Voluntad y Sentimiento
El error capital del hedonismo fue decir que la voluntad es atraída solamente por el placer. El objeto de la voluntad es el bien entendido como tal; el objeto primario de la voluntad es el logro de cierto resultado positivo. Esto podrá causar un sentimiento placentero.
Las emociones o sentimientos asociados con ciertas ideas tienden a expresarse en forma de acciones. Un impulso consiste en la fuerza de la urgencia causada por una idea muy cargada de afectividad; la voluntad queda a merced del sentimiento y la acción es la liberación de una tensión emocional.
Las Éticas Materiales
Son aquellas que proponen un bien concreto que debe alcanzar nuestra conducta, sea alguna virtud moral (como la generosidad, la valentía, la amistad, etc.), algún estado de ánimo (como la felicidad, la tranquilidad del alma, etc.) o algo más físico (como el placer, etc.).
La moral es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal; se refiere específicamente a las normas que regulan nuestros actos.
Éticas Formales
Son aquellas que consideran que una acción es buena no porque persiga un fin determinado o bien concreto, sino que es buena si se realiza según cierta forma.
La ética es una reflexión sobre la moral y la validez de los comportamientos; compara las pautas morales que tienen diferentes personas o sociedades buscando establecer principios generales o universales y se ocupa del porqué de esas cosas.
Los Problemas Éticos
Son problemas cuya resolución tiene efectos en otras personas. La solución de los mismos no me afecta solo a mí, sino también a las otras personas que sufrirán las consecuencias de mis acciones y decisiones.
Los actos que no tienen consecuencias para los demás no son objeto de una calificación moral. También existen problemas éticos que se refieren a la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos.
Responsabilidad y Libertad
Somos juzgados por quienes nos rodean; somos responsables de nuestros actos. Cuando responsabilizamos a una persona por lo que hizo, estamos considerando que pudo haber actuado de otra manera.
Para que alguien sea responsable de su comportamiento, debe haber actuado libremente, es decir, elegir lo que quiera hacer entre las distintas alternativas y haber tenido conciencia de lo que hizo. La posibilidad de elegir es la que decide si una conducta es elogiable o condenable.
Los Seres Humanos Somos Libres
No siempre somos responsables de nuestros actos o de las consecuencias de los mismos. Negando la posibilidad de actuar de otra manera, eludimos nuestra responsabilidad.
El ser humano está condenado a ser libre: los humanos siempre eligen entre diversas alternativas; decir que no son libres es una elección. Quienes dicen que no son libres han elegido ser personas que niegan su libertad. Estamos condenados a ser libres porque no podemos no elegir, porque no somos libres de dejar de ser libres.
No somos libres de elegir lo que nos pasa (por ejemplo: haber nacido tal día, de tales padres y en tal país), sino libres para responder y comprender de determinada manera esto que nos pasa. Que seamos libres no significa que podamos hacer cualquier cosa en cualquier momento; siempre actuamos dentro de ciertas circunstancias.
La Conciencia Moral
El hombre es autónomo moralmente cuando se da a sí mismo las normas y reglas que regulan su vida. Y es capaz porque la razón le permite distinguir lo que es bueno de lo que es malo.
A una edad temprana (la primera infancia), el principio moral es la obediencia; los primeros sentimientos surgen del respeto unilateral. Alrededor de los siete años y hasta los doce (la segunda infancia), aparece el respeto mutuo y se comienzan a inventar reglas.
¿Qué es la Libertad?
El concepto de libertad aparece tardíamente en la Edad Moderna. La ética grecorromana gira en torno del concepto de virtud y no del de libertad.
En la Edad Media, el ser humano se descubre como conciencia. La libertad se entiende como libre albedrío: elegir entre opciones. Recién en la Modernidad aparece la libertad como valor; el hombre se da a sí mismo la ley moral y en esto consiste la libertad.
¿Somos Libres?
No somos total y absolutamente libres. No somos libres de elegir lo que nos pasa: no hemos elegido nacer en una determinada familia, tampoco somos libres de no enfermarnos o de los rasgos físicos que tenemos.
Sí somos libres para elegir cómo afrontar lo que nos pasa; podemos elegir esto o aquello y hacernos responsables de nuestras acciones. Ser libres implica responder por nuestros actos ante nosotros mismos y ante los demás.
Mi libertad termina donde empieza la de los demás.