El Concepto de Sustancia: De Descartes a Hume y su Relevancia Actual

Justificación del Método Cartesiano

En el Discurso del Método de Descartes, él pretende establecer una serie de reglas (un método) para alcanzar un conocimiento verdadero, sin ningún género de duda. Esas reglas nos llevan, sin posibilidad de error, hasta la verdad (hasta el conocimiento).

Partiendo de que todas las opiniones que conocemos son dudosas, la duda radical que se nos presenta en esta búsqueda de certeza conduce a esta primera verdad absoluta: la esencia de la sustancia es lo único cierto del sujeto. Este punto nos lleva a la segunda consecuencia de este método y a un dualismo antropológico. La función que presenta el cogito es doble: señala la proposición verdadera y prepara el camino para la distinción entre alma y cuerpo. La existencia de un sujeto pensante es una evidencia que está por encima de la existencia del mundo y del cuerpo. Lo único cierto es que él es una cosa que piensa, por tanto, un sujeto con esencia. El yo es el alma que define al ser humano; el alma se define por ser su pensamiento.

Posteriormente, se presenta un dualismo antropológico: el yo o el alma no necesita de ninguna condición material. Para Descartes, la mente no es el cerebro; por ello, es independiente y distinta a cualquier sustancia corporal, si es que esta existe. El concepto de sustancia para Descartes es de suma importancia. En esta parte del método se nos presenta el criterio de evidencia, propuesto en la segunda parte del Discurso del Método. La evidencia no acepta como verdadera ninguna cosa si no se presenta con total claridad y distinción. Este criterio, al ser propio de un método científico, se opone a cualquier tipo de probabilidad.

Comparación con Hume: Crítica a la Idea de Sustancia

La crítica de Hume a la idea de sustancia de la metafísica: El significado más general de sustancia es el fundamento de la realidad, lo subsistente. La sustancia es ante todo sujeto, lo que tiene que ser en sí, y no en otro. «¿Qué es el ser?» equivale a «¿Qué es la sustancia?». Aristóteles distingue dos tipos de sustancias:

  • La sustancia primera, que es el individuo, el ser particular y concreto.
  • Aquello por lo que es ese ser particular y concreto: la esencia, inmanente a cada individuo.

Sobre esta segunda forma se constituyen la metafísica y la gnoseología aristotélica. La sustancia segunda resulta ser algo inmaterial, por lo que podemos conocer la realidad. Las demás formas de ser se dan en la sustancia, pero no son sustancia sino accidente.

Hume criticará duramente las ideas de la metafísica, sobre todo la triple vertiente de sustancia: res extensa (mundo), res cogitans (mente) e res infinita (Dios). Se preguntará por la validez de la idea de sustancia recurriendo a su criterio de verdad: una idea es verdadera si se corresponde con una impresión. Tras identificar los dos tipos de impresiones, Hume niega que la idea de sustancia corresponda a una impresión de sensación, ya que esta no contiene nada de sustancia, y tampoco existe una impresión de reflexión que la origine. Toda idea sin impresión es una idea falsa.

a) Res Extensa (Mundo)

Creemos que los objetos y las percepciones son una sola cosa. La creencia en la existencia independiente de los objetos externos la atribuye Hume a la imaginación (o la costumbre). No podemos justificar tal creencia. La imaginación (o la costumbre) nos hace atribuir la existencia real y corpórea a dicha percepción. Tampoco la razón podría ser la base de tal creencia. No hay justificación racional de dicha creencia, por lo que Hume, como hemos dicho, recurre a la imaginación (o la costumbre).

b) Res Infinita (Dios)

Hume estudia el tema de Dios y la vida futura, teniendo en cuenta las críticas realizadas a la idea de sustancia y al principio de causalidad. Hume no reconocerá validez alguna a las demostraciones metafísicas de la existencia de Dios, al no ser demostrables racionalmente. Descartes, Locke y Berkeley utilizaban el principio de causalidad para afirmar su existencia. Para Hume, Dios no es un objeto de impresión alguna.

c) Res Cogitans (Mente/Alma)

La existencia del alma había representado uno de los pilares sobre los que la metafísica se había desarrollado. La existencia de un yo había sido considerada por Descartes indudable; esta había sido resultado de una intuición inmediata. Según Hume, no tenemos una impresión constante e invariable de un ‘yo’ o ‘alma’ como sustancia única y permanente. La idea de un ‘yo’ sustancial surge de una confusión de ideas de ‘identidad’, sumada a la acción de la memoria. Sin una impresión que la fundamente, la idea del alma como sustancia es rechazada, y la pregunta por su inmortalidad resulta superflua.

Relevancia Contemporánea: El Problema Mente-Cuerpo

En la actualidad, el dualismo antropológico (el problema mente-cuerpo) sigue siendo una de las cuestiones más importantes de la filosofía contemporánea. Las posiciones dualistas han suavizado sus compromisos metafísicos, siendo hoy en día muy complicado encontrar algún defensor del dualismo de sustancias cartesiano. Aunque existen nuevas formas de dualismo, como el dualismo de propiedades.

Lo que este dualismo de propiedades sostiene es que, aunque no existe más sustancia que la material y la actividad mental se realiza en el cerebro, sí existen propiedades distintas. Así, se llega a distinguir entre propiedades físicas del cerebro y propiedades mentales. Pero frente a estas posiciones dualistas se presentan también posiciones fisicalistas que se oponen a este tipo de distinción.

Estas posiciones fisicalistas, a menudo reconocidas como reduccionistas, utilizan términos neurofisiológicos para explicar los procesos mentales como procesos cerebrales. Cabe señalar que este enfoque encaja con el modelo de ciencia al que se decantaba Descartes [basado en la explicación mecánica]. El texto finaliza mencionando la idea de Descartes de que el sistema del conocimiento estará completo cuando todas las ramas queden ligadas con el tronco [de la filosofía]. Se sugiere que este modelo de ciencia [que busca la unidad y la explicación fundamental] es actualmente conocido como posición reduccionista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *