La argumentación: elementos, lógica y retórica

El juego de la argumentación

La argumentación es una actividad lingüística que se produce en un contexto comunicativo y que consiste en dar razones para presentar como válidos nuestras afirmaciones o nuestros actos.

Elementos constructivos de un argumento

a) La calificación obtenida por el trabajo cotidiano en clase es de uno sobre cuatro. La calificación del examen es de dos sobre seis.

b) Para aprobar la evaluación es necesario que la suma de los dos apartados (trabajo de clase y examen) sea igual o mayor que cinco.

c) Así está establecido en los criterios de calificación recogidos en la programación del departamento y aprobados por el Consejo escolar.

d) Luego, me ratifico en la calificación de insuficiente.

Las premisas son las razones (a, b y c) que se presentan para justificar la conclusión (d) que “se sigue” de ellas.

Tesis: el enunciado que se quiere justificar. Generalmente, la conclusión. En nuestro ejemplo, el enunciado d.

Razones: los hechos que se presentan para justificar la tesis (a).

Garantía: permite a las razones prestar apoyo a la tesis (b).

Respaldo: base última de la que depende la fiabilidad de la garantía (c).

Lógica formal y lógica informal

La lógica es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de las reglas que hacen que un argumento sea válido, aceptable o correcto.

ARGUMENTO 1

a) Si el coche anda, entonces tiene gasolina.

b) El coche no tiene gasolina.

c) Por tanto, el coche no anda.

La conclusión (c) se sigue necesariamente de las premisas (a y b). Es un argumento deductivamente válido: la conclusión se deduce necesariamente de las premisas; es decir, si estas son verdaderas, entonces la conclusión no puede ser falsa, o lo que es lo mismo, necesariamente ha de ser verdadera.

Esta relación se da exclusivamente en virtud de la forma del argumento y no del contenido de los enunciados que lo componen.

La lógica formal es la disciplina que tradicionalmente se ha ocupado del estudio de los argumentos considerados como estructuras formales abstractas de deducción.

La lógica en la Edad Media

Cuando el Occidente latino, después de la caída de Roma, pierde el contacto con las escuelas filosóficas griegas, las únicas obras de lógica disponibles en las escuelas monacales fueron principalmente las de Boecio.

La lógica medieval es heredera de la lógica griega y, en especial, de la silogística aristotélica. En esta época la lógica estoica experimenta un desarrollo, como se puede ver en las Summulaelogicales, de Pedro Hispano.

El primer lógico medieval importante es Pedro Abelardo, quien, al considerar que la lógica trata de palabras en vez de cosas, contribuye a restablecer la lógica como ciencia autónoma, independiente de la metafísica.

La teoría de las consecuencias, que desarrollarán en el siglo XIV Ockham y Buridan. El término consecuencia se aplica a una proposición hipotética compuesta de un antecedente y un consecuente, unidos por una conjunción condicional, como por ejemplo: “cualquier parte de una conjunción se sigue de la conjunción de la cual forma parte”, que equivale a decir que “si p y q son verdaderas, entonces p (o q) es verdadera”.

Lógica simbólica

El fundador de la lógica moderna fue Leibniz, quien concibió la idea de aplicar las técnicas de la deducción matemática a los razonamientos filosóficos.

Para ello, era necesario construir un lenguaje artificial –la characteristicauniversalis−, en el que se pudieran reflejar las ideas de un modo perfecto y sin ambigüedades.

Boole y Frege son los creadores de la lógica simbólica o matemática. Boole lleva a cabo la completa matematización de la lógica de Aristóteles, usando fórmulas algebraicas para expresar relaciones lógicas.

La retórica como lógica de las buenas razones

La lógica formal analiza los argumentos tomados como formas abstractas de deducción: su interés se centra en si la conclusión se deduce lógicamente de las premisas.

Sin embargo, la mayoría de los razonamientos que hacemos en nuestra vida cotidiana y académica no se pueden analizar con la lógica formal; necesitamos otro enfoque de la lógica que nos permita saber si las razones que damos para justificar nuestras acciones o nuestras opiniones son buenas o no. Para ello, hay que tener en cuenta los argumentos concretos que usamos en situaciones particulares de diálogo.

De este tipo de análisis se ocupa la lógica informal, que tiene como antecedente la retórica tal y como la entendía Aristóteles. La lógica informal se ocupa, pues, de si las razones dadas en un argumento concreto son buenas, es decir, si apoyan la conclusión, si la presentan como razonable.

La corrección de un argumento está relacionada con la consecución de los objetivos del diálogo argumentativo: el entendimiento mutuo y el acuerdo, en la medida en que este sea posible.

Lipman estableció algunos rasgos generales que comparten las buenas razones. Las buenas razones se basan en los hechos; son relevantes para aquello que se quiere justificar o fundamentar; tratan de hacer más plausible lo que afirmamos o hemos hecho; son aceptables para y reconocibles por los interlocutores.

Tópicos

En nuestros razonamientos partimos a menudo de afirmaciones muy generales, que son admitidas por mucha gente, cuya verdad o aceptabilidad rara vez se cuestiona.

LUGARES DE LA CANTIDAD : Afirman que algo es preferible a otra cosa por razones cuantitativas: es preferible un mayor número de bienes a uno menor; el bien que sirve a un mayor número de fines a lo que no es útil en el mismo grado.

LUGARES DE LA CUALIDAD : Cuando se cuestiona la ventaja del número se acude al lugar de la cualidad: es preferible poco pero bueno quemucho pero malo.

LUGARES DEL ORDEN : Afirman que lo anterior es superior a lo posterior.

LUGARES DE LA RELACIÓN MEDIO – FIN : Lo que se desea por sí mismo espreferible a lo que se desea como un medio para conseguir ese fin.

Argumento ad hominem

Argumento ad hominem, o ataque personal. Estos argumentos pretenden refutar una opinión atacando a la persona que la mantiene. Se produce así, no un debate sobre la verdad de una afirmación o la conveniencia de una propuesta, sino la descalificación personal del adversario. “tú también lo has hecho” (tu quoque) o al “todos lo hacen” (argumento del ventilador) para descalificar al interlocutor, evitando así dar razones para apoyar lo que se pretende defender.

Argumento ad ignorantiam y argumento circular

ARGUMENTO AD IGNORANTIAM

Se defiende que un enunciado es falso porque nadie ha conseguido probar su verdad o que es verdadero porque nadie ha probado que es falso. Ejemplo: “Nadie ha podido probar que Dios no existe; luego, Dios existe”. O “nadie ha podido probar que Dios existe; luego, no existe”.

ARGUMENTO CIRCULAR

Defiende un enunciado presentando “razones” que significan lo mismo que lo que se quiere probar.

Argumento ad autoritatem y argumento ad baculum

ARGUMENTO AD AUTORITATEM

En estos argumentos se defiende una opinión sin ofrecer pruebas, solo por el hecho de ser mantenida por una autoridad. Los opositores de Galileo no atendían a las razones que este daba para justificar su teoría, amparándose en la autoridad de Aristóteles o de la Biblia.

ARGUMENTO AD BACULUM

Estos argumentos acuden a amenazas para conseguir que el interlocutor acepte una determinada opinión. Con estos argumentos no se pretende tanto convencer como asustar y, por tanto, en muchas ocasiones se viola la regla c.1 del diálogo. Ejemplo: “Habría que evitar la entrada de emigrantes a nuestro país si no queremos perder nuestra identidad cultural”.

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