El Animal Racional: Una Perspectiva Evolucionista y Psicológica
La Definición Aristotélica y sus Implicaciones
Fue Aristóteles quien definió al hombre como el animal racional, estableciendo una larga tradición filosófica en la que la razón y el pensamiento se consideran atributos exclusivamente humanos. De eso se considera que el ser humano es cualitativamente superior al resto de los seres y que lo natural son órdenes separados de la realidad. Las consecuencias filosóficas del paradigma evolucionista se oponen a esta visión desnaturalizada de lo humano. El ser humano es un producto más de la evolución y existe una continuidad que nos incluye hasta el punto de poder identificar antepasados comunes a los póngidos y a los seres humanos con una antigüedad de 2,6 millones de años.
Etología y Psicoanálisis: Desafiando la Excepcionalidad Humana
La proximidad entre nuestra especie y los póngidos actuales queda claramente de manifiesto a través de los últimos descubrimientos de la etología o ciencia de la conducta animal. Las experiencias con simios próximos a nosotros muestran que estos son capaces de conductas que implican el razonamiento e incluso que son capaces de utilizar y comprender símbolos. La proporción de conductas inteligentes para la resolución de problemas es mucho mayor de lo que se creía. El psicoanálisis señala que las conductas racionales y conscientes de los seres humanos tienen a menudo un fundamento irracional e inconsciente basado en el instinto o en términos del lenguaje utilizado por Freud.
La Razón como Herramienta de Comprensión del Mundo
En conclusión, puede afirmarse que los comportamientos racionales son mucho más frecuentes en nuestra especie que en el resto de los animales. Ortega y Gasset señala una peculiaridad en el desarrollo de la razón humana que consiste en que, tras haber conseguido la adaptación y la supervivencia de nuestra especie, la razón sigue evolucionando, dando lugar a un conjunto de capacidades que ya no se orientan hacia la supervivencia, sino hacia la comprensión del mundo. Karl Jaspers, en su obra «La razón y sus enemigos», estudia esta facultad peculiar de la que habla Ortega distinguiendo tres niveles de racionalidad:
- Ratio essendi: Consiste en el estudio de qué es lo real para establecer una clara distinción entre el ser y las apariencias.
- Ratio cognoscendi: Consiste en la capacidad para conocer la verdad acerca de la realidad ontológica y se aplica a la previa determinación de aquello que es real.
- Ratio agendi: Son las conclusiones éticas o políticas que la propia razón establece como conclusión a partir de las dos investigaciones anteriores y que se concentran en la pregunta ¿qué debo hacer?
Principales Corrientes Filosóficas: Idealismo, Realismo y Racionalismo
Idealismo Platónico: El Mundo de las Ideas y las Apariencias
Platón, en su teoría de las ideas, propone como punto de partida el denominado «dualismo ontológico», afirmar que existen dos mundos radicalmente separados: el mundo de las ideas, donde se encuentran las ideas eternas, perfectas e inmutables, y el mundo material, donde se encuentran las falsas apariencias de aquello que captan nuestros sentidos. El dualismo ontológico tiene su reflejo en lo que se refiere a la «ratio cognoscendi» en la distinción entre la episteme o conocimiento verdadero, que se aplica a aquello que nuestra razón puede conocer por su carácter inmaterial, frente a la doxa u opinión que, por apoyarse en el testimonio de nuestros sentidos, está necesariamente condenada al error.
Realismo Ingenuo de Aristóteles: La Sustancia como Principio Fundamental
Aristóteles rechaza la teoría de las ideas y propone una ontología que se basa en la afirmación de que el primer principio es la sustancia. Con esta afirmación establece que la realidad se compone de sustancias, de seres cuya consistencia se nos presenta como un claro inmediato, por lo cual podemos también decir que la sustancia «es lo que hay». La sustancia se describe como la unión entre una materia, que es «aquello de lo que la sustancia está hecha», y una forma o esencia, que es «aquello que hace que una sustancia sea lo que es». En este sentido, la sabiduría consiste en llegar a conocer la esencia de las sustancias.
Racionalismo de René Descartes: La Duda Metódica y el Método Cartesiano
La filosofía de Descartes, el racionalismo, constituye el punto de partida de la modernidad filosófica a través de la llamada «filosofía de la conciencia».
La Duda Metódica
Es el instrumento del que se sirve Descartes para eliminar todas las ideas o conceptos que se presentan como prejuicios en nuestra conciencia. Esta duda es universal puesto que, partiendo del testimonio de los sentidos, se amplía a nuestros pensamientos o reflexiones hasta extenderse a la totalidad de las ideas o conceptos, incluidas las verdades lógico-matemáticas. Dudamos así de todo y lo hacemos de forma absoluta, ya que la duda en Descartes significa considerar que todo lo que antes creíamos verdadero es falso.
El Método Cartesiano
Descartes propondrá la aplicación del método hipotético-deductivo de Galileo al ámbito de la filosofía. El «método cartesiano» consistirá en un intento de convertir la certeza, la verdad subjetiva de lo verdadero para mí, en verdad objetiva, es decir, «lo verdadero en sí», a salvo de toda posibilidad de error y más allá de cualquier duda.