El Método Cartesiano
El método cartesiano consta de 4 reglas y tiene como objetivo alcanzar alguna certeza que constituya el punto de partida para el conocimiento de la realidad.
Reglas del Método Cartesiano
- Regla de la Evidencia: Aceptar solo como evidente aquel conocimiento que se presente con la fuerza de lo que no puede ser cuestionado, algo tan evidente que solo puede ser aceptado como certeza. Estas serían las denominadas ideas claras y distintas.
- Regla del Análisis: Dividir el todo en partes para mejorar su conocimiento. Esta regla establece la primacía epistemológica de lo simple: lo más sencillo es más comprensible que lo complejo.
- Regla de la Síntesis: Reconstruir el todo, una vez conocida su estructura y función, para obtener el sistema completo y alcanzar así su plena comprensión.
- Regla de la Enumeración Completa de los Casos: Enumerar y conocer el mayor número posible de casos concretos que puedan ser observados del fenómeno investigado, lo que luego se denominará en el método científico inducción.
La Duda Metódica
La aplicación del método implica la necesidad de dudar de todo, lo que se denomina duda metódica. Esta duda surge del sujeto como único y absoluto centro del pensamiento. La necesidad de la duda metódica se apoya en argumentos que limitan la capacidad de conocimiento:
Niveles de la Duda
- Argumento de la Sensibilidad: Los sentidos engañan, lo cual implica que la sensibilidad no es fiable como fuente de certeza. Esto pone en duda todo el conocimiento empírico.
- Argumento del Sueño: La frecuencia con la que soñamos y la intensidad con la que vivimos las situaciones en el sueño nos hacen dudar de la realidad.
- Hipótesis Metodológica de un Deus Deceptor: La posibilidad de que Dios, al crearnos, no nos haya dotado de la capacidad racional necesaria para alcanzar un conocimiento cierto.
- Hipótesis Metodológica de Genius Malignus: La posibilidad de que exista un ser maligno que nos engañe constantemente, incluso sobre las verdades más evidentes.
Descubrimiento Metodológico Cartesiano
La aplicación estricta de la duda metódica lleva a un contexto de solipsismo metodológico y a la siguiente conclusión: dudo de todo, pero no puedo dudar de que estoy dudando. Si estoy dudando, entonces estoy pensando, y si estoy pensando, entonces existo. De ahí surge la famosa frase: «Dudo, pienso, luego soy». Esta es una verdad absoluta, una idea clara y distinta, la primera certeza.
En esta primera certeza, el sujeto se auto-aprehende como algo que piensa. Esta es la idea del cogito, la idea del yo como una realidad puramente pensante, una categoría ontológica. La categoría de res cogitans, la sustancia pensante con capacidad de existir por sí misma.
Teoría Cartesiana de las Ideas
Inmediatamente derivadas de la idea del cogito, encontramos otras ideas que también aparecen como incuestionables, ideas claras y distintas. Para Descartes, estas son ideas estructurales de la mente humana, con las que nacemos.
Clasificación de las Ideas
- Duración: La idea del tiempo para la existencia del pensamiento.
- Cogito: La idea de sustancia mental.
- Extensión: La idea de cosa material, la idea de que si hay algo material necesariamente tiene que ser espacial (res extensa).
- Forma geométrica: La idea de que una extensión ha de estar acotada y tener una forma.
- Perfección absoluta: La idea que surge en la mente como consecuencia de pensar todo lo contrario de lo que uno es.
- Número: Idea deducida de la estructura temporal del pensamiento.