Fundamentos de la Metafísica: Ser, Realidad y Evolución del Pensamiento Filosófico

La explicación metafísica de la realidad

La metafísica como explicación teórica de la realidad

La pregunta por el ser en Grecia: Platón versus Aristóteles

La metafísica de Aristóteles se denomina también ontología. Antes que él, su maestro Platón defendió que la verdadera realidad es la del mundo de las ideas, del que este mundo sensible no es sino una copia. Las ideas son el modelo en el que se basan todos los seres físicos, que son simplemente una imitación de esas ideas. Las realidades de este mundo son solo apariencias, sombras, y la filosofía tiene la misión de ayudar a los humanos a salir de la caverna hasta la contemplación de la verdadera realidad de las ideas. Aristóteles da un giro crítico a la teoría platónica e instala en este mundo físico los principios de comprensión de todo lo real. Introdujo el concepto de “sustancia”. La metafísica aristotélica sentó las bases de una comprensión realista del mundo que se prolongó hasta el siglo XVIII.

Metafísica: Es la parte de la filosofía que tiene por objeto el estudio de los principios fundamentales de la realidad. Tradicionalmente, el Yo, Dios y el Mundo son los tres problemas que específicamente aborda la metafísica.

Sustancia (según Aristóteles): Es la realidad individual que tiene consistencia propia y que expresa la estructura profunda de cada ser.

La metafísica medieval

Con la aparición del pensamiento cristiano, la metafísica centró todos sus esfuerzos en la explicación del cosmos y del ser humano desde una perspectiva teológica. De esta manera, Dios se erigió como el Ser Creador y la Causa Suprema. La metafísica de Tomás de Aquino retomó las nociones principales de Aristóteles y las aplicó a la teología católica, adaptando todo lo que era compatible con el dogma cristiano y dándole un significado nuevo. Un concepto clave en su adaptación fue la analogía del ser. Dios era el Primer Acto, el Ser Incausado y Eterno que compartía con todos los seres la existencia, pero no la esencia. La esencia de Dios es existir, mientras que los demás seres solo existen de modo contingente.

La metafísica en el mundo moderno

A partir de Descartes, en el siglo XVII, comienza un desplazamiento de la metafísica hacia el «yo», hacia el sujeto humano como eje filosófico fundamental. Sin embargo, Dios siguió ejerciendo un papel importante en la filosofía. El sujeto es una conciencia, pero Dios es una sustancia infinita que piensa y crea el mundo.

Fueron Hume y Kant quienes cuestionaron la metafísica tradicional y pusieron en evidencia su carencia como ciencia válida. La revolución científica sentó las bases de una cosmovisión en la que los conceptos metafísicos ya no tenían cabida. La obra de Kant, Crítica de la razón pura, marcó el inicio de la etapa postmetafísica actual, a pesar de que él reconociera la disposición humana natural a hacer metafísica. Sin embargo, Kant era consciente de que la filosofía sí puede afrontar los problemas metafísicos, aunque no como una ciencia teórica sobre objetos suprasensibles.

Los tres grandes problemas de la metafísica occidental siempre estuvieron estrechamente relacionados entre sí:

  • Cosmología (el estudio del mundo)
  • Psicología racional (el estudio del alma o el yo)
  • Teodicea o Teología natural (el estudio de Dios)

Estos se apoyaban y explicaban mutuamente, aunque siempre la explicación última sirviese a los intereses de la teología cristiana. Mundo y Alma solamente tenían sentido desde el horizonte espiritual de un Dios. Todas las metafísicas materialistas, especialmente en el siglo XIX, tuvieron siempre como antagonista a la metafísica espiritualista cristiana. Solamente en el siglo XX la crítica a la metafísica clásica fue abriendo paso a una era postmetafísica en la que los conceptos de la metafísica clásica se veían con indiferencia y desinterés.

La etapa postmetafísica

Desde los últimos años del siglo XX, el desarrollo de las ciencias ha sido de tal magnitud que el mundo y el sujeto humano se explican desde posiciones racionales y empíricas que no tienen en cuenta las nociones tradicionales de la metafísica.

La noción de pensamiento postmetafísico se debe sobre todo a Jürgen Habermas, quien ha realizado un profundo estudio del recorrido histórico de la metafísica occidental. Su conclusión destaca la falta de verificabilidad del lenguaje metafísico y la imposibilidad de articular un sistema de pensamiento que explicase la totalidad de lo real. En ese giro antimetafísico tuvo un papel destacado Nietzsche, quien desmontó de modo radical toda tentativa de asimilar la metafísica con la búsqueda de la verdad y el bien. En la actualidad, las ciencias parecen dominar la explicación del mundo y del ser humano; el lenguaje de las religiones se ha convertido en una voz que solamente escuchan los creyentes.

El problema entre apariencia y realidad

Apariencia versus realidad

Uno de los temas más discutidos en la metafísica es el de las relaciones entre la apariencia y la realidad, entre lo ficticio y lo real. El empirismo y el racionalismo ofrecen visiones opuestas acerca de lo que es aparente y lo que es verdadero.

La posición racionalista sostiene que la experiencia sensible es fuente de errores y de engaños. El ser humano debe desconfiar de todo lo que le aportan los sentidos, la imaginación y la memoria, porque generan apariencias engañosas. El verdadero conocimiento, según esta postura, solo puede proceder de la razón.

Por su parte, el empirismo defiende que solo se puede conocer a través de la experiencia sensible. Para el empirismo, lo que aporta el conocimiento sensible es la verdadera realidad: datos que se pueden observar y asociar mediante sensaciones. Las ideas, en cambio, son consideradas ilusiones carentes de valor cognitivo.

En las últimas décadas ha aparecido un nuevo término, la realidad virtual, sobre la que reflexiona la filosofía y que constituye una nueva ontología.

La realidad virtual

Inicialmente, el término «realidad virtual» se utilizaba para designar aquel tipo de realidad que todavía no había realizado todas sus potencialidades, todas sus posibilidades. Desde hace unos años, sin embargo, se utiliza para calificar un gran número de actividades. Algunos expertos definen la realidad virtual como la simulación informática del espacio tridimensional. Sin embargo, el concepto es mucho más amplio.

La «realidad virtual» se encuentra fuera de la realidad vigente, pero no es que no exista ni que exista solo porque se la imagine, sino que «integra a la vez la imaginación y la realidad». Se denomina ‘tercer entorno’ (concepto popularizado por Javier Echeverría) al ámbito de realidades producto de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, frente a las ciudades (‘segundo entorno’) y la naturaleza (‘primer entorno’). El tercer entorno incluye dispositivos como televisiones, móviles, ordenadores, etc. El campo y la ciudad seguirán siendo dos ámbitos de vida y de cultura humana, pero está emergiendo un nuevo ámbito: el de la telépolis o tecnópolis.

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