La filosofía de Platón: razón, realidad y mito de la caverna

¿Cuál es su postura frente a la razón? Da ejemplos

Razón en Platón. Es para Platón la mayor capacidad de conocimiento del ser humano, y sería la encargada del conocimiento del mundo inteligible. Es por tanto el rasgo distintivo del ser humano, y lo que nos permite llegar a la verdad, que Platón sitúa en el mundo inteligible.

¿Cómo estaba dividida la realidad? ¿Y el ser humano?

Realidad: Según Platón existen dos realidades totalmente diferentes. El universo tiene una estructura material y una estructura inmaterial esta idea nos puede recordar al pensamiento de Pitágoras. Los elementos inmateriales están en el mundo de las ideas y es inmutable. El mundo material está sujeto al cambio donde las cosas nacen y mueren. Estos dos mundos tiene un objetivo principal que es establecer al ser. El mundo de las ideas está formado por almas universales y entidades matemáticas. El mundo sensible está formado por objetos materiales que son una copia de otro del mundo inteligible. El razonamiento de Platón dice que el mundo real es el mundo de las ideas ya que estas son eternas. Sin embargo nosotros tenemos la sensación de vivir en un mundo material, para explicar esta teoría Platón explica el mito de la caverna.

Ser humano: Para el filósofo griego el hombre está compuesto de alma y de cuerpo pero esas dos realidades no están unidas de manera esencial sino accidental como un conductor (alma) a su vehículo (cuerpo). Mientras que el alma es inmaterial e inmortal, el cuerpo es material y está sujeto a la corrupción física y en último término la muerte. Además, el alma es preexistente al cuerpo y se ve forzada a encarnarse en este mundo material reiteradamente. Esta idea de la reencarnación, también llamada metempsicosis, fue probablemente tomada por Platón de los filósofos pitagóricos y la religión órfica.

¿Cómo está dividido el cuerpo humano?

Para el filósofo griego el hombre está compuesto de alma y de cuerpo pero esas dos realidades no están unidas de manera esencial sino accidental como un conductor (alma) a su vehículo (cuerpo). Mientras que el alma es inmaterial e inmortal, el cuerpo es material y está sujeto a la corrupción física y en último término la muerte. Además, el alma es preexistente al cuerpo y se ve forzada a encarnarse en este mundo material reiteradamente. Esta idea de la reencarnación, también llamada metempsicosis, fue probablemente tomada por Platón de los filósofos pitagóricos y la religión órfica. Aunque Platón asume que es responsabilidad del alma cuidar del cuerpo y mantenerlo, lo corporal tiene un papel subsidiario frente al alma. Sin embargo, como la relación entre alma y cuerpo es un hecho, el autor ateniense admite que diversas partes del alma del hombre están más relacionadas que otras con el cuerpo.

Describe su estado ideal

Dedicó gran parte de su obra, y mucha energía vital, a reflexionar sobre la forma de ciudad ideal. Dividía a los ciudadanos en tres: productores, que debían dedicarse a la actividad económica; guardianes, que se ocupan de la seguridad y el orden; y gobernantes. Para Platón, la justicia llegará cuando cada grupo social desempeñe la función que le corresponde y con su virtud concreta: los productores, la moderación; los guardianes, el valor; y los gobernantes, la prudencia. Por encima de todos ellos situó al rey-filósofo, en lo más alto de la organización política. Para él, el gobierno del pueblo o sus representantes es muy imperfecto y aboga por un gobierno que esté dirigido por los sabios. La forma más perfecta de gobierno sería, pues, la monarquía o aristocracia, que asegura el gobierno de los mejores, los más preparados: los reyes filósofos, los más sabios.

¿Qué opina de las sombras?

Nada más terminar la narración del mito nos cuenta Platón, por boca de Sócrates, qué representa cada una de las imágenes que se exponen en él. Corresponde a las sombras y a los hombres que las producen en el mundo que percibimos por los sentidos o mundo sensible; y la hoguera al Sol que todo lo ilumina y nos permite ver. La ascensión al exterior de la cueva figura el ascenso al mundo inteligible, mundo en el que se encuentra la idea de Bien representada por el Sol.

Relata el mito de la caverna.

El mito de la caverna. Para Platón, “sólo hay un Dios, que es el conocimiento, y una maldad, que es la ignorancia”. En su obra la República explica el mito de la caverna, una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”. La primera parte describe la vida en el interior de la caverna. En ella habitan los prisioneros, cuya única ocupación es contemplar el fondo de la estancia; al estar encadenados no pueden mirar hacia otro lado, sólo hacia esa pared. Dentro de la caverna hay un fogata encendida y, gracias a la luz del fuego, en la pared se proyectan sombras, que reflejan lo que existe en su mundo; es decir, que esas sombras representan su realidad, son la realidad para ellos. La liberación de los prisioneros comienza permitiéndoles darse la vuelta y mirar hacia el fuego, en vez de mirar hacia las sombras proyectadas en la pared. Entonces, iluminados por su luz, ven una nueva realidad, más profunda y completa donde radica la causa de la primera, compuesta sólo de apariencias sensibles. Después, se desencadena a un prisionero y se le permite dirigirse hacia fuera de la cueva. Mediante una cuesta empinada hacia arriba sale de la caverna, y, una vez fuera de ella, ve la realidad exterior: hombres, lagos, árboles… Este es el mundo inteligible. Y ve el sol y su luz, que encarna la idea del Bien. Ya conocido el mundo exterior, el hombre siente el deber moral de rescatar de las sombras a sus compañeros que están presos dentro de la cueva. El ex prisionero desciende de nuevo hasta el interior de la caverna para liberar al resto de los prisioneros, pero se encuentra con su incomprensión. No han visto el mundo exterior y no comprenden lo que les explica. De esta forma explica Platón su idea de que el hombre es prisionero mientras vive en el mundo sensible y sus valores. Su liberación es descubrir el mundo de las ideas. Convertido en filósofo, trasciende las ataduras el cuerpo y del mundo sensible y asciende al de las ideas.

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