La Filosofía Medieval: El Problema de la Relación Fe-Razón
Toda la Edad Media está determinada por el cristianismo. En un momento dado, el cristianismo necesita convertirse en una doctrina y, para ello, debe unirse a la filosofía. Con el cristianismo surgen la teología y los dogmas (artículos de fe), los cuales nunca se cuestionan. En contraposición al cristianismo, tenemos la filosofía (ámbito de la razón). El pensamiento medieval surge en el siglo II y se considera que finaliza en el siglo XIV.
Períodos de la Filosofía Medieval
En la filosofía medieval, distinguimos tres grandes períodos:
Patrística
Doctrina de los Santos Padres de la Iglesia. La inician los Apologistas, defensores de la fe. El máximo representante de la Patrística es Agustín de Hipona. Defienden que la fe tiene primacía sobre la razón. El gran mérito de Agustín fue intentar conciliar el cristianismo y el platonismo, por lo que su pensamiento es un platonismo cristianizado.
Escolástica
Está relacionada con el surgimiento de las universidades, de las cuales tres fueron las más importantes:
- Universidad de Bolonia: Especializada en leyes.
- Universidad de París: Especializada en teología.
- Universidad de Oxford: Especializada en ciencias empíricas.
En esta época es importante la aparición del Averroísmo latino. Las obras de Aristóteles fueron custodiadas por los árabes. Los tres filósofos árabes más importantes fueron Averroes, Avicena y Maimónides, quienes quisieron dar a conocer el pensamiento de Aristóteles y mandaron traducir su obra. Las anotaciones hechas por Averroes en dicha obra se conocen como Averroísmo latino. Como el pensamiento aristotélico provenía de los árabes, esta era una doctrina prohibida (la obra de Aristóteles era considerada una herejía).
Tomás de Aquino es el máximo representante de la Escolástica y fue el primero en explicar abiertamente la filosofía aristotélica. La Escolástica se caracterizará por intentar conciliar el cristianismo y el aristotelismo, y por defender la razón frente a la fe.
Nominalismo
(No se desarrolló predominantemente en el continente europeo). Los nominalistas se dedicaron a los desarrollos de la lógica. El más importante es Guillermo de Ockham. Se rompe la relación fe-razón (la fe se ocupa de los asuntos de la teología; la razón, de la investigación científica). El Nominalismo marca una ruptura que, en cierto sentido, anticipa el Romanticismo.
El Problema de la Relación Fe-Razón
Se pueden distinguir cuatro momentos clave en la relación entre fe y razón:
Mutua Colaboración
Fe y razón se necesitan; sin embargo, en caso de contradicción, se debe priorizar la fe, ya que esta procede directamente de Dios, mientras que la razón, al ser producto humano, puede inducir a error.
Teoría de la Doble Verdad
Postula la existencia de dos verdades independientes e igualmente importantes:
- Verdad de la fe.
- Verdad de la razón.
Zona Común entre Razón y Fe
Esta fue la postura de Tomás de Aquino.
Ruptura Radical Fe-Razón
Esta ruptura marca el fin de la Edad Media.
Conceptos Clave que el Cristianismo Aportó a la Filosofía
El cristianismo introdujo nuevas ideas fundamentales en la filosofía:
La Historia como Proceso Lineal
La filosofía clásica consideraba que la historia es algo que se repite cíclicamente (el mito del eterno retorno). Sin embargo, para el cristianismo, que sitúa a Dios en relación con la historia (Dios se encarna y, al hacerlo, inaugura una nueva era), la historia es un proceso lineal que comienza con el nacimiento de Jesús y culmina en un final: la Parusía (la segunda venida del Señor con la finalidad de salvar a la humanidad, lo que implica una visión optimista). Con la consideración de que la historia es un proceso lineal, aparecen las tres «éxtasis» del tiempo: pasado, presente y futuro.
El Concepto de Monoteísmo
Los griegos eran politeístas; sin embargo, el cristianismo introduce el concepto de monoteísmo, la defensa de un único Dios. Esto implica que Dios ya no es una abstracción, sino un ser concreto y personal con las siguientes características:
- Omnipresente: está en todas partes.
- Omnipotente: que todo lo puede.
- Omnisciente: que sabe todo.
La Verdad Absoluta y Revelada
La filosofía nos dice que existe la verdad, pero que la verdad es relativa, no existe una verdad absoluta, porque se parte del hecho de que el ser humano, al conocer, está limitado al ámbito de lo sensible. En la filosofía hablamos de verdades naturales. El cristianismo defiende la existencia de la verdad absoluta, también conocida como verdad revelada, una verdad que es revelada por Dios. Como Dios es infalible (nunca se equivoca), las verdades reveladas se convierten en dogmas (artículos de fe). Si hay una contradicción entre la razón y la fe, debemos guiarnos siempre por la fe. La verdad revelada es fruto divino y nunca está sujeta a equivocación, ya que procede de Dios; por ello, debemos atender a la fe. Los dogmas no se cuestionan; sin embargo, las verdades naturales sí se pueden cuestionar.
La Creación Ex Nihilo
La filosofía considera que solo existe el ser; por definición, el no-ser no existe. El cristianismo nos dice que Dios crea todo lo existente, incluido el ser humano, y lo crea de la nada (ex nihilo). El cristianismo defiende la creación ex nihilo: Dios crea todo de la nada y lo hace por etapas. Para la filosofía solo existe un tipo de ser; para el cristianismo, existen dos sentidos de ser:
- El ser necesario: aquel cuya esencia implica su existencia. Es Dios (el creador).
- El ser contingente: aquel cuya esencia no implica su existencia, sino que esta depende del ser necesario. Dios, en su absoluta bondad, crea todo lo existente (el resto de la creación).
Esto es lo que diferencia a Dios de las demás criaturas. El cristianismo defiende que, cuando Dios crea el mundo, este se convierte en eterno.
Valoración del Cuerpo y el Alma
La filosofía clásica desprecia todo lo corporal, considerándolo de categoría inferior. El cristianismo dice que Dios crea tanto el cuerpo como el alma, por lo que el cuerpo y el alma son creación divina; no hay uno inferior ni uno superior.
El Concepto de Pecado
Para los griegos, el mal era sinónimo de ignorancia. El cristianismo, por primera vez, introduce el concepto de pecado. Esto implica que el ser humano tiene una voluntad libre que le lleva a tomar decisiones. No siempre son decisiones correctas y, cuando esto ocurre, en el cristianismo, se considera pecado.
Desarrollo Histórico de la Relación Fe-Razón
El pensamiento medieval se inicia en el siglo II, con la aparición de los apologistas, quienes defienden la fe con la razón, hasta el siglo XIV, cuando el nominalismo rompe la relación fe-razón. La relación cristianismo-filosofía se inicia en el siglo II de nuestra era en Alejandría, donde se produce una fusión entre el pensamiento judío y el helenístico. Dentro del pensamiento helenístico, algunas corrientes influyeron en la doctrina platónica, como:
- El neoplatonismo.
- El escepticismo.
- El estoicismo.
No se hace alusión a Aristóteles porque sus obras no estaban accesibles, por lo que la principal fuente fue el neoplatonismo. Se pueden distinguir cinco momentos clave:
Apologistas
Defensores de la fe sobre la razón. Postulan una única verdad absoluta, la palabra de Dios, que es incuestionable.
Agustín de Hipona
Postura de mutua colaboración, donde fe y razón se necesitan. Allí donde la razón no alcanza, se requiere la ayuda de la fe. Su máxima es: «Creer para entender, entender para creer».
Averroísmo Latino
Se refiere a los comentarios de Averroes sobre los textos aristotélicos, traducidos al latín. Defiende la teoría de la doble verdad, que postula la existencia de dos verdades: las verdades de fe y las verdades de razón.
Tomás de Aquino
Propone una zona común o de congruencia entre la razón y la fe, denominada «preambula fidei».
Nominalismo
Se caracteriza por romper la «preambula fidei». El nominalismo implica una ruptura entre fe y razón: la fe se dedica a la salvación y la razón a la actividad científica.
Agustín de Hipona: Pensamiento y Obras
AGUSTÍN DE HIPONA (siglo V) fue el más grande de los Padres de la Iglesia, y por ello, pertenece a la Patrística, caracterizada por ser la doctrina de los Santos Padres de la Iglesia. Quiso conciliar la filosofía y la fe. Su pensamiento influyó hasta el siglo VIII. Para elaborar su pensamiento, se valió de la filosofía helenística, centrándose en el neoplatonismo, el escepticismo y el estoicismo.
Obras Principales de Agustín de Hipona
- Sermón 43: No es una obra en sí misma, sino un discurso utilizado para convencer a los no creyentes y promover la doctrina católica. Su finalidad es catequética.
- Soliloquios: Es un diálogo interno, similar a un monólogo, donde se dialoga consigo mismo.
- Confesiones: Considerada la primera obra autobiográfica en la filosofía cristiana, donde Agustín narra su camino hacia la conversión.
- La Ciudad de Dios: Primera obra de filosofía de la historia.
- De Trinitate.
El objetivo de Agustín de Hipona era completar la filosofía desde la perspectiva cristiana, integrando lo que consideraba ausente. Agustín de Hipona integró en su obra los conceptos que el cristianismo introdujo en la filosofía.
Trayectoria y Búsqueda de la Verdad
Las Confesiones son de carácter autobiográfico. En su trayectoria vital, Agustín pasó por diferentes etapas. Era hijo de Santa Mónica y de un padre pagano. En su juventud, la lectura de la Biblia le decepciona, lo que le lleva a una vida alejada del cristianismo. A los 19 años, ingresa en una escuela de retórica y descubre la filosofía leyendo una obra de Cicerón. Esta lectura lo anima a buscar la verdad o la sabiduría, creyendo inicialmente que esta se encuentra en la Biblia. En esta búsqueda de la filosofía, entra en contacto con el Maniqueísmo (una secta que mezclaba elementos de diversas religiones). Los maniqueos creían que la realidad se fundamentaba en dos principios: el bien y el mal. El ser humano, según ellos, poseía dos almas, una buena y otra mala; en consecuencia, en el interior del ser humano existía una constante lucha entre el bien y el mal. Lo importante del Maniqueísmo es que Agustín, a partir de una lectura de Aristóteles, identifica el bien con la luz, lo que le servirá de base para su teoría fundamental: la teoría de la Iluminación.
El Maniqueísmo lo decepciona y se traslada a Milán, donde sigue la predicación de San Ambrosio. Esto implica una lectura y un análisis de Platón, específicamente de dos obras: el Fedro y el Timeo. Por otro lado, una relectura de la Biblia, esta segunda vez, le lleva a pensar que en ella reside la sabiduría o verdad. También lee las epístolas de San Pablo.
El gran objetivo de Agustín de Hipona es la búsqueda de la sabiduría, un propósito fundamental, ya que, si se logra la verdad absoluta, se alcanza la felicidad. Agustín estuvo en contacto con el escepticismo, y estos consideraban que no había verdades absolutas, manteniendo una actitud de duda permanente que les permitía seguir investigando. Su contacto con el escepticismo le llevó a su famosa afirmación: «Si fallor, sum» (si me equivoco, existo). En esta consideración, Agustín nos dice que ya existe una primera certeza de la que no podemos dudar: la propia existencia. Pero esto no es suficiente para alcanzar la verdad absoluta y, por ello, Agustín considera fundamental encontrar la sabiduría, de donde surge su teoría del conocimiento, que parte de las cosas sensibles. Agustín afirma que la verdad reside en el interior del hombre.
Teoría del Conocimiento de Agustín
La teoría del conocimiento progresa desde las cosas sensibles hacia el alma mediante la introspección, un análisis de nuestro interior. A diferencia de Platón, no considera el cuerpo una cárcel, ya que tanto el alma como el cuerpo son creaciones divinas, ambas creadas por Dios. Agustín sostenía que la verdad estaba en el interior del hombre y que en el alma residían una serie de verdades eternas que procedían de Dios (estas verdades eran eternas, pues en Dios reside la verdad absoluta). Cuando hablamos de cosas sensibles, nos referimos al conocimiento sensorial, que no puede ser conocimiento de la verdad. Sin embargo, cuando hablamos de conocimiento del alma, nos referimos al conocimiento racional; y cuando hablamos de conocimiento de Dios, nos referimos a un conocimiento contemplativo, ya que la presencia de Dios está en cada uno de nosotros. La teoría del conocimiento es un proceso que culmina en la búsqueda de la sabiduría, la cual conduce a la felicidad. Las cosas sensibles no constituyen una verdadera fuente de conocimiento. La verdad está en nuestro interior y podemos acceder a ella mediante la introspección, ya que en el interior reside el alma, fuente del conocimiento. La verdad es eterna e inmutable, y reside en el alma por iluminación divina. Dios ilumina el alma del hombre para dar a conocer la verdad. En Dios reside la verdad absoluta. El alma conoce a través de los sentidos porque está en el cuerpo. Además, el alma es principio de conocimiento en Agustín, al igual que en Platón. En este principio, el alma tiene tres operaciones diferentes:
- Memoria: Nos permite darnos cuenta de nuestra propia identidad a través del tiempo.
- Inteligencia: Se divide en diferentes tipos de conocimiento:
- Conocimiento sensorial: No es fiable porque los sentidos nos engañan. A través de este conocimiento, nos damos cuenta de que las cosas cambian constantemente.
- Conocimiento racional: Con este conocimiento nos referimos a la actividad científica. No es una verdadera fuente de conocimiento.
- Conocimiento contemplativo: Solo unos pocos poseen este conocimiento, que consiste en la contemplación de las verdades eternas.
- Voluntad: Facultad que tiene el ser humano para actuar; es una facultad práctica. De ella surge un nuevo principio de moralidad: el amor a Dios.
La Ciudad de Dios
Agustín de Hipona describe dos ciudades, tema central de su obra La Ciudad de Dios:
- Ciudad terrenal: Caracterizada por el amor a uno mismo hasta el menosprecio de Dios. Está sujeta al pecado, que es el principio del mal.
- Ciudad de Dios: Caracterizada por el amor a Dios hasta el desprecio de uno mismo. Es el principio del bien.
Estas dos ciudades no son entidades físicas, sino dos principios que explican la historia. No deben confundirse con el Estado y la Iglesia. En espera del triunfo definitivo, la Ciudad de Dios convive con la terrena y obedece sus leyes, siempre que estas no contravengan la religión. Estas dos ciudades caminan mezcladas en el tiempo y no se separarán hasta el triunfo de la Ciudad de Dios al final de la Historia. Por lo tanto, el sentido de la historia trasciende la propia historia humana; la meta de la Historia es gozar de la unión con Dios en la vida celestial.
Relación Fe-Razón en Agustín de Hipona
En el siglo II, los apologistas postulan una única verdad, que reside en la palabra de Dios; esta es una verdad revelada. Por ello, los apologistas defienden la fe, argumentando que la razón, al ser producto humano, está sujeta a equivocación. Agustín de Hipona defendía una mutua colaboración entre la fe y la razón para alcanzar la verdad. Agustín nos dice que la razón es un conocimiento natural que da origen a la filosofía. Sin embargo, la fe es un conocimiento sobrenatural que da origen a la teología. Agustín dice: «Cree para entender y entiende para creer». Esta frase significa lo siguiente:
- «Cree para entender»: La razón humana es limitada y debe servirse de la fe, porque la fe nos ilumina y, al hacerlo, nos permite entender todo lo relativo a Dios, al mundo y a los hombres.
- «Entiende para creer»: Significa que la razón debe ayudar a esclarecer ciertos dogmas.
La Escolástica: Contexto y Tomás de Aquino
ESCOLÁSTICA: Es el segundo gran período del pensamiento medieval y se caracteriza por el intento de conciliar el cristianismo con el aristotelismo. Sus principales exponentes fueron Alberto Magno y Tomás de Aquino. La Escolástica estuvo marcada por tres acontecimientos clave:
Aparición de las Órdenes Religiosas
Los franciscanos (más cercanos a la ortodoxia católica) y los dominicos (con posturas más liberales).
Aparición de las Universidades
Las universidades tuvieron su origen en las escuelas, clasificadas en tres tipos según su ubicación:
- Palatinas (junto a un palacio).
- Monacales (junto a los monasterios).
- Catedralicias (junto a las catedrales).
En estas escuelas se impartían las enseñanzas del Trivium (letras) y el Quadrivium (ciencias). La enseñanza universitaria se basaba en la lectura de textos (sobre todo clásicos, a los que se solían añadir anotaciones o glosas), las grandes disputas (que consistían en introducir un tema y debatirlo; estos debates se zanjaban acudiendo al criterio de autoridad, por ejemplo, afirmando «esto es así porque lo dijo Aristóteles»), y las summas (recopilaciones de la sabiduría de la época).
Las universidades más importantes fueron:
- La primera universidad en Europa fue la de Bolonia, especializada en Derecho.
- La segunda universidad fue la de Oxford, especializada en ciencias.
- La tercera universidad fue la de París, especializada en Teología.
Recepción del Aristotelismo
En el siglo XII, Averroes dio a conocer los textos de Aristóteles, encargando su traducción del árabe al latín. Estos textos incluían comentarios de Averroes, lo que se conoce como Averroísmo latino, basado en tres tesis principales:
- La eternidad del mundo, en contradicción con la doctrina católica.
- El alma no es inmortal, lo cual se opone al cristianismo.
- La teoría de la doble verdad, que postula la existencia de dos verdades totalmente independientes: por un lado, las verdades de fe (los dogmas); y, por otro lado, las verdades de la razón.
El aristotelismo generó controversias: (1) los franciscanos lo consideraban un peligro para la doctrina católica, y (2) los dominicos defendían que la teoría aristotélica podía conciliarse con el cristianismo, a pesar de las interpretaciones averroístas. Dado que el aristotelismo llegó a través de fuentes árabes, fue inicialmente una doctrina prohibida.
Tomás de Aquino: Filosofía y la Relación Fe-Razón
TOMÁS DE AQUINO: Perteneciente a la Escolástica y a la orden de los dominicos, se caracterizó por su intento de conciliar el cristianismo con el aristotelismo. Tomás de Aquino desconfiaba de las traducciones de Averroes y contaba con su propio traductor. Nació en Italia en el seno de una familia nobiliaria. Tomás ingresó en la orden de los dominicos, lo que desilusionó a su familia, que deseaba que se dedicara a la política. Se trasladó a París, donde fue discípulo de Alberto Magno. Su gran aportación fue explicar abiertamente el pensamiento aristotélico.
Obras Más Importantes de Tomás de Aquino
- Sobre el ente y la esencia
- De Veritate
- Summa Theologiae (compendio de la filosofía de la época)
- Summa contra Gentiles (compendio sobre la filosofía de la época, con el objetivo de convencer a los gentiles o no creyentes)
Problema de la Relación Fe-Razón en Tomás de Aquino
Para formular su solución (la solución tomista), Tomás consideró las posturas de los apologistas (quienes consideraban la fe superior a la razón) y de los agustinianos (quienes defendían la mutua necesidad de fe y razón, priorizando la fe en caso de controversia). También tuvo en cuenta la postura del averroísmo (que defendía la teoría de la doble verdad, con verdades de razón y verdades de fe independientes). Tomás de Aquino distingue razón y fe en cuanto a su contenido y a su método:
Contenido
- Contenido de fe: Se basa en los artículos de fe, que son dogmas. Estos artículos forman parte de la teología.
- Contenido de razón: Son las verdades naturales, que pueden alcanzarse a partir de la observación. Estas verdades originan la filosofía.
Método
- Método de la fe: Es la revelación, es decir, las verdades reveladas por Dios directamente al hombre y que aparecen en la Sagrada Escritura.
- Método de la razón: Es la abstracción, un proceso de conocimiento que consiste en separar conceptualmente la materia y la forma.
Conclusión de Tomás de Aquino sobre Fe y Razón
Dios es la fuente de toda verdad y, por lo tanto, no puede haber contradicción entre la razón y la fe, ya que ambas son producto divino. Por un lado, tenemos las verdades de razón (conocimiento científico); y, por otro lado, las verdades de la fe (verdades propias de la revelación). Entre estas verdades, existe una zona común que denomina «preambula fidei». Ejemplo: las pruebas o argumentos demostrativos de la existencia de Dios. Cuando hablamos de Dios, hablamos de fe; y cuando hablamos de argumentos, hablamos de razón. Se necesita demostrar la existencia de Dios porque esta no es evidente por sí misma y, para ello, necesitamos valernos de pruebas o argumentos de la razón.
Pruebas Demostrativas de la Existencia de Dios
Todas las pruebas tienen una estructura que parte de un punto de partida, un principio argumentativo, un corolario (explicación) y una conclusión o punto de llegada.
Demostración Propter Quid
Es lo que conocemos como el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury. Se caracteriza por ser un argumento a priori, lo que significa que va de la causa al efecto.
Demostración Quia
Son las conocidas como las cinco vías tomistas, cinco caminos para llegar a Dios. Es una demostración a posteriori, lo que significa que va de los efectos a la causa. Dios no es evidente por sí mismo; lo evidente por sí mismo es la creación.
Estructura de las Vías Tomistas
Su punto de partida es la constatación de un hecho de experiencia imposible de negar. Su principio argumentativo es el principio de causalidad; el corolario es que toda causa produce un efecto, y si conocemos los efectos, podemos llegar a conocer las causas. El punto de llegada es la primera causa incausada, es decir, Dios.
Conclusión: Dios es el ser que existe por sí mismo, el Ser Necesario.
Las Cinco Vías Tomistas
- 1ª vía, del Movimiento: Parte del movimiento para llegar al Primer Motor Inmóvil.
- 2ª vía, de la Causalidad Eficiente: Parte de que nada puede ser causa de sí mismo para llegar a la Primera Causa Eficiente.
- 3ª vía, de la Contingencia: Parte de que todo lo existente es contingente para llegar al Ser Necesario.
- 4ª vía, de los Grados de Perfección: Parte de que en la naturaleza existen grados de perfección para llegar a la Perfección Absoluta.
- 5ª vía, del Gobierno del Mundo: Parte de que en el universo existe un orden para llegar a una Inteligencia Ordenadora del Universo.
Dios es el Primer Motor Inmóvil, la Primera Causa Eficiente, el Ser Necesario, la Perfección Absoluta y la Inteligencia Ordenadora del Universo.
Argumento Ontológico de Anselmo
Su punto de partida es la existencia de Dios a priori. Su principio argumentativo es el principio de no contradicción: no es posible afirmar ni negar algo al mismo tiempo. El corolario es la imposibilidad de afirmar y negar la existencia de Dios al mismo tiempo. La conclusión es que Dios existe, no solo en el pensamiento, sino también en la realidad. En la época de Anselmo, un monje criticó el argumento, señalando que la existencia en el pensamiento no implica su existencia en la realidad.