1. La Razón Teórica: Usos y Alcance
La racionalidad teórica es un saber para conocer.
La racionalidad práctica es un saber para hacer. No es que existan dos razones, sino una sola capacidad racional humana susceptible de dos usos distintos: teórico y práctico.
El ser humano trata de conocer el mundo en el que vive y no se conforma con menos que la verdad.
La rama de la filosofía que estudia la naturaleza y los límites del conocimiento humano se denomina teoría del conocimiento. Esta parte de la filosofía ha recibido diversos nombres, entre otros, la gnoseología o la epistemología.
2. La Naturaleza del Conocimiento Humano
2.1. Características Generales del Conocimiento
Lo que caracteriza a los seres vivos es, en efecto, su capacidad de obrar por sí mismos y desde sí mismos. A las acciones propias de los vivientes, aquellas que brotan de su interior, se las denomina inmanentes.
El fruto que surge de la planta, aunque procede de su interior, se convierte, al cabo del tiempo, en algo exterior a ella misma (por ejemplo, otra planta). Este es un ejemplo de acción transitiva, a diferencia de las acciones inmanentes como el conocimiento, que permanecen en el sujeto que las realiza.
Los animales y, de manera especial, el hombre, tienen la capacidad de realizar actividades inmanentes más elevadas.
Cuando me alimento, tengo que destruir lo ingerido para adquirir la sustancia nutritiva. Sin embargo, al conocer, el sujeto respeta la realidad que ha aprehendido. Esto es posible porque quien conoce, por ejemplo, un árbol, posee dentro de sí, como objeto, ese árbol, aunque de forma inmaterial.
Lo conocido es el árbol natural y no solo una imagen de él. Los objetos conocidos remiten a esa realidad que trasciende al sujeto. Esta característica del conocimiento se denomina intencionalidad.
2.2. Características Específicas del Conocimiento Humano
- Lo que diferencia la capacidad humana de conocer de la de otros animales es que estos no saben desvincularse de su experiencia concreta y universalizar sus descubrimientos.
- El ser humano, por el contrario, puede elevarse más allá de lo inmediato y alcanzar lo universal: no solo utiliza una piedra para abrir una nuez; además, comprende las ideas de apertura y golpear, y es capaz de aplicarlas a múltiples y muy distintas situaciones. El conocimiento humano es infinito.
- Nuestro conocimiento no se limita, a diferencia del de los animales. El hombre está abierto a todo lo real.
- Alteridad: Somos capaces de conocer lo real como real (y así distinguimos entre lo real y lo ficticio). De hecho, podemos volver nuestra atención sobre lo que conocemos y preguntarnos qué y cómo es.
3. La Estructura del Conocimiento Humano: Sensible e Intelectual
En el ser humano hay dos tipos de conocimientos: el sensible y el intelectual. Es más importante el intelectual, pero sin el sensible el intelectual no funciona. El conocimiento sensible es particular y concreto. También lo tienen los animales.
Y el conocimiento intelectual es universal y abstracto.
El conocimiento sensible es un conocimiento a través de los sentidos. Por ejemplo, no ves la pizarra si estás de espaldas.
3.1. Conocimiento Sensible
Los Sentidos Externos
Son nuestras ventanas al mundo material. Informan tanto de lo que pasa en el exterior como de lo que ocurre en nuestro cuerpo. El conocimiento sensible comienza con la estimulación.
Estos órganos se han reducido a los cinco sentidos clásicos (vista, tacto, gusto…) o exteroceptivos, por captar estímulos que provienen del exterior.
Además, están los interoceptores, que captan estímulos procedentes del propio organismo y que se clasifican en visceroceptores, que informan de estados como la sed, y propioceptores, que nos informan sobre las posiciones y movimientos de las partes de nuestro cuerpo.
Cada órgano sensorial está especializado en captar una determinada clase de estímulo.
La Sensibilidad Interna
Captamos objetos. Es en la sensorial interna donde se organiza y elabora toda la información sensible; el resultado es la percepción de un objeto.
a) La Organización Primaria de la Percepción
El sensorio común realiza la primera integración del objeto conocido, unificando la información de cada sentido y haciendo posible la percepción o aprehensión del todo. En psicología se llama síntesis sensorial.
b) Sentidos Internos Específicos
Conocen cuando el objeto está ausente. Toda la información que yo cojo con el sentido externo, el interno lo capta.
Sensorio Común o Percepción
Realiza la primera integración del objeto conocido.
Imaginación
Vuelve a hacer presente el objeto: lo hace presente de nuevo y es creativa.
Memoria
Vuelve a hacer presente el objeto ausente, no es creativa, y se sitúa en el tiempo. (La memoria archiva los objetos percibidos, mientras que la imaginación los conserva y puede combinarlos de nuevas formas).
Estimativa
Compara el objeto percibido con el propio organismo.
3.2. El Conocimiento Intelectual
La Inteligencia y sus Operaciones
La sensibilidad capta la apariencia sensible de las cosas, la inteligencia penetra en su unidad y en sus propiedades esenciales.
Lleva a cabo tres operaciones:
La Simple Aprehensión
Es la operación cognoscitiva que abstrae, separa el concepto universal a partir del conocimiento de los individuos particulares. En el concepto se prescinde de las características individuales de los objetos concretos percibidos mediante el conocimiento sensible.
El Juicio
Es el acto mental por medio del cual se une o separa dos conceptos, afirmando o negando algo de otra cosa.
En los juicios se da la verdad o la falsedad: un juicio es verdadero cuando une lo que en la realidad está unido o cuando separa lo que en la realidad está separado.
El Razonamiento
Consiste en pasar de una verdad conocida a otras verdades no conocidas que están implícitas en la primera; es conectar unos juicios con otros: lo que llamamos razonar o discurrir.
3.3. La Integración del Conocimiento Humano
Es muy importante advertir que en el ser humano el conocimiento sensible y el conocimiento racional no son como dos niveles sucesivos o como escalones en ascenso, sino que siempre están presentes y ambos son aspectos inseparables en cada acto humano del conocimiento. Lo característico del conocimiento humano es, por lo tanto, su unidad sensorracional.
No es que primero mis sentidos experimenten las cosas reales, sino que en el mismo acto en el que entro en contacto con las cosas reales, mi inteligencia actúa determinando la forma en que capto esas cosas.
4. Conocimiento y Lenguaje
Mediante el juicio unimos o separamos conceptos, de manera que atribuimos o negamos una propiedad a un individuo. El juicio es un acto mental, se expresa a través de un enunciado lingüístico o proposición: a un sujeto se le atribuye un predicado mediante un verbo.
El lenguaje nos permite, en cierto modo, exteriorizar nuestro pensamiento, que es inmaterial y hace posible la comunicación de lo que pensamos; por otra parte, el lenguaje manifiesta externamente el pensamiento y lo condiciona en gran medida nuestro modo de pensar y de conocer la realidad.
4.1. El Lenguaje como Exteriorización del Pensamiento
La filosofía del lenguaje estudia los actos de comunicación, es decir, los medios mediante los que se transmite una información. Todo acto comunicativo requiere un significante (una palabra) y un significado. Ambos conforman el signo.
En el lenguaje de los animales, la correspondencia entre el significado y el significante es natural, ya que el segundo remite inmediata e instintivamente al primero. El lenguaje humano, por el contrario, es convencional, pues la conexión entre significante y significado se basa en un acuerdo. Por eso, su aprendizaje es necesario y puede modificarse.
Las palabras son signos de las cosas nombradas a través del pensamiento, que ejerce de mediador entre unas y otras.
Por su relación con el significado, las palabras o términos se dividen en:
- Unívocos: tienen un único significado.
- Equívocos: Se escriben y suenan igual, pero pueden referirse a realidades diferentes, que no guardan relación entre sí.
- Análogos: Poseen varios significados distintos, pero relacionados.
El significado de las palabras y las expresiones depende, además de su sentido literal, del contexto en el que se emplean.
4.2. El Lenguaje como Mediación del Conocimiento
A través del lenguaje que el niño adquiere en sus primeros años, recibe gran parte del saber que los hombres han ido acumulando.
¿Esto quiere decir que no hay pensamiento sin palabras? ¿Es anterior el lenguaje al pensamiento? ¿O sucede más bien al contrario, de tal manera que el lenguaje solo serviría para transmitir a los demás un pensamiento sin palabras?
Lo cierto es que no nos es posible hallar en nuestra propia experiencia un pensamiento puro, que no esté mediado por las palabras; pensamos con palabras, como si el pensamiento fuera un diálogo con uno mismo. Cada vez que tratamos de poner en orden lo que pensamos, salen al paso palabras y más palabras.
No obstante, el pensamiento no se identifica con las palabras ni es un puro efecto de ellas. Pensamiento y lenguaje no se solapan perfectamente, como lo manifiesta el hecho de que a veces, como se suele decir, las palabras se nos quedan cortas: lo que decimos no siempre basta para expresar lo que tenemos dentro.
4.3. El Lenguaje, el Pensamiento y la Realidad
Aristóteles pensaba que la realidad se refleja en el conocimiento y que el conocimiento se refleja en el lenguaje.
Por consiguiente, a los distintos tipos de predicados que al hablar podemos atribuir a un sujeto, corresponden las diversas modalidades en que existen realmente las cosas. A esas maneras de pensar y expresar las cosas, que son, al mismo tiempo, los modos de ser de la realidad, los llamó categorías.
Siempre que pensamos o hablamos de algo, lo concebimos como un sujeto individual (sustancia) o como un aspecto que pertenece y caracteriza a un sujeto (accidente).