Conceptos Fundamentales de la Filosofía: De Platón a Hume
Este documento explora y clarifica ideas esenciales de la filosofía occidental, abordando las perspectivas de pensadores clave como Platón, René Descartes, John Locke y David Hume. Se profundiza en sus teorías sobre el conocimiento, la realidad, la moral y la política, ofreciendo una visión concisa de sus aportaciones más significativas.
Platón: Alma, Cuerpo y Conocimiento
Relación entre alma y cuerpo según Platón
El alma es todo aquello perfecto que poseemos; en cambio, el cuerpo es algo imperfecto, la ‘cárcel del alma’. Platón concibe la unión alma-cuerpo como una unión accidental, por lo que el alma no necesita del cuerpo para seguir existiendo. Esto se distingue de Aristóteles, para quien la unión era sustancial.
El Mito de los Metales de Platón
El mito de los metales narra que cada alma está formada por una parte de oro, una de plata y otra de bronce. Según las proporciones de estos metales, dicha alma pertenece a una clase social u otra, determinando así su función en la polis ideal.
Crítica de Platón a la Protagórica: «El hombre es la medida de todas las cosas»
Platón rechaza esta afirmación de los sofistas (especialmente Protágoras) porque, según él, no es el ser humano quien determina la verdad o la moralidad de todo, sino que la verdad y la justicia son determinadas por una Idea de Justicia universal y objetiva, accesible a la razón.
Conocimiento Verdadero y Realidad Inteligible en Platón
Según Platón, solo puede existir verdadero conocimiento acerca de la realidad inteligible (el mundo de las Ideas) porque para él solo se han de considerar las verdades permanentes e inmutables. Los objetos del mundo sensible son cambiantes y, por lo tanto, no pueden ser objeto de conocimiento verdadero, sino solo de opinión (doxa).
René Descartes: Duda, Razón y Existencia
Diferencia entre Duda Escéptica y Duda Cartesiana
La principal diferencia entre la duda escéptica y la duda metódica (cartesiana) radica en su propósito y naturaleza. La duda escéptica es una posición constante que cuestiona cada factor considerado una verdad, sin buscar una certeza. En cambio, la duda metódica es un instrumento provisional para alcanzar una verdad indudable, dudando sistemáticamente de todo hasta encontrar un fundamento sólido.
Dualismo Antropológico: Platón vs. Descartes
Existen varias diferencias entre el dualismo antropológico de Platón y el de Descartes:
- Descartes cree que el alma comienza a la vez que el cuerpo, mientras que Platón cree que el alma es eterna y preexistente.
- Para Platón, el alma puede reencarnarse, a diferencia del pensamiento de Descartes.
- Para Platón, el cuerpo es la ‘cárcel del alma’, una visión que Descartes no comparte de la misma manera, aunque también ve una distinción radical entre ambas sustancias (res cogitans y res extensa).
Normas de la Moral Provisional de Descartes
Descartes planteó cumplir una moral provisional mientras aplicaba la duda metódica. Algunas de sus normas son:
- Ser firme y decidido en los actos, siguiendo las opiniones más dudosas como si fuesen verdaderas una vez adoptadas.
- Es preferible cambiar nuestros propios deseos antes que el orden del mundo, ya que nada está en nuestra mano tanto como nuestros pensamientos.
- Mantenerse firme en las decisiones tomadas, actuando como si lo elegido se hubiera hecho desde un convencimiento pleno, a pesar de la duda inicial.
¿Cómo Justifica Descartes la Existencia del Alma?
Descartes justifica la existencia de su propia alma (o ‘yo pensante’) a través del famoso «Cogito, ergo sum» (Pienso, luego existo). Él puede dudar de todo lo que le rodea y de la realidad del mundo exterior, pero de lo que no puede dudar es del hecho mismo de que está dudando. El acto de dudar es una forma de pensar, y si piensa, debe existir un ‘yo’ que piensa. Esta es su primera verdad indudable y el punto de partida de su filosofía.
¿Por qué Descartes es Considerado el Padre de la Filosofía Moderna?
Descartes es considerado el Padre de la Filosofía Moderna porque, a diferencia de los filósofos anteriores que a menudo partían del mundo físico o de la tradición, él inicia su filosofía desde la duda radical (duda metódica). Su objetivo es encontrar una primera verdad indudable (el Cogito) sobre la cual construir todo su sistema filosófico, priorizando la razón, la subjetividad y la búsqueda de fundamentos ciertos.
El Concepto de «Leer en el Gran Libro del Mundo» en Descartes
La expresión «leer en el gran libro del Mundo» se refiere a la experiencia y el conocimiento práctico que Descartes buscaba adquirir a través de los viajes y la observación directa de diferentes culturas y costumbres, en contraste con el conocimiento libresco o teórico. Se alistó en el ejército para tener la oportunidad de viajar y aprender de la vida real, más allá de los estudios académicos.
¿Existe una Falacia Circular en la Filosofía Cartesiana?
Se ha señalado una posible falacia circular (o ‘círculo cartesiano’) en la filosofía de Descartes. Él demuestra la existencia de Dios, y luego argumenta que es Dios, un ser perfecto y veraz, quien garantiza la claridad y distinción de las ideas, incluyendo la primera verdad del Cogito. Sin embargo, la demostración de la existencia de Dios se basa en la claridad y distinción de las ideas innatas, lo que parece implicar que la certeza de Dios depende de la certeza de las ideas, y la certeza de las ideas depende de Dios.
El Descubrimiento de la Primera Verdad de Descartes
La primera verdad de Descartes, el Cogito, se le presenta como una revelación o intuición clara y distinta. Aunque se menciona que tuvo tres sueños que lo inspiraron, la justificación filosófica es que, al dudar de todo, se da cuenta de que el acto mismo de dudar (pensar) implica la existencia de un ‘yo’ que duda. Es una verdad autoevidente que resiste cualquier intento de duda.
El Papel del Entendimiento y la Voluntad en Descartes
Según Descartes, el entendimiento (o intelecto) es finito y limitado en su capacidad de conocer, mientras que la voluntad es infinita y libre. El error y el juicio precipitado surgen cuando la voluntad se extiende más allá de lo que el entendimiento percibe clara y distintamente, afirmando o negando algo sin tener pruebas suficientes. La voluntad, al ser infinita, puede ‘arrastrar’ al entendimiento a juicios erróneos.
¿Por qué Descartes no es Solipsista?
Descartes no es solipsista porque, tras establecer la existencia del ‘yo’ pensante, utiliza la existencia de Dios como garantía de la realidad del mundo exterior. Dios, al ser un ser perfecto y no engañador, no permitiría que nuestras percepciones claras y distintas del mundo material fueran una ilusión total. Así, la existencia de Dios le permite superar el solipsismo y afirmar la realidad de la res extensa (el mundo material).
Locke y Hume: Empirismo, Política y Conocimiento
La Doctrina del Contractualismo
La doctrina del contractualismo defiende que el Estado (o la sociedad política) nace a partir de un pacto o contrato social entre los individuos. En este acuerdo, los seres humanos ceden una parte de su libertad natural a cambio de la protección de leyes que garanticen sus derechos y la seguridad, buscando el bien común.
El Estado de Naturaleza en la Filosofía Política
En el ámbito de la filosofía política contractualista, el ‘estado de naturaleza’ es la situación hipotética anterior al pacto social. En este estado, el ser humano vive en total libertad e igualdad, sin leyes positivas ni autoridad política establecida. Es una condición sin gobierno, policía o jerarquía, donde cada individuo es su propio juez.
Cualidades Primarias y Secundarias de los Objetos (Galileo y Descartes)
Tanto Galileo como Descartes (y posteriormente Locke) distinguen entre cualidades primarias y secundarias de los objetos. Las cualidades primarias son aquellas inherentes al objeto mismo, cuantificables y objetivas (ej. extensión, forma, movimiento, número, peso). Las cualidades secundarias son subjetivas, dependen de la percepción del observador y no son cuantificables (ej. color, sabor, olor, sonido, temperatura). Estas últimas son efectos que los objetos producen en nuestros sentidos.
La Existencia de Mentes y Objetos Materiales (Empirismo)
Desde una perspectiva empirista estricta, la existencia del alma o de la sustancia mental no puede demostrarse empíricamente, ya que no se deriva de ninguna impresión sensorial. Sin embargo, filósofos como Locke, aunque empiristas, consideraron necesaria la suposición de su existencia para explicar la conciencia y el pensamiento, aunque no pudieran ‘demostrarla’ de la misma manera que un objeto material.
Locke y el Nominalismo: Correlato Objetivo de las Ideas
Locke, aunque no es un nominalista estricto como Ockham, comparte la idea de que las ideas generales o universales son construcciones de la mente, no entidades con un correlato objetivo directo en la realidad externa. Es decir, no hay una ‘esencia’ universal de ‘hombre’ que exista fuera de nuestra mente; solo existen individuos particulares. Las palabras y conceptos generales son herramientas que usamos para clasificar y organizar nuestra experiencia, pero no reflejan una organización intrínseca del mundo.
La Postura de Locke frente al Absolutismo Político
John Locke se opuso firmemente al absolutismo político. Él defendía un Estado liberal y limitado, donde el poder del gobernante no es absoluto y está sujeto a la ley. Para Locke, el Estado tiene como función principal garantizar y proteger los derechos naturales inalienables de los individuos (vida, libertad, propiedad), no otorgarlos. El poder reside en el pueblo, y el gobierno legítimo se basa en el consentimiento de los gobernados.
La Exclusión de Católicos, Musulmanes y Ateos en Locke
Locke, a pesar de ser un defensor de la tolerancia religiosa, excluía a católicos, musulmanes y ateos de la plena ciudadanía o de ciertos derechos. Justificaba esta exclusión argumentando que:
- Católicos y Musulmanes: Tienen una lealtad dividida, ya que sus líderes religiosos (Papa, etc.) pueden situarse por encima de la ley y del Estado civil, lo que podría socavar la autoridad del gobierno.
- Ateos: Al no creer en Dios ni en un juicio divino, Locke temía que carecieran de un fundamento moral sólido y que esto pudiera llevarlos al hedonismo y a no respetar los pactos o las leyes. Creía que el miedo a Dios era un pilar fundamental para la moralidad social.
El Papel de la Razón en el Empirismo
En el empirismo, la razón no es la fuente principal del conocimiento, sino una facultad que opera sobre los datos proporcionados por los sentidos. La razón solo puede adquirir conocimiento válido si se apoya en la experiencia sensorial. Es decir, todo conocimiento comienza en la experiencia, y la razón se encarga de organizar, comparar y derivar ideas a partir de esas impresiones.
Los Juicios Causales según Hume
Según David Hume, los juicios causales (la idea de que un evento causa otro) no se basan en una conexión necesaria que podamos percibir racionalmente o empíricamente. En cambio, se fundamentan en la experiencia acumulada de regularidades observadas repetidamente en el pasado. El hábito o la costumbre de ver que ciertos eventos siempre suceden juntos (o uno después del otro) genera en nosotros una expectativa psicológica de que esta conjunción se seguirá produciendo en el futuro. Es una creencia basada en la costumbre, no en una necesidad lógica o empírica.
La Naturaleza de los Enunciados de la Ciencia Natural según Hume
Para Hume, los enunciados de la ciencia natural son creencias razonables basadas en la inducción (generalización a partir de casos particulares), pero nunca pueden ser considerados certezas absolutas. Aunque la ciencia es un logro intelectual valioso, Hume argumenta que no es posible demostrar totalmente un enunciado de la ciencia empírica, ya que estos son ‘cuestiones de hecho’ que se formulan a título universal, y la inducción no garantiza la verdad futura de lo observado en el pasado.
La Crítica de Hume al Vínculo Esencial entre Causa y Efecto
Hume afirma que no es posible conocer un vínculo esencial o necesario entre causa y efecto. Nosotros solo podemos percibir la contigüidad (proximidad en espacio y tiempo) y la sucesión constante de fenómenos. El hecho de que un evento suceda habitualmente después de otro nos genera la expectativa de una conexión causal, pero esta es una inferencia psicológica basada en la costumbre, no una percepción de una conexión real e inherente entre los objetos. No podemos ‘ver’ la causalidad misma, solo la conjunción constante.
La Idea de Sustancia y las Cualidades de los Objetos según Hume
Hume critica la idea de sustancia. Argumenta que la idea de sustancia, como un substrato permanente que subyace a las cualidades de los objetos, no se deriva de ninguna impresión sensorial. No tenemos una impresión de ‘sustancia’ en sí misma, solo de cualidades particulares (color, forma, etc.). Por lo tanto, la idea de sustancia es, para Hume, una ficción de nuestra mente, una construcción psicológica que utilizamos para dar coherencia y estabilidad a un conjunto de impresiones que aparecen juntas, pero que no tiene un correlato objetivo en la realidad.
El Problema de la Inducción en Hume
La inducción es el proceso de justificar la validez de un enunciado universal (una ley general) a partir de la observación de un número limitado de casos particulares. Para Hume, la inducción no puede ser justificada racionalmente. Argumenta que no hay garantía de que el futuro se parezca al pasado; es decir, no hay forma de saber si los casos que no hemos comprobado se van a comportar de idéntica manera a los ya examinados. La creencia en la inducción se basa en la costumbre, no en la razón.
El Escepticismo Moderado de Hume
Hume defiende un escepticismo moderado. Este escepticismo no busca la suspensión total del juicio, sino que pretende hacernos conscientes de los límites del conocimiento humano y de lo poco que podemos afirmar con certeza absoluta, especialmente en lo que respecta a las ‘cuestiones de hecho’ y la causalidad. A diferencia del escepticismo metódico de Descartes (que es un punto de partida provisional), el escepticismo de Hume es una conclusión a la que llega tras aplicar rigurosamente su lógica empirista, revelando la base psicológica (costumbre y hábito) de muchas de nuestras creencias.