Fundamentos de la Filosofía: De los Presocráticos Griegos al Debate Epistemológico

1. El Nacimiento de la Filosofía en Grecia: El Paso del Mito al Logos

La dimensión filosófica inicial se centra en la transición del pensamiento mítico al racional.

El Mito vs. El Logos

Mito

Es el conjunto de narraciones tradicionales acerca del mundo, los hombres y los dioses, que pretende ser una explicación de la realidad. En los mitos, las fuerzas naturales son personificadas (fuego, viento, huracanes), y los sucesos dependen de la voluntad de los dioses. Las consecuencias afectan tanto a los fenómenos naturales como a la conducta humana.

Logos

Representa el despojo de los elementos poéticos, imaginativo-sentimentales, para dar paso a la razón. Se impone una convicción fundamental: las cosas suceden cuando y como tienen que suceder, siguiendo un conjunto de ideas que constituyen un esquema intelectual.

2. Los Primeros Filósofos: Los Presocráticos (Siglo VI a. C. – Mitad del Siglo V a. C.)

Definición y Contexto de los Presocráticos

Los Presocráticos son pensadores anteriores a Sócrates, considerados amantes de la sabiduría. Se les han aplicado varios nombres justificados: sabios, físicos o fisiólogos. Sus escritos originales se conocen principalmente a través de autores posteriores como Platón, Aristóteles, Sexto Empírico y Diógenes Laercio.

Estos filósofos, que vivieron en las colonias de Jonia y de Italia, se plantearon fundamentalmente tres problemas:

  • El concepto de naturaleza (Physis).
  • La búsqueda del principio originario (Arjé).
  • El problema del conocimiento.

El Concepto de Naturaleza (Physis)

El término naturaleza tenía para los griegos dos usos principales:

  1. Naturaleza como conjunto de seres que pueblan el universo.
  2. Naturaleza como lo que las cosas son: la esencia, el modo de ser permanente o constante.

La naturaleza, según la filosofía griega, presenta los siguientes rasgos:

  1. La naturaleza como totalidad es un todo ordenado y bello, un Cosmos. Los seres se comportan conforme a su naturaleza.
  2. La naturaleza es dinámica, no inerte. Los movimientos de los seres se suceden ordenadamente.
  3. La naturaleza es el principio (Arjé) de las cosas (agua, aire, etc.).

El Principio (Arjé)

El Arjé (que significaba el comienzo del universo o el primer elemento de todas las cosas) es lo que explica el origen del universo mediante una explicación racional basada en una o varias sustancias. El principio es:

  • Origen: A partir de lo cual se generan los seres del universo.
  • Sustrato: En qué consisten los seres del universo.
  • Causa: Es capaz de explicar las transformaciones del universo.

3. Los Filósofos Monistas de Jonia

Estos pensadores establecieron un único principio.

Tales de Mileto (624-546 a. C.)

Fue astrónomo, ingeniero y matemático. Sus afirmaciones principales son:

  • La Tierra flota sobre el agua.
  • El agua es el principio de todas las cosas, es el Arjé. Las cosas se originan del agua, y la idea del agua como sustrato se justifica en que los seres vivos la necesitan.

Anaximandro (610-545 a. C.)

Discípulo de Tales. Realizó investigaciones como el mapa terrestre y el tamaño de las estrellas. Pensaba que la Tierra es esférica. En su búsqueda del Arjé, concluyó que el principio no podía ser una sustancia concreta. Por ello, establece que el principio es el Ápeiron (lo indeterminado). El Ápeiron es «inmortal e indestructible», «eterno y sin envejecimiento». Del Ápeiron comienzan a separarse sustancias opuestas entre sí. Las irrupciones de un elemento son presentadas como «injusticias».

Anaxímenes (585-524 a. C.)

Discípulo de Anaximandro. Recurrió a una sustancia determinada, afirmando que el principio de todo es el aire. El aire se convierte en otras sustancias por:

  • Rarefacción: Se convierte en fuego.
  • Condensación: Se convierte en viento, nube, agua y tierra.

Heráclito de Éfeso (544-484 a. C.)

Para Heráclito, el Arjé es el fuego. Las cosas salen del fuego y vuelven a él. Lo más importante de su filosofía lo constituyen sus doctrinas sobre la contradicción y el Logos.

  • El universo es un continuo devenir (cambio constante).
  • Este devenir se realiza de acuerdo con una Ley o Logos interno.
  • La ley que rige el universo es la lucha de contrarios.
  • Los contrarios constituyen una unidad profunda: la armonía.

Heráclito se convierte en el antecedente de la visión dialéctica. El Logos, la Razón o Dios, es una ley que todo lo unifica y orienta. En conclusión, la naturaleza es dialéctica.

4. Filósofos de Italia Meridional

Pitágoras y los Pitagóricos (572-496 a. C.)

Pitágoras nació en Jonia. Se le atribuyen viajes a Egipto, Babilonia e India. Fundó una secta filosófico-religiosa. Podemos distinguir dos tipos de contenidos en su doctrina:

Contenido Místico-Religioso

  • Doctrina de la transmigración de las almas, que establece un parentesco entre todos los seres vivos.
  • Creencia en un eterno retorno.
  • Reglas de abstinencia, normas rituales y morales.

Contenido Científico-Matemático

  • Los números son los principios de todas las cosas; el Arjé es el número.
  • Todas las cosas son números. Tenían como figura sagrada el Tetrakys: 10 = 1 + 2 + 3 + 4.
  • Dualismo: Los elementos del número son lo par y lo impar. Lo par es lo ilimitado y lo impar es lo limitado.

Parménides y la Escuela de Elea (540-470 a. C.)

Parménides vivió en Elea. Expuso su doctrina en el poema Peri Physeos («Sobre la Naturaleza»).

La vía de la verdad se construye a partir del principio fundamental:

El Ser («lo que es») es y es pensable; el No-Ser no es y no es pensable.

A partir de este principio, Parménides deducirá que el Ser es:

  • Integrado, imperecedero, único, inmóvil, indivisible, finito, compacto, homogéneo y esférico.

Se demuestra que el Ser es «uno», ya que si hubiera otra cosa, esta sería el No-Ser. El Ser al que se refiere Parménides es la realidad, el mundo; es, por tanto, algo corpóreo y material.

5. Los Últimos Presocráticos (Pluralistas)

Estos filósofos, influenciados por Parménides, introdujeron múltiples principios para explicar el cambio y la pluralidad.

Empédocles (495-435 a. C.)

Parte de la premisa de Parménides: la realidad es similar a una Esfera. Pero la apariencia del mundo impone la necesidad de explicar la movilidad y la pluralidad. Introduce cuatro elementos eternos e imperecederos:

  • Fuego, aire, tierra y agua.

La mezcla de estos elementos da lugar a diversos seres. La mezcla y separación son producidas por dos fuerzas cósmicas:

  • Amor (fuerza de reunión).
  • Odio (fuerza de separación).

Estas fuerzas crean la teoría de los ciclos del mundo o del Eterno Retorno. Al principio reina el Amor (la Esfera, el Uno eterno); luego sobreviene el Odio (la separación); finalmente, el Amor realiza la mezcla total y se vuelve a la Esfera.

Anaxágoras (500-428 a. C.)

Parte del planteamiento de Parménides: el ser no puede empezar ni perecer; “todo existe desde siempre”. Todo lo que existe son partículas que llama Homeomerías. En todas las cosas hay semillas de todas las cosas: «todo está en todo».

La generación, corrupción y transformación se explican por la mezcla o separación de estas semillas. El mundo se origina por medio de un torbellino, que realiza las mezclas y separaciones. Para ello, Anaxágoras introduce un «principio de movimiento», al que llama Nous.

Nous (Espíritu o Inteligencia)

El Nous es algo separado de la masa de las semillas, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder. El Nous abre perspectivas nuevas para la filosofía, pues aparece aquí por primera vez la idea de Dios como motor del universo.

Demócrito (460-370 a. C.)

El atomismo de Demócrito es uno de los grandes sistemas de la filosofía griega. A diferencia de Parménides, admite el vacío o «no ser», y, a diferencia de Empédocles y Anaxágoras, niega todo tipo de fuerzas distintas de la materia misma.

El mundo consta de infinitas partículas: los Átomos. Estos son indivisibles, sólidos, llenos, inmutables, y cada átomo posee las características del «ser» de Parménides. Los átomos son infinitos, carecen de cualidades, y se diferencian por la figura, el orden y la posición. Poseen movimiento propio en todas direcciones y chocan entre sí.

La multiplicidad y el movimiento se explican por dos principios:

  1. Lo Lleno (los átomos).
  2. Lo Vacío (el no-ser).

Los choques son fortuitos, debidos al azar: nada obedece a una ordenación hacia un fin. Materia, vacío y movimiento: es todo. Una explicación de este tipo se denomina Mecanicismo.


6. Los Modelos Filosóficos sobre el Conocimiento (Epistemología)

En filosofía se han dado tres posiciones principales relacionadas con el origen y la posibilidad del conocimiento:

  • Escepticismo: Afirma que el conocimiento verdadero no es posible.
  • Racionalismo: Defiende que el conocimiento se origina en el uso de la propia razón.
  • Empirismo: Considera que el conocimiento se origina principalmente en la experiencia del mundo a través de los sentidos.

6.1. El Escepticismo

El escepticismo asegura que no puede establecerse con total seguridad un conocimiento verdadero sobre el mundo. El filósofo francés Montaigne fue uno de los escépticos más célebres. Para Montaigne, «saber mucho da ocasión para dudar más».

La Duda Cartesiana como Superación del Escepticismo

El filósofo Descartes tenía como finalidad refutar dichos argumentos y probar que el conocimiento es posible. Descartes planteó dudas respecto al conocimiento del mundo y también cuestionó las verdades matemáticas. De esta forma, su duda abarca todo el conocimiento:

  • Dudas respecto al conocimiento del mundo: Descartes duda de lo aprendido sobre la realidad a través de los sentidos, ya que estos pueden engañarnos (percepciones ilusorias).
  • Dudas de que la realidad sea un sueño: Las sensaciones de los sueños son muy reales.
  • Dudas respecto a las verdades matemáticas: Aunque los enunciados matemáticos no se ven afectados por los sueños, Descartes introduce la hipótesis del Genio Maligno, una divinidad capaz de convencerme sobre algo, a pesar de que sea falso.

Descartes quería alcanzar una certeza absoluta. Dado que el genio maligno ha hecho que dude de todo, no puede dudar de que está dudando, y la duda es una forma de pensamiento. Lo resume en su célebre frase: «Cogito, ergo sum» (Pienso, luego existo).

6.2. El Racionalismo

Las teorías racionalistas comparten los siguientes rasgos:

  • Confianza en la razón humana: La razón es la fuente del conocimiento y no tiene límites. El paradigma del conocimiento, según el racionalismo, lo constituyen las matemáticas.
  • Infravaloración del conocimiento sensible: La información sensorial es engañosa y limitada. Sin embargo, hay un aspecto que no varía: la extensión, que es una propiedad que podemos estudiar mediante la geometría.
  • Creencia en la existencia de ideas innatas: El ser humano nace con unas ideas impresas en su razón, que no pueden derivarse de la experiencia. Leibniz aclaró que las ideas innatas se encuentran en la mente desde el nacimiento, pero requieren experiencia y tiempo para manifestarse.
  • Defensa del método deductivo: A partir de unas ideas evidentes se deriva un sistema de conocimientos completo y cerrado. Se toma como modelo la geometría.

6.3. El Empirismo

El empirismo defiende posiciones radicalmente opuestas a las de los racionalistas. Sus principales defensores fueron Locke, Berkeley y Hume. Los filósofos empiristas defienden las siguientes posiciones:

  • La experiencia sensible es el origen y el límite de nuestro conocimiento: La razón nada puede sin contar con la información de los sentidos. Los empiristas defienden una concepción crítica y limitada de la razón, a diferencia de los racionalistas, cuyo poder de la razón es ilimitado.
  • Negación de las ideas innatas: Las ideas innatas no existen. Todas las ideas han tenido que originarse a partir de los datos de los sentidos.
  • Defensa del método inductivo: Los empiristas consideraron que la observación y la experimentación del mundo tienen que ser el origen del conocimiento, y tomaron como modelo las ciencias experimentales.

6.4. El Proceso de Conocimiento: La Abstracción

En general, se considera que el conocimiento de la realidad comienza en la experiencia o con los datos sensoriales que recibimos de esta. El proceso de abstracción permite pasar de lo particular a lo universal.

7. La Epistemología Kantiana: Síntesis de Racionalismo y Empirismo

Con la intención de superar el antagonismo entre racionalistas y empiristas, Immanuel Kant trató de formular una explicación del proceso de conocimiento que recogiera los aspectos más válidos de ambas corrientes. Según Kant, en el proceso del conocimiento participan simultáneamente tres facultades humanas: sensibilidad, entendimiento y razón.

La Sensibilidad

Para poder alcanzar conocimiento, necesitamos recibir datos externos. Esta capacidad humana de recibir sensaciones que proceden del exterior, y de captarlas y retenerlas, se denomina sensibilidad. El espacio y el tiempo son las formas a priori (recipientes) en los cuales nuestra sensibilidad recoge los datos que se hallan fuera de nuestra mente. Así, la sensibilidad es la facultad que:

  • Recoge los datos externos.
  • Ubica esos datos en un lugar y un momento temporal concretos.

El Entendimiento

Los datos percibidos por la sensibilidad son inconexos. Es necesaria otra facultad que pueda crear una síntesis, es decir, reunir y ordenar esa diversidad caótica de percepciones. A esta síntesis Kant la denomina fenómeno empírico.

Las categorías son conceptos o estructuras innatas (a priori) que no hemos aprendido y nos sirven para estructurar la información que recogen nuestros sentidos. Por ejemplo:

  • Una de las 12 categorías del entendimiento es la de sustancia, que nos hace percibir la realidad como algo constituido por objetos.
  • El establecimiento de relaciones de causa y efecto viene dado por la categoría de causalidad, que posibilita conectar unos fenómenos con otros en determinadas condiciones.

Por lo tanto, sin las categorías de sustancia y causalidad, nuestra imagen del mundo resultaría completamente diferente.

La Razón

La razón es la capacidad humana de representarse la realidad conectando unos fenómenos con otros, y poder expresar todo ello lingüísticamente. La razón nos induce a plantearnos el porqué de las cosas de manera constante. Nuestra razón no puede pensar la infinitud, lo que la lleva a generar lo que Kant llama las «ideas metafísicas» (Dios, Alma, Mundo como totalidad).

Estas ideas no tienen su origen en la experiencia, pero son inevitables para el ser humano. Kant llega a la conclusión de que no puede haber conocimiento científico sobre las entidades metafísicas, pues la razón no puede ni afirmar ni negar su existencia mediante el entendimiento aplicado a la experiencia.

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