Felicidad o Eudaimonía
Para Aristóteles, la felicidad o eudaimonía es el Bien Supremo del hombre. Esta felicidad no es un simple placer, sino que acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo. En el caso del hombre, la felicidad se alcanza cuando realiza la actividad que le es propia de un modo perfecto. Dado que el alma es más propia del hombre que el cuerpo, la felicidad humana se relaciona más con la actividad del alma, especialmente con la actividad del alma racional o intelectiva, donde se encuentran el entendimiento y la voluntad.
La virtud es la perfección de una disposición natural. La felicidad más humana es la que corresponde a la vida teorética o de conocimiento y a la vida virtuosa. Aristóteles también reconoce que, desde un punto de vista realista, para ser feliz se necesita una cantidad moderada de bienes exteriores y afectos humanos. En resumen, la felicidad consiste en la adquisición de la virtud y el desarrollo de las facultades intelectivas.
Naturaleza
La naturaleza es el principio intrínseco de movimiento y reposo de los seres naturales. Es una noción fundamental en todos los filósofos, pero Aristóteles la estudia con especial detalle, siendo el eje central de su filosofía.
Existen dos sentidos básicos de «naturaleza»:
- a) La naturaleza entendida como la totalidad de los seres naturales.
- b) La naturaleza entendida como el ser propio de las cosas.
En el segundo sentido (b), el concepto se aproxima al de esencia, pero es importante distinguirlos. La esencia es lo propio o característico de una actividad, independientemente de su capacidad para cambiar. Physis, en cambio, se refiere a lo peculiar de un objeto en la medida en que dicho rasgo determina el ámbito de posibles cambios.
Aristóteles define la naturaleza como la esencia de los seres que poseen en sí mismos el principio de movimiento y como el principio y causa del movimiento y del reposo en la cosa en que ella se halla por sí misma y no por accidente. Esto implica que:
- La naturaleza se identifica con el ser propio de las cosas, con su esencia.
- Se refiere a cosas capaces de cambiar a partir de sí mismas.
- Determina tanto el tipo de movimientos como el tipo de reposo que le conviene a un objeto (ej., la piedra está quieta).
Aristóteles distingue tres tipos de causas o principios de existencia, movimiento y posesión de características:
- a) Por azar.
- b) Por arte o técnica.
- c) Por naturaleza.
Alma
El alma es la razón por la que vivimos, sentimos y razonamos. Es el principio de vida, lo que diferencia a los seres vivos de los inanimados. Se identifica con la forma en la distinción materia-forma. Cuerpo y alma son inseparables, y el alma es mortal, pues muere con el cuerpo. Sin embargo, Aristóteles abre la puerta a la inmortalidad del alma al sostener que la especie permanece más allá de la vida individual.
Distingue tres funciones en el alma:
- Vegetativa: posibilita la reproducción, el crecimiento y la nutrición.
- Sensitiva: posibilita la percepción y los apetitos.
- Intelectiva: posibilita el razonamiento y las facultades intelectuales.
Sustancia
La sustancia es el ser independiente del cual se predican los atributos. Es un concepto complejo que designa:
- El sujeto en el que descansan las propiedades.
- Lo que permanece en el cambio.
- El ser independiente, distinguiendo entre el nivel de atributos y el nivel de sustancia.
Aristóteles diferencia entre:
- Sustancia primera: sujetos individuales compuestos por materia y forma, con existencia independiente (ej., Sócrates).
- Sustancia segunda: géneros y especies que designan naturalezas de las cosas (ej., ser hombre).
Causa
La causa es el factor o principio del que depende una cosa. La noción aristotélica de causa es más amplia que la actual, que se limita a la causa eficiente y final. Para Aristóteles, la causa es todo principio del ser, aquello de lo que depende la existencia de un ente. Es decir, todo factor al que nos referimos para explicar un proceso.
Para entender un ente, hay que considerar cuatro aspectos:
- Causa material: de lo que está hecho.
- Causa formal: lo que es un objeto.
- Causa eficiente: aquello que lo ha producido.
- Causa final: para lo que existe, su propósito.
Acto y Potencia
El acto es el ser actual, la realidad del ser. Aristóteles establece dos formas de ser en relación con el tiempo:
- Acto: características que una cosa tiene en el presente, la realidad del ser.
- Potencia: aquello a lo que un ser apunta en virtud de sus posibilidades futuras (ej., una semilla en acto es un árbol en potencia).
Aristóteles defiende la primacía del acto sobre la potencia:
- Algo es potencia porque es acto en relación a algún conjunto de propiedades.
- La potencia es potencia respecto de un futuro acto.