Filosofía Empirista: Ideas Clave de Locke, Berkeley y Hume

El Empirismo

El Empirismo, junto con el Racionalismo, son los dos grandes movimientos de la Filosofía Moderna. Llamamos empirismo a la corriente filosófica que afirma que el origen y el valor de nuestros conocimientos dependen de nuestra experiencia. Nos referimos al empirismo moderno, que es una corriente filosófica opuesta al racionalismo. Entendido de esta manera, son filósofos empiristas: Locke, Berkeley y Hume; todos ellos pertenecen, con Kant, a la Ilustración.

2.2. John Locke (1632-1704)

Nace en 1632, en Bristol. Comienza a estudiar en la Universidad de Oxford en 1652. Tiene un primer contacto con la Filosofía escolástica. Su interés por la filosofía se despierta tras leer a Descartes. Ideales liberales.

Obras principales:

  • Ensayo sobre el entendimiento humano
  • Carta sobre la tolerancia

Origen de las ideas

Locke toma como afirmación fundamental que «todas nuestras ideas provienen de la experiencia». El problema fundamental que hay que plantearse es cómo se originan esas ideas.

¿Qué es la idea?

Idea, para Locke, es «todo aquello que conocemos o percibimos».

Tipos de ideas:

  • Simples: son las sensaciones inmediatas: color, olor… Éstas pueden provenir:
    • De la sensación; es decir, de la experiencia externa:
      • De las cualidades primarias: tamaño, figura…
      • De las cualidades secundarias: olor, color…
    • De la reflexión; es decir, de la experiencia interna: es el conocimiento que la mente humana tiene de sus propios actos.
  • Complejas: son las elaboradas por la mente humana, por reflexión, relacionando y combinando las ideas simples. Entre estas ideas está la de:
    • Sustancia: «es una colección de un cierto número de ideas simples consideradas como unidas en un solo sujeto».

2.3. George Berkeley (1685-1753)

Irlandés, vive en pleno período de la Ilustración. Un hombre profundamente religioso —mitad místico y mitad empirista—; puso la filosofía al servicio de la fe; preocupado profundamente por la crisis religiosa que estaba atravesando Europa.

Su obra fundamental es:

  • Tratado sobre los principios del conocimiento humano

Pensamiento

Recoge las afirmaciones fundamentales de Locke y, después de destacar sus incoherencias, trata de sacar las conclusiones:

Berkeley dice: Si yo no conozco la realidad exterior, sino solo la idea, ¿cómo puedo afirmar que la idea es la representación de esa realidad? Por tanto:

  • Conocemos ideas (en el sentido de Locke: sensaciones…), pero también conocemos las cosas.
  • Las cosas son ideas; es decir, no hay cosas e ideas, sino ideas.
  • La única realidad es la mente que las percibe.

2.4. David Hume (1711-1776)

Nace en Edimburgo en 1711. En 1734 se retira a Francia, donde escribe su primera obra, Tratado de la naturaleza humana, que es un fracaso y, encima, años más tarde es rechazado por la iglesia «por sus ideas heréticas».

Obras principales:

  • Tratado de la naturaleza humana
  • Investigación sobre el entendimiento humano
  • Investigación sobre los principios de la moral
  • Diálogos sobre la religión natural

El problema que se plantea:

Hume, según confiesa en su obra Tratado de la naturaleza humana, pretende contribuir al avance del conocimiento, fundamentando sobre todo la seguridad. Esto solo se puede conseguir construyendo la ciencia de la naturaleza humana. Esta es la única ciencia del hombre. Para ello:

  • Hay que estudiar el conocimiento humano: el alcance y la validez.
  • Hay que estudiar la naturaleza de las ideas que empleamos porque en ellas se fundamenta nuestro conocimiento.
  • Hay que hacerlo todo con un fundamento nuevo: el método experimental.
  • Hay que basar el conocimiento únicamente en la experiencia y en la observación.

3. El conocimiento en Hume

3.1. Impresiones e ideas

Para Locke, «todo aquello que conocemos o percibimos es una idea». Hume divide los contenidos del conocimiento en dos clases:

  • Impresiones: es el conocimiento por medio de los sentidos.
  • Ideas: son las representaciones o copias de las impresiones en el pensamiento.

Las impresiones son todas nuestras sensaciones. Las ideas son las imágenes débiles de las impresiones.

Tanto las impresiones como las ideas pueden ser:

  • Simples: no admiten distinción ni separación.
  • Complejas: cuando se pueden separar; sí admiten distinción dentro de ellas.

3.2. Relación entre impresiones e ideas

Semejanza

Entre las impresiones e ideas simples hay una gran semejanza. Toda percepción de la mente aparece a la vez como impresión y como idea.

Origen

La idea tiene origen en la impresión. Las impresiones simples preceden siempre a sus correspondientes ideas, y no al revés.

Una idea es verdadera si procede de alguna impresión.

3.3. Tipos de conocimiento

  1. Por relaciones entre ideas: Aunque todas las ideas tienen su fundamento en las impresiones, podemos tener conocimiento de las ideas sin necesidad de recurrir a las impresiones. A este tipo de conocimiento pertenecen la Lógica y las Matemáticas.
  2. Por conocimiento de hechos: Además del conocimiento que tenemos como relación entre las ideas, tenemos otro conocimiento de hechos, «factual», basado en las impresiones:
    • Una idea es verdadera si proviene de una impresión; es falsa, si no procede de impresiones.
    • A toda idea le tiene que corresponder una impresión; si no hay correspondencia, hay falsedad.

El límite de nuestro conocer es la impresión: el conocimiento de la mente humana está completamente limitado por las impresiones.

3.4. El problema de la causalidad:

No podemos tener conocimiento de hechos futuros, porque no podemos tener impresiones de un hecho que todavía no ha sucedido, de un hecho futuro.

Sin embargo, en nuestra vida normal hablamos con certeza de hechos que se van a producir en el futuro.

No puedo tener impresión de un hecho que todavía no ha sucedido: La certeza proviene del hábito: la costumbre que tenemos de ver un fenómeno después de otro hace que lo afirmemos con certeza; pero esa certeza no proviene del conocimiento, sino de la costumbre.

Conclusión sobre la causalidad:
  1. No podemos afirmar el principio de causalidad.
Problema:

Si yo no puedo afirmar ninguna cosa de la que no tengo impresión, ¿qué pasa con DIOS, EL MUNDO, YO? Porque de ninguna de estas realidades puedo tener impresiones. Lo único que podemos afirmar es la realidad de nuestras impresiones, pero no realidad alguna distinta de ellas.

  • De Dios no tenemos ninguna impresión. ¿De dónde provienen esas impresiones?
  • Descartes se había afirmado la realidad del «yo» como sustancia distinta por intuición inmediata, pero Hume lo niega.
  • El «yo» o «persona» no es una impresión: es aquello que se supone como sujeto al que se refieren nuestras impresiones. Pero de ello no tenemos impresión.
  • Nuestras impresiones no son constantes, sino variables.

Por tanto, no existe el yo como sustancia distinta de las impresiones.

Conclusión general del empirismo de Hume:

El empirismo de Hume lleva necesariamente al fenomenismo y al escepticismo:

  • Solamente conozco las impresiones; mi entendimiento está completamente limitado por las impresiones: no puedo conocer nada más allá de las impresiones.
  • El origen del conocimiento es la experiencia; todo conocimiento es conocimiento de ideas e impresiones, pero no sé de dónde vienen.
  • No puedo establecer relaciones causales: lo único que podemos observar es la sucesión constante de los hechos.
  • Niego la sustancia corpórea, porque no conozco realidad exterior diferente de las impresiones; éstas son accidentales, y me quedo sin conocer la sustancia.
  • No conozco una sustancia pensante distinta de ellas.
  • Tampoco puedo conocer la existencia de un Ser llamado Dios, puesto que no puedo tener impresión sensible de él.

Luego:

  • La realidad es puramente fenoménica (lo que aparece, el fenómeno).
  • No sabemos nada más: de ahí el escepticismo que lleva consigo. Así se reconoce él mismo.

4. La ética en Hume

Ética en Locke (Contexto)

Para Locke, los hombres en estado natural son libres e iguales entre sí. Los hombres pueden violar los derechos de los demás (= no son buenos), pero tienen la ley moral descubierta por la razón (= no son malos).

La organización política es de derecho natural porque el hombre:

  • Es incapaz por sí solo de repeler las agresiones.
  • Se puede exceder al repelerlas.

La conclusión es que la organización política es de derecho natural: su fundamento está en el consenso de todos los ciudadanos.

Ética en Hume

La pretensión de Hume es construir una ciencia del hombre; por eso su obra principal se titula Tratado acerca de la naturaleza humana.

4.1. Crítica del racionalismo moral

La Ética, o moral, la podemos definir como «el conjunto de juicios sobre la bondad o malicia de las acciones humanas».

El racionalismo moral afirma que la razón conoce la naturaleza del hombre y de ese conocimiento deduce lo que va en contra de la naturaleza —y por tanto es malo— y lo que es conforme a naturaleza —y por tanto es bueno—.

Hume argumenta que los juicios morales determinan nuestro comportamiento, pero la razón no puede determinar nuestro comportamiento. El conocimiento intelectual no puede determinar que nosotros hagamos una acción o la evitemos:

  • El conocimiento de relaciones entre ideas (p. ej., las matemáticas) por sí mismo no impulsa a realizarlas; es un conocimiento puramente intelectual.
  • El conocimiento de hechos: los hechos son solamente hechos, no juicios morales. El hecho en sí (p. ej., un crimen) no es un juicio; el juicio se hace en el interior de uno mismo.

Conclusión: la razón no es el fundamento de los juicios morales.

4.2. El emotivismo moral

  1. Fundamento de la moral: está en la razón y en el sentimiento. Tanto una como otra son necesarias; el problema es saber en qué medida entran una y otra en todas las decisiones morales.
  2. El juicio moral es obra del corazón. Argumento: la virtud tiene como propiedad ser amable, y el vicio, por el contrario, ser aborrecible.
  3. Las decisiones pertenecen al sentimiento.
  4. La moral depende de un sentimiento de complacencia. Hace una comparación entre belleza natural y belleza moral: entre las dos hay una cierta semejanza.
  5. Los fines últimos pertenecen a un juicio del sentimiento. «Parece evidente que los fines últimos de las acciones humanas no pueden ser explicados, en ningún caso, por la razón, sino que se recomiendan por entero a los sentimientos y afecciones del género humano.»

La percepción moral no es cosa del entendimiento, sino del sentimiento; es propia de cada cosa en particular, no de principios generales o de la razón.

No se puede demostrar que algo es bueno o malo por la razón, mediante una argumentación racional: la razón no es la maestra de las pasiones o de los sentimientos.

Las pasiones provienen de la experiencia: placer, dolor, miedo, esperanza, aversión…

De cualquier modo, los juicios de aprobación o reprobación… Las verdades religiosas no pueden demostrarse por la razón. Hume rechaza tanto el espiritualismo como el materialismo.

El orden del mundo es una prueba a posteriori, a partir de la experiencia, y, por tanto, es una prueba convincente y persuasiva.

La ética de Hume no se puede decir que sea teísta, ni tampoco atea o agnóstica.

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