1. ¿Por qué se le considera a Descartes el primer filósofo moderno?
Porque es el primero que centra la filosofía en el sujeto pensante, apartándose de la filosofía concordante con el realismo y el sentido común. A partir de Descartes, la filosofía se centra en el yo que existe (sujeto presente) y sus representaciones o ideas sobre el mundo (pensamiento).
2. ¿Por qué decimos que la filosofía moderna no existiría sin el precedente del humanismo renacentista?
El Renacimiento (siglos XV y XVI) supuso el ensalzamiento del hombre (antropocentrismo) frente al teocentrismo medieval. Esto llevó también a la liberación y búsqueda del conocimiento en todos sus ámbitos. Desde entonces, la filosofía se centra en el hombre, en vez de en Dios, y en cómo un hombre puede conocer el mundo con la razón.
3. ¿Por qué y cómo surgió la Guerra de los Treinta Años en la que estuvo inmerso Descartes?
En el siglo XVI, con la Reforma de Lutero que pone en duda la representatividad del Papa y de la Iglesia como mediadora entre Dios y el hombre, la Iglesia hizo una contrarreforma para evitar perder su poder en los estados europeos. La Europa Barroca en la que vive Descartes se debate entre protestantes y católicos. La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) surgió por motivos como enfrentamientos entre estados de Europa central, crisis económica y caída del comercio. Un acontecimiento importante fue el asesinato de Enrique IV de Francia en 1610. Proveniente de una familia protestante, se convirtió al catolicismo influenciado por su amigo Montaigne y adoptó una política de tolerancia religiosa. A partir de entonces, las grandes potencias adoptan la política contraria, lo que crea un conflicto religioso que desembocará en la Guerra de los Treinta Años.
4. Resumen de los nuevos descubrimientos de la ciencia moderna y su influencia en el pensamiento barroco
Los nuevos descubrimientos de la ciencia moderna incluyeron:
- Nuevo modelo heliocéntrico y elíptico frente al geocentrismo esférico medieval.
- Supresión de las diferencias entre el mundo supralunar (astronomía) y sublunar (física).
- Nueva física de Galileo de movimientos mecánicos y formulados matemáticamente frente a la física teológica aristotélica.
- Nuevos métodos adoptados como el inductivo o el resolutivo-compositivo.
El cosmos pasa a ser un mundo infinito, caótico y sin sentido, asequible a la razón humana, lo que presupone la desorientación y el miedo ante lo deducido, dando paso a ideas escépticas que se manifiestan en el Barroco. Así, la revolución científica condujo al cuestionamiento de la autoridad de la Iglesia y de la metafísica escolástica.
5. La filosofía moderna como deudora de la ciencia: Inspiración de racionalistas y empiristas
La filosofía moderna decimos que es deudora de la ciencia moderna, especialmente de sus métodos. Los filósofos modernos pretendieron seguir los pasos de los científicos porque su intención era obtener los mismos resultados que la ciencia, apartándola de estériles controversias con la aplicación de un buen método.
Los racionalistas, como Descartes, se inspiraron en el método de Galileo. Descartes intentará matematizar la filosofía al igual que Galileo había hecho con la física.
Los empiristas se basaron en el método inductivo, dando más importancia a la experiencia (sentidos).
6. Ideas compartidas y diferencias entre racionalistas y empiristas
Comparten que parten del sujeto que conoce y de sus representaciones o ideas. Ambos se inspiran en la ciencia y pretenden conseguir en la filosofía los éxitos de la ciencia. Creen que lo importante es el conocimiento, lo importante de las ideas (mis ideas).
Difieren en que:
- Los racionalistas se basan en las matemáticas (método deductivo), dando más importancia a la razón, y creen en las ideas innatas.
- Los empiristas se basan en la ciencia empírica (método inductivo), dando más importancia a la experiencia/sentidos, y creen que no existen ideas innatas, sino que todas proceden de la experiencia.
7. ¿Por qué la filosofía cartesiana es una reacción contra la filosofía escéptica y cómo lo hace?
Porque el propósito de Descartes era hacer una filosofía tan firme que ni el más escéptico pudiera ponerla en duda. Para ello, Descartes juega con los mismos argumentos de los escépticos: la duda, que pasa de escéptica a metódica. Duda de todo lo que pueda ponerse en duda para buscar algo que se resista a esta, siendo por lo tanto indudable.
8. Realismo vs. Idealismo: Diferencias y el caso de Platón
El realismo es la filosofía del sentido común: lo que existen son cosas y yo, que pienso sobre ellas. El sujeto se limita a conocer la realidad (objeto conocido).
El idealismo da la importancia al yo pensante, que es lo que existe con certeza. El yo piensa sobre algo, sin certeza de la existencia de las cosas sobre las que piensa (sujeto que conoce).
El idealismo cartesiano pone en duda todo menos el yo pensante; por lo tanto, lo importante son mis ideas sobre las cosas. El idealismo trascendental de Platón sostiene que las Ideas son trascendentes, son realidades existentes.
Platón es realista ya que cree que la realidad es comprensible tal cual es y se basa en su filosofía en explicar la realidad a partir de un mundo aparte (el mundo de las Ideas).
9. Fundamentos del método cartesiano
La filosofía de Descartes en general y su método en particular parten de la incertidumbre, de la creencia de que no hay nada cierto. Por ello, se propone construir una filosofía fuerte y segura como las matemáticas. A partir de una certeza absoluta se podrá construir una nueva e indestructible. La búsqueda de la certeza es la búsqueda de un método, y el método más seguro es el método matemático.
10. Inspiración y aplicación del método cartesiano
El método de Descartes se inspira en el rigor matemático y sus largas cadenas de razonamientos, ya que para él el método lleva a un conocimiento cierto sin dudas.
El método de Descartes se basa en la certeza matemática o evidencia (lógica, álgebra) y no se basa en la autoridad (Biblia) ni en la experiencia (representada por Francis Bacon).
Descartes aplica su método a todo el conocimiento, empezando por la filosofía, que son las raíces del árbol; después al tronco, que es la física; y las ramas, que son las demás ciencias. Las matemáticas serán la savia imprescindible, el hilo conductor.
11. El método axiomático-deductivo de Descartes y sus reglas
El método que nos propone Descartes es el axiomático-deductivo, que parte de un principio absolutamente evidente (axioma) del que se le aplican algunas reglas para extraer otras verdades. Las reglas son:
- La Evidencia: No admitir como verdadera ninguna cosa que no la conozca evidentemente como tal, es decir, guardarse de toda precipitación y todo prejuicio.
- La del Análisis: Dividir cada una de las dificultades en tantas partes cuantas se puedan hacer.
- La de la Síntesis: Conducir ordenadamente mis pensamientos comenzando por los objetos más simples para subir gradualmente al conocimiento más complejo.
- La de las Enumeraciones: Tan detalladas que pueda estar seguro de no omitir nada.
12. La finalidad de la duda cartesiana
La finalidad de la duda de Descartes es buscar algo de lo que no se puede dudar, que resista cualquier duda (axioma). No se trata de una duda escéptica sin finalidad, sino de una duda metódica. Se trata de dudar de todo lo que se pueda poner en duda, con la finalidad de llegar a lo indudable.
13. ¿De qué duda Descartes y con qué argumentos?
Descartes aplicó la duda a todas las cosas:
- En principio, podemos dudar de la apariencia de las cosas sensibles. Estas no son fiables, ya que nos engañan porque no nos ofrecen una certeza absoluta.
- De la existencia de las cosas sensibles:
- Se puede dudar incluso de la existencia de mi propio cuerpo, ya que todo lo que sé de él no son sino informaciones sensoriales.
- Es posible que el mundo exterior sea totalmente falso, ya que todo fuera un sueño y todo lo que creemos real no lo fuera.
- De las matemáticas: Puede que todo lo considerado matemáticamente evidente no sea más que un engaño producido por un ser maligno, el cual disfruta engañándonos. Aquí se ha llegado a la duda total.
14. La primera certeza cartesiana: El Cogito
La primera certeza de Descartes es «pienso, luego existo«. Es decir, que mientras estoy pensando, existo. Puedo ser engañado, pero para serlo tengo que existir. Es intuida e indudable.
15. El criterio de certeza cartesiano
El primer criterio de certeza es no aceptar nada por verdadero que no se presente a mi mente de manera clara y distinta. Este se deduce a partir de la manera en la que se me presenta el Cogito. Coincide en que la verdad se presenta de manera clara y distinta. Cambia en que antes era supuesta y ahora queda demostrada y deducida.
16. Tipos de ideas según Descartes
Cuando Descartes analiza el Cogito, omite que es algo que piensa, pero que para pensar tiene que haber ideas. Distingue tres tipos de ideas:
- Adventicias: Son las que me llegan de fuera, basadas en una percepción sensible.
- Facticias: Las fabricadas por mí mismo, sobre la base, comúnmente, de las adventicias.
- Innatas: Con las que hemos nacido, pues no pueden tener ningún origen sensible ni tampoco ser hechas por nosotros.
17. La prueba de la existencia de Dios en Descartes
Descartes parte de la idea innata de perfección o infinito que encuentro en mí. No es idea adventicia, ya que en la experiencia no hay nada infinito o perfecto. Yo tampoco puedo ser la causa, ya que he dudado, por lo que soy imperfecto, y algo imperfecto no puede causar algo perfecto. Luego, la causa de mi idea de perfección es Dios (es infinito y perfecto).
18. ¿Se puede demostrar la existencia de la realidad extensa a través de la idea de extensión?
No, porque a la idea de extensión no le ocurre lo mismo que a la idea de Dios o de perfección. Ya que no hay ninguna contradicción en pensar que no existe la idea de extensión. La idea de extensión puede ser pensada y no existir.
19. La prueba ontológica de la existencia de Dios
¿Se puede deducir de la idea innata de extensión la existencia de los cuerpos extensos? No, porque a la idea de extensión no le ocurre lo mismo que a la idea de Dios. E indica así la denominada prueba ontológica, que parte de la idea de Dios como lo más perfecto y lleva incluida la existencia, pues pensar a Dios como lo más perfecto y no existente sería contradictorio. Sin embargo, Descartes dice que no hay contradicción en pensar la extensión como no existente.
20. La garantía de la validez del mundo exterior y del pensamiento
Dios o sustancia infinita es la única garantía de la existencia de la sustancia extensa o del mundo exterior (aunque no de cómo este se me presenta), y también de la validez de mi pensamiento o de que la sustancia pensante piense bien.
21. El concepto de sustancia en Descartes
Sustancia es todo aquello que no necesita de ninguna cosa para su existencia. La sustancia es Dios y otras dos que solo necesitan de Dios para existir: la sustancia pensante y la sustancia extensa. Decimos que Descartes separa aún más que Platón el alma del cuerpo porque el alma sería la sustancia pensante y el cuerpo la sustancia extensa. La hipótesis actúa como una especie de estación donde las pasiones y acciones del alma resonaban y se transmiten en el cuerpo y viceversa.
22. Importancia epistemológica y ontológica de las sustancias
Desde el punto de vista epistemológico, lo más cierto es el Cogito, ya que es algo de lo que podemos dudar. Pero en verdad, lo más importante desde el punto de vista ontológico es la sustancia infinita o Dios, ya que incluso la validez del pensamiento depende de él.
23. El problema del error y la perfección divina en Descartes
Si la perfección de Dios es la garantía de que pensamos bien, ¿cuando nos equivocamos podría considerarse una objeción a la perfección de Dios? Razona la respuesta.
El entendimiento se encarga principalmente de concebir ideas, las cuales no son ni verdaderas ni falsas; por lo tanto, no puede darse error. La posibilidad de error está en el juicio (unión y desunión de ideas). Los juicios, según Descartes, los realiza la voluntad, que es libre. Ahora bien, Dios nos da la oportunidad de no equivocarnos, ya que no lo hacemos si la voluntad une en el juicio solo las ideas que se presentan muy claras y distintas a nuestro entendimiento.