Filosofía de Nietzsche: Vitalismo, Voluntad de Poder y Superhombre

La Filosofía Vitalista de Nietzsche: Conceptos Clave

La Vida como Fenómeno Primario y Estético

  • La vida es un fenómeno físico y biológico, así como el sustrato instintivo y primario que produce los fenómenos concretos. El arte y la estética, entre otros, son el mejor instrumento para expresar y conocer la vida.
  • El cultivo de la estética no se puede desvincular del despliegue y desarrollo del lenguaje presente en la filosofía y en la ciencia. Muchos filósofos se han equivocado infravalorando el carácter lingüístico del conocimiento, al pretender equiparar en él conceptos y cosas, por ejemplo, una definición de la vida con la vida misma.
  • La reivindicación del lenguaje es un ejercicio de filosofía, ya que pretende desenmascarar la persistencia del identificador metafísico, incluso en doctrinas que han intentado desentenderse de él y de la metafísica. Nietzsche anima a asumir la modernidad con todas sus consecuencias. Lo decisivo para el conocimiento no son las ideas eternas ni los conceptos inmutables, sino la experiencia: “solo el cambio es”.

La Vida Trágica: Entre Apolo y Dionisio

Desde El nacimiento de la tragedia, Nietzsche expresa su modo de comprender la vida sin reducirla a conceptos y definiciones mediante la contraposición entre lo apolíneo y lo dionisiaco.

Conceptos Fundamentales

  • La tendencia apolínea buscaba racionalidad, orden, simetría, proporción, lo estable, la belleza a través de la forma y la medida ideales.
  • La tendencia dionisiaca buscaba, oponiéndose a la apolínea, la fecundidad, los impulsos creativos y espontáneos de la voluntad, y lo desordenado e irracional de lo primitivo.

La Oposición y el Ideal Vitalista

La vida se resuelve en una continua oposición donde lo apolíneo trata de imponerse a lo dionisiaco, y viceversa. Según Nietzsche, en la cultura europea ha predominado lo apolíneo. Nietzsche propone como ideal vitalista el espíritu apolíneo frente al dionisiaco, y defiende que en la interpretación de la historia se reconozcan ambas tendencias, puesto que la vida se nutre y expresa en la trágica necesidad que tienen de oponerse mutuamente.

El Crepúsculo de los Ídolos: Crítica a la Filosofía Europea

La Decadencia de la Filosofía Europea

Nietzsche, al hablar de idealismo, no solo se refiere a Sócrates y a Platón, sino también a la teología cristiana, a la metafísica racionalista, al positivismo, etc. Nietzsche considera que la filosofía europea entró en un largo período de decaimiento y falta de vitalidad que llega hasta el siglo XX.

Crítica a la Tradición Filosófica

  • El Racionalismo

    Nietzsche considera que la filosofía europea se ha centrado en la insistencia de atribuir realidad exclusivamente a las conclusiones de la razón y tan solo apariencia o engaño a las de los sentidos.

  • El Cambio de Teorías

    La constante sustitución de teorías, de unos ídolos por otros, se pone de manifiesto, para Nietzsche, en la propia historia de la filosofía.

    El empeño en esta búsqueda de respuestas definitivas devalúa el impulso vital que pueda haber en el pensamiento y convierte el ejercicio filosófico en un sucedáneo de sí mismo, e incluso en una actividad contraria a la vida.

  • El Cristianismo

    Critica a San Pablo, quien ejerce una influencia decisiva en el decaimiento de la filosofía y la cultura europeas, lo cual se explica desde tres aspectos:

    • La gran importancia moral que se otorga al sacrificio de apetitos y pasiones.
    • La exaltación de la humillación, incluso de la muerte, como instrumento redentor o de salvación.
    • La intensa utilización por parte de los teólogos cristianos del pensamiento de Sócrates, Platón y Aristóteles.

    Al apoyarse en las tendencias apolíneas, el cristianismo debilitó la idea de virtud como fuerza y nobleza.

  • El Influjo del Cristianismo en la Filosofía Europea

    Se observa en la “moral de esclavos”.

La Voluntad de Poder y la Transmutación de los Valores

La Necesidad de Creación de Nuevos Valores

Nietzsche no se amoldó sin más a la moral establecida, sino que ejerció intensamente su capacidad de juicio y valoración moral, proponiendo la transmutación de los valores. Si la filosofía asume cuanto conduce al nihilismo, acabará por sustituir los valores propios de la debilidad y la sumisión.

La Crítica a los Valores Dominantes

  • Los valores aportados por el platonismo, por su mundo real más allá del mundo de ficción, su racionalismo y su desprecio a la vida de este mundo.
  • Los valores del cristianismo, que representan el discurso de la moral instaurada, los que Nietzsche considera negativos y expresión de debilidad.
  • Los ideales de la ciencia y la revolución científica.

La Transmutación o Transvaloración de los Valores

Las metáforas y representaciones que emplea Nietzsche para expresar su pensamiento deben entenderse precisamente como representaciones de los nuevos valores que surgen del nihilismo:

  • Expresiones como la “muerte de Dios”, la “moral de señores” y la “moral de esclavos”, o la “voluntad de poder”.
  • La moral lo interpreta y valora desde una nueva actitud estética.

El Eterno Retorno y el Superhombre

El Progreso y el Tiempo

La intención subversiva de Nietzsche cuestiona también dos representaciones muy importantes en la cultura europea:

  • Progreso: mayor cercanía a un objetivo final predeterminado.
  • Tiempo: transcurso lineal de acontecimientos.

Para Nietzsche, el progreso moral y temporal que busca la voluntad de poder consiste en la renovación constante de su impulso vital o eterno retorno de lo mismo. Si la transmutación de los valores crea el futuro al transformar la herencia recibida, quiere decirse que el destino de lo pasado (los viejos valores) y de lo futuro (los nuevos valores) es el mismo tiempo: el instante en donde se ejerce esa transformación. El instante es como un nudo del tiempo, del pasado con el futuro; en él se renueva la vida, se expresa la voluntad de poder.

El Eterno Retorno

Es necesaria la generación de algo como su destrucción.

El Eterno Retorno es la perenne repetición de los instantes, que priva de carácter definitivo a cualquier acontecimiento.

Cada instante que se ha producido, ha existido ya y se producirá infinitas veces. Amar la vida es querer que se repita. Nietzsche concibe este mundo como el único mundo verdadero, por lo que necesita atribuirle el rasgo de eternidad. La teoría del Eterno Retorno es la culminación de la obra de Nietzsche. Nietzsche no solo invita a asumir o a comprender el fondo vitalista de la historia, sino una nueva concepción helicoidal del tiempo. Nietzsche afirma la vida, con el deseo de que se repita eternamente.

El Camino del Superhombre

El Superhombre no debe entenderse como el reconocimiento de que algún individuo o alguna raza posean superioridad congénita sobre los demás, sino como una aspiración moral que es necesario sostener para afirmar la vida. El Superhombre cultiva los valores apolíneos y los dionisiacos, y se percata de la nada y la muerte de Dios, actuando con voluntad de poder. Se rige por una moral de señores y no de esclavos, y asume el Eterno Retorno.

La Transformación del Hombre en Superhombre

  • El Camello

    Animal de carga: acepta la vida resignándose a su imposición y dificultades.

  • El León

    El hombre-camello, cansado de la carga que soporta, se rebela contra su amo y lo derriba. Se convierte en el hombre-león, dueño de sí mismo, que ejerce su voluntad.

  • El Niño

    El hombre-león se deshace de su carga y crea nuevos valores, aprendiendo a vivir de un modo creativo y feliz. El niño acepta la inocencia del devenir.

El Superhombre conoce la muerte de Dios; ama la vida, la tierra. En él predominan los nuevos valores, la voluntad de poder. Es el espíritu libre, el fuerte, quien no necesita a la masa para autoafirmarse; en contraposición con el débil, quien necesita del rebaño para autoafirmar su existencia.

El Problema de Dios y el Nihilismo

El Origen del Nihilismo

La denuncia de la decadencia de la filosofía no significa que deseche las diversas teorías filosóficas del pasado. Lo que Nietzsche procura es examinar a fondo el pasado de la filosofía para ver de qué modo participa en la génesis del lenguaje que rige en la cultura y en las costumbres comunes europeas. El conocimiento socrático de la Verdad, una y eterna, es insatisfactorio; su adopción por el judeocristianismo refuerza un antiguo resentimiento contra la vida. Esto significa que en el lenguaje, incluido el científico, nada es definitivo, que no hay ningún fundamento filosófico inamovible: Dios ha muerto.

¿Qué es el Nihilismo?

Trata de expresar que la nada, la ausencia de metafísica en el saber o en las valoraciones morales, es una constante en todas las teorías, particularmente en las que pretenden buscar el racionalismo y el positivismo. La nada ha acabado imponiéndose finalmente al idealismo. El nihilismo es la constatación del destino que tiene la cultura europea e, incluso, una conclusión inevitable en el conocimiento humano. Se puede constatar de modo expresivo el destino nihilista de la cultura europea en dos fenómenos modernos:

  • El predominio de la moral de esclavos.
  • El desconocimiento práctico de la muerte de Dios.

Tipos de Nihilismo

  • Nihilismo Pesimista

    Es propio de quien se deja abatir por la constatación de la muerte de Dios y procede como si esta no hubiese acontecido, resignándose a vivir o abandonando el ejercicio valorativo de la moral.

  • Nihilismo Optimista

    Es más creativo, propio de quien asume la vida sin resentimiento contra ella por verse obligado a vivir. Es el propio de aquellos que, rigiéndose por la moral de los señores, no renuncian a crear, aunque no puedan echar mano de seguridades o fundamentos racionalistas, pese a que “Dios esté muerto”.

Si el nihilismo es ineludible, desconocerlo adecuadamente impedirá al hombre vivir y valorar de acuerdo con lo que es propio de la vida humana. Las manifestaciones sociales y culturales modernas están infectadas de nihilismo, porque se ha sustituido la necesidad, el deseo y el riesgo de valorar por la fe en valores incuestionables.

El Significado de la Muerte de Dios

Nietzsche proclama en La gaya ciencia (sabiduría del hombre fuerte que dice sí a la vida) que “Dios ha muerto” y afirma que este es el acontecimiento más importante de la época actual. “Dios ha muerto” es la expresión máxima del nihilismo.

Con la expresión “muerte de Dios”, Nietzsche entiende por Dios el último fundamento ideal y abstracto de los valores religiosos y culturales que han predominado en Europa. Tales valores (el Bien y la Verdad) son entendidos como equivalentes a sometimiento al orden impuesto a los sentidos, abandono de lo propio, menosprecio de los instintos, desconocimiento de las pasiones, resignación a otro mundo. El cultivo de tales valores merma en el hombre la voluntad de crear, de vivir, de poder. Dios, referente último de todos los valores religiosos y culturales del cristianismo, ha muerto porque el hombre lo ha matado. El Dios demiurgo de Platón o el primer motor de Aristóteles son sustituidos por otros nuevos. El hombre contemporáneo ha erigido ídolos que ha tenido que derribar después. La crítica que dirige Nietzsche contra el Dios del cristianismo debe entenderse desde una perspectiva antropológica; no es una argumentación sobre la existencia o no existencia de Dios.

Muerte de Dios y Transformación del Nihilismo

Las ideas trascendentes no son tales, sino lenguaje inmanente de las pasiones y los instintos humanos. El nihilismo de Nietzsche es optimista. La muerte de Dios es una ocasión para buscar y cultivar nuevos valores vinculados a la creatividad, la invención, la sensualidad, la autosuperación.

Ética Nietzscheana: Voluntad, Valores y Moralidad

De la Voluntad de Vivir a la Voluntad de Poder

Schopenhauer reconoce la voluntad como factor de conocimiento. Nietzsche censura claramente el nihilismo pasivo y pesimista que caracteriza la obra: la vida se reduciría en Schopenhauer a una resignada voluntad de vivir. Nietzsche representa la vida como una apasionada voluntad de poder, como la propia lucha de lo que está vivo por sobrevivir, superándose a sí mismo.

La Voluntad de Poder

La caracterización de la vida como voluntad trasciende el mero concepto biológico de la vida:

  • La Voluntad como Devenir

    Referencia al cambio constante de Heráclito.

  • La Voluntad en la Propia Naturaleza

    La voluntad de poder evidenciada en la constante lucha de todos contra todos que se observa en la naturaleza.

  • La Voluntad de Poder como Superación de Sí Mismo

    La voluntad de poder es un fenómeno moral, puesto que expresa lo más propio de la conducta humana. Imponer a los demás criterios religiosos o políticos que la repriman en nombre de algo distinto y superior expresará resentimiento contra la vida.

La voluntad de poder es afirmación de la vida; es afirmación propia, desarrollo individual, crecimiento; no dominio o sometimiento de los demás, que es más propio de los déspotas y dogmáticos.

La Necesidad de Creación de Nuevos Valores

Nietzsche no se amoldó sin más a la moral establecida, sino que ejerció intensamente su capacidad de juicio y valoración moral, proponiendo la transmutación de los valores. Si la filosofía asume cuanto conduce al nihilismo, acabará por sustituir los valores propios de la debilidad y la sumisión.

La Crítica a los Valores Dominantes

  • Los valores aportados por el platonismo, por su mundo real más allá del mundo de ficción, su racionalismo y su desprecio a la vida de este mundo.
  • Los valores del cristianismo, que representan el discurso de la moral instaurada, los que Nietzsche considera negativos y expresión de debilidad.
  • Los ideales de la ciencia y la revolución científica.

La Transmutación o Transvaloración de los Valores

Las metáforas y representaciones que emplea Nietzsche para expresar su pensamiento deben entenderse precisamente como representaciones de los nuevos valores que surgen del nihilismo:

  • Expresiones como la “muerte de Dios”, la “moral de señores” y la “moral de esclavos”, o la “voluntad de poder”.
  • La moral lo interpreta y valora desde una nueva actitud estética.

Moral de Esclavos y Moral de Señores

  • Moral de Esclavos

    Criterio de comportamiento por el cual la conducta humana se somete a una ley considerada divina o procura unos bienes y valores que se tienen por objetivos o se sujeta a leyes e imperativos de carácter universal. Iguala a todos los individuos y promueve el amor al prójimo, pero se amolda a lo impuesto: es una moral que no crea nuevos valores.

  • Moral de Señores

    Criterio de comportamiento por el cual la conducta humana aspira a una constante superación personal más que al respeto de leyes y valores establecidos. No tiende al igualitarismo, sino a la autenticidad. Procura expresar los estados más elevados del alma, los afectos y sentimientos más nobles.

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