Las Ideas en Platón
El objetivo de la Teoría de las Ideas es demostrar que la verdad existe y que tiene contenido objetivo, que tiene existencia real. El tema central de la filosofía de Platón es el de las ideas y su realidad:
- Las ideas son esencias trascendentes e inmutables, esto quiere decir que no cambian.
- Las ideas son las definiciones socráticas, pero Platón adquiere carácter ontológico (son reales, son la verdadera realidad).
- Las ideas son el ser y son subsistentes, existen por sí mismas, no sólo en la mente humana.
Que las ideas sean trascendentes quiere decir que son realidades separadas; que las ideas sean inmutables quiere decir que son realidades eternas, perfectas e imperecederas. Hay que tener en cuenta que las ideas en Platón no son entes de la razón humana, sino que son la verdadera realidad. Mientras que el mundo sensible (el que captamos por los sentidos, no por la razón) es sólo apariencia, su nivel ontológico (nivel de realidad) es inferior al mundo de las ideas. Para poder conocer la existencia de las ideas, como veremos, tenemos que recurrir al método dialéctico y a la anamnesis o reminiscencia.
El Mito de la Caverna
En este mito, narrado en “República”, Platón nos relata cómo los hombres que viven en este mundo son semejantes a prisioneros que nunca han visto la luz del Sol, y que se hallan encadenados de pies y manos en el fondo de una gran cueva, de espaldas a la única entrada que da al exterior. Dentro de la caverna y detrás de ellos arde una gran hoguera, que tampoco pueden ver por encontrarse de espaldas, y porque se interpone una valla, a lo largo de la cual van pasando hombres portadores de figuras que se corresponden con cosas y animales. Los prisioneros sólo pueden escuchar sus voces y contemplar las sombras de los objetos que se van proyectando en el fondo de la pared. Pero, un día, uno de ellos es liberado recorriendo todo el espacio de la caverna hasta salir a la luz del Sol. Este prisionero liberado es el filósofo que ha de volver otra vez a la caverna para liberar a sus compañeros y sacarles también a la luz.
A este mundo no se puede acceder con el uso de los sentidos, sino que se llega a él gracias al uso de la parte más excelente del alma, que para Platón es la razón. El Mundo Inteligible es la auténtica realidad, tiene para este autor un carácter religioso y consecuencias en el campo de la epistemología, la ética y la política. En el mito de la caverna, la metáfora del Mundo Inteligible es el mundo exterior al que accede el prisionero cuando pierde las cadenas y sale de la caverna. Las características de este mundo son su carácter temporal, espacial, cambiante y corruptible. Nuestro cuerpo se incluye en el Mundo Sensible.
Del Mundo Sensible no cabe la ciencia, sino la mera opinión. En el mito de la caverna, la metáfora del Mundo Sensible es el mundo del interior de la caverna. Las cosas del Mundo Sensible tienen ser en la medida en que participan o imitan del mundo eterno de las Ideas. Este Mundo ha sido «fabricado» (que no creado) por el Demiurgo a partir de la modificación y transformación que ejerce sobre la materia informe, tomando como modelo el Mundo Inteligible.
El Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas es la auténtica realidad, el ámbito en el que se sitúan las Ideas. A este mundo no se puede acceder con el uso de los sentidos, sino que se llega a él gracias al uso de la parte más excelente del alma, que para Platón es la razón. El Mundo Inteligible es la auténtica realidad, tiene para este autor un carácter religioso y consecuencias en el campo de la epistemología, la ética y la política. En el mito de la caverna, la metáfora del Mundo Inteligible es el mundo exterior al que accede el prisionero cuando pierde las cadenas y sale de la caverna.
Platón establece una jerarquía en las entidades que pueblan este mundo: situándose por encima de todas las Ideas encontramos la Idea de Bien, que en ciertos textos parece identificar con Dios. Después, la Idea de Belleza y la Idea de Verdad; tras estas, Ideas fundamentales como la de Unidad, Multiplicidad, Ser y No Ser; a continuación, las Ideas matemáticas; finalmente, el resto de Ideas. Aunque la lógica que le lleva a Platón a postular la existencia de este mundo le tendría que obligar a admitir tantas Ideas como términos universales existan, su punto de vista está influido por consideraciones valorativas y así, en el diálogo “Parménides”, se niega a aceptar que puedan existir Ideas que correspondan a realidades con connotaciones negativas o referidas a realidades con escaso valor: Idea de pelo, de uña…, admitiendo tan sólo las Ideas matemáticas y las que tienen una connotación estético-moral.
Mundo Sensible
El Mundo Sensible o Mundo Visible es el conjunto de todo aquello que se muestra a los sentidos, fundamentalmente las cosas físicas. Las características de este mundo son su carácter temporal, espacial, cambiante y corruptible. Nuestro cuerpo se incluye en el Mundo Sensible. Del Mundo Sensible no cabe la ciencia, sino la mera opinión. En el mito de la caverna, la metáfora del Mundo Sensible es el mundo del interior de la caverna. Las cosas del Mundo Sensible tienen ser en la medida en que participan o imitan del mundo eterno de las Ideas. Este Mundo ha sido «fabricado» (que no creado) por el Demiurgo a partir de la modificación y transformación que ejerce sobre la materia informe, tomando como modelo el Mundo Inteligible.