1. Ontología: El Dualismo de Descartes y Platón
Durante la Edad Moderna, el filósofo René Descartes intenta construir una explicación de la realidad partiendo únicamente de la razón, sin depender de los sentidos. Descartes busca una verdad absolutamente indudable sobre la que edificar el conocimiento, y llega a su famosa conclusión: «Pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum).
La Ontología Racionalista Cartesiana
A partir de esta certeza, establece su ontología racionalista, basada en la existencia de tres sustancias:
- Dios (Sustancia Infinita): La sustancia infinita, perfecta y creadora, causa de sí misma y garante de la verdad y la existencia del mundo.
- Res Cogitans (Sustancia Pensante): Cuya esencia es el pensamiento (dudar, entender, imaginar…). No ocupa lugar en el espacio.
- Res Extensa (Sustancia Material): La sustancia material o corporal, cuya esencia es la extensión, es decir, ocupar espacio y tener dimensiones. Se rige por leyes mecánicas y matemáticas.
Esta separación entre la sustancia pensante (el alma o mente) y la sustancia extensa (el cuerpo o materia) constituye el dualismo ontológico cartesiano. El ser humano es, por tanto, una unión accidental entre dos realidades completamente distintas: una inmaterial y otra material. Lo mental y lo corporal son independientes, aunque se relacionan.
Comparación con el Dualismo Ontológico de Platón
Este dualismo cartesiano puede compararse con el dualismo ontológico de Platón. Para Platón, la realidad se divide en dos ámbitos distintos:
- Mundo Inteligible: Formado por las Ideas o Formas, realidades eternas, perfectas e inmutables, que solo pueden conocerse mediante la razón.
- Mundo Sensible: Formado por las cosas materiales, cambiantes e imperfectas, que solo ofrecen un conocimiento aparente.
El ser humano participa de ambos mundos: su alma pertenece al mundo inteligible, mientras que su cuerpo pertenece al mundo sensible. El alma es inmortal y preexiste al cuerpo; el cuerpo, en cambio, es una prisión que limita su conocimiento. Por ello, la tarea del filósofo es liberar el alma del dominio del cuerpo para poder contemplar las Ideas.
Diferencias Clave en el Dualismo
Tanto en Platón como en Descartes encontramos un dualismo entre lo material y lo inmaterial, pero hay diferencias importantes:
- Platón (Trascendencia): El dualismo se da entre dos mundos (trascendencia). El alma aspira a regresar al mundo inteligible mediante la purificación y la filosofía.
- Descartes (Inmanencia): El dualismo se da entre dos sustancias dentro del mismo mundo (inmanencia). El alma no está prisionera del cuerpo, pero sí es una sustancia distinta que puede conocer la verdad gracias a la razón, garantizada por Dios.
En conclusión, ambos filósofos conceden primacía a la razón y al alma sobre el cuerpo y los sentidos. Sin embargo, Platón plantea un dualismo metafísico y moral que separa dos niveles de la realidad, mientras que Descartes propone un dualismo ontológico y epistemológico dentro de un mismo plano de existencia. Ambos coinciden en que el conocimiento verdadero pertenece al ámbito de lo inmaterial y racional.
2. Epistemología: Razón, Ideas Innatas y Reminiscencia
El Racionalismo Metódico de Descartes
En la Edad Moderna, el racionalismo transformó profundamente la manera de entender el conocimiento. Frente a la experiencia sensible, Descartes defiende que la razón es la única fuente segura de conocimiento. Su objetivo es encontrar verdades indudables, universales y necesarias, como las matemáticas.
Para lograrlo, aplica su método de la duda metódica, consistente en poner en duda todo lo que pueda ser falso: los sentidos (que pueden engañar), los sueños (que pueden confundirse con la realidad) e incluso la existencia del propio mundo externo. Sin embargo, en medio de esta duda total descubre una verdad que no puede negarse: si dudo, pienso; y si pienso, existo. De ahí su principio fundamental: «Pienso, luego existo».
A partir de esta certeza, Descartes establece el fundamento del conocimiento en el pensamiento racional. Según él, existen ideas innatas que no proceden de la experiencia, sino que están puestas por Dios en la mente humana: la idea de perfección, de infinito o de verdad. La razón, cuando actúa con claridad y distinción, alcanza un conocimiento seguro.
De este modo, Descartes formula el criterio de verdad: solo es verdadero aquello que se presenta a la mente de forma clara y distinta. Así, el conocimiento científico se basa en la deducción racional, no en la observación empírica.
La Teoría del Conocimiento de Platón: Reminiscencia
Este planteamiento puede compararse con la teoría del conocimiento de Platón, especialmente con su teoría de la reminiscencia y el mito de la ascensión del alma. Platón sostiene que el conocimiento auténtico no se obtiene a través de los sentidos, sino mediante la razón. Los sentidos solo nos muestran el mundo sensible, cambiante e imperfecto; la verdadera sabiduría consiste en conocer las Ideas eternas del mundo inteligible.
Según la teoría de la reminiscencia (anamnesis), el alma humana ha contemplado las Ideas antes de encarnarse en un cuerpo. Al percibir los objetos sensibles, el alma recuerda las Ideas que conoció antes. Por tanto, conocer es recordar, no aprender algo nuevo. El proceso del conocimiento se representa simbólicamente en el mito de la caverna, donde el alma asciende desde la oscuridad del mundo sensible hacia la luz del mundo inteligible y, finalmente, hacia la contemplación de la Idea del Bien.
Convergencias y Divergencias Epistemológicas
La comparación con Descartes muestra similitudes y diferencias:
- Similitud Central: Ambos filósofos consideran que el conocimiento verdadero no procede de los sentidos, sino de la razón. Ambos confían en que el alma o la mente es capaz de alcanzar la verdad por sí misma.
- Diferencia (Origen del Conocimiento): Para Platón, el conocimiento es reminiscencia de las Ideas eternas que el alma conocía antes de nacer. En cambio, para Descartes, el conocimiento racional procede de las ideas innatas puestas por Dios en la mente humana.
- Diferencia (Propósito): En Platón, el conocimiento tiene un sentido moral y ascético: el alma se purifica y asciende hacia la verdad. En Descartes, el conocimiento tiene un sentido metódico y científico: la razón se guía por un método para alcanzar la evidencia y la certeza.
En conclusión, tanto Platón como Descartes defienden un racionalismo que concede a la razón el papel central en la búsqueda de la verdad. Ambos desconfían de los sentidos y afirman que el conocimiento auténtico es intelectual. Pero mientras Platón lo explica desde una visión metafísica y trascendente (el alma recuerda las Ideas), Descartes lo formula desde una perspectiva moderna y metodológica (la razón descubre verdades claras y distintas garantizadas por Dios).
