La Filosofía Crítica de Kant: Razón Pura y Razón Práctica

III.1 – El Uso Teórico de la Razón: El Conocimiento

1. Punto de Partida del Conocimiento: Validez de la Ciencia y Clases de Juicio

  • A. El Faktum de la Ciencia

    Kant parte de la realidad histórica de la ciencia físico-matemática de Newton. Considera un hecho indudable que la física, con Newton, ha logrado constituirse en ciencia, frente a las disputas sin término de la metafísica. Este es el célebre «Faktum de la ciencia».

  • B. Condiciones de Posibilidad de la Ciencia

    ¿Qué es lo que ha hecho que la física sea una ciencia y la metafísica no? La física de Newton es una ciencia porque se basa en la experiencia y establece leyes universales y necesarias que solo la Razón puede legitimar. Todo conocimiento científico válido debe sintetizar datos de la experiencia con conceptos de la Razón. Como Kant afirma: «Todo nuestro conocimiento comienza con nuestra experiencia, pero no todo procede de la experiencia».

  • C. Clases de Juicios

    1. Juicios Analíticos: Son universales y necesarios, pero no aumentan el conocimiento porque en ellos el predicado está incluido en el sujeto.
    2. Juicios Sintéticos: Aumentan el conocimiento porque el predicado no está incluido en el sujeto. Pueden ser de dos tipos:
      1. A posteriori: Se basan en la experiencia, por lo que no son universales ni necesarios.
      2. A priori: Son independientes de la experiencia, por lo que pueden ser universales y necesarios.

      Para que haya ciencia es necesario que sus enunciados sean juicios sintéticos a priori, para que puedan aumentar el conocimiento y hacerlo con universalidad y necesidad.

2. Los Juicios Sintéticos a Priori en las Matemáticas

Sus juicios no consisten simplemente en aclarar o explicitar el significado de sus conceptos (no son analíticos), sino que remiten a la intuición y a las condiciones de posibilidad de la experiencia, que son el espacio y el tiempo. Toda representación externa ha de intuirse en el espacio y en el tiempo; toda representación interna ha de intuirse en el tiempo. El espacio y el tiempo son independientes de la experiencia, no son conceptos y no son propiedades de las cosas. Conocemos las cosas como se nos manifiestan. Lo que las cosas sean en sí mismas, independientemente de la Sensibilidad, es absolutamente incognoscible.

3. Los Juicios Sintéticos a Priori en la Física

  • A. Las Leyes de la Física

    La Física es una ciencia empírica porque necesita experimentos. Ahora bien, si la Física no tuviera una parte pura o trascendental (independiente de la experiencia), no podría constituirse en ciencia. La Física es, por tanto, el resultado de la síntesis entre un elemento empírico y otro trascendental. Las leyes de la Física son este elemento trascendental.

  • B. Las Categorías

    Las leyes unifican los fenómenos mediante conceptos. Estos conceptos son las categorías, que son conceptos puros a priori, no proceden de la experiencia, sino de la espontaneidad del Entendimiento. La Tabla de Categorías de Kant establece que debe haber tantas categorías como clases de juicios: Cantidad, Cualidad, Relación (Sustancia, Causalidad, Acción recíproca) y Modo. Las categorías permiten la universalidad y necesidad de las leyes.

  • C. El Giro Copernicano

    Dado que el Entendimiento ordena la experiencia mediante las categorías, el objeto está constituido por el Entendimiento. Esta es la célebre «reforma de la noción de objeto»: el objeto no está simplemente dado, sino que es en parte constituido por el sujeto. Por ello mismo, el sujeto no debe adecuar sus representaciones a las cosas (como pretende la metafísica tradicional), sino que más bien las cosas giran necesariamente en torno al sujeto, y no al revés. Este es el «Giro Copernicano» de Kant. Aplicándose a los fenómenos, las categorías producen conocimiento; cuando se emplean por sí solas, sin referirlas a la intuición, son vacías y no proporcionan ningún conocimiento. Esto es lo que sucede en la metafísica.

III.1.4 – La Realidad y la Imposibilidad de la Metafísica como Ciencia

La metafísica no es posible como ciencia porque en este ámbito no son posibles los juicios sintéticos a priori.

1. Las Ideas de la Razón: Dios, Alma y Mundo

  • A. Los Objetos de la Metafísica y la Experiencia Posible

    Los objetos de la metafísica no son objetos de una experiencia posible. Experimentamos una multiplicidad de sentimientos, percepciones y vivencias, pero no experimentamos el «Yo» (Alma) como una realidad sustancial. Similarmente, experimentamos la inmensa multiplicidad de los fenómenos cósmicos, pero no tenemos experiencia del «Mundo» como un todo. Finalmente, es evidente que, de «Dios», por su propia naturaleza, no podemos tener experiencia.

  • B. Conocimiento Fenoménico vs. Realidad Incognoscible

    Tenemos experiencia y conocimiento de los fenómenos, pero no de las realidades que puedan subyacer a estos. Nuestro conocimiento científico es estrictamente fenoménico: está limitado a los datos sensibles sometidos a las formas a priori de la Sensibilidad y a las categorías. Dios, Alma y Mundo son ideas que se refieren a una presunta realidad detrás de los fenómenos. Pero esta es incognoscible.

  • C. Las Ideas de la Razón como Necesidades del Pensamiento

    Los tres objetos de la Metafísica son «Ideas de la Razón». La Razón se ve necesariamente empujada a pensar estas tres ideas, porque la Razón busca siempre las condiciones de todo lo condicionado. La Razón tiene que pensar necesariamente estas ideas del siguiente modo: el Yo (como condición y causa de nuestra experiencia interna), el Mundo (como condición de la experiencia externa) y Dios (como condición última de toda experiencia). Conocer y pensar son conceptos distintos.

III.2 – El Uso Práctico de la Razón: El Bien y la Ética

El ser humano no es solo un ser cognoscente; es también un ser que necesita actuar y pertenece a la naturaleza, pero también tiene voluntad.

A. Naturaleza y Voluntad: El Faktum de la Moral

Naturaleza y moralidad son dos ámbitos irreductibles de la experiencia humana. Kant parte del hecho de que en el ser humano se da una conciencia moral (el ser humano se plantea qué debe y qué no debe hacer). Además, la conciencia moral del deber es absoluta, frente a los consejos de la prudencia y frente a las reglas de habilidad. Lo que manda la conciencia moral, el deber moral, en cambio, no está sometido a ninguna condición; es una orden incondicional. Este hecho constituye lo que Kant denomina el «Faktum de la moral». La tarea de la Ética será determinar las condiciones de posibilidad de este hecho.

B. Clasificación de los Actos por su Relación con el Deber

Kant define el deber como la buena voluntad bajo restricciones. El ser humano está sometido al deber porque es un ser simultáneamente racional y sensible: en tanto que racional está llamado a cumplir el deber, pero en tanto que sensible está sometido a inclinaciones que pueden ser contrarias a lo que ordena el deber. Solo una voluntad santa cumpliría siempre el deber espontáneamente, sin experimentarlo como una limitación. Pero ningún ser humano tiene una voluntad santa.

Por su relación con el deber, los actos pueden clasificarse en estas cuatro categorías:

  1. Contrarios al deber: Esta acción es contraria a lo que ordena el deber y, por tanto, es inmoral.
  2. De acuerdo con el deber por inclinación mediata: Esta acción es moralmente neutra (no puede ser mala).
  3. De acuerdo con el deber por inclinación inmediata: Acción moralmente neutra.
  4. De acuerdo con el deber y realizada por el deber mismo: Solo esta acción es moralmente buena.

Como conclusión, la bondad de una acción se determina por la intención. Lo decisivo es la forma de la acción. Así, la Ética de Kant es una Ética formal y autónoma. Ahora no es el concepto de bien el que fundamenta la ley moral, sino a la inversa: es la ley, el deber, la que determina lo que es bueno, al contrario de lo que sucede en las éticas materiales. Este es el Giro Copernicano en Ética.

C. El Imperativo Categórico

En la Razón encontramos imperativos hipotéticos (que obligan solo bajo ciertas condiciones); pero encontramos también un imperativo categórico (una norma moral que obliga sin condiciones). La ley moral se expresa en el imperativo categórico.

Las dos formulaciones principales del imperativo categórico son:

  • «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin, y nunca solamente como un medio.»
  • «Obra de tal manera que la norma que te impongas pueda valer como ley universal.»

Ambas formulaciones son equivalentes: pues si yo trato a una persona como a una cosa, no es deseable que todo el mundo imite mi conducta (no es universalizable). Y a la inversa.

2. Los Postulados de la Razón Práctica

Para que la ley moral sea posible y tenga sentido, debemos aceptar los siguientes postulados:

  1. Libertad: Sin libertad no tiene sentido la responsabilidad ni, por tanto, la Moral. La libertad es la razón de ser de la moralidad; la moralidad es la razón de conocimiento de la libertad. La libertad es indemostrable, pero debemos pensar que los seres humanos somos realmente libres.
  2. Inmortalidad del Alma: La convergencia final del ser y del deber ser es el objetivo final de la Moral, pero este objetivo es irrealizable en esta vida. La Moral es una tarea infinita, irrealizable en un tiempo finito. Por eso, hemos de suponer que existe otra vida en la que tal convergencia sea posible.
  3. Existencia de Dios: Solo Dios puede garantizar el Bien Supremo y la convergencia final de los dos órdenes, Naturaleza y Moralidad.

Los Postulados de la Razón Práctica son exigencias de la Razón Práctica, pero no proporcionan conocimiento teórico. Se trata de tres proposiciones que, sin duda, tienen validez, pero solo por su conexión con una ley práctica (la ley moral).

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