El Ámbito del Conocimiento: La Gnoseología
La gnoseología, o teoría del conocimiento, es la disciplina filosófica que se pregunta, en general, por el conocimiento.
¿Qué es conocer?
Entendemos por conocer una actividad cuyo objetivo es aprehender un objeto o un estado de cosas de tal forma que podamos expresarlo y compartirlo con los demás. En dicha actividad podemos distinguir dos polos:
- El sujeto: protagonista de la acción de conocer.
- El objeto: aquello sobre lo cual recae dicha acción, aquello que resulta aprehendido o conocido.
Además, es importante diferenciar entre la actividad de conocer y el resultado de tal actividad, que solemos denominar conocimiento. La actividad de conocer está ligada a la búsqueda de la verdad y, tanto si se alcanza como si no, tiene la pretensión de conseguir resultados verdaderos. Nuestro afán de conocimiento es muy amplio y nunca termina de satisfacerse.
La perspectiva filosófica del conocimiento se basa en:
- Objeto: Aquella parte de la realidad que podemos captar mediante nuestras capacidades cognitivas.
- Sujeto: Aquel que realiza la acción de conocer, condicionado por sus capacidades y su entorno.
- Conocimiento: Acción y efecto de la apropiación intelectual de un objeto por un sujeto.
Los Grados del Conocimiento
Nos atrevemos a opinar sin conocer demasiado del tema y, aunque algo conocemos, reconocemos con humildad que solo se trata de una mera opinión. En cambio, otras veces estamos tan convencidos de que lo que conocemos es verdad que no dudamos en defender nuestra idea. Immanuel Kant distingue entre tres grados de conocimiento:
- Opinión: Es un estado de conocimiento en el que el sujeto considera algo como verdadero sin tener seguridad de que lo sea.
- Creencia: Consiste en que alguien está convencido de que lo que piensa es verdad; la seguridad es solo subjetiva, porque lo que creemos no tiene una justificación objetiva suficiente.
- Saber: Es una opinión fundamentada, tanto subjetiva como objetivamente. Saber algo es poder dar razón de ello ante los demás. Cuando las razones que justifican nuestro conocimiento son aceptadas por los demás, dicho conocimiento pasa a ser considerado como intersubjetivo, adquiriendo así un carácter de objetividad, porque no solo lo conoce el sujeto, sino que todo sujeto racional puede verlo.
¿Es Posible Conocer?
El problema más radical que presenta el conocimiento es su posibilidad: ¿Es posible conocer con verdad la realidad? Esta decisiva cuestión ha provocado diversas respuestas:
- Dogmatismo: Parte de una confianza total en las facultades cognoscitivas del ser humano; quien lo defiende considera que ya está en posesión de la verdad, innegable e incuestionable.
- Escepticismo: Considera imposible obtener conocimientos fiables, porque piensa que nunca hay una justificación suficiente para aceptar algo como verdadero.
- Criticismo: Se sitúa entre el dogmatismo y el escepticismo; ofrece una respuesta que intenta superar ambos: afirma que es posible obtener conocimientos verdaderos, pero siempre que realicemos al menos una de las dos tareas siguientes: o bien que tratemos de aclarar hasta dónde pueden llegar nuestras facultades de conocer, o bien que intentemos contrastar críticamente nuestro conocimiento con la realidad.
- Subjetivismo y Relativismo: Niegan la posibilidad de alcanzar verdades universalmente válidas. Para el subjetivismo, averiguar qué es verdadero depende de cada sujeto. El relativismo entiende que reconocer algo como verdadero o falso depende de cada cultura o época.
- Filosofía Analítica del Lenguaje: Defiende que los conceptos, categorías, términos y reglas gramaticales de nuestro lenguaje son los que determinan las posibilidades de nuestro pensar y, por tanto, de nuestro conocimiento del mundo. Para ello, contamos con un vocabulario y solo lo entendemos bajo los condicionamientos que impone la gramática de nuestro idioma materno.
- Perspectivismo: Propuesto por José Ortega y Gasset, mantiene que sí se puede llegar al conocimiento de la realidad, pero conjugando diferentes perspectivas, dado que cada uno de nosotros y cada generación histórica tiene su propia visión de la realidad.
Modelos del Conocimiento
Existen diversos modelos de conocimiento que se diferencian entre sí por dar distinta importancia a los elementos que integran el conocimiento. Algunos de ellos son los siguientes:
Empirismo y Racionalismo
- El Empirismo considera que la fuente de conocimiento más importante es la experiencia sensible. Los datos que obtenemos a través de los sentidos llenan nuestra mente, que se supone vacía, con representaciones de las cosas, mientras que la razón se encarga de relacionar una representación con otras, formando los conceptos y los razonamientos de manera inductiva.
- El Racionalismo, por el contrario, otorga primacía a la razón frente a la experiencia sensible. Considera que lo primero que tenemos ante nosotros no son las sensaciones que vienen del exterior, sino ciertas ideas que proceden del entendimiento mismo. El fundamento del conocimiento se encuentra en la propia razón, como por ejemplo ‘yo pienso’ y ‘yo existo’.
Realismo e Idealismo
- El Realismo da prioridad a las cosas, que son el objeto inmediato del conocimiento. Considera que las cosas existen por sí mismas, independientemente del sujeto que las conoce, y que se pueden conocer tal y como son. Para capturar la realidad tal y como es, los modelos realistas del conocimiento entienden que la mente humana funciona como un espejo que refleja la realidad, con una actitud confiada en las facultades de conocimiento. El realismo tiene su formulación más característica en Aristóteles y pervive hasta hoy con matices muy diversos.
- El Idealismo, en cambio, subraya que no podemos estar seguros de que la realidad existe independientemente del sujeto que la conoce. Podemos dudar de que los objetos que pensamos o conocemos existan más allá de nuestra conciencia; sin embargo, no podemos dudar de que estamos pensando o conociendo, de que tenemos conciencia y conocimiento de ellos. Las concepciones idealistas del conocimiento defienden que no conocemos cosas propiamente dichas, sino únicamente sus representaciones mentales, a las que Descartes denominó ideas.
Fenomenología y Hermenéutica
- La Fenomenología aspira a ir a las cosas mismas, es decir, pretende conocer lo que son las cosas en su pura y simple presentación a la conciencia, al sujeto. Se sitúa entre el idealismo y el realismo: le da prioridad a la conciencia porque es la conciencia la que capta la realidad, pero también considera que los objetos no se adaptan al sujeto, sino que se le manifiestan. Para conocer con objetividad, es preciso despojarse de todos los prejuicios, y mediante un proceso de abstracción que realiza la razón y que se llama reducción fenomenológica, se llega al universal y esencial de todo fenómeno particular.
- La Hermenéutica, aunque pretende comprender las acciones humanas y la realidad histórica interpretando cada acontecimiento en su singularidad, trata de captar su sentido. Conocer es comprender y no hay hechos desnudos o puros, como pretendía la fenomenología, sino hechos ya comprendidos por un sujeto determinado, es decir, lo que hay son interpretaciones. Nuestra conciencia no está aislada, sino situada históricamente y condicionada por el lenguaje; siempre comprendemos desde una situación histórica, desde una mentalidad, desde unas tradiciones. Frente a la fenomenología, la hermenéutica considera que los prejuicios son constitutivos del conocimiento, y que la razón no es pura sino impura, y que cuando conocemos no podemos eliminar los factores sociales, culturales, sentimentales, que condicionan inevitablemente nuestro modo de conocer.
Sobre la Verdad
El conocer está relacionado con la búsqueda de la verdad, de ahí que podamos considerar que el conocimiento tiene que ver con la verdad hallada.
El Significado de la Palabra ‘Verdad’
El significado de la palabra ‘verdad’ tiene raíces en el mundo griego, latino y hebreo:
- En griego se utiliza alétheia, que significa ‘lo que está manifiesto’. La falsedad es ‘lo encubierto’. Por eso, la verdad en griego significa el descubrimiento de las cosas, y se consideraba como una propiedad del ser, la propiedad de desvelarse ante la razón humana.
- El latín emplea el término veritas para referirse a la exactitud y el rigor en el decir, conectando así lo que se dice con quien lo dice.
- En hebreo, el término emunah expresa la verdad en el sentido de confianza, de que se cumplirá algo que esperamos.
Tener por Verdadero
Muchos filósofos han coincidido en afirmar que nuestra tarea fundamental, tanto en ciencia como en filosofía, debe ser la búsqueda de la verdad. El objetivo de la investigación es buscar esos resultados verdaderos. Ahora bien, es problemático determinar si se puede estar seguro de que algo es verdadero.
- Ignorancia: Estado de la mente en el que se admite el desconocimiento sobre un determinado asunto.
- Duda: Estado en el que no se puede afirmar o negar la verdad de un juicio porque las razones a favor y en contra tienen una fuerza similar.
- Certeza: Estado en el que la mente afirma la verdad de un juicio; el sujeto tiene seguridad completa de que lo que dice es verdad.
La conciencia de la propia ignorancia y la duda son elementos fundamentales para el avance del conocimiento, puesto que constituyen un fuerte incentivo que nos impulsa a buscar la verdad. Saberse ignorante y dudar es un paso necesario para llegar a pensar por uno mismo y desarrollar nuestra capacidad crítica.
Criterios de Verdad
Se denomina así a aquellas pautas o reglas que nos permiten distinguir la verdad o falsedad de un enunciado y nos proporcionan un estado de seguridad plena acerca del mismo.
- La autoridad: Se acepta una afirmación como verdadera por proceder de alguien a quien se concede crédito por su conocimiento en una materia, de alguien en quien confiamos.
- La tradición: Se toma por verdadero aquello que recibimos de las generaciones anteriores y que a lo largo del tiempo se acepta como verdadero.
- La evidencia: Es el criterio que se basa en pruebas objetivas, comprobables de modo intersubjetivo, tanto si son racionales como si son empíricas. En principio, se considera evidente, y por ello verdadero, lo que se nos presenta como indiscutible, con claridad y distinción, lo que se nos desvela sin necesidad de mediación alguna. Sin embargo, también se puede considerar evidente lo que se muestra como verdadero tras un proceso de demostración racional.
Teorías de la Verdad
Existen distintas formas de entender el significado del término ‘verdad’. Algunas de las teorías de la verdad más significativas son:
La Verdad como Correspondencia o Adecuación
Se trata de una forma de entender la verdad que recoge lo que en nuestra cultura nos parece de sentido común. Afirma que la verdad consiste en la correspondencia o adecuación entre lo que decimos o pensamos y la realidad. Esta teoría sostiene que la verdad es una propiedad de ciertos enunciados que se corresponden con lo que hay en el mundo o con lo que sucede en él, mientras que los enunciados falsos son los que carecen de esa propiedad. Los elementos básicos que constituyen la actividad de conocer son el sujeto del conocimiento y el objeto. Cuando hay correspondencia entre lo que se piensa y lo que es o sucede, hay verdad; mientras que, en cualquier otro caso, hay falsedad.
Problemas de la teoría de la correspondencia:
- No proporciona un procedimiento claro para averiguar si hay correspondencia entre lo pensado y la realidad; no podemos saber si el lenguaje describe realmente los hechos o no.
- Esta teoría implica un doble criterio de falsedad: un enunciado será falso cuando la cualidad que se predica del sujeto no se corresponda con una propiedad del objeto.
La Verdad como Coherencia
Nuestros actos de conocer no están aislados, sino que todo conocimiento nuevo entra a formar parte de un conjunto previo y estructurado, es decir, de un sistema de conocimientos ya establecido. Este conocimiento nuevo será verdadero si es coherente con el sistema de conocimientos en el que se integra y será falso si entra en contradicción con dicho sistema. Lo que hace que un enunciado sea verdadero o falso, según esta teoría, es el contexto de enunciados o conocimientos en el que lo introducimos; según la teoría de la coherencia, no es un conocimiento aislado, sino el sistema completo.
Uno de los principales defensores de esta forma de entender la verdad dijo que ‘lo verdadero es el todo’. También defendía que la verdad se alcanza históricamente y que todo lo que expresa la verdad del saber es histórico y solo al final de la historia se mostrará en toda su magnitud y sentido. La teoría de la verdad como coherencia ha tenido un enorme desarrollo en las ciencias formales, pero también tiene aplicación en las ciencias empíricas y en el análisis de los códigos morales.
Problemas de la teoría de la coherencia:
- Cuando desechamos un enunciado como falso por no ser coherente con el sistema de nuestros conocimientos en un área determinada, siempre cabe la posibilidad de que, en la comparación de coherencia, lo falso sea el sistema y no el enunciado.
- Según Russell, caemos en la cuenta de que tanto un enunciado como su contrario pueden ser coherentes con sistemas de conocimientos diferentes, con lo que tendríamos que admitir que ambos son verdaderos.
Teoría Pragmatista de la Verdad
La teoría pragmatista de la verdad presupone dos cosas:
- Que las personas solemos considerar verdaderas aquellas afirmaciones en las que creemos.
- Que las personas solemos considerar que una creencia es verdadera cuando es útil para la resolución de un problema, cuando nos conduce a solucionarlo con éxito.
Así, la teoría pragmatista introduce una dimensión práctica en la comprensión de la verdad. El criterio para distinguir lo verdadero de lo falso en esta teoría es la utilidad. Las creencias se verifican y se hacen verdaderas mostrando su utilidad; por lo tanto, no hay verdades fijas y definitivas, pues un enunciado que resuelve un problema hoy puede ser perfectamente inútil en el futuro. Un enunciado es verdadero en la medida en que se pone en práctica y resulta exitoso.
Problemas de la teoría pragmatista:
- En ocasiones, las personas usan enunciados en los que no creen o dejan de aplicar enunciados en los que creen porque les resulta útil.
- Hay veces en las que sabemos que un enunciado es falso, pero que funciona exitosamente para resolver un problema. Esto se llama efecto placebo.
- Para que un enunciado sea considerado verdadero, ¿es necesario que haya demostrado de hecho su utilidad, o basta que pueda servir para resolver un problema?
- Además, ¿las verdades útiles son las mismas para un grupo y otro? ¿Para el explotador y el explotado?
Es una condición indispensable para afirmar un enunciado como verdadero que numerosos sujetos estén de acuerdo en que lo es.
Teoría Consensual o Dialógica de la Verdad
La teoría consensual o dialógica de la verdad se basa principalmente en que:
- Cuando una persona dice que un enunciado es verdadero, tiene razones o argumentos para convencer a cualquier interlocutor de la verdad del mismo.
- La búsqueda de la verdad es una tarea cooperativa y dialógica con los demás acerca de la validez de nuestras razones y argumentos para avanzar hacia ella.
- La verdad se entiende como resultado de un acuerdo o consenso que se alcanza cuando se ha llevado a cabo un proceso de diálogo argumentativo serio.
Esta teoría se inspira en los procedimientos que siguen los científicos y los métodos de fijación de los conocimientos, como revistas especializadas y congresos científicos para darlos a conocer. Un diálogo entre expertos en el que se argumenta hasta que finalmente se alcanza un acuerdo general entre ellos es cuando se considera ese descubrimiento como una nueva verdad; es entonces cuando la comunidad científica lo va a tener por verdadero. Estos procedimientos pueden extenderse a otros campos de interés, como la moral o la política, además de establecer marcos intersubjetivos donde los equipos de investigación científica, los ciudadanos o las personas en general nos comunicamos con la voluntad de encontrar la verdad.
Esta teoría de la verdad fue elaborada a partir de los años sesenta del siglo XX y se inspira en Peirce y en aportaciones analítico-lingüísticas y hermenéuticas.