Nietzsche: La Crítica a la Metafísica Occidental y el Camino hacia el Superhombre

La Crítica Radical de Nietzsche a la Metafísica Occidental

En el presente fragmento se observa la demoledora crítica que Nietzsche realiza a la metafísica occidental, la cual extenderá a la moral e incluso a la ciencia. Nuestro autor toma como referencia la contraposición entre mundo aparente y mundo verdadero, establecida desde Platón, cuyo origen inmediato se rastrea en el pensamiento de Parménides y su concepto de Ser como realidad estática y rechazo al conocimiento sensible.

Ontología: La Reivindicación de Heráclito

Ontológicamente, frente a la concepción de una realidad doble (mundo de las ideas y mundo sensible) que establece Platón, Nietzsche contrapondrá que solo existe una única realidad. Ante las características de la realidad inteligible (inmutable, eterna, imperecedera…), reivindicará a Heráclito frente a la concepción inmovilista.

Epistemología: El Politeísmo de la Verdad

En cuanto a la teoría del conocimiento (epistemología), frente a la razón —que se vale de conceptos y se articula por el lenguaje, la cual es considerada el conocimiento verdadero para Platón (episteme), y el rechazo al conocimiento de opinión o doxa que nos proporcionan los sentidos—, Nietzsche señala que el único modo de conocimiento verdadero es el proveniente del testimonio de los sentidos. Frente al concepto, que es una aproximación cerrada al mundo, propone volver al origen del lenguaje reivindicando la metáfora.

Además, para Nietzsche, todo conocimiento será relativo y defenderá el politeísmo de la verdad: la verdad desde el punto de vista de cada uno, exaltando las visiones que prioricen la vida.

Moral y Ciencia: La Negación de los Valores Antivitales

La Moral Judeocristiana: Esclavos vs. Señores

En cuanto a la crítica a la moral judeocristiana de raíz platónica, la propia contraposición entre mundo verdadero y mundo aparente ya es un juicio de valor negativo acerca de la vida. Frente a lo que Nietzsche llama la «moral de esclavos», basada en valores que humillan la vida, propondrá la «moral de los señores», basada en todos aquellos valores que exalten la vida.

La Crítica a la Ciencia

Como ya hemos adelantado, la crítica de Nietzsche alcanzará incluso a la ciencia. Saberes como las matemáticas o la lógica solo son saberes de signos que ni siquiera se ocupan de la auténtica realidad, más aún cuando se quiere ver en esta realidad ciertas leyes, en lo que Nietzsche entiende que no hay más que caos. La ciencia solo conoce cantidad y número y nada sabe de la pasión, del amor…

El Lenguaje como Enemigo Oculto

Partiendo de esta crítica brutal a toda la tradición occidental, nuestro autor adivina cómo esta ilusión ha podido perpetuarse a lo largo de milenios, y lo encuentra en la labor del lenguaje, que actúa como enemigo oculto. El lenguaje, para nuestro autor, opera de dos modos sibilinos:

  1. Fetichismo Grosero: Nos hace creer que la estructura del lenguaje reproduce la estructura de la realidad. Esto sucede porque, al elaborar oraciones, establecemos una estructura de sujeto y predicado que nos induce a pensar que la realidad posee tal dualismo (para Nietzsche solo existe el continuo devenir y el caos). También por el uso del verbo «ser», el cual nos hace pensar en entidades con rasgos permanentes (para Nietzsche no existen tales abstracciones), y además porque para realidades distintas usamos en ocasiones un mismo concepto (para Nietzsche solo existe lo individual y lo concreto).
  2. Trascendencia de Categorías: El otro modo con el que opera el lenguaje consistirá en colocar sus categorías en un mundo más allá de la empiria, una verdad que estamos obligados a hallar.

(Si cae el lenguaje lo relaciono así: en el texto previamente Niet había hecho una crítica brutal a la metafísica y a la moral judeocristiana de raíz platónica y a la ciencia.)

El Nihilismo y la Transmutación de Valores

Una vez sacados a la luz los grandes errores sobre los que se basa la cultura occidental y apuntado el instrumento que los ha hecho permanecer engañándonos durante siglos, Nietzsche va a atacar y negar todos los valores tradicionales que han engañado al hombre. Nos hallamos en el nihilismo (etimológicamente, «nada»). Se tratará de un proceso que cuenta con distintas fases:

  • Nihilismo Latente: Asociado a Sócrates y Platón.
  • Nihilismo Parcial: Corresponde a la Modernidad Ilustrada, donde empiezan a perder fuerza los valores supremos tradicionales.
  • Nihilismo Total: Correspondería a la situación contemporánea, en la que ningún valor tiene ya sentido.

Pero todavía hará falta una nueva concepción del mundo basada en la concepción de poder y en el perspectivismo.

El Camino hacia el Superhombre: Las Tres Metamorfosis

En Así habló Zaratustra, Nietzsche nos va a exponer, utilizando tres metáforas, la «evolución» del hombre como ser inacabado, como puente tendido en el abismo hasta el Superhombre (Übermensch), quien llevará a cabo la transmutación de los valores que nos aplastan.

  1. El Camello: Representa al hombre arrodillado, cargado bajo el peso de valores milenarios, que dice: «Yo debo».
  2. El León: Simboliza la libertad. Dice: «Yo quiero» y destruirá todos los valores antivitales.
  3. El Niño: El león no construye; será el niño quien, en su suprema inocencia, en su falta de prejuicios, tomando la vida como un puro juego, fijará los nuevos valores. Este niño se identifica con el Superhombre.

La Transvaloración y el Papel del Arte

Será el Superhombre quien se encargue, por tanto, de realizar la transvaloración, es decir, el siguiente proceso:

  1. Realizar un cambio en los valores (ahora serán los valores que exalten la vida los únicos existentes).
  2. Cambiar la idea de evaluar (es decir, la vida ya no tendrá un sentido preestablecido fijo, sino que será cada uno quien vaya continuamente construyendo este sentido).

El elemento decisivo en esta forma nueva de evaluar será el arte, la creación estética. Ello porque el arte reproduce la vida en sus apariencias, reproduce la vida en su irracionalidad y dice «sí» a todo lo que sucede, incluso a todo lo problemático, terrible o cruel que forma parte de la vida. Se constatan las diferencias entre apariencia y auténtica realidad, irracionalidad y razón, y devenir frente a lo estático de los filósofos tradicionales.

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