Nietzsche: Crítica a los Valores de la Cultura Occidental
La filosofía de Nietzsche se erige como una crítica total, dirigida contra todos los aspectos fundamentales de la cultura occidental.
Crítica a la metafísica tradicional
Nietzsche sostiene que la filosofía tradicional se asienta en un error fundamental: la división del mundo en verdadero y aparente. Los aspectos clave de esta crítica son:
Crítica al modo en que la Filosofía Tradicional concibe la realidad
La filosofía tradicional, según Nietzsche, hace una interpretación errónea de la realidad al defender que:
- El ser es algo fijo e inmutable.
- La verdadera realidad no se puede captar a través de los sentidos, ya que estos son engañosos.
- Lo que el hombre conoce del ser es una mera apariencia.
Nietzsche, por el contrario, afirma que no hay separación entre mundo real y mundo aparente; no hay más realidad que la vida misma.
Crítica al modo en que la Filosofía Tradicional pretende conocer la realidad a través del concepto y del lenguaje
Nietzsche argumenta que, a través de las palabras y los conceptos, nunca se llega a penetrar en el ser de las cosas.
Realidad y concepto
El concepto pretende expresar una multiplicidad de cosas individuales que no son idénticas, sino únicas. En la naturaleza no hay más que individuos. El error está en pensar que el concepto representa algo real, como si hubiese una forma original que sirviera de modelo para conocer las cosas particulares.
Realidad y lenguaje
No solo se ha interpretado mal la realidad; además, el lenguaje ha contribuido a fijar categorías como la de verdadero o falso, condicionando así el pensamiento. Al lenguaje que hablamos va unida una visión de las cosas de la que es imposible desembarazarse.
Crítica a las ciencias positivas
- Es un error querer reducir lo cualitativo a lo cuantitativo.
- La ciencia no es la verdadera interpretación de lo real.
- En el mundo no hay regularidades, ni constancia, ni leyes. El determinismo es falso.
- La razón ha pretendido captar lo inmutable e intemporal, pero la vida es algo cambiante y, por eso, la ciencia físico-matemática no es útil para conocer al hombre.
Crítica a la moral
La crítica más profunda de Nietzsche se dirige a los valores morales.
- La moral tradicional es antinatural, en la medida en que se opone a la vida.
- La moral cristiana ha impuesto un «orden moral» que no proviene del hombre, sino de Dios. De forma que, si Dios ha sido una objeción contra la vida, habrá que negarlo. El hombre es libre y no hay ninguna ley que le obligue.
- A esta moral contranatural hay que oponer otra que exalte los valores de la vida. Se ha impuesto una moral de esclavos y resentidos que se caracteriza por:
- Con la idea de pecado, inhibe los sentidos y desprecia la vida.
- Exalta valores mezquinos, considerando lo débil como algo propio del hombre y lo poderoso como algo suprahumano.
- Desprecia al «yo» al hacer del altruismo una norma de conducta, una moral rencorosa, pues expresa el resentimiento del hombre inferior hacia el superior.
- Frente a esa moral, Nietzsche propone una vuelta a la inocencia griega, a su moral de señores. Para los antiguos griegos, el hombre bueno es el hombre fuerte, sano y amante de la vida.
La muerte de Dios
La afirmación de que Dios ha muerto implica firmar el acta de defunción de la cultura occidental y los valores que la sustentan. Si Dios era el fundamento de la moral, con su muerte, todo se derrumbará. El ateísmo, para Nietzsche, ha de transformar la vida del hombre sobre la Tierra.
El nihilismo
El hombre creía en unos valores que se han desmoronado; ahora ya no cree en nada. El nihilismo no es solo consecuencia del distanciamiento respecto de la tradición, sino también un punto de inflexión hacia una nueva valoración de la vida. Es un momento transitorio: caen los viejos valores, pero es imperativo instaurar otros.
La transmutación de valores
La superación del nihilismo exige avanzar, creando algo nuevo. El valor supremo de esta nueva moral no es Dios, sino la vida misma. Está basada en la vida y en el deseo de vivir. La vida tiene valor por sí misma, y no hay que imponer normas externas, sino gozar de ella plenamente.
El superhombre (Übermensch)
Si Dios ha muerto, es posible dar el gran salto y permitir la llegada del superhombre (o Übermensch). La muerte de Dios no implica la divinización del hombre, sino la posibilidad de su autotrascendencia. El superhombre es un ser para la Tierra.
- Es aquel que dice «sí» a la vida en todas sus facetas.
- El hombre es solo un puente hacia el superhombre. La realización de este ideal es el fin supremo de la humanidad.
- El proceso evolutivo, según Nietzsche, tiende a la producción de individuos fuertes y superiores.
- Las fases hasta llegar al superhombre las expuso Nietzsche en su obra cumbre, Así habló Zaratustra:
- El camello: Simboliza a quienes se contentan con obedecer ciegamente, soportando el peso de los viejos valores y la moral tradicional.
- El león: Simboliza la superación de la etapa anterior. Es el hombre que se rebela contra todos los valores establecidos, buscando su libertad (etapa transitoria de negación).
- El niño: Representa al hombre libre de prejuicios, con una voluntad de poder creadora, capaz de instaurar nuevos valores y afirmar la vida.