La Revolución Copernicana de Kant: Epistemología y Límites del Conocimiento Puro

La Crítica de la Razón Pura: Teoría del Conocimiento

La Crítica de la Razón Pura constituye una teoría del conocimiento, es decir, una rama de la filosofía que aborda todos los problemas que cabe plantear a propósito del conocimiento humano. En dicha obra, **Kant** elabora una teoría idealista del conocimiento que supera tanto a los racionalistas como a los empiristas.

En su obra, Kant se plantea si la metafísica es posible como ciencia, respondiendo a la pregunta fundamental: ¿Qué puedo conocer? Esto implica señalar dos aspectos cruciales:

  1. Los principios que hacen posible un conocimiento científico de la naturaleza.
  2. Los límites dentro de los cuales se mueve el conocimiento.

Kant distingue en el ser humano dos capacidades de conocimiento:

  • La sensibilidad, que es la facultad elemental del conocimiento humano, encargada de recibir impresiones.
  • El entendimiento, que se caracteriza por la facultad de pensar o realizar juicios a partir de las intuiciones de la sensibilidad.

Asimismo, distingue dos tipos de conceptos: los empíricos, que proceden de la experiencia, y las categorías, que son estructuras a priori del entendimiento.

La Síntesis A Priori y el Fenómeno

La única fuente de conocimiento es la experiencia; a partir de ella tenemos el primer conocimiento a través de las formas a priori (espacio y tiempo), que son propiedades del sujeto, no del objeto. El resultante de esta síntesis es el fenómeno.

Para que haya conocimiento han de darse dos tipos de condiciones:

  • Condiciones empíricas, particulares y fácticas (la materia).
  • Condiciones a priori, generales y necesarias (la forma).

Las condiciones que hacen posible el conocimiento son las que Kant llama trascendentales, es decir, condiciones que, desde el sujeto, hacen posible el conocimiento de los objetos. Son a priori porque son previas a la experiencia, y son generales y necesarias, pues sin ellas no puede haber conocimiento.

La unidad formada por las intuiciones empíricas y por las intuiciones puras es el fenómeno, que, en sentido estricto, ni es la apariencia ni es la realidad, sino la realidad misma de las cosas tal como se nos presentan. Las categorías preceden a la experiencia como condiciones previas que la hacen posible, llenándose con la experiencia; son simples formas vacías del entendimiento.

El objeto del conocimiento, que es siempre fenoménico, debe ser distinguido de la cosa en sí de la realidad (el noúmeno), cosa que es incognoscible, pero pensable. Los errores trascendentales implican aplicar categorías del entendimiento al noúmeno. Kant critica los paralogismos de la psicología, las antinomias de la cosmología y los ideales de la razón en la teología.

Para Kant, conocemos objetos, pero no las cosas en sí de la realidad, ya que, al intentar conocerlas, las modificamos con estructuras de nuestra sensibilidad y entendimiento. Como conclusión, la sensibilidad intuye o percibe, el entendimiento juzga lo percibido y la razón relaciona juicios construyendo razonamientos. Mediante el entendimiento se logra conocer el fenómeno como objeto, nunca como cosa en sí.

Contextualización Histórica y Filosófica de Kant

Immanuel Kant es un hombre del siglo XVIII y, como tal, su filosofía responde a los grandes cambios políticos y sociales de su época, enmarcados en los ideales humanistas de la Ilustración. La Ilustración es una etapa importante de la Modernidad cuya intención es disipar las tinieblas de la ignorancia de la humanidad mediante las luces de la razón (el Siglo de las Luces).

Encontramos tres periodos en el pensamiento de Kant:

1. El Periodo Precrítico

Se caracteriza por su dedicación a la física. Kant fracasa intentando una síntesis entre **Newton** y **Leibniz** en su texto Monadología física, y cuya obra principal es Historia natural universal y teoría de los cielos. A partir de 1760, se dedica más intensamente a la metafísica, destacando obras como El único argumento posible para demostrar la existencia de Dios y Sueños de un visionario aclarados con los sueños de la metafísica.

2. El Periodo Crítico

Este periodo incluye la Crítica de la Razón Pura, una obra metodológica que presenta las condiciones que posibilitan los juicios sintéticos a priori, a la vez que imposibilita las metafísicas racionalistas. Posteriormente, en Fundamentación de la metafísica de las costumbres y la Crítica de la Razón Práctica, planteó nuevos problemas que fueron solucionados en la Crítica del Juicio.

Su pensamiento se ve marcado por la lógica aristotélica y el empirismo de **Hume**. Recoge la física de Newton. Kant mantendrá la idea racionalista de que la razón humana es la facultad más importante, pero elimina las ideas innatas, sustituyéndolas por las formas a priori.

3. El Periodo Postcrítico

Destaca la obra Metafísica de las Costumbres, donde se plantean cuestiones de filosofía de la historia.

La repercusión de su pensamiento es incalculable: toda la filosofía alemana toma a Kant como punto de referencia. La filosofía de la ciencia del siglo XX, cuya idea central, inspirada en Kant, es que no conocemos las cosas en sí, sino sus aspectos fenoménicos. Además, las éticas formales y las éticas dialógicas dependen directamente de él. Podemos hablar de Kant como el Platón o el Aristóteles de la filosofía moderna.

Metafísica y Ciencia en la Obra Crítica

En Kant, el término metafísica tiene dos significados:

  1. Una disposición natural innata en el ser humano, una ineludible tendencia a plantear racionalmente los problemas.
  2. Una ciencia (hasta ahora fallida), la pretensión de plantear y resolver esos problemas de manera sistemática.

En la Crítica de la Razón Pura, la tesis fundamental es que dicha disciplina no se ha convertido en ciencia, pero no desaparecerá por ser una necesidad humana. El motivo de su fracaso es que opera al margen de la experiencia.

Tras analizar la clasificación tradicional de los juicios, Kant concluye que los auténticos juicios científicos son los juicios sintéticos a priori, ya que amplían el conocimiento y son universales y necesarios. Existen los juicios: analíticos, sintéticos, a priori y a posteriori. Los juicios a priori son principios fundamentales para las Matemáticas y la Física, disciplinas que sufrieron un cambio que les permitió convertirse en ciencia rigurosa.

El cambio consistió en considerar que el objeto de conocimiento debe adaptarse a las condiciones del sujeto en el acto de conocer. Kant pasa a defender un apriorismo en el conocimiento. Kant llamará Metafísica, a partir de la crítica, a lo que queda más allá de la ciencia, de la ética y de los valores construidos por la libre voluntad.

Experiencia y el Elemento A Priori: La Revolución Copernicana

En la introducción a la segunda edición de la Crítica de la Razón Pura, Kant afirma: «aunque todo nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso procede todo de ella». En esta fórmula se resume el planteamiento kantiano. Para Kant, en todo conocimiento hay algo a posteriori y algo a priori.

El conocimiento empieza en la experiencia, pero la experiencia no es algo dado de antemano al sujeto. Lo dado al sujeto es una masa caótica de impresiones, y solo se hablará de experiencia cuando esa materia bruta de sensaciones sea organizada a priori por la sensibilidad.

La metafísica racionalista, que Kant recibió en la Universidad, entró en crisis. En consecuencia, Kant se plantea la cuestión: ¿Qué podemos conocer? Busca un nuevo método: la crítica, que consiste en investigar las condiciones del conocimiento y de la ciencia. Kant se enfrenta a determinar qué es lo que procede de la experiencia y qué del sujeto. La novedad del pensamiento kantiano reside en los elementos a priori, e insiste en señalar la independencia de lo puro. Pero no hay que confundir lo puro con lo innato.

En resumen, forma y materia, a priori y a posteriori, son los dos elementos constitutivos de los objetos de conocimiento y de los juicios científicos.

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