Descartes y la Teoría del Conocimiento

3.- T.conocimiento 1

Descartes es considerado como el padre de la filosofía moderna y el primer filósofo nacionalista. El racionalismo fue un movimiento filosófico continental cuyo principio fundamental establecía que la razón era el único medio válido para el conocimiento. Este movimiento rechazaba el realismo desembocando en un idealismo, ya que no conocemos la realidad, sino nuestras ideas de ella y busca una serie de principios indubitables a partir de los cuales deducir todo el resto de conocimientos.

La unidad de la razón, el método: Descartes posee una visión unitaria de la razón humana, por lo tanto cree que la filosofía debe ser una ciencia universal basada en el método matemático. Para ello, Descartes se propone prescindir de todo conocimiento anterior para conseguir mediante su método una verdad indubitable. Para ello utiliza la intuición y la deducción:

  • Intuición: con ella conocemos las verdades evidentes, inmediatas e indudables cuya negación implica contradicción (axiomas).
  • Con la deducción alcanzamos verdades no evidentes partiendo de los axiomas mediante el razonamiento (teoremas).
Por tanto, la filosofía como creencia universal va a elevar la naturaleza humana a un grado de perfección tal que podamos distinguir lo verdadero de lo falso y así encontrar un fundamento sólido de la certeza, una idea clara y distinta.

Las reglas del método: Estas harán posible que no se produzca el error en el conocimiento, ya que siguen un orden sencillo, simple y claro.

  1. Evidencia: no hay que admitir nada que sea dudoso, es decir, solo admitir las ideas claras y distintas; aquellas ideas aprehensibles por la intuición intelectual.
  2. Análisis: hay que dividir las ideas compuestas en sus partes más simples.
  3. Síntesis: ordenar las ideas simples para comprobar su veracidad.
  4. Enumeración y comprobación: revisar los pasos anteriores para descartar errores.
La duda metódica: Descartes se propone alcanzar un fundamento sólido de saber, por lo que en la aplicación de su método, Descartes dudará de todo.

La duda cartesiana no es escéptica sino metódica. Es sistemática, hiperbólica y radical. Descartes cree que hay una serie de motivos para la duda:

  1. La falacia de los sentidos, ya que estos a veces pueden engañar.
  2. Dificultad para distinguir el sueño de la vigilia.
  3. Hipótesis del genio maligno: para hacer hiperbólica y radical la duda, Descartes supone la existencia de un genio maligno que nos haga equivocarnos incluso en las matemáticas.



4) Teoría del conocimiento II

La primera verdad: el cogito: El proceso de duda lleva a Descartes a una única idea de la que no se puede dudar: la intuición de la propia existencia, ya que para dudar hace falta pensar y para pensar, existir como cosa pensante (res cogitans). Cogito, ergo sum (pienso y luego existo) es, por tanto, la primera evidencia, base sólida del edificio filosófico que pretende construir. No es un silogismo, sino que es una intuición intelectual evidente, una idea clara y distinta.

Las ideas: Una vez encontrada la primera verdad, Descartes debe aplicar un proceso deductivo de las ideas. En estas ideas distingue tres tipos: 1-Adventicias, las ideas que provienen de la experiencia sensible (árbol, mesa, etc.). 2-Facticias, son las ideas que construye la mente con la imaginación a partir de otros (sirena, unicornio). 3-Innatas, ideas que posee la mente desde que nacemos, como las verdades matemáticas o las ideas de metafísica. Descartes ha dudado del mundo exterior, de sí mismo y hasta de las verdades matemáticas, encontrando una única verdad indubitable, ‘el yo como sujeto de pensamiento’, y por tanto, toda verdad posterior tendrá que ser también una idea innata producto del sujeto.

La huida del solipsismo: El salto de la Teoría del conocimiento a la ontología supone una huida del solipsismo al que habría llegado por su método. Para salir del sujeto, Descartes tiene que encontrar una idea que contenga en sí misma la existencia real de manera deductiva y sin recurrir a la experiencia. Esta idea será la idea de Dios, que una vez demostrada será la conexión o la garantía entre la idea del yo y la idea del mundo.

La existencia de Dios como garantía del mundo: El problema de Dios era un fin en sí mismo en la filosofía escolástica medieval, sin embargo, en la modernidad se convierte en un puente entre yo y el mundo. Descartes necesita demostrar a Dios para salir del yo y comprobar la fiabilidad del mundo. De este modo, Dios garantizaría que lo que veo clara y distintamente es verdadero porque, si Dios existe y es perfecto, no puede engañarnos.
Argumentos:

  1. Gnoseológico: una idea infinita no puede surgir de un ser finito. Es decir, mi pensamiento es imperfecto y sin embargo alberga la idea de perfección, que es una idea innata que yo no me he podido poner a mí mismo, luego Dios existe.
  2. Ontológico: la idea de Dios que tengo en mente tiene los máximos atributos: es sumamente bueno, omnisciente, omnipotente, bondadoso, etc. pero si posee todas estas perfecciones tiene que poseer la perfección de la existencia, si no, no sería perfecto, luego Dios existe.
  3. Desde el principio de causalidad (Santo Tomás): Como yo no soy perfecto, no me he creado a mí mismo y por tanto debe haber un ser con absoluta perfección que me haya hecho existir, luego Dios existe.

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