Contexto Histórico y Filosófico de la Ilustración Kantiana
Este fragmento pertenece a la obra Contestación a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?, escrita por Immanuel Kant en el siglo XVIII, durante el periodo que él mismo definió como la Ilustración.
Para una mejor comprensión, es fundamental contextualizarlo en el Siglo de las Luces y conocer sus elementos principales. Este movimiento, originado en Inglaterra, coincidió con una revolución agraria que impulsó un notable aumento demográfico.
Países como Rusia, Austria o Prusia adoptaron la forma de despotismo ilustrado, lo que evidencia que la Ilustración trascendió una mera corriente filosófica para convertirse en un movimiento de mayor alcance. Las reformas impulsadas por la monarquía prusiana, bajo el reinado de Federico II, sentaron las bases para el florecimiento de la Ilustración.
En el ámbito filosófico, Kant asume los rasgos de la razón ilustrada: una razón autónoma que promueve la crítica y el discernimiento. Su pensamiento se inscribe en la época de las teorías contractualistas y en la corriente filosófica del idealismo trascendental.
Dado que Kant redactó este texto en pleno apogeo de la Ilustración, no es sorprendente que se enfoque en las cuestiones de la Ilustración y la libertad, temas centrales del siglo XVIII.
Conceptos Clave en la Filosofía Kantiana
Para una comprensión profunda del texto, es esencial definir los siguientes términos:
- Ilustrado: Individuo que ha superado la minoría de edad, asumiendo la responsabilidad de su propio entendimiento para alcanzar la emancipación intelectual. Es aquel ser humano capaz de usar su propia razón sin la guía de otro, y que ejerce un uso público de la razón para iluminar a los demás.
- Dignidad: Valor intrínseco que posee algo o alguien por sí mismo. Para Kant, es una cualidad inherente al ser humano, quien, por ser racional, es un fin en sí mismo y nunca debe ser tratado meramente como un medio para alcanzar otros fines.
Tesis Central y Estructura del Fragmento
Este fragmento se enfoca en la consecución de la libertad de acción a través de la Ilustración, defendiendo la siguiente tesis central: «Un menor grado de libertad civil provoca un mayor desarrollo de la libertad espiritual del pueblo».
El texto se articula en torno a la paradoja entre la libertad civil (de acción) y la libertad espiritual (de pensamiento), y aborda la pregunta fundamental: «¿Cómo se puede alcanzar la libertad por medio de la Ilustración?»
Ideas Secundarias y Desarrollo Argumental:
- En el primer párrafo, Kant aborda el despotismo ilustrado. Se refiere al monarca (Federico II) como la figura que, si bien garantiza la libertad y la tranquilidad a los ciudadanos, les permite pensar libremente, pero les exige obediencia. Esto da lugar a la paradoja entre la libertad civil y la espiritual.
- En el segundo párrafo, Kant profundiza en la paradoja donde un menor grado de libertad civil (de acción) puede propiciar una mayor libertad espiritual (de pensamiento) en el pueblo.
- Finalmente, concluye que, al limitar la libertad civil, se propicia la ilustración del pueblo mediante el desarrollo de la libertad de pensamiento, lo que a su vez permite al gobierno conceder progresivamente mayor libertad de acción, tratando al ciudadano conforme a su dignidad.
Temas Principales y sus Interrelaciones
A continuación, se abordarán los temas principales del fragmento, estableciendo sus interrelaciones: la libertad civil, la libertad espiritual, la minoría de edad y la mayoría de edad.
Históricamente, la libertad de expresión y la autonomía individual han sido reprimidas con el fin de ejercer control. Ejemplos de esto incluyen la Iglesia, que a través de la religión ejerce influencia, o las dictaduras, que manipulan mediante el miedo.
Esta situación se asemeja a la minoría de edad kantiana, donde el individuo es incapaz de pensar y razonar por sí mismo, dejándose influenciar por tutores encargados de su formación espiritual. Kant identifica la pereza, la cobardía o la costumbre como causas principales de esta minoría de edad.
Kant postula la necesidad de superar esta minoría de edad autoimpuesta para transitar hacia una mayoría de edad, caracterizada por la adquisición de conocimiento, la dignidad personal y la acción libre. El camino hacia este cambio es el progreso gradual de la Ilustración, pues una transformación abrupta podría conducir al mal. Esta evolución tiene como meta ideal lo que Kant denomina el Reino de los Fines.
En la sociedad contemporánea, a menudo se observa que un mayor grado de libertad civil (la libertad de acción del individuo en la sociedad) puede correlacionarse con un menor grado de libertad espiritual (la libertad de pensamiento), y viceversa. Por ejemplo, si se expresa públicamente la intención de cometer un acto ilícito, las consecuencias legales restringirán la libertad civil; sin embargo, si dicho pensamiento se mantiene en el ámbito privado, la libertad espiritual permanece intacta.
Kant alude a sus condiciones históricas, presentando la época como un estado transitorio hacia la época ilustrada. Aquí se manifiesta la paradoja o tensión entre la época de ilustración (el tiempo en el que aún no se ha alcanzado plenamente la Ilustración) y la época ilustrada (aquella en la que ya se ha logrado).