La principal ventaja del materialismo es que logra superar algunas de las dificultades que genera el espiritualismo, como por ejemplo, explicar satisfactoriamente cómo pueden relacionarse la realidad material y espiritual.
Sin embargo, el materialismo también genera sus propias contradicciones y dificultades. Las más relevantes son:
Problema Epistemológico
Afirmar la existencia de una realidad material es tan problemático como afirmar la existencia de realidades espirituales. Para los pensadores materialistas, la existencia de sensaciones y percepciones demuestra que existe una realidad externa que las causa. Sin embargo, todas nuestras sensaciones son subjetivas, son estados mentales.
Problema Antropológico
Al hacer extensibles las tesis materialistas surgen graves dificultades, como en el caso del espiritualismo. Estas incluyen:
El Determinismo
La concepción materialista de la realidad suele darse asociada a una concepción mecanicista de esta, según la cual todos los sucesos del mundo responden a inalterables leyes causales. Así, cualquier acontecimiento puede ser explicado y previsto por referencia a su causa. El mecanicismo comporta una visión determinista del acontecer natural y humano que dificulta la defensa de la libertad humana.
Mente y Cerebro
Según el materialismo, mente y cerebro son lo mismo, puesto que todos nuestros estados y procesos mentales se pueden identificar con estados neuronales del cerebro. Esta identificación se opone a nuestras intuiciones básicas según las cuales los estados y procesos mentales tienen unas propiedades esencialmente distintas de las propiedades de las conexiones nerviosas. La relación entre estas ha causado un gran número de problemas que distan de ser solucionados.
Problema Metafísico
En sentido estricto, resulta una contradicción hablar de metafísica materialista, puesto que hemos definido la metafísica como el estudio de la realidad que está más allá de la realidad física o material, y hemos constatado que el materialismo niega la existencia de este tipo de realidad.