Clasificación de las Obras de Aristóteles
Para Aristóteles, poseemos ciencia de un objeto cuando conocemos la causa que necesariamente produce el objeto tal como es; es una ciencia realista. Además, distingue dos órdenes de conocimiento:
Conocimiento sensitivo (sentidos): fuente de todos nuestros conocimientos. Es particular y verdadero, pero no científico, puesto que está sujeto al movimiento de las cosas y no distingue lo sustancial de lo accidental.
Conocimiento intelectivo (razón): es el conocimiento científico, puesto que es capaz de producir conceptos universales con características de fijeza, estabilidad y necesidad de los objetos en los que se basa su certeza. Es un conocimiento de las esencias de las cosas (por tanto, también necesario) y de las cosas por sus causas; es universal en cuanto que fijo, inmutable y necesario (no hay ciencia de lo contingente).
En el Libro VI de la Metafísica se establece la distinción de las ciencias (el corpus aristotelicum) en función de su objetivo:
Saberes técnicos: tienen como objetivo producir un objeto nuevo, siendo así un “saber hacer” objetos bellos/útiles según reglas o principios. Se identifica con la técnica.
Saberes prácticos: tienen su objetivo en sí mismo; es un “saber actuar” cuya acción es su propio fin, buscando la modificación de la propia conducta. Tiene una utilidad mediata (ética, política).
Saberes teóricos: se identifican con la sabiduría, siendo un saber completamente desinteresado, tratando de hallar este por sí mismo lo necesario de las cosas. De superior a inferior tenemos:
Física: tiene por objeto los seres naturales móviles y cambiantes, cuyo cambio les viene de su propia naturaleza (dinámica).
Matemáticas: abstrae de las entidades sus rasgos cuantitativos, estudiando la cantidad, expresada como seres sin movimiento y, por tanto, sin existencia real.
Metafísica: se ocupa de la sustancia separada, eterna e inmóvil: El Primer Motor (Dios). Posteriormente, Aristóteles señala como objeto propio de este saber el ser en cuanto ser y la sustancia (ontología). Es la ciencia suprema porque “tiene como objeto el ser más excelente”.
Además de todos estos saberes, hay uno más, la Lógica, que por sí misma no contiene contenido alguno.
Concepto de Naturaleza
Según Aristóteles, la naturaleza (physis) es la esencia de los seres que poseen en sí mismos y en cuanto tales el principio de su movimiento. También afirma que todos los seres naturales actúan movidos por un fin, que es alcanzar su perfección. El modelo aristotélico es, por tanto, un modelo teleológico.
Al abandonar la teoría de las Ideas de Platón, ya no puede concebir el bien como realidad trascendente. Por tanto, el bien será el cumplimiento de la tendencia que lleva a todos los seres hacia su propia perfección. De esta forma, no será una teoría trascendente, sino inmanente.
Por último, la naturaleza es dinámica, puesto que el movimiento está en su esencia, en sí misma.
Concepto de Sustancia
Según Aristóteles, en todo ser podemos distinguir los siguientes aspectos:
Sustancia (sustancia primera, ousía): realidad individual concreta que subyace a las cualidades que observamos.
Esencia (sustancia segunda): realidad cuya existencia permanece inalterable en el tiempo, a pesar de los cambios que la sustancia primera experimenta.
Accidentes: todas aquellas propiedades variables cuya ausencia o presencia en la sustancia primera no la afectan esencialmente.
Para Aristóteles, las sustancias primeras son la única realidad que existe verdaderamente, con todo el conjunto de propiedades esenciales y accidentales que observamos en ellas. Y la ciencia consiste en llegar a conocer la esencia universal permanente que existe en las cosas y las hace ser lo que son necesariamente.
Teoría Hilemórfica
Todo ser natural es una sustancia primera, y todas están compuestas de:
Forma: es la esencia de una cosa concreta, su sustancia segunda. Solo existe cuando está unida a una cantidad de materia, formando una sustancia primera.
La Materia (materia primera): es aquello de lo que todo está hecho, carente de toda forma, pero que solo existe potencialmente hasta que adopta alguna forma. No confundir con materia segunda (forma ya determinada).
Materia y forma solo pueden existir formando un ser concreto e individual (la forma determina la clase, la materia individualiza).
Por tanto, la materia prima es eterna, algo absolutamente indeterminado, y el último sustrato presente en todos los seres.
Potencia y Acto
Estos conceptos sirven a Aristóteles para explicar el movimiento del ser de las cosas y dar una respuesta a Parménides, que defendió la imposibilidad del paso de no-ser al ser y del ser al no-ser.
Aristóteles nos habla de dos tipos de no-ser: “el no-ser absoluto”, que es aquel que no es y no tiene posibilidad de ser; y el “no-ser relativo”, que es aquel que no es pero puede llegar a ser, el ser en potencia.
En toda cosa concreta hay siempre:
Ser en acto (enérgeia): es lo que algo es ahora.
Ser en potencia (dýnamis): es lo que algo no es pero puede llegar a ser.
Aristóteles identifica la forma con el acto y la materia con la potencia. Así, la materia es un ser en potencia que necesita ser actualizado por la forma, la cual existe antes de realizarse cualquier cambio.
La sustancia es una suma de la materia (potencia) y la forma (acto), demostrando que ninguna puede existir de forma independiente a excepción de Dios, al que denomina Acto Puro.
Aristóteles le da primacía a la forma sobre la materia, puesto que el acto (forma) es la actualización de las potencias (materia), y distingue entre formas materiales y formas inmateriales.
Crítica a Platón
Aristóteles se propone explicar el devenir de la realidad sensible, y para ello las Ideas platónicas no sirven, puesto que son inmutables y porque al existir en un mundo distinto del sensible difícilmente pueden servir para explicar lo que acontece en él.
Así, Aristóteles defiende la realidad inmanente de las ideas.
En este punto, la labor filosófica de Aristóteles es un esfuerzo teórico encaminado a “bajar” las Ideas platónicas del cielo en que Platón las había colocado, para situarlas dentro de la realidad sensible y material; un esfuerzo encaminado a deshacer el dualismo ontológico de Platón y dotar al mundo sensible de una explicación lógica e inteligible.
Por tanto, existe solo un mundo ontológico cuya realidad está constituida por las sustancias individuales (sustancias primeras).
Aristóteles también elimina las nociones de participación por imitación: cada sustancia tiene su propio ser, debido solo a las cuatro causas que intervienen en su generación.
Pese a compartir el dualismo antropológico de alma y cuerpo, Platón considera que la relación que existe entre ambos es transitoria, siendo el alma inmortal y distinguiendo tres tipos de alma.
Sin embargo, Aristóteles afirma una relación sustancial, siendo el alma un principio de vida mortal y no exclusivo del ser humano, distinguiendo tres clases de alma según la cantidad de funciones que soporte.
Además, a pesar de también compartir la existencia de dos tipos de conocimiento, Platón considera que el conocimiento se encuentra en el interior del alma y se accede a él a través de la reminiscencia.
Sin embargo, Aristóteles defiende que a través de los sentidos comienza el conocimiento (percepción + entendimiento), abstrayendo lo esencial de lo particular.
La ética aristotélica es finalista, como la platónica. Sin embargo, difieren respecto a cuál es el fin último de la conducta ética: para Platón era el conocimiento de la idea de bien y para Aristóteles era la felicidad (ambos obtenidos mediante el grado más alto del conocimiento).
Tampoco consideraban la política como algo separado de la ética, insistiendo en que el hombre es un animal social, pero Aristóteles no admite en su estado ideal que se supriman la familia ni la propiedad privada, a diferencia de Platón.
Teología y Cosmología
Como teología o ciencia del ente supremo, Aristóteles formula el concepto de Primer Motor, Dios: la causa primera del movimiento.
Este Primer Motor debe existir porque, además de explicar el origen del movimiento (si hay movimiento, debe haber una causa primera), Aristóteles no concibe la posibilidad de una cadena infinita de causas.
El Primer Motor es inmóvil porque no tiene materia. Si no es materia, tampoco es potencia, siendo pura forma y puro acto. El acto de Dios es el pensamiento de él mismo, siendo puro pensamiento.
El Movimiento y las Causas
Aristóteles introduce los conceptos de potencia y acto, construyendo así su definición de movimiento: el tránsito de la potencia al acto.
Distingue entre dos tipos de cambios:
Cambio sustancial: el resultado es la generación de una sustancia nueva o la destrucción de una sustancia ya existente (generación/corrupción). Lo que permanece es la materia prima, pura potencia.
Cambio accidental: las sustancias sufren modificaciones en aspectos no esenciales de su ser. Clases:
Cuantitativo: aumento o disminución en el tamaño.
Cualitativo: alteración de cualidades.
Local: desplazamiento lineal hacia arriba (fuego y aire), abajo (tierra y agua) o circular eterno (éter).
Los elementos que intervienen en el cambio son:
Algo que desaparece o punto de partida: posibilidad (potencia) que los seres tienen de llegar a ser otra cosa distinta de la que son en cada momento.
Algo que aparece o punto de llegada: forma que la cosa llega a ser o tener.
Algo que permanece: es lo que hace posible la continuidad del cambio: la materia prima, que únicamente se transforma.
Aristóteles considera causa a todo factor necesario para explicar un movimiento. Son cuatro causas, las dos primeras son causas intrínsecas a la sustancia y las otras dos, extrínsecas a la sustancia:
Causa material: es la realidad material de la que la cosa está hecha. Es potencia.
Causa formal: es la esencia, la que determina que la materia sea. Es acto.
Causa eficiente: es el agente que impulsa inicialmente el movimiento de la cosa.
Causa final: es el fin (télos) dado por la naturaleza al que está destinado todo ser natural.
En los seres naturales, la causa eficiente, la formal y la final coinciden, pues lo que impulsa inicialmente los cambios en la cosa es la actualización final de la forma propia del modo más pleno posible.
Con su teoría de las causas, Aristóteles sistematiza las explicaciones de los filósofos anteriores.
La Física aristotélica es teleológica: afirma que todo cambio en la naturaleza (physis) tiene como finalidad la realización/actualización completa de las formas que en potencia existen dentro de los seres. Nada en la naturaleza se produce sin un fin (télos).
Lógica
Es una ciencia instrumental, pues sirve de instrumento para el resto.
La lógica Aristotélica se ocupa de:
Estudiar el silogismo: razonamiento deductivo en el que, admitidas ciertas afirmaciones (premisas), se siguen necesariamente otras como conclusión.
La definición: determinación racional de las esencias de las cosas.
La demostración: razonamiento que permite concluir cuál es la causa de que algo exista y sea esencialmente lo que es.
Ya sabemos que para Aristóteles la verdadera realidad son los seres concretos e individuales que percibimos con los sentidos, las sustancias primeras; y que nuestro conocimiento comienza con la observación y concluye en enunciados cuyo sujeto es siempre una sustancia, y el predicado una propiedad esencial o accidental de ella.
Pues bien, la lógica de Aristóteles se ocupará también de estudiar los modos más generales de atribuir un predicado a una sustancia: las categorías.
Según Aristóteles, existen diez categorías diferentes para referirse a una cosa, siendo la primera (el sujeto) sustancial y las nueve restantes sus accidentes.
Las categorías tienen:
Valor lógico: siendo modos de pensar/decir el ser de algo en un enunciado.
Valor ontológico: siendo los modos más generales que tiene de ser una sustancia.
El Alma
Los seres naturales que están vivos se distinguen de los inertes porque su forma esencial organiza de tal manera la materia que esta es capaz de nutrirse, crecer, moverse, reproducirse y, de algún modo, sentir.
Aristóteles llama alma (psijé) a ese principio que vitaliza la materia, considerándola mortal como el cuerpo.
La define como forma del cuerpo y como acto, siendo la actualización de un organismo haciendo que viva.
La unión de alma y cuerpo es, por tanto, una unión natural, pues constituyen una sustancia: el viviente.
Además, del alma corruptible, Aristóteles admite la presencia en el hombre de un entendimiento incorruptible, inmortal, que es el mismo para todos los hombres.
Teniendo en cuenta que hay tres grandes clases de seres vivos, habrá también tres clases de alma, clasificadas de menor a mayor según la mayor cantidad de funciones que soporte:
Alma vegetativa (vegetales): funciones de nutrición, reproducción, relación…
Alma sensitiva (animales): funciones de la anterior + sensibilidad, deseos, desplazamiento, percepción y movimiento local.
Alma racional (ser humano): funciones de las anteriores + inteligencia.
Esta distinción es muy importante para comprender la finalidad (telos) de los seres naturales, puesto que aquella implica el desarrollo de todas sus potencias y, por tanto, cada tipo de alma tiene como fin desarrollar todas sus funciones.
La Ética Aristotélica
La ética aristotélica es calificada de teleológica (la acción moral se justifica por el fin que persigue) y eudaimonista, siendo ese fin que persigue la felicidad, alcanzada por medio de la virtud.
FELICIDAD: Las acciones humanas persiguen unos fines que se subordinan unos a otros; por tanto, se debe admitir la existencia de un fin último que es buscado por sí mismo y nunca como medio para llegar a otro: la felicidad.
Según Aristóteles, la felicidad debe cumplir estos requisitos: no ser un medio sino un fin, tener carácter permanente y tener carácter universal; por tanto, debe ser conforme a la esencia del ser humano.
Por tanto, para determinar en qué consiste la felicidad es necesario determinar la esencia del hombre. La esencia del hombre es la actividad intelectual, luego la felicidad consistirá en el desarrollo de la racionalidad humana, tratando de alcanzar la sabiduría, que constituye la perfección de la actividad contemplativa.
VIRTUD: La virtud solo la consigue aquel que, gracias a un hábito adquirido con la práctica, posee una inclinación permanente al ejercicio óptimo de sus capacidades racionales esenciales.
La virtud es una disposición del alma, hace que esta practique las facultades racionales: vivir conforme a la razón.
Hay dos tipos de virtudes:
Dianoéticas: se dirige a conseguir Ciencia, Sabiduría y Prudencia. Esta última es la virtud que fundamenta a todas las demás virtudes éticas y constituye el núcleo de la ética de Aristóteles: se alcanza cuando el entendimiento es capaz de manera habitual de decidir de acuerdo con la razón qué acción es el justo medio (mesótes) adecuado a uno para su bien vivir.
Éticas: se dirige a dominar a las partes no racionales del alma (la vegetativa y la sensitiva); tal dominio se alcanza mediante el hábito.
Son virtudes éticas la justicia, la fortaleza, la templanza…
La amistad (philia) también es una virtud ética, y puede ser de tres tipos, según su objeto sea: el bien, la utilidad y el placer. Para Aristóteles, solo será digna de valorar la primera.
La Política Aristotélica
El hombre no puede alcanzar la virtud y, por tanto, la Felicidad, al margen de la polis.
Prudencia es aquella virtud intelectual que nos permite saber cuál es nuestro bien individual, es decir, qué acción es el justo medio (mesótes) adecuado a nosotros; pero, si la aplicamos a discernir cuál es el bien de la polis, se le llama entonces Política.
La Política subordina a la Ética, porque el hecho de vivir en sociedad es algo esencial a la naturaleza humana (el hombre es un animal político).
La raíz del fundamento de la sociabilidad humana reside en el hecho de que el hombre es el único animal que posee lenguaje (lógos) y no solo voz (phoné).
La voz nos permite expresar sentimientos subjetivos, mientras que la palabra, gracias al diálogo, hace posible el acuerdo entre los hombres.
Formas de Gobierno
Aristóteles distingue entre formas de gobierno legítimas e ilegítimas:
Formas Legítimas
Se gobierna buscando el Bien Común. Se diferencian por el número de gobernantes:
- Monarquía (gobierno de uno)
- Aristocracia (gobierno de pocos, los mejores)
- República o politeia (gobierno de muchos, basado en la clase media, buscando el Bien Común)
Formas Ilegítimas
Se gobierna buscando el bien propio del gobernante. Son las desviaciones de las formas legítimas:
- Tiranía (desviación de la Monarquía)
- Oligarquía (desviación de la Aristocracia)
- Demagogia (desviación de la República, gobierno de la multitud buscando su propio interés)
El Renacimiento: Transición a la Filosofía Moderna
El Renacimiento señala un periodo de transición entre la Filosofía Medieval y la Filosofía Moderna.
Por un lado, continúa desarrollando ciertos aspectos de la filosofía medieval. Esto es consecuencia de la Caída de Constantinopla, que obliga a intelectuales a emigrar hacia occidente, trayendo, entre otros, textos filosóficos pitagóricos y textos científicos del periodo helenístico.
Estas obras generan un gran interés por la matemática y la observación de la naturaleza, haciendo que se desarrolle la ciencia moderna.
Por otro lado, marca una ruptura con la Edad Media. Esto se debe a que el Renacimiento va a ir sustituyendo el teocentrismo medieval por un humanismo filosófico, puesto que la sociedad de estos siglos es mucho más dinámica, viajera, comercial e individualista.
Otros factores de ruptura con el pasado medieval lo constituyen el fin de la unidad religiosa, los nuevos descubrimientos geográficos y la invención de la imprenta.
La Ciencia Moderna
La ciencia moderna se construye sobre una nueva actitud ante la naturaleza basada en la observación directa de los hechos (influencia del nominalismo), y la aplicación de las matemáticas al conocimiento de los hechos (influencia del pitagorismo).
De esa “nueva actitud” surge una imagen de la naturaleza que concibe al Universo como un gran mecanismo sometido a leyes matemáticas.
Francis Bacon
Es el precursor del empirismo inglés.
Subrayó la importancia que la ciencia tiene para dominar la naturaleza y ponerla al servicio del hombre.
Construyó el método inductivo: procedimiento que partiendo de la observación de los hechos particulares concluye afirmando alguna ley general sobre los hechos observados.
Bacon se propuso que las observaciones fueran metódicas y, para ello, ideó el método de irlas consignando en tres tablas:
- Tabla de presencia: se registran los casos en los que aparece la propiedad investigada.
- Tabla de ausencia: se registran los casos en los que no aparece la propiedad investigada.
- Tabla de grados: se registran los casos en los que la propiedad muestre variaciones de cantidad o cualidad.
Según vaya aumentando el número de observaciones, el estudio comparativo de las tres tablas permitiría ir descubriendo leyes generales sobre los hechos de la naturaleza.
Nicolás Copérnico
Aplicó las matemáticas al estudio de los más variados fenómenos de la naturaleza.
Propuso un sistema astronómico heliocéntrico en el que todos los planetas giran alrededor del Sol describiendo órbitas circulares.
Tal sistema simplificaba el complejo mecanismo astronómico de Ptolomeo y unificaba el Cosmos por medio de las matemáticas.
La “Revolución Copernicana” fue la sustitución del antiguo sistema geocéntrico por este.
Johannes Kepler
Matemático y astrónomo que sustituyó el movimiento circular de los cuerpos celestes por uno elíptico, conclusión obtenida de la minuciosa observación y la imposibilidad de predicción exacta de su movimiento.
Formuló sus tres famosas leyes matemáticas sobre el movimiento de los planetas:
- Los planetas se mueven en elipses con el Sol en uno de sus focos.
- La línea imaginaria que une a un planeta en movimiento con el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales.
- Los cuadrados de los periodos de revolución de dos planetas cualesquiera son proporcionales a los cubos de sus distancias al Sol.
Galileo Galilei
Culmina el proceso renacentista de matematización de la ciencia moderna.
La gran labor de Galileo consiste en la aplicación de un método científico que hoy conocemos con el nombre de método hipotético-deductivo, cuyos pasos son:
- Observar la realidad en busca de regularidades o hechos constantes.
- Formulación de hipótesis de carácter matemático que explique la regularidad fenoménica observada.
- Deducción matemática de cuantas consecuencias empíricamente comprobables se deriven de la hipótesis.
- Comprobación experimental de las consecuencias deducidas. Si se verifica la hipótesis, entonces es aceptada como ley científica, y si no se verifica, la hipótesis es reformulada o sustituida por otra diferente.
Teoría Política: Utopismo
Tomás Moro
En su obra “Utopía” propone un estado ideal donde todos trabajan para todos y la propiedad es colectiva, siendo el Estado un administrador de los bienes y no de las personas.
Se trata de una sociedad pacífica y con bienestar económico.
Francis Bacon
En su obra “La Nueva Atlántida” describe una sociedad ideal en la que, gracias a la aplicación técnica de los descubrimientos científicos a todos los aspectos de la vida, el bienestar material se hace general y no solo patrimonio de unos pocos.
Teoría Política: Realismo Político
Nicolás Maquiavelo
En su obra “El Príncipe” defiende la monarquía absoluta como forma de ejercer el poder en el Estado y propone un gobernante hábil, astuto y “realista”, que debe ejercer su poder político independientemente de cualquier principio moral si fuese necesario, puesto que “el fin justifica los medios”.
El fundamento de su teoría política es la aceptación de la maldad natural del hombre.
El hombre, dice Maquiavelo, es mentiroso y su móvil principal es el interés más egoísta; por consiguiente, el gobernante debe tratar sin escrúpulos a los súbditos, puesto que estos lo único que desean es un Estado fuerte capaz de proteger sus vidas y sus propiedades, y si para ello el Estado ha de usar medios inmorales, están justificados.
El Problema del Método Científico
Bacon y Galileo tienen en común el haber destacado la necesidad que la ciencia tiene de un método que oriente sus investigaciones y le proporcione cierta seguridad de que siguiéndolo llegará a descubrir verdades que de otro modo nunca llegaría a conocer.
Sin embargo, sus métodos parten de presupuestos diferentes y darán origen a dos corrientes filosóficas antagónicas por su diferente modo de concebir el conocimiento: el Racionalismo y el Empirismo.
Francis Bacon y el Empirismo
Su método presenta una clara inclinación empirista: solo aquellos conocimientos obtenidos de la observación de los hechos podrán ser verdaderos.
Esta línea de pensamiento será continuada por los filósofos del empirismo inglés, cuyo representante último y más destacado es David Hume.
Galileo Galilei y el Racionalismo
Su método es más racionalista: para llegar a la verdad no basta con la observación, sino que el momento fundamental reside en la construcción racional/matemática de explicaciones acerca de lo observado.
Esta línea será continuada por el racionalismo, cuyo representante primero es René Descartes.