El Acto Intencional Básico y los Actos Intrínsecamente Malos
El acto intencional básico incluye la intención (fin ético) y la materialidad (fin natural), orientado a un fin ulterior. Aunque el fin ulterior sea bueno, no se justifica alcanzarlo mediante actos intrínsecamente malos. Por ejemplo, matar en defensa propia puede tener una buena intención, pero matar sigue siendo un acto intrínsecamente malo. En resumen: un buen fin no justifica medios moralmente incorrectos.