La Filosofía de Sócrates
Sócrates (400-70399 a.C.), maestro de Platón, nació en la Atenas democrática. Para él, la filosofía solo podía practicarse mediante el diálogo. Platón es el personaje principal de sus diálogos. Al restaurar la democracia en Atenas, Sócrates prefirió morir antes que ser exiliado, ya que negaba lo divino.
Misión de Sócrates
El individualismo estaba implícito en las enseñanzas sobre la virtud, entendida como la habilidad para triunfar en la vida pública. El arte de la retórica se utilizaría para lograr una ganancia personal, intentando obtener beneficios individuales. Esa es la raíz de la degradación moral en la que estaba cayendo Atenas. El problema fundamental para Sócrates es saber qué es la virtud: amor o justicia. Pillar una a un edificio general de la virtud dependía de la fuerza argumentativa que, sin premio a una opinión, defendió como una concepción absolutista de la verdad y de los valores morales. Hay opiniones relativas, pero una cosa son las opiniones y otra la verdad, ya que hay verdades absolutas, objetivas y universales, así como nociones morales positivas y universales sobre lo justo y lo bueno, accesibles a la razón y reflexión filosófica.
Método Socrático
La finalidad de la educación era alcanzar la verdad para lograr la felicidad y la virtud del ser humano. Si la verdad ilumina y descubre, se organiza la vida conforme a ella. Esto se hace mediante la dialéctica. Según Sócrates, este es un método de investigación de la verdad que se basa en el diálogo con el objetivo de alcanzar la verdad. Tiene dos fases:
- 1) La ironía: Su objetivo es poner en cuestión todo aquello de lo que se cree estar seguro y convencido, dándose cuenta de que no se sabe aquello que se creía saber. Un ejemplo son las contradicciones mediante preguntas y argumentos cuando las respuestas son irreflexivas. A partir del reconocimiento de la propia ignorancia.
- 2) La mayéutica: Es el arte de alumbrar o dar a luz la verdad que habita en su interior. «Conócete a ti mismo». Esta fase culmina en el hallazgo de una verdad formulada mediante una definición. Para Sócrates, es la búsqueda de las definiciones esenciales, ya que debe haber una característica o esencia común a todas las cosas que amamos: justas, buenas, bellas y a los demás valores. Esta característica común sirve de criterio para distinguir una cosa justa de una injusta. La búsqueda de definiciones expresa la esencia de la realidad investigada: ¿qué es, en esencia, la justicia? ¿qué es lo bueno? ¿qué es la belleza?
Según Platón, no se llega a una definición, ya que los diálogos quieren ser una propedéutica, un camino hacia la búsqueda de la virtud. Es muy difícil dar con una definición universal. El objetivo es saber hacia dónde hay que ir, investigar y no darse por satisfecho, pues la verdad es profunda y trasciende todos los casos particulares.
Intelectualismo Moral
Según Sócrates, la persona que sabe qué es la virtud será virtuosa. Esta es una idea fundamental de la teoría ética denominada intelectualismo moral. Tiene tres principios:
- 1) La virtud es conocimiento: Sin conocimiento no puede haber virtud. Una persona no puede ser justa si no conoce qué es la justicia.
- 2) El vicio es ignorancia: Cuando nos equivocamos, lo hacemos porque ignoramos el bien. Esto es cuando, en vez de tener una conducta virtuosa, caemos en el vicio.
- 3) Nadie obra mal a sabiendas: Si alguien conoce qué es la justicia, necesariamente tiene que obrar justamente.
Influencia de Sócrates en Platón
- 1) El diálogo es la herramienta filosófica.
- 2) La defensa de una concepción absolutista de la verdad y de los valores morales, en contra del relativismo de los sofistas.
- 3) La manera de entender la educación de Sócrates y la dialéctica está en la base de la teoría platónica.
- 4) La búsqueda socrática de las definiciones esenciales es una inspiración para su teoría de las ideas. Lo que para Sócrates son definiciones, para Platón se convertirán en realidades en sí, llamándolas ideas o formas.
- 5) El intelectualismo moral es la propuesta platónica de un gobierno de filósofos, resultado de aplicar el intelectualismo socrático al ámbito de la política.
Doxa y Episteme
Doxa es la opinión que se obtiene al fijarse en el mundo sensible. Está vinculada al devenir del mundo sensible, un mundo cambiante donde no puede haber más que opiniones, es decir, creencias cambiantes y múltiples.
Episteme (ciencia) es universal y siempre será la misma. Como por ejemplo, las matemáticas, que desempeñan su labor independientemente de lo físico.
La idea del bien es una idea general que recoge lo que son las ideas para Platón, es decir, eternas, indivisibles e inmutables, además de independientes del mundo físico. También son entidades inteligibles que existen por sí mismas y constituyen la esencia de las cosas, la esencia de aquello que hace que la cosa sea lo que es y se halla en los individuos. Por lo que la idea de la humanidad es la esencia de cada individuo humano concreto.
Cada idea es única y hay una multiplicidad de cosas materiales y visibles que copian una idea. Para Platón, es un principio unificador de una multiplicidad de cosas sensibles. Además, hay ideas de valores éticos y estéticos, objetos matemáticos, seres vivos y objetos artificiales, pero no ideas de cosas imperfectas, ya que la ausencia de perfección no existe por sí misma. Tampoco hay idea de verdad, ya que consiste en captar las ideas. Esto se hace por una forma jerárquica. Las ideas de justicia y belleza están arriba, más abajo las matemáticas, y por último, las ideas de las cosas naturales y, finalmente, las fabricadas.
Dialéctica
La dialéctica es un método de conocimiento que consiste en avanzar en los razonamientos mediante la contraposición de tesis opuestas. Se trata de un diálogo entre posiciones contrarias. Se parte de la constatación de una negación y, de ahí, se va ascendiendo desde la multiplicidad sensible hacia la unidad, es decir, las ideas. Así se irá subiendo de nivel hasta llegar a la contemplación de la idea del bien, fundamento de todo ser y de todo saber, que es el objeto final de este método.