Immanuel Kant: Vida, Obra y Fundamentos de su Filosofía Crítica

Immanuel Kant

Vida y Obra

Kant (1724-1804) es un filósofo alemán. Recibió, en especial de su madre, la influencia del pietismo. En su etapa universitaria, se vio influenciado por el pensamiento de Leibniz y por la filosofía experimental newtoniana. En 1770 fue nombrado profesor ordinario de lógica y metafísica de la Universidad de Königsberg, su ciudad natal. Su filosofía puede considerarse una evolución continua que parte del racionalismo de Wolff y asimila influencias empiristas, especialmente la de Hume. Se han señalado tres períodos en la filosofía kantiana:

  • Periodo precrítico (hasta 1765): Se presenta como un racionalista seguidor de las teorías de Leibniz, tal y como habían sido definidas por Wolff. La obra representativa de esta época es La única base posible para la demostración de la existencia de Dios.
  • Periodo de escepticismo (1765-1770): Kant se aparta del racionalismo y se inclina hacia el escepticismo de Hume.
  • Periodo crítico (desde 1770 hasta su muerte): Corresponde a la madurez de su pensamiento. Sus obras principales de este periodo incluyen: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica, Prolegómenos a toda Metafísica futura que pueda presentarse como ciencia, Crítica del juicio y La religión dentro de los límites de la mera razón.

Obras póstumas

Intentó hacer una síntesis de las tres críticas, en la que parece que iba a introducir importantes variaciones en su filosofía, pero murió antes de completarla. Las notas que dejó se publicaron posteriormente con el título de Opus Postumum.

Comentario Filosófico

En su obra, Kant tiene la finalidad de investigar la metafísica, deseando saber si puede ser catalogada como ciencia. En el prólogo de la segunda edición de la Crítica de la razón pura, tras estudiar lo que hace posible una ciencia, llega a la conclusión de que la metafísica es imposible como ciencia. Argumenta que no avanza a lo largo del tiempo, los filósofos nunca se ponen de acuerdo y no cumple las condiciones empíricas y trascendentales que poseen las ciencias. En otras palabras, el principal problema de la metafísica es la falta de una metodología rigurosa, lo que le impide tener el carácter y el rigor de las demás ciencias. Sin embargo, considera que la metafísica seguiría existiendo aunque desaparecieran todas las ciencias, lo que implica que el pensamiento sobre Dios, por ejemplo, persistirá para los hombres. Kant continúa criticando la metafísica, considerando que se basa en simples conceptos, un análisis conceptual que no logra una posesión duradera. Siempre es susceptible de crítica debido a su subjetividad. Kant concluye que, en la metafísica y la razón, se debe abandonar definitivamente la pretensión de hablar científicamente, y considera que él mismo no sería más afortunado que quienes lo intentaron antes, puesto que habían fracasado.

A continuación, Kant explica su «Giro Copernicano» en la filosofía, utilizando la analogía con las ideas de Copérnico, que provocaron una gran revolución en la astronomía. Copérnico, tras muchos estudios, descubrió que no es la Tierra la que se encuentra en el centro, girando los demás astros a su alrededor, sino que es el Sol el que está en el centro y los demás astros los que giran alrededor de él. De la misma forma, Kant entiende que no se debe considerar al objeto como el centro del conocimiento, encargado de «importar» toda la información al sujeto, sino que es mejor suponer que el sujeto es el centro del conocimiento. No es el objeto el que aporta todo el conocimiento, sino que el sujeto constituye el elemento fundamental del conocimiento. La metafísica, cuyas bases parece reformular Kant, se convierte en una analítica trascendental. Esta analítica, que tiene raíces en la analítica platónica, forma parte del entendimiento; es el entendimiento el que conceptualiza los objetos.

Asimismo, señala que no poseemos experiencia de los términos metafísicos, como el alma o Dios. Sin embargo, considera que la metafísica realmente existe y está basada en la razón. Para él, la razón sirve para universalizar y unificar el saber humano. Las ideas con las que opera la razón son ideas englobantes de toda experiencia posible. Para esta labor unificadora, la razón utiliza las Ideas (Alma, Mundo y Dios), que no son fuente de conocimiento porque están más allá de la experiencia: son puros entes pensados y no tienen valor en el mundo de los fenómenos. Cuando la razón trata las Ideas como objetos reales, es decir, si aplica las categorías más allá de los fenómenos (a los noúmenos), se cae en la «ilusión trascendental». La afirmación del contenido de esas Ideas no debe hacerse en la Razón Pura. Por ello, Kant se toma la libertad de «llenar» los espacios vacíos, aquellos que no tienen una explicación científica, porque considera que la razón nos invita a hacerlo. Todo ello lo aborda en su Crítica de la razón práctica.

Conclusión y Reflexión

Kant es, sobre todo, un autor que supo aprender de los demás, y por ello representa una síntesis de las corrientes racionalistas, empiristas y de la Ilustración. No cabe duda de que constituye una raíz fundamental del pensamiento filosófico de los siglos XIX y XX. Era un hombre que poseía sus ideas con gran orden, lo que le permitió evitar contradicciones. Es muy importante el hecho de diferenciar la metafísica de la ciencia. Con ello, logró que, por fin, se caminara por un camino más claro. La idea de que la idea de Dios es necesaria en la moral del hombre es, tal vez, muy discutible. Pero lo que sí es cierto es que el hombre, aunque desaparezcan todas las ciencias, basará su vida en la metafísica, porque lo que no entienda, intentará explicarlo, pensando en un ser superior que sí lo entiende.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *