San Anselmo de Canterbury: La Razón al Servicio de la Fe

San Anselmo (1033-1109), teólogo y filósofo escolástico, trabajó en abadías (monasterios) y es conocido por sus esfuerzos por demostrar verdades de fe mediante la razón, bajo el lema «fides quaerens intellectum» (la fe que busca el entendimiento).

Obras Principales

• Monologium (1077)

  En esta obra, Anselmo presenta demostraciones de la existencia de Dios a posteriori, es decir, partiendo de la experiencia del mundo. Se proponía demostrar la existencia de Dios solo a través de la razón. Aun así, se enfrentó a los antidialécticos, argumentando que poseer la fe no impide buscar la comprensión mediante la razón.

  Sus dos principios fundamentales son:

  1. Todos los bienes, aunque desiguales, existen porque derivan de un Bien Absoluto relacionado con Dios.
  2. Todo lo que existe, existe por una única Causa, que es Dios.

• Proslogium (1078, siglo XI)

  Esta obra contiene el famoso argumento ontológico. Este argumento se basa en demostraciones a priori, partiendo del concepto mismo de Dios para explicar su existencia.

  El argumento se apoya en la premisa de que incluso el insensato que niega a Dios comprende a qué nos referimos cuando decimos «Dios» (es decir, «aquello mayor que lo cual nada puede ser pensado»). Por lo tanto, este ser existe en su pensamiento y, para ser verdaderamente el más perfecto, debe existir también en la realidad, ya que de lo contrario podríamos imaginar uno más perfecto (que existiera en la realidad y en el pensamiento).

  Este argumento fue criticado por Gaunilón, quien objetó que no se puede demostrar la existencia de algo partiendo únicamente de su esencia (por ejemplo, la isla perfecta). San Anselmo respondió que su argumento solo puede ser aplicado a Dios, ya que solo en el caso de Dios la existencia en la realidad es una perfección inherente a su concepto.

San Agustín de Hipona: La Interioridad y la Gracia

San Agustín (354-430) es una figura central en la filosofía y teología cristiana, cuya influencia dio origen a la corriente del Agustinismo.

Conceptos Clave del Agustinismo

• Fe y Razón: Colaboran estrechamente para explicar y comprender la verdad cristiana. La fe ilumina la razón, y la razón busca entender lo que se cree (credo ut intelligam).
• Antropología: Adopta un dualismo platónico, donde alma y cuerpo son sustancias distintas. El alma es superior y el camino para conocerla y, a través de ella, a Dios, es la vía de la interiorización.
• Primacía de la Voluntad: La voluntad tiene primacía sobre el entendimiento en la acción humana y en la relación con Dios.
• Teoría del Conocimiento: A través de la iluminación divina, la razón humana puede conocer las verdades universales, necesarias, inmutables y eternas, que residen en la mente de Dios.
• La Libertad y el Problema del Mal: El hombre es libre de elegir entre el bien y el mal, lo que implica la posibilidad de salvarse o condenarse.
• Origen del Mal: El mal no es una sustancia, sino la ausencia de bien (privación) o la desviación de la voluntad del bien supremo. Su existencia en el mundo se relaciona con el libre albedrío de las criaturas racionales.

Santo Tomás de Aquino: La Síntesis Escolástica

Santo Tomás de Aquino (1225-1274), el más influyente de los escolásticos, sostuvo que sí es posible demostrar la existencia de Dios mediante la razón natural. Para ello, expuso su pensamiento en dos obras monumentales: la Suma contra Gentiles y la Suma Teológica.

La Demostración de la Existencia de Dios

Para Santo Tomás, la existencia de Dios no es una verdad evidente por sí misma para la razón humana (no es demostrable a priori en el sentido de ser inmediatamente aprehensible), pero sí es posible demostrarla a posteriori a partir de sus efectos en el mundo. Esta demostración racional sirve como preámbulo de la fe.

Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios

Las Cinco Vías son pruebas racionales para demostrar la existencia de Dios, partiendo de la experiencia sensible y aplicando principios metafísicos:

1. Vía del Movimiento (Primer Motor Inmóvil)

   Partiendo del hecho de que existe el movimiento en el universo, y que todo lo que se mueve es movido por otro, se deduce que no podemos remontarnos al infinito en la cadena de motores. Por lo tanto, debe existir un Primer Motor Inmóvil, que es Dios.

2. Vía de la Causa Eficiente (Primera Causa Eficiente)

   Observamos que en el mundo sensible existe una cadena de causas eficientes. Nada es causa de sí mismo, y no podemos remontarnos al infinito en esta serie de causas. Por lo tanto, debe existir una Primera Causa Eficiente, que es Dios.

3. Vía de la Contingencia y Necesidad (Ser Necesario)

   Encontramos seres que son contingentes (pueden existir o no existir). Si todo fuera contingente, en algún momento nada habría existido. Dado que algo existe, debe haber un ser Necesario que no dependa de otro para su existencia, que es Dios.

4. Vía de los Grados de Perfección (Ser Máximamente Perfecto)

   Observamos en los seres diferentes grados de perfección (bondad, verdad, nobleza). Estos grados implican la existencia de un Ser Máximamente Perfecto que es la causa de toda perfección, que es Dios.

5. Vía de la Finalidad o Gobierno del Mundo (Inteligencia Ordenadora)

   Vemos que los seres naturales, incluso los que carecen de conocimiento, actúan con un fin determinado. Esto implica que hay una Inteligencia Ordenadora que dirige todas las cosas hacia su fin, que es Dios.

Atributos de Dios según Santo Tomás

Respecto a los atributos de Dios, Santo Tomás sostiene que, aunque no podemos conocer la esencia divina directamente, sí podemos conocer algo de ella a través de sus efectos en las criaturas. Esto se logra mediante tres vías o procedimientos:

• Vía de la Causalidad (o Afirmación): Atribuir a Dios las perfecciones que encontramos en los seres finitos, ya que Él es su causa.
• Vía de la Remoción (o Negación): Negar en Dios las imperfecciones o limitaciones propias de los seres finitos.
• Vía de la Eminencia (o Superación): Elevar al grado máximo las perfecciones que atribuimos a Dios, trascendiendo las limitaciones humanas.

Tipos de Perfecciones

Santo Tomás distingue entre dos tipos de perfecciones que se encuentran en las criaturas y que pueden ser atribuidas a Dios:

• Perfecciones Puras: Aquellas que no implican ninguna imperfección o limitación en su concepto (ej. ser, bondad, sabiduría). Estas se atribuyen a Dios de forma propia y eminente.
• Perfecciones Mixtas: Aquellas que, en su concepto, implican alguna imperfección o limitación (ej. ser corporal, ser mutable). Estas no se atribuyen a Dios directamente, sino solo en su aspecto de perfección, purificándolas de su limitación.

Principales Atributos Divinos

• Atributos Entitativos (del ser de Dios)

  • Simplicidad: Dios es simple, es decir, no tiene composición de partes (ni física ni metafísica).
  • Perfección y Bondad: Dios es el Ser Perfecto por excelencia, y de su perfección se deriva su Bondad infinita.
  • Infinitud e Inmensidad: Dios no tiene límites en su perfección ni en su ser; es infinito e inmenso, no puede ser abarcado por nada.
  • Unicidad: Dios es Único, se opone a la multiplicidad de seres.
  • Trascendencia: Dios es Trascendente al mundo, es decir, es distinto y superior a toda la creación.

• Atributos Operativos (de las acciones de Dios)

  • Sabiduría (o Inteligencia): Dios entiende y conoce todo. Esta se relaciona con la Quinta Vía, donde Dios es la Inteligencia ordenadora.
  • Voluntad: Dios quiere y es libre para amar, siendo su voluntad perfecta y libre.
  • Poder (o Omnipotencia): Dios crea, conserva y gobierna el orden de todas las cosas.

Otros Conceptos Relevantes en Santo Tomás

• La Participación: Es el concepto que une a la criatura con el Creador. Participar significa que un ser tiene su propio ser, pero lo recibe de otro, en este caso, de Dios.
• El Problema del Mal: Para Santo Tomás, el mal es la ausencia de bien o la privación de una perfección debida en un ser.
• El Alma Humana: Se considera el último grado de los seres inteligentes en la jerarquía tomista, siendo forma sustancial del cuerpo.
• El Entendimiento Agente: Es una facultad del alma humana que tiene la función de abstraer las formas universales (conceptos) de los datos sensibles, separándolas de las condiciones materiales individuales.