbre, la Crítica de la Razón Pura, la metafísica es descrita como «antaño la reina de todas las ciencias», siendo objeto de disputa entre racionalistas (con su metafísica dogmática) y empiristas (con su escepticismo).
A pesar de ser crítico con la metafísica dogmática de los racionalistas, Kant no desprestigiaba este concepto, sino que lo veía incluso como una inclinación natural de todo ser humano, una disposición inevitable: siempre ha habido metafísica y siempre la habrá.
Ahora bien, ¿qué otros aspectos de la metafísica podemos conocer según Kant? Si queremos profundizar en sus pensamientos y reflexiones sobre la metafísica, nos apoyamos en su obra Crítica de la Razón Pura, la cual se centrará en la siguiente cuestión: ¿Qué podemos conocer? Esta pregunta deriva directamente en: ¿Es posible la metafísica como ciencia?
Kant siempre sostuvo que todos somos metafísicos y que la metafísica tradicional consta de tres temas fundamentales: **Dios**, el **Alma** y el **Mundo**.
Esta obra de Kant se divide en tres partes principales:
- La Estética Trascendental (estudio de la sensibilidad).
- La Analítica Trascendental (estudio del entendimiento).
- La Dialéctica Trascendental (estudio de la razón).
Es en la **Dialéctica Trascendental**, donde la razón actúa como facultad, que las cuestiones giran en torno al tema que nos concierne: la metafísica.
Las Ideas de la Razón: Alma, Mundo y Dios
Es importante explicar que, para Kant, la razón es algo que elabora principios y que se pregunta el porqué de las cosas. Cuando en este proceso de síntesis e investigación se repite el mismo interrogante muchas veces, desemboca en tres **ideas de la razón** que representan lo incondicionado, coincidiendo con los tres ámbitos en los que se dividía la metafísica tradicional: el **Alma**, el **Mundo** y **Dios**.
Estas tres ramas de la metafísica son objeto de estudio de diferentes «ciencias» o disciplinas:
- El **Alma** es estudiada por la psicología racional.
- El **Mundo** es estudiado por la cosmología racional.
- **Dios** es estudiado por la teología racional.
Paralogismos, Antinomias y la Crítica al Argumento Ontológico
El estudio de estas diferentes ramas nos lleva a diversas situaciones problemáticas:
- La psicología racional nos lleva a los **paralogismos**, es decir, ilusiones sobre el alma.
- En la cosmología racional, la razón produce razonamientos falsos llamados **antinomias**, donde la razón puede argumentar una cosa y la contraria sin que se pueda conocer cuál es la verdadera.
- El estudio de la teología racional nos lleva a la crítica del **argumento ontológico**. Kant critica el argumento ontológico porque considera que no se puede deducir la existencia de Dios a partir de la idea del mismo como el ser que posee todas las perfecciones, ya que la existencia no es un predicado o perfección más, como sí lo serían la bondad o la sabiduría.
Debemos destacar la insistencia de Kant en el carácter **trascendente** de las ideas de la razón, ya que superan los límites de toda experiencia posible. Por lo tanto, si intentamos conocer algunos de estos aspectos de la metafísica, caemos en lo que Kant bautizó como **ilusión trascendental**. Descartes, por ejemplo, cayó en esto con la existencia de Dios.
Conocer vs. Pensar: Los Límites de la Razón Pura
El Uso Regulativo de las Ideas Trascendentales
¿Cuáles son las características de estos tres elementos? Tanto el **Alma**, el **Mundo** como **Dios** no tienen un **uso constitutivo** para la razón teórica y, por lo tanto, no se pueden conocer. Sin embargo, sí tienen un **uso regulativo**, ya que, aunque no los podamos conocer, cumplen una función para el conocimiento.
Cuando Kant se refiere al uso regulativo, dichas ideas funcionan orientando la investigación científica, aunque el científico debe saber que no es posible su conocimiento directo.
Los Postulados de la Razón Práctica
No podemos conocer estos elementos, pero sí podemos pensar acerca de ellos. Kant establece una diferencia decisiva para la justa comprensión de su pensamiento: la diferencia entre **conocer** y **pensar**. Para Kant, no todo lo pensable es susceptible de ser conocido científicamente. No por ello el pensar carece de sentido; todo lo contrario, abre otras vías de comprensión de la compleja realidad, pudiendo resumirse en lo siguiente: «Lo que no se puede conocer, se puede pensar.»
Kant nos presenta sus ideas metafísicas (la **libertad**, el **alma** y **Dios**) las cuales tienen que ser aceptadas como **postulados** (principios cuya verdad se admite sin pruebas) en el ámbito práctico de la razón. Esto se debe a que, sin estos postulados, el hecho evidente de la moralidad sería imposible o carecería de sentido.
Conclusión: El Legado de Kant en la Epistemología y la Metafísica
Como conclusión, Kant sí responde a la pregunta «¿Qué podemos conocer?», señalando en la Dialéctica Trascendental que las ideas que han sido objeto de estudio de la metafísica tradicional, por su carácter trascendente, no pueden ser conocidas, pero sí pensadas. O, lo que es lo mismo, no tienen un uso constitutivo.
A pesar de ello, son susceptibles de un uso válido en el ámbito teórico de la razón, pues funcionan orientando y estimulando la investigación científica, marcando así los límites y las posibilidades del saber humano.