Teoria ontologica de platon

A) Contexto histórico


El siglo V a.C. fue la época de mayor esplendor para Atenas; en ella florecieron sin igual la democracia, la filosofía y las artes. Después de su victoria sobre los persas y bajo la dirección de Pericles, Atenas se con-vierte en la potencia hegemónica del Mediterráneo oriental. Todo eso va a cambiar con las Guerras del Peloponeso que se inician en el año 431 a.C., o sea, cuatro años antes del nacimiento de Platón. En el 404 a.C., después de más de 25 años de guerra, Esparta derrota a Atenas y le impone condiciones muy duras, entre ellas, el gobierno de los Treinta Tiranos. En él intervienen familiares y amigos de Platón que le invitan a formar parte del mando. No obstante, decide mantenerse al margen por la crueldad que muestran.A. partir de la derrota, Atenas irá perdiendo progresivamente las señas de identidad que la convirtieron en modélica y temible para sus enemigos. Su economía queda muy debilitada: las condiciones de vida em-peoran y las diferencias sociales aumentan. A la tiranía sucede una guerra civil que tiene como consecuencia la reinstauración de la democracia (403 a.C.), pero se trata de un burdo simulacro de la anterior: el caos, la demagogia y la corrupción se ins-talan en Atenas. En ese contexto se produce la condena a Sócrates (399 a. C.). Platón vive, pues, unas circunstancias históricas extraordinariamente convulsas. De alguna manera, su filosofía es una respuesta a la decadencia y el desorden que le tocó vivir. Atenas se desmoronaba, ¿cómo fue posible haber llegado a esta situación después del esplendor anterior? |Platón cree encontrar la causa en la ignorancia de ciudadanos y gobernantes acerca de qué es la Justicia. La única posibilidad de mejora pasa, pues, por la educación filosófica de los gobernantes. En su famosa Carta VII Platón revela que su preocupación prioritaria son los asuntos políticos. Su interés por la filosofía es secundario: como medio para instaurar un Estado verdaderamente justo («llegué a comprender que todos los estados actuales están mal gobernados… Entonces me sentí irremisiblemente movido a alabar a la verda-dera filosofía y a proclamar que sólo con su luz se puede reconocer dónde está la justicia en la vida pública y en la vida privada»).


B) Contexto cultural


La democracia ateniense -en tantos aspectos modélica- no es, sin embargo, completa: los esclavu:Ys, los extranjeros y las mujeres no gozan de los derechos de ciudadanía. Tras las guerras del Peloponesc 11 calcula que vivían en Atenas en torno a 250.000 personas, de las cuales no llegaban a 30.000 las que 144,1lan el estatuto de ciudadanos. Despuérdul florecimiento sin precedentes de las artes y las letras del siglo V a.C., se hacen no4 los efectos de la decadencia económica y no se emprenden grandes proyectos como los llevados a cabo: en el siglo anterior (el Partenón y el Erecteión de la Acrópolis, por ejemplo). El modelo heroico de la época precedente es sustituido por un ideal más cotidiano, realista y naturalista. Así, el gusto por el equilibrio, la armonía y la realización de cualquier obra según una medida o canon -tan característico de la época clásica- da paso a un mayor movimiento, expresión de sentimientos e incluso barroquismo. En escultura el canon (búsqueda de proporciones corporales perfectas) se estiliza -el cuerpo ideal de siete cabezas pasa a ocho-, acogiendo así la gracia y los primeros atisbos de sensualidad: se trata dei estilo bello de Praxíteles.

C)

Contexto filosófico Influencias

El primer maestro de Platón fue Crátilo, un discípulo poco brillante de Heráclito. Se puede decir que Platón toma de Heráclito la concepción del mundo sensible como un perpetuo fluir, si bien con la diferencia fundamental de que para Platón se trata de un mundo que no es verdaderamente real. |Sin duda, más influencia ejerce en su filosofía Parménides. Si exceptuamos el monismo y el materialismo parmenídeos, podemos decir que las Ideas platónicas poseen los mismos rasgos que el Ser de Parménides (eterno, imperecedero, inmóvil, indivisible). La epistemología platónica también tiene a Parménides corno precedente, al establecer que el acceso a la verdad es a través de la razón y no de los engañosos sentidos. |El pitagorismo fue un referente permanente en su obra, por ejemplo en aspectos como la importancia concida a las matemáticas, la creencia en la inmortalidad del alma, la doctrina de la reencarnación, la concepión dualista del hombre y la consideración del cuerpo como sepulcro (soma-sema). Hay autores que p.ensan que el platonismo no es en realidad más que una «racionalización del pitagorismo». |La concepción de materia en Platón es básicamente la misma que la de los atomistas (Leucipo y Democrito: se trata de algo caótico, informe, eternamente en movimiento. Aristóteles señala esta semejanza en su Metafísica: «Hay algunos, como Leucipo y Platón, que afirman que la actividad existe desde siempre, ya que desde siempre hay movimiento’

LA TEORÍA DE LAS IDEAS Y LA ONTOLOGÍA PLATÓNICA

La Teoría de las Ideas de Platón (parte central de su filosofía) defiende un claro dualismo ontológico al proponer la existencia de dos tipos de realidad antagónicos: el mundo sensible y el mundo inteligible. En el Mundo Sensible (el interior de la caverna en el mito de la caverna) están las realidades individuales, materiales, temporales, espaciales, la multiplicidad, el cambio, y la generación y destrucción; es el conjunto de cosas perceptibles por los sentidos. El Mundo Inteligible (el mundo exterior en aquél mito) consta de las Ideas (o «Formas»), realidades universales, inmutables, eternas, invisibles, inmateriales, atemporales, aespaciales; las Ideas se conocen por la razón y son la auténtica realidad. Las Ideas son entidades extramentales, objetivas e independientes del hombre, y causas de las cosas: aunque ellas sean el auténtico ser, Platón no negará realidad a lo que se da a los sentidos; el mundo sensible, aunque inferior a las Ideas, posee también cierto ser, que le vendrá dado por su imitación o participación de las Formas. La tarea del Demiurgo es hacer que la materia informe y eterna tome rasgos semejantes a las Ideas. El mundo de las Ideas está ordenado jerárquicamente pues hay distintos tipos de Ideas: Idea de Bien, otras Ideas morales; Ideas estéticas, Ideas de Multiplicidad, Unidad, Identidad, Diferencia, Ser, No Ser, Ideas matemáticas y otras Ideas (Idea de Hombre…). Platón sitúa a la Idea de Bien en la cúspide de ese mundo; a veces la identifica con la Idea de Belleza e, incluso, con Dios. La Idea de Bien (el sol en el mito de la caverna) causa lo real pues la conducta humana se hace con vista a ella y todo lo real tiende a ella. Platón creyó que sólo si existen las Ideas tiene sentido el lenguaje humano, principalmente el de los “términos universales” (nombres comunes, sustantivos abstractos…); por otro lado, el conocimiento estricto (las verdades eternas) como la matemática sólo es posible si además del mundo sensible, siempre cambiante, hay también un mundo inmutable y eterno.


TEORÍA DE LAS IDEAS Y LA EPISTEMOLOGÍA PLATÓNICA (EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO)


El conocimiento estricto, el siempre verdadero, se fundamenta en la teoría de las Ideas, que divide lo real en dos ámbitos distintos y a los que le corresponderá saberes muy distintos: la ciencia, que se ocupa de las Ideas, lo permanente, y la opinión, o conocimiento del mundo sensible, de lo que está sometido a generación y corrupción, de los animales, plantas y cosas fabricadas (la “creencia”) y de sus “sombras” y reflejos (la conjetura).En la CIENCIA, distingue Platón el pensamiento discursivo y la dialéctica. El primero se identifica con la matemática, que, a pesar de su valor, posee dos deficiencias: el uso de signos sensibles y el apoyarse en hipótesis (afirmaciones sobre el ser de sus objetos no suficientemente reflexionadas). La dialéctica es el conocimiento superior, se refiere al Mundo de las Ideas, a lo inmutable y universal, lo eterno, y se identifica con la filosofía. Platón la concibe de dos modos: como método racional que no usa de signos sensibles, pues emplea sólo la razón, ni descansa en «hipótesis», pues prescinde de todo supuesto y no deja ninguna cuestión sin examen o evaluación; el objetivo de la dialéctica es descubrir las relaciones existentes entre las Ideas. La auténtica filosofía es «una ascensión al ser»: el filósofo (el dialéctico) debe “ascender” del mundo sensible al Mundo Inteligible o de las Ideas y en éstas a la Idea del Bien, fundamento del ser y de la inteligibilidad de las Ideas y de todo lo real. En cuanto al origen del conocimiento estricto, Platón defiende una teoría innatista, la teoría de la reminiscencia, según la cual conocer es recordar: al conocer verdades de tanta calidad como las de la matemática, en realidad nuestra alma está recordando algo que aprendió cuando, antes de encarnarse, vio en el Mundo Inteligible las Ideas y sus relaciones. Pero Platón también entiende la dialéctica como impulso erótico: el filósofo, mediante el cultivo de su sensibilidad, ascenderá desde el plano sensible al inteligible, desde las bellezas sensibles hasta la Idea de Belleza. El motor de dicho ascenso será un impulso erótico y el objeto del amor la belleza.


DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS (EL PROBLEMA DEL HOMBRE)

Platón concibe al hombre como un compuesto de dos sustancias distintas (dualismo antropológico): el cuerpo, vinculado al mundo sensible, y el alma, relacionada con el mundo inteligible. El alma humana es superior al cuerpo debido a que el alma es el principio de conocimiento y de bondad, pero más aún a que el cuerpo está sometido a corrupción y muerte mientras que el alma tiene un destino inmortal. Platón utiliza varios argumentos para demostrar la inmortalidad del alma, destacando el que se basa en la teoría de la reminiscencia, teoría que exige la preexistencia del alma antes de su encarnación para comprender el conocimiento eterno.

Para Platón, el alma nos iguala a los dioses y permite el conocimiento de las Ideas; distingue tres partes en ella: la racional, representada en el mito del carro alado por el cochero; es la más noble y elevada, y su función es conocer intelectivamente y guiar a las otras dos; la irascible, representada por el caballo bueno y hermoso, símbolo del valor y la voluntad; y la parte concupiscible, representada por el caballo malo, difícil de guiar, símbolo del deseo y la pasión sensible inmoderados. El alma busca la liberación del cuerpo y en esa búsqueda practica la filosofía como aproximación intelectual al mundo que le es propio. La parte racional del alma debe intentar purificar al individuo de los apetitos sensibles, y le corresponde dirigir la conducta humana. El dualismo antropológico de Platón se caracteriza por mantener una radical escisión en el hombre: el alma inmortal, lo más divino, principio de conocimiento y moralidad; y el cuerpo, origen de la ignorancia y del mal. Para Platón el cuerpo y sus pasiones son responsables de todas nuestras desgracias y sufrimientos. La tarea más importante del hombre será, por ello, la práctica de la virtud, basada en la renuncia a los apetitos corporales, y la práctica de la filosofía. La purificación moral e intelectual tiene como objeto que las almas se dejen guiar por lo que es justo y recto y de ese modo cumplan con su destino último, la morada divina, en donde preexistían.

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